[ Dia 5: Noche ]

—Ya te conté una historia de amor — dijo Clementine después de chuparse los dedos luego de comer conejo asado — Ahora es tu turno.

—¿Mi turno? — preguntó Icarus Denim a su pequeña aliada.

Clementine era devota a las historias de amor, le acaba de contar una historia de una sirena que dio su voz a cambio de explorar el mundo pero se enamoró de un príncipe. Aunque la historia terminó con la sirena lanzándose al mar para convertirse en espuma de mar al ver que su amado se casó con otra.

—¿No sabes una historia de amor?

—Me se una historia — dijo Icarus Denim — Antes de la rebelión, el Covey, la familia de mi madre solía viajar por todo Panem. Ella aún conserva fotografías y los diarios de sus padres. Mi abuela Meredith, era del Distrito Cuatro, ella dejó su casa con dieciséis por asuntos personales, así que huyó a media noche con una bolsa con sus cosas, estaba decidía irse al Distrito Seis donde tenía una tía.

—¿Se fue sola?

—Se robó la bicicleta de su hermano mayor.

—¿Viajar entre distritos en bicicleta?

—Era una chica... rara. Ella podía leer una baraja de cartas de tarot para adivinar la fortuna de los demás— señaló Icarus Denim recordando las entradas del diario de su abuela — Como te estaba diciendo, en el camino fue emboscada por bandidos. Antes que pudieran atacarla, ella fue jalada por un hombre a caballo que la salvó de los bandidos.

—¿Era tu abuelo?

—Si, James Sage — continuo Icarus Denim — La ayudó y el Covey prometió que la escoltaron al Seis. Estuvieron semanas viajando, mi abuela ayudó al Covey remendando sus ropas de las presentaciones y mi abuelo le enseñó a tocar la armónica. Cuando llegaron al Seis, ella ya no quiso separarse de mi abuelo. Así que decidió quedarse con el Covey, y se casaron y tuvieron a mis tíos y a mi mamá.

—Eso se escucha romántico — suspiró Clementine

—Lo se — sonrió Icarus Denim — Y el Covey tiene tradición de nombrarse por canción junto a un color. Ella conservó el Meredith porque estaba relacionado al mar y adoptó como segundo nombre el Cyan que era un tono de azul de algunos corales en el Distrito Cuatro.

—¿Y Denim es...?

—Un tono de azul. A juego con el segundo nombre de mi abuela y de uno de mis tíos.

—Es un lindo nombre.

[ Dia 6 ]

El sexto día de los Juegos, Coriuoalnus observó como el hijo de Lucy Gray y su aliada se toparon con un muto en forma de jaguar.

El chico prácticamente le ordenó a la niña del Ocho que se escondiera. Preparó su arcó con una flecha, el jaguar saltó hacia el muchacho pero este se tiró al piso a la par que lanzaba una flecha que le dio en el estómago al muto.

Rápidamente se puso de pie pero el muto se lanzó sobre tirando al piso, el chico usó su arco como una especie de palanca que mantiene los colmillos del animal lejos de su rostro. El muto empezó a mover sus patas delanteras, haciendo que sus garras arañaban los brazos del hijo de Lucy Gray.

El chico puso todo su peso en su brazo izquierdo y agarró el cuchillo de su bolsillo. Estando cerca del torso del muto lo apuñaló una veintena de veces en el trozo, sobre todo cerca del corazón.

El jaguar cayó muerto sobre el chico.

La niña saliendo de su escondite ayudó a sacar al muto sobre el cuerpo de Everdeen.

—¿Te estas bien? — preguntó la niña del Ocho.

El chico Everdeen se sentó en el piso totalmente desorientado, con sangre manchando su ropa. La sangre del muto y su propia sangre. Los brazos estaba con heridas sangrantes, y el chico estaba totalmente pálido que parecía no tener sangre en el cuerpo.

La niña sacó provisiones de su mochila y usó el kit de primeros auxilios.

Colocó alcohol en las heridas y el hijo de Lucy Gray soltó gritos de dolor.

Hands across the water, water

Heads across the sky

Hands across the water, water

Heads across the sky

El chico empezó a cantar con los ojos cerrados mientras la niña limpiaba sus heridas. El chico temblaba ante cada contacto de la gasa con sus heridas.

Admiral Halsey notified me

He had to have a berth or he couldn't get to sea

El chico agachó su cabeza mientras sus temblores continuaban, apenas se podía mantener de pie.

I had another look and I had a cup of tea and butter pie

Butter pie?

The butter wouldn't melt so I put it in the pie

La niña le vendo los brazos y lo ayudó a ponerse de pie mientras el chico Everdeen seguía murmurando la letra de la canción completamente mareado.

—Ayudame, Icarus... — se quejó la niña mientras tenía un brazo de Everdeen sobre sus hombros, sirviendo como una especie de muleta — Tenemos que regresar a nuestra cueva para que te recuperes.

A paso lento los dos caminaron hacia su refugio.

•────── ✾ ────── •

Clementine tocó la frente de Icarus, estaba caliente.

Ella temió que las heridas de su brazos se infectaran. Ella mezcló un poco de alcohol con agua en una cantimplora para hacer durar más el alcohol.

En medio de la noche escuchó el sonido de los paracaídas.

Fueron dos exactamente. Uno para ella y otro para Icarus.

En el de ella había una gran botella de alcohol de curación con una nota del señor Woof.

"Estas haciendo un buen trabajo.

W."

En el Icarus había comida. Carne roja aún caliente, partidas en trozo y sin olor a condimentos.

"Necesita recuperar sangre, haz que coma

L.G."

Clementine regresó a la cueva, con cuidado levantó a Icarus.

—Calla Violet... — murmuró Icarus temblando.

Clementine suposo que era el nombre de su novia. Lo ayudó a sentarse y Clementine le mostró la comida.

—Necesitas comer — dijo Clementine.

Ella primero se limpió las manos con la mezcla que tenía en su cantimplora. Él negó con la cabeza pero Clementine le metió a la fuerza la carne en la boca.

Icarus masticó lentamente la comida, ella repitió el mismo proceso hasta casi acabar toda la carne.

—Ahora es tu turno de comer— dijo Icarus acostándose nuevamente.

—Pero te lo enviaron para ti — contestó Clementine.

—No tenemos presas cazadas — respondió Icarus — Me curaste y me estas cuidando, no puedo dejarte sin comida, Clementine.

Él se volvió a dormir y Clementine comió en el silencio de la noche lo que quedaba de carne.

[ Dia 7 ]

Icarus Denim aún estaba aturdido por la pérdida de sangre.

En la mañana llegó un paracaídas con una crema cicatrizante que se colocó en los brazos. Apretó con fuerza los dientes mientras se untaba la crema en las heridas.

—Al menos no se están infectadas — murmuró para sí mismo mientras veía a Clementine dormir.

Él estiró sus brazos moviendo su cuello de un lado para el otro.

Había sido una mala noche con fiebre y temblores.

En medio de sus pensamientos sonó un cañón.

Ya iban veinte diecinueve cañones. Solo quedaban cinco en la Arena con vida, Icarus Denim miró a la niña a su lado.

Tal vez Icarus Denim debía buscar a los que quedaban y darle la oportunidad a Clementine para ganar.

Icarus Denim entró a la Arena con la mente de que podía morir, pero en estos momentos quería sacrificarse para dejar a la niña ganar los Juegos.

Su madre entendería su decisión.

Luego de un par de horas, Clementine se levantó y los dos continuaron con su ruta.

Clementine le pidió que cantará algo e Icarus Denim cantó la canción favorita de su tía Maude Ivory.

There's a dark and a troubled side of life

There's a bright and a sunny side too

Though we meet with the darkness and strife

The sunny side we also may view

Icarus Denim aún estaba débil y un poco mareado, pero trato de mantener una buena actitud para no preocupar a Clementine.

Oh, the storm and its fury broke today

Crushing hopes that we cherish so dear

Clouds and storms will in time pass away

The sun again will shine bright and...

Todo a su alrededor empezó a dar vueltas y cayó de rodillas al piso seguido de un grito infantil.

Icarus Denim alzó la mirada y se encontró a la Kate del Uno sujetando a Clementine del cabello. La niña se retorcía de dolor por la fuerza del agarre de Kate que con una mano la sujetaba del cabello y con la otra mano presionaba un cuchillo de caza sobre su garganta.

La profesional del Uno estaba desaliñada. Su cabello rubio estaba lleno de ramas y hojas, estaba pálida y demacrada, toda su ropa estaba empapada de sangre.

—¡El carcaj! — gritó Kate mirándolo fijamente — ¡Tú lo robaste!

—Fui yo — contestó Clementine con los ojos llenos de lágrimas.

—¿Con que tu fuiste la que se robó mi carcaj y las provisiones? — dijo Kate acercando el cuchillo al rostro de Clementine — Tu, pequeña rata. Por tu culpa la alianza me abandono.

—Kate — dijo Icarus Denim quitándose el carcaj aun con flechas. Ella también llevaba el arco sobre su espalda. — Mira, todavía hay flechas. Suelta a Clementine y podrás llevarte el carcaj.

—Ponlo a mis pies y soltaré a la pequeña rata — contestó Kate.

Icarus Denim dio pasos lentos con el corazón latiendo de manera frenética en su pecho. No se inclinó para no dejar ver la flecha casera que hizo para explicarle a Clementine su fabricación.

El carcaj brilló en el piso lodoso. 

Kate Yord sonrió con un brillo de locura en sus ojos. Ella le propinó seis puñaladas rápidas a Clementine, tres en el pecho y tres en la espalda antes de tirarla al piso, Clementine apenas tuvo tiempo de gritar.

—¡No! — gritó Icarus Denim, su mano fue a su mochila y Kate saltó agarrando una flecha, antes que ella tuviera la oportunidad de dispararle, la flecha casera de Icarus Denim se insertó en su ojo izquierdo.

Se escuchó cañón y el cuerpo de Kate cayó al piso aun sujetando el elegante arco plateado.

Icarus Denim corrió hacia Clementine que lloraba.

La abrazó fuertemente.

—No es justo — sollozó Clementine devolviéndole el abrazo — Yo solo.... —su respiración se volvió más débil — ... solo queria enamorarme.

—Lo siento, lo siento — Icarus Denim empezó a llorar.

—Está bien — dijo Clementine, sintió que ella juntaba sus manos — Sabía que no tenía oportunidad de ganar.

—Yo iba a matar a lo que faltaban para que tu ganaras — susurró Icarus Denim.

Clementine se separó y sujetó la muñeca de él. Con las manos temblorosas le ató la pulsera tejida alrededor de su muñeca derecha.

—Por favor quedatela — suplicó Clementine — En casa le tejemos cosas a los chicos que nos parecen lindos. Y tu eres lindo.

Icarus Denim asintió con la cabeza ante la solicitud de su aliada.

—¿Te puedo pedir un favor?— preguntó Clementine.

—El que sea — respondió Icarus Denim sollozando.

—¿Me puedes dar un beso? — pidió Clementine — No quiero morir sin antes que un chico me diera un beso, por favor.

Icarus Denim inclinó su rostro y besó la comisura de los labios de Clementine.

Cuando se separó el cañón sonó y Clementine Tweed murió con una suave sonrisa adornando su rostro. 

N/a: En otra vida podrás cumplir tu sueño y enamorarte, Clementine. 

En  un principio pensé dejar al jaguar para el final , pero luego pensé en una mejor idea. 

Y para la última parte escuche "That's the Only One" del ost de Escalera al Cielo, para escribir esta escena desgarradora. 

https://youtu.be/Ze659mhOLVA