Para la cosecha de los 70th Juegos del Hambre, fue el primer año en que Peeta tendría una papeleta con su nombre, algo que era considerado una suerte que muchos hijos de comerciantes se podían permitir al no depender de teselas.

A las dos de la tarde ya había caminado hasta la plaza en compañía de sus padres y hermanos mayores.

—Mira Brich, ahí están — dijo mamá mirando hacia un lugar en específico.

Peeta vio hacia donde señalaba mamá, en un modesto grupo, estaba la familia Everdeen. El señor Everdeen llevaba tomada de la mano a Katniss, y Peeta se sonrojó al verla.

Tenía un vestido verde con el cuello bordado de flores blancas y el cabello pulcramente trenzado en una cinta de terciopelo del color de su vestido.

La señora Everdeen tenía a Primrose tomada de la mano y la viuda Everdeen caminado a lado de su hijo y nieta.

Su padre le dijo a Phyl que acompañará a Peeta hasta la fila donde hacían el control a los niños. Peeta caminó nervioso hasta el soldado que le pidió que extendiera la mano, el soldado le pinchó el dedo y una gota de sangre cayó en el registro.

—Siguiente— dijo el soldado y Peeta vio quien estaba a su lado.

Katniss extendió su mano al soldado que le pinchó el dedo y colocó una gota de sangre al registro, Katniss se llevó el dedo pinchado a los labios y se fue de la formación.

—Vamos Peeta — dijo Rye tomándolo del brazo.

Phyl le explicó a Peeta que debía ir a formarse con los demás chicos de doce años mientras él iría con los chicos de diecisiete y Rye con los quince.

Peeta avanzó en silencio hasta donde debía estar y miró a lado de las niñas, fue fácil ubicar a Katniss por lo pálido que se volvió su cabello rubio en días soleados, a lado de ella vistiendo un vestido rosado estaba la hija del alcalde, Madge Undersee con un listón rosado en su cabello rubio lacio.

En la noche anterior escuchó a sus hermanos murmurar que Katniss estaría a salvo de la cosecha hasta su última, ya que los pocos vencedores que se han atrevido a tener hijos siempre lo escogen en su último año.

Peeta tuvo que mirar al frente cuando Effie Trinket, la escolta del Doce desde hace dos años, empezó a dar la bienvenida y el posterior discurso. Siempre tan tedioso y diseñado con precisión por el Capitolio.

Luego llamó a los vencedores del Distrito, primero fue el señor Everdeen, siempre tan serio y con los ojos que denotaban sabiduría, le siguió el señor Abernathy que decían todo el distrito dicen que era un ermitaño cuyo círculo social incluye a los Everdeen, Hawthorne y Ripper, la mujer que vendía alcohol en el Hob, para finalizar, la vencedora más longeva de toda la historia de Panem, la viuda Everdeen.

Peeta sabía que casi todo el Distrito empezó a llamarla viuda Everdeen cuando su hijo se casó y sería confuso llamar a ambas Señora Everdeen.

Cuando llamaron a los tributos, respiró aliviado cuando el nombre de Katherine Birney, una chica de dieciséis de la Veta, salió seleccionado, no era Katniss, hasta el momento. Y respiró aún más tranquilo cuando el nombre de Nelson Fisk salió en lugar del de Peeta, pero también se sintió mal, ya que Nelson era hijo de los alfareros.

Era un chico comerciante, de su edad, con un único papel en el cuenco.

Aquello era muy mala suerte considerando que había más posibilidades que el chico de la Veta fuera escogido en su primer año que el hijo de un comerciante.

Peeta salió de la formación y fue interceptado por Delly que lucía aliviada.

—¿Viste a Katniss ? — preguntó curiosa Delly.

—No. ¿Por qué? — quiso saber Peeta.

—Me prometió que me leería las cartas — sonrió Delly.

—¿Leer las cartas?

—¡Si! — exclamó emocionada Delly — Dice que es un arte de adivinación que existe en el Distrito Cuatro. ¿Sabías que la bisabuela paterna de ella leía las cartas? Ella ha estado estudiando la lectura de las cartas desde hace dos años. Katniss fue la que adivinó el drama de los Fossoway, Carrol y Flint.

Peeta escuchó algo de eso, ya que escuchaba a su madre despotricar de las chicas que son de moral cuestionable.

De que la hija de los Flint estaba prometida al hijo mayor de los Fossoway pero que fue engañada por la chica Carrol y ella termina embarazada y los señores Carrol junto a los señores Fossoway los obligaron a casarse.

—¿Y cómo adivino Katniss?

—Daisy dice que Tabatha Flint le pidió a Katniss que le leyera el futuro y dijo que en su futuro habría una boda y un bebé, pero que le causaría dolor — empezó a explicar Delly — Y que luego Alice Carrol preguntó por el suyo y que le salió que sería apuntada con seriedad por el juzgamiento. Y todo se supo cuando los señores Carrol gritaron en frente de la casa de los Fossoway que su hijo Maxwell debía responder a Alice y el bebé que esperaba.

Peeta parpadeó ante toda esa información y aún más de que Katniss adivinara el suceso.

—¿Y quieres que Katniss te lea las cartas? — preguntó Peeta interesado.

—Quería que me leyera si había posibilidades de que fuera cosechada pero ella tiene la regla de no leer nada relacionado con los Juegos — contestó Delly — ¿Si viste los zapatos que Katniss estaba usando?

Peeta negó con la cabeza.

—¡Son Mary Janes! — dijo emocionada Delly — Son muy populares en el Capitolio en las niñas. También escuche que la viuda Everdeen fue la que le trajo ese vestido de una tienda exclusiva para niñas del Capitolio...

Peeta se perdió en la conversación de Delly pensando que mañana era día de intercambio y que Katniss llevaría dos ardillas a su papá.

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Los juegos terminan con Annie Cresta coronándose como la Septuagésima Vencedora de la historia pero escuchando a escondidas, su papá dijo que Annie estaba loca luego de ganar sus juegos.

"Al menos esa locura la mantiene a salvo de los hombres del Capitolio" dijo su padre a su madre mientras lavaban los platos de la cena.

Los hombres del Capitolio.

Su padre los describen como un tipo de bestia malvada.

En una ocasión, cuando no pudo dormir, bajó a la sala a buscar un vaso con agua escuchó a su padre tener una llamada con Cashmere Ritchson, la vencedora del Distrito Uno estaba llorando y dijo la frase:

" Desearía haber salido desfigurada de la Arena, asi ningun hombre asqueroso del Capitolio quería tocarme"

Katniss más o menos sabía cuando se refieren a la palabra tocar. En varias ocasiones cuando buscaba un lugar para tocar la ocarina en solitario se había topado con chicos de cursos superiores con sus manos por debajo de las faldas o blusas de las chicas.

Ella sintió un escalofrío cuando la señorita Cashmere dijo esas palabras, así que Katniss se planteó el objetivo de que el día que pisara una Arena, si salía victoriosa, lo haría con el rostro desfigurado, al punto que el Capitolio se le haría complicado reconstruirlo y asi, ningun hombre del Capitolio quería tocarla.

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Cuando tiene trece años, decide hacer algo más que ver las prácticas de lucha de la escuela.

Con una bolsa llena de monedas de su trabajo de tarotista, Katniss tentó a Phyl Mellark para que la entrenará en lucha.

—¿Quieres que te enseñe lucha? — dijo Phyl con los brazos cruzados, ya pronto sería su último año de cosecha y el maestro de educación física se retirara por la artritis de sus huesos y le cedió el puesto al hijo mayor del panadero.

—Quisiera ampliar mis habilidades — contestó Katniss mostrándole el monedero que la estilista de su abuela le regaló por su cumpleaños trece junto a un peineta en forma de libelula.

A Katniss le encantaba el monedero, era de color verde y con patrones de flores blancas.

—¿Me meteré en problemas con tu padre? — preguntó Phyl con los brazos cruzados, estaba usando su delantal con su nombre y las manos llenas de harina.

—Tengo la aprobación de mi papá — dijo Katniss, ella miró por la ventana del patio de los Mellark, Peeta la estaba viendo pero al instante que ella se dio cuenta, él apartó la mirada.

—¿Cuánto ofreces? — preguntó Phyl.

—Cinco dólares por cada clase, y serán dos clases a la semana — respondió Katniss.

—Mmm, trato. Pero tendrás que entrenar con Peeta, ya que yo tengo cosas que hacer y no tengo mucho tiempo disponible — dijo Phyl

—De acuerdo — aceptó Katniss extendiendo su mano — ¿Tenemos un trato, señor Mellark?

—Es un trato, señorita Everdeen —Phyl Mellark aceptó su mano.

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Peeta estaba nervioso ese día luego de la escuela.

Frente a él estaba Katniss con el uniforme de gimnasia. Un short azul oscuro y una camisa blanca que le quedaba un poco grande.

—Normalmente la lucha escolar tiene el objetivo de inmovilizar a tu oponente, Everdeen — empezó a explicar Phyl — Como se cual es tu propósito para entrenar, en una situación más complicada siempre debes priorizar tus puntos débiles. Ahora, Peeta, Everdeen, pónganse en posición, quiero que traten de derribarse el uno al otro.

Katniss sin esperar más se colocó en posición, su cabello rubio estaba trenzado cayendo por su espalda.

Peeta con la manos temblándoles también se colocó en posición, teniendo miedo de hacerle daño, cuando Phyl sonó el silbato cinco segundos después Peeta estaba en el piso.

En un segundo intento, Peeta acabó nuevamente en el piso, a la tercera ocasión al caer, Phyl lo tomó del pescuezo y se llevó a una esquina.

—¿Qué te pasa, Peeta?

—No quiero hacerle daño...

—¿No le entiendes hermano? Tarde o temprano otras personas querrán acabar con ella — dijo Phyl susurrando — No juegues al caballero y ayudame a enseñarle lucha. Ella sabe que esto es duro y que termina con dolor.

Peeta asintió con la cabeza y regresaron con Katniss.

—Otra vez — ordenó Phyl para luego sonar el silbato.

Peeta en esta ocasión logró bloquear a Katniss y deslizó su pierna por la espinilla de Katniss haciéndola caer. Con un poco más de fuerza trato de girarla boca a abajo pero ella hizo una especie de resistencia negándose a moverse.

Sus rostros estaban muy cerca.

Peeta juró ver como Katniss se sonrojaba.

N/a: Phyl haciendo de cupido y ganando dinero en el proceso. 

Phyl contando sus billetes: Que su primer hijo lleve mi nombre. 

Katniss ganando dinero leyendo el tarot en su distrito: 

El vestido y listón de Katniss en su primer cosecha: 

El regalo de Tigris: