Lucy Gray juntó sus manos mientras veía la Arena de estos Juegos.

Su padre, que en paz descanse, solía tener libros de historias del viejo mundo antes de las guerras y los desastres naturales. Muchos de ellos de las viejas religiones, su padre decía que existía un lugar después de la muerte, los Campos Elíseos , un lugar de honor para los héroes y gente bondadosa. Un lugar lleno de flores y campo verde junto a un inmenso cielo azul. Un bosque frondoso y una montaña nevada.

Es lo único con lo que lo podían comparar con la Arena de este año. Tan hermosa que todos los tributos miraron a su alrededor maravillados con el lugar, cuando sonó el gong, sólo fue Haymitch el primero en reaccionar y correr hacia la Cornucopia, tomó un cuchillo y una mochila y se dirigió hacia los árboles.

Luego de eso, todos salieron de las plataformas dando inicio al baño de sangre anual.

Lucy Gray bajó su mirada mientras escuchaba el sonido de la sangre y los gritos, apretó fuertemente sus manos. No sabe cuánto tiempo estuvo así, pero empezó a escuchar el cañón una, cinco, siete, diez, once veces.

Cuando sonó el décimo octavo cañón, alzó la vista.

Dieciocho cadáveres sangrantes están tirados alrededor de la Cornucopia.

Para mala suerte, el cuerpo de Zarina y Alexander estaban tirados uno al lado del otro.

—Haymitch y Maysilee siguen vivos — dijo con alivio Lucy Gray, ya que casi siempre perdía a sus tributos en el baño de sangre.

Lucy Gray se acercó a Chaff y Seeder, los dos tristes porque los cuatro tributos de ellos, niños de doce años, murieron al principio de los Juegos.

Pasaron las horas y un par de tributos murieron al tomar agua del río, la mentora del uno dice que el único agua segura es el agua de lluvia.

Lucy Gray consiguió enviar dos botellas de agua a Haymitch y Maysilee con el mensaje "No coman nada de lo que crece en la arena o beban del agua que ahí hay. Todo es venenoso menos el agua de lluvia"

Cuando cayó la noche, aún tenía a sus tributos vivos.

Antes que pudiera regresar al piso del Doce a descansar, el teléfono en su bolsillo sonó.

—Maldito seas, Snow — pensó Lucy Gray.

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Coriolanus se despertó en la mañana con el aroma floral de Lucy Gray picándole la nariz.

Ella estaba dormida a su lado, con su rostro oculto entre las almohadas y sábanas de la cama, totalmente despeinada.

Pasó sus dedos por la espalda desnuda de su pájaro cantor, trazando espirales por la suave piel de Lucy Gray, era tan tersa y tenía un brillo saludable.

Ella se despertó minutos después, estirándose como un gato. Lucy Gray le dijo buenos días antes de levantarse de la cama y entrar al baño. Como una rutina establecida, salió del baño diez minutos después con el cabello mojado y buscó su ropa en el armario.

La Avox de la casa entró a la habitación trayendo una taza de café. Lucy Gray, solo vestida en ropa interior bebió su café y cinco minutos después, ya vestida, tomó su bolso y salió de la habitación despidiéndose de él.

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Para el día 4, Haymitch y Maysilee formaron una alianza.

Luego de acabar con tres profesionales y mucho después de que casi la mayoría de los tributos murieran en la erupción de la montaña nevada que se convirtió en volcán quedaba diez tributos vivos, y el Doce estaba expectante, era la primera vez, desde la victoria de su madre, que los tributos del Doce hubieran llegado muy lejos.

Antes de la noche, Icarus Denim estaba limpiando los gallineros hasta que escuchó ruidos desde el interior.

—¡Primo! ¡Primo! — escuchó la voz de Hazelle Dion.

Icarus Denim entró a las gallinas a sus lugares y entró por la puerta que daba al patio. Hazelle Dion estaba sollozando.

—¿Hazelle? — Icarus Denim — ¿Que sucedió? ¿Qué pasó?

—Mi mamá.. — sollozo Hazelle Dion.

—¿Qué le pasó a la tía Maude Ivory? — preguntó muy preocupado.

—Empezó a vomitar y toser sangre — contestó entre sollozos — Jhonny Fern fue a buscar a los señores Nightingale y la tía Barb Azure al pueblo y papá está a su lado. Mamá dice que le está costando respirar.

—¿Viniste aquí corriendo?— Icarus Denim sabía que era un camino largo entre la Aldea de Vencedores y la Veta.

