Haymitch Abernathy suspiró cansado cuando Calla Violet le pidió de favor que fuera a buscar a Katniss Silver al gimnasio de la escuela.

Hubiera preferido irse a su casa a dormir hasta la hora de la cena, pero su amiga lo había apuntado con una cuchara de madera pidiendo que fuera por su hija.

Él entró al recinto deportivo y vio a la niña que consideraba una sobrina inmovilizar a uno de los hijos del panadero.

Katniss Silver era de contextura delgada como lo era Calla Violet y mamá, pero la diferencia entre ella y las mujeres mayores era que a sus treces años ya empezaba a florecer como señorita.

—¡Suéltalo Everdeen! — advirtió el mayor de los chicos Mellark.

Katniss liberó al muchacho y el tercer hijo del panadero se levantó del piso sonrojado.

—Ahora Peeta, tú vas a inmovilizar a Katniss — dijo el mayor de los chicos — Y Katniss, quiero que trates de liberarte del agarre de Peeta.

Katniss miró al instructor y asintió con la cabeza. Ella y el niño panadero se colocaron en posición de lucha y al sonido del silbato, el niño panadero la hizo caer, la inmovilizado boca arriba tratando de voltearla, pero Katniss colocó sus pies firmes sobre el piso negándose a ser movida.

Haymitch observó que el niño panadero trataba de moverla, pero Katniss fue más rápida y le dio un golpe cerca de la rodilla, luego usó sus piernas para enrollar el brazo del niño panadero. En un movimiento ágil, fue el chico que quedó boca arriba y Katniss se puso de pie, respirando pesadamente y con algunos mechones de cabello fuera de la trenza que usaba.

—Bien hecho, cielito — dijo Haymitch aplaudiendo captando la atención de los tres adolescentes.

—¡Tío Haymitch! — sonrió Katniss y su mirada pareció iluminarse, el niño panadero se sonrojó al ver a Katniss sonreír — ¿Qué haces aquí? Pensé que llegabas la próxima semana que es día de la Cosecha

—Asuntos personales — dijo Haymitch — Coge tus cosas y vámonos antes que tu madre me lance su cuchara de madera.

Katniss asintió con la cabeza y corrió a buscar su bolso, ella se despidió de los dos Mellark.

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En ocasiones, Tigris extrañaba mucho a Abuelatriz.

Puede que ella haya sido una mujer con opiniones fuertes y una lealtad implacable al Capitolio, pero también era la mujer que la consolaba cuando Tigris sufría cuando sus padres peleaban constantemente y fue la mujer que no bajó la frente en la época de mayoría necesidad de los Snow luego de los Días Oscuros.

Cuando la extrañaba, visitaba la galería de arte del Capitolio, uno de los pocos edificios que quedaron intacto de los Días Oscuros. En el lugar había una exhibición dedicada a los Dioses del Olimpo, un trabajo final de los estudiantes de la carreta de Arte donde algunos sirvieron como modelos y otros elaboraron la pintura.

—Adivina cual soy yo— le había dicho la primera vez que Abuelatriz la llevó al museo antes de la guerra.

Su pequeña yo, había señalado de inmediato a la pintura que representaba a la diosa Afrodita, cuando falló a la pregunta, señaló a Diosa Hera. Escogió a ambas porque representan elegancia y belleza como Abuelatriz.

Pero Abuelatriz rió y señaló a la pintura de la Diosa Artemisa. Tigris se preguntó porqué la abuela sirvió como modelo para ser Artemisa, en la pintura mostraba a la Diosa con un cabello blanco trenzado y usaba un tocado con una media luna en el centro, vistiendo un vestido blanco con correas de cuero, apuntado su arco en alto y a su lado un ciervo.

Le sorprendió mucho, ya que la pintura de la cazadora Artemisa representaba libertad y fortaleza.

Abuelatriz había obtenido una licenciatura en arte y era asesora de moda, como le encantaba montar a caballo sus fines de semana, todo antes de casarse con Xanthos Snow. 

