Lucy Gray regresó llorando abiertamente de regreso al piso destinado al Distrito Doce.

Sus chicos murieron durante los primeros minutos, ambos apuñalados por la espalda. Bethany rápidamente la sacó de la sala de estar destinada a los Mentores.

Un Avox le quitó el abrigo y Lucy Gray se sentó en el comedor y vio el arregló de cupcakes, tomó uno le dio un par de mordiscos antes que le supieran a ceniza dentro de su boca.

Ella siempre consideró un pecado desperdiciar la comida debido a su infancia en la Veta, pero no quería ver esos cupcakes así que le ordenó al Avox que los tirara a la basura.

—¿Quiere que me quede con usted, señora Everdeen? — preguntó Bethany.

—No, quisiera estar sola — dijo Lucy Gray. —¿ No dijiste te invitaron a almorzar?

—Puedo cancelarlo para estar junto a usted.

—No Bethany, ve a tu cita — le respondió Lucy Gray.

Bethany se despidió de ella, y Lucy Gray se fue a su habitación a ducharse, quería arrancarse la piel de su fracaso en su primera vez como mentora del Doce. ¿Ahora cómo podría verle la cara a la Matrona Sophie que cuidó de Ember estos últimos trece años? ¿O cómo podría saludar al señor Brann la próxima vez que vaya a la carnicería por una gallina?

Se quitó el vestido, las medias de nylon, el brasier y la ropa interior. Envuelta en una bata de baño abrió la regadera, cuando tenía culpa de estar viva, suele bañarse con agua helada.

Dejó la bata en el piso y entró la ducha, dejó que el agua helada le golpeara en la cara. No sabe cuánto tiempo estuvo ahí pero empezó a sentir como Carolina Scarlet se movía dentro de su útero.

—Estás demasiado inquieta hoy — Lucy Gray se frotó el vientre cuando sintió una fuerte patada de su niñita dentro de ella.

La bebé dio una fuerte patada, Lucy Gray se inclinó levemente ante el golpe, extendió su mano para apagar la ducha, pero se había acumulado mucha agua a sus pies que resbaló. Tratando de proteger su vientre cayó sobre su brazo izquierdo.

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Woof dejó la sala de mentores luego que la chica que le quedaba muriera por que se cayó por una quebrada y se rompiera el cuello, solo media hora después que su chico muriera en el baño de sangre.

Revisó su reloj de bolsillo, y se dio cuenta que era hora del almuerzo. Tal vez le pediría a Lucy Gray que almorzara con él.

Woof sabía lo que los demás compañeros vencedores decían de él. Siempre detrás de Lucy Gray como un cachorro enamorado. ¿Pero quién lo podía culpa? Lucy Gray era totalmente encantadora y amable.

Fue la primera en darle la bienvenida al pequeño grupo de vencedores que hasta ese año solo eran cuatro, cinco si lo contaban a él, el Vencedor de los 14th Juegos del Hambre.

La primera vez que se emborrachó fue cuando ella les anunció su compromiso con Erik Everdeen. Él fue un tonto al creer que tenía alguna oportunidad con la chica cuatro años mayor que él. Además, manos eran de distritos lejanos así que jamás hubieran podido estar juntos por las restricciones del Capitolio.

Al llegar al piso del Doce se sorprendió al no ver a la estilista o a la escolta. Ni bien puso un pie en el lugar, una Avox llegó corriendo y lo jaló de la mano con la mirada de pánico.

—¿Qué sucede? — le preguntó a la Avox, ella no podía decir nada, solo lo arrastró hacia las habitaciones y de pronto presintió algo — ¿Le sucedió algo a Lucy Gray?

La Avox asintió varias veces con la cabeza, Woof abrió la puerta de la habitación donde la Avox lo llevó, el sonido de la ducha estaba encendido.

—¡Lucy Gray! — gritó Woof. Entró al baño y la encontró tirada en el piso totalmente desnuda.

—Ayudame, Woof, ayudame, por favor — gimió en dolor aun tirada en el piso.

Woof tomó la bata que estaba cerca de ella. Con cuidado la ayudó a levantarse, su brazo izquierdo se notaba hinchado y claramente estaba fracturado.

—La bebé se está moviendo demasiado.

Cómo pudo, él la tomó en brazos ya con su dignidad cubierta y salieron del piso del Doce, afuera estaban dos Pacificadores.

—¡Ella necesita un médico! ¡De inmediato! — les gritó y uno se fue corriendo.

El cabello húmedo de Lucy Gray mojó la camisa de Woof pero poco le importó a él, en pocos minutos llegó la estilista Tigris que gritó al ver a Lucy Gray en ese estado a la par que llegaron un paramédico con una camilla.

Woof la colocó en la camilla.

—Hay una ambulancia esperándonos abajo — dijo el médico — El centro de tributos no cuenta con los equipos para este tipo de casos.

Tigris y Woof se montaron en la ambulancia mientras él paramédico tomaba los signos de Lucy Gray. Cuando estuvieron a punto de darle morfina para el dolor, ella le enseñó los dientes al paramédico que retrocedió.

Fueron recibidos por una Obstetra y un Ortopedista.

A Woof no le permitieron entrar a la sala de revisión, solo dejando a Tigris con Lucy Gray.

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Le pusieron una bata de hospital, rápidamente la llevaron a un lugar donde le sacaron un Rayo X de su brazo, en un momento Carolina Scarlet dejó de moverse, y Lucy Gray pensó que ya se había calmado de todo el ajetreo.

Luego la regresaron a la sala de revisión donde Lysistrata le empezó a hacer una ecografía.

— El hueso tiene una fractura limpia — dijo el Dr. Lee — Por lo que veo tendremos que hacer cirugía.

—¿Cirugía? — preguntó Lucy Gray — ¿Le hará mal a mi bebé?

Lysistrata salió de la habitación y Tigris la siguió. El Dr. Lee le puso una venda en el brazos, se quedó sola unos minutos hasta que Tigris regresó con Lysistrata.

La expresión en sus miradas no decía nada bueno, instintivamente llevó sus manos a su vientre.

—¿Qué sucedió? — Lucy Gray miró directamente a Lysistrata — ¿Mi hija está bien?

—Lucy Gray, lamento darte esta noticia — contestó Lysistrata.

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Pasó exactamente una hora desde que la Dra. Vickers le dio la noticia a Lucy Gray que su niñita había muerto dentro del vientre y la posterior inducción al parto para sacar al bebé antes de que fuera mortal para Lucy Gray.

Tigris supuso que Woof llamó a Mags, porque llegó justo cuando las contracciones de Lucy Gray comenzaron.

Las dos estaban presentes en la habitación donde habían puesto a Lucy Gray, Mags le acariciaba el cabello a Lucy Gray mientras Tigris la tomaba de la mano.

—Necesito que sigas pujando, Lucy Gray — pidió Lysistrata en medio de las piernas de Lucy Gray.

—No es justo, esto no es justo — lloró Lucy Gray con las lágrimas, dejó caer su cabeza contra las almohadas con el llanto saliendo por su garganta.

—Necesito que pujes una vez más, Lucy Gray.

Mags colocó su frente contra el hombro de Lucy Gray.

—Es un último esfuerzo, Lucy Gray— sollozó Mags — Solo un último esfuerzo.

—Mi niñita — sollozó Lucy Gray — Mi dulce niña.

Lucy Gray hizo un esfuerzo más y la bebé salió. La doctora rápidamente cortó el cordón umbilical y las enfermeras limpiaron a Carolina Scarlet mientras Lysistrata recibía a la placenta y luego suturar a Lucy Gray.

Tigris pudo ver el momento exacto en donde el alma de Lucy Gray salió de su cuerpo y dejaba a sus ojos como dos pozos castaños sin brillo.

Le pasaron a la bebé, Lucy Gray rápidamente la acunó contra su pecho.

Era una bebé hermosa, tenía su piel aún ligeramente rosa y augura que tendría un lindo cabello por las ligeras ondulaciones castañas que se formaban en su cabeza.

Lucy Gray acarició sus mejillas aún tibias.

Oh, Carolina creeks

Running through my veins

Lost I was born, lonesome I came

Lonesome I'll always stay

Lucy Gray se meció detrás hacia adelante, mientras pretendía que la bebé respirara y pudiera escucharla cantar.

And she's in my dreams

Into the mist, into the clouds

Don't leave

I make a fist, I'll make it count

And there are places I will never ever go

And things that only Carolina will ever know

Tigris sintió sus ojos llenarse de lágrimas, vio como Mags se fue a una esquina mientras sollozaba cubriendo su rostros con sus manos.

Oh, Carolina knows

Why for years they've said

That I was guilty as sin

And sleep in a liar's bed

But the sleep comes fast

And I'll meet no ghosts

It's between me, the sand, and the sea

Carolina knows

Lucy Gray rompió a llorar terminada la canción, abrazando fuertemente a su niñita muerta contra su corazón roto.

N/a: Pido perdón y desde ya digo que no me hago responsable de visitas a sus psicólogos. Por suerte no saben donde vivo.