Hazelle Dion asintió con la cabeza limpiándose las lágrimas. Icarus Denim buscó la copia de la llaves de la casa y la llave del candado de su bicicleta. Con las manos temblando, dejó la cadena en el piso y se subió, para luego decirle a Hazelle Dion que se subiera también.

Pedaleó tan fuerte que sentía que en la noche le dolería las piernas, pero logró llegar a la casa de sus tíos. Saltó de su bicicleta y la dejó tirada en el piso, Hazelle Dion abrió la puerta de golpe y se escucharon llantos en el interior.

Icarus Denim avanzó cautelosamente, el tío CC estaba llorando siendo abrazado por la tía Azalea que lo consolaba. Ella lo miró con lágrimas en los ojos y tristeza en el rostro.

Tía Barb Azure rápidamente lo envolvió en un brazo mientras sollozaba

Desde las habitaciones se podía escuchar el llanto de Hazelle Dion.

—¿Qué sucedió? — preguntó Icarus Denim a sus tíos.

—Ella estaba enferma de neumonía desde el invierno — dijo tía Azalea — Y los antibióticos que Lucy Gray consiguió en el Capitolio no la curó. Solo le prolongaron la vida, pero como cada invierno ella enfermaba....

—Y el invierno pasado fue más frío de lo normal — agregó Icarus Denim.

Tio CC se secó las lágrimas y se sentó en una de las sillas de madera de la pequeña sala. Los tres se quedaron en silencio mientras escuchaban los llantos del tío Frank, de Jhonny Fern y Hazelle Dion.

El tío Frank miró al tío CC, estaba con los ojos rojos por tanto llorar.

—Debemos dar aviso para que prepare el acta de defunción de Maude Ivory — dijo el tío Frank — Y el médico del cuartel debe levantar el acta.

—Yo iré a buscarlo — se ofreció Icarus Denim al tener la bicicleta.

El Dr. Bush solo atendía a los pacificadores y para el resto del Doce solo rellenaba la hoja que indicaba el deceso, por eso el Doce solo tenía confianza en los Nightingale en temas de salud.

Icarus Denim salió tambaleándose de la casa, al salir vio a Matthew con expresión de preocupación.

—¿Qué sucedió? — preguntó Matthew.

—Murió mi tía — dijo Icarus Denim con el labio temblando. Cada vez que mamá tenía que viajar al Capitolio, tía Maude Ivory se quedaba con él para cuidarlo, le enseñaba cómo silbar y a escalar árboles.

Sintió las lágrimas caer por sus mejillas, no dijo nada más, solo levantó su bicicleta del piso y se subió para ir a buscar al Dr. Bush.

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Luego de nueve días de juegos, todo estaba a punto de llegar a su fin. 

Solo Haymitch quedaba de pie, Lucy Gray sentía que iba a vomitar.

Maysilee, la dulce Maysilee murió por un canario muto que le atravesó el cuello con su pico. Haymitch la tomó de la mano, dándole consuelo los últimos minutos de vida.

Y con su último aliento pronunció el nombre de su gemela.

Ahora, todo era sangriento.

Satine West, la chica del Uno tenía un ojo cercenado y Haymitch se sostenía el estómago, fue un corte algo profundo. Haymitch corrió hasta el acantilado donde horas antes pareció verlo con mucho interés y Lucy Gray supo que Haymitch descubrió el campo de fuerza junto a la particularidad que siempre rebotaban las cosas que eran lanzadas.

Satine lanzó su hacha hacia Haymitch, Lucy Gray sintió su corazón romperse, pero su chico se tiró al piso y el hacha pasó de largo y segundos después regresó para insertarse en el cráneo de Satine West.

Las trompetas anunciaron la victoria de Haymitch. Siento la voz de algunos mentores cerca de ella, felicitandola.

—¡Damas y caballeros! — se escuchó de Claudius Templesmith — ¡Les presento al ganador de los Quincuagésimo Juegos del Hambre. Y Segundo del Vasallaje de los Veinticinco. Del Distrito Doce, Haymitch Abernathy!

Lucy Gray cayó de rodillas sollozando.

Por primera vez en sus veinticinco años como mentora llevaría a un vencedor de regreso a casa. 

N/a: Bueno, terminaron los juegos de Haymitch. Y ahora Lucy Gray trae a un vencedor a casa pero las malas noticias la están esperando. 

Y capitulo mas y llegamos a los que nos importa, los Juegos de Icarus Denim.