Pasó de ser la señorita Merope Nightshade a la señora Merope Snow, dejando de lado su trabajo en el museo para dedicarse al hogar Snow y los dos hijos que tuvo.

Aun en tiempos de escasez, fue Abuelatriz quien le enseñó a Tigris como mantenerse presentable y poder usar la moda como una expresión artística y una declaración de poder. 

Tigris observó el retrato de bodas de sus abuelos y lo comparó con la fotografía más reciente que Lucy Gray le dio de Katniss Silver y Primrose Olive. La niña pequeña parecía favorecer a la nuera de Lucy Gray mientras que Katniss Silver era todo una Snow.

Su cabello rubio pálido heredado del tío Crassus y los ojos azul plateado de la tía Ariadne, pero el rostro figuraba a ser igual al de Abuelatriz.

Tigris e Icarus Denim seguían manteniendo este secreto solo entre los dos, pero aquello no le prohibía que ella le enviará regalos a sus sobrinas nietas.

Tigris solo podía rezar, a cualquier deidad que existiera, que sus sobrinas nietas estén protegidas.

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Katniss tenía trece años cuando decidió que disfrutaría de ser linda hasta el día que entrará a los Juegos.

Luego de los dieciocho años, su rostro sería un desastre, así que no haría nada malo en que ella se arregle para disfrutar de su belleza. Era día de la Cosecha, así que mientras su padre daba su viaje en solitario por el bosque, Katniss se arregló para el día.

Su abuela le trajo un vestido color rojo oscuro.

Sentada en la silla de su tocador, observan a su madre peinándola. Cepillando con cuidado el cabello, luego lo tejió en trenzas que enroscó con cuidado y luego fijó el peinado con pasadores para el cabello.

—Ya estás de linda — dijo mamá.

—Ma

—¿Si, mi linda flor de pantano?

—¿Me enseñas a maquillarme?

Katniss observó el rostro de su madre iluminarse, ella salió de su habitación y regresó con su pequeña bolsa de maquillaje.

—He esperado este día por mucho tiempo — dijo mamá sentándose a su lado — Comencemos por lo básico, tienes trece. Así que será algo simple.

Mamá sacó un rizador de pestañas, rimel y un poco de agua de rosas.

—Es una suerte que tengamos rimel para pestañas rubias — empezó a explicar mamá mostrándole las cosas. Le explicó el funcionamiento del rizador de pestañas, ella lo usó en sus pestañas para luego entregarle el artilugio para que Katniss lo hiciera.

Con las manos un poco temblorosas se rizó con cuidado sus pestañas teniendo miedo de arrancarlas, cuando lo hizo bien, su mamá le aplaudió contenta. Luego le enseñó cómo aplicarse el rimel.

Luego le mostró el frasco con agua de rosas, tenía un ligero pigmento rosado. Le colocó un poco en las mejillas para que parecieran naturalmente ruborizadas y luego un poco en los labios para darle un ligero tono rosado.

Katniss Silver Everdeen se miró al espejo y se sintió linda.

En el reflejo de su espejo estaba su padre, parado en el umbral de la puerta con una expresión de asombro.

—¿No se ve linda? — preguntó mamá emocionada.

—¿Está maquillada? — señaló papá y la leve sonrisa de Katniss murió al pensar que no era del agrado de su padre.

—Si, pero solo algo leve, rimel y agua de rosas — contestó mamá.

—Estoy sin palabras — dijo papá sonriendo — Ahora tendré un motivo para sacar mi arco del bosque.

Mamá le dio una palmada en brazo diciendo que no permitirá que él espantara a los chicos.

—... Katniss Silver es preciosa — dijo mamá — Muy pronto tendrá una larga fila de admiradores muriendo por tener aunque sea solo una mirada de ella.

—Katniss Silver podrá tener todos los admiradores que quiera pero debe recordar dos cosas — contestó papá.

—No chicos hasta pasado mi última cosecha y nunca acercarme al Vertedero — respondió Katniss las mismas advertencia de siempre, aunque la segunda se añadió recientemente con el entrenamiento con los Mellark.

Casi todo el distrito sabía que Rye Mellark era un chico con la predilección de llevar a las chicas al Vertedero y luego fingir que no existían. Su padre le advirtió que si había un solo susurro de Katniss en ese lugar, sería encerrada en casa solo con el permiso de salir a entrenar y la escuela.

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Katniss estaba en la fila de las chicas de trece años cuando dio inicio a la cosecha de los 71th Juegos del Hambre.

Effie en esta ocasión usaba un esponjoso vestido naranja.

—...y nuestra tributo femenina es Hester Klein — anunció Effie.

El aire se le fue del pecho a Katniss al ver a la chica que veía como una especie de hermana mayor caminar hacia el escenario con el rostro torcido de molestia.

Hester tenía dieciocho años, estaba a un paso de liberarse de los Juegos. Katniss bajó la cabeza evitando llorar en media formación, el resto de la cosecha paso como siempre y no sabia quien era el tributo masculino.

Luego, Katniss y Prim fueron al edificio de Justicia. La familia Klein se despidió de Hester y un pacificador le dio cinco minutos con Hester.

Cuando la puerta se abrió, Katniss salió corriendo, sus brazos se envolvieron alrededor de la cintura de Hester, Prim se unió al abrazo.

Las lágrimas cayeron silenciosamente por las mejillas de Katniss mientras Prim daba pequeños sollozos.

—Hey, hey — dijo Hester separándose de ellas, se inclinó levemente haciendo que su largo cabello lacio se deslizará sobre su pecho — No tienen porqué llorar.

—Pero te irás... — dijo Katniss, ella tenía una idea de cómo era la arena, lo que habría dentro y lo que uno tendría que hacer para salir de ahí.

—Soy alguien lista, encontraré la manera de regresar a casa — contestó Hester con mucha confianza.

Hester acarició el cabello rubio de Prim y con su otra mano acarició la mejilla de Katniss. Le dio a ambas un beso en la frente antes de que el pacificador abriera la puerta y le dijera que debían irse.

Katniss vio como Hester era escoltada fuera del edificio con destino a la Arena. 

N/a: Y Katniss y Prim acaban de perder a su niñera, ya que sabemos que estos son los Juegos que gana Johanna Mason. 

Siempre me ha parecido interesante el uso de la feminidad en los protagónicos. Canon!Katniss nunca se sentía hermosa, ya que desde muy niña nunca pudo explorar su feminidad por las circunstancias de su entorno. 

Y esta Katniss sabe que la belleza puede ser un arma de doble filo en los Juegos, así que disfrutara el tiempo de ser bella, ya que su plan es salir desfigurada para no ser vendida, algo que nunca ha conversado con su papá o abuela. 

En este fic, Katniss podra ser la hija de papá, pero la conexión con su madre es hermosa, llena de confianza y de servir como guardiana del noviazgo de Katniss y Peeta y ayudar a que Icarus Denim no se entere, ya que le parece un poco absurda la idea de que Katniss no tenga novio hasta pasado su último cosecha. 

Me encanta que en este fic, Katniss sea la representación precisa de la sangre Snow, teniendo cosas de Crassus, la madre de Snow y de Abuelatriz. 

Y escogí el nombre de Merope, ya que es una estrella de la constelación de Tauro y Katniss es de signo Tauro. Y el nombre de la mamá de Snow es Ariadne, la que el mito del laberinto del Minotauro ( una de las inspiraciones de la saga) hizo trampa para salvar a Teseo ( te odio maldito Teseo), y es irónico, ya que por amor es que Katniss y Peeta hicieron "trampa" con las bayas. 

Bueno, el vertedero es un lugar que mencionan mucho en los fics de THG, pero como no me leido los libros aun, no se si es canon o solo un producto del headcanon que todos aceptamos como canon. 

Icarus Denim cuando vio que su pequeña cazadora se está volviendo una adolescente: