Nora Abernathy cerró sus manos sobre las muñecas de Lucy Gray.

—Por favor, cuida a mi niño — suplicó Nora con el rostro bañado en lagrimas luego que ella y Jake se despidieran de Haymitch.

—Haré lo que esté a mi alcance, Nora — dijo Lucy Gray, veinticinco años siendo mentora y hasta ahora solo había traído ataúdes de regreso a casa.

Ahora, el mejor amigo de su hijo y la mejor amiga de Calla Violet entraron a la Arena y lo único que Lucy Gray podía hacer era conseguir patrocinadores.

—Haymitch es inteligente—sollozó Nora.

—Es muy inteligente — afirmó Lucy Gray — Encontrará una manera de ganar.

Lucy Gray miró hacia la puerta de la sala donde Haymitch estaba, estaba entre abierta. Icarus Denim y Matthew estaban con él, su hijo rápidamente le recordó algunas cosas como las trampas y siempre buscar agua.

Haymitch abrazó a Icarus Denim y luego a Matthew, ellos dos salieron y luego entró Elain, la hija de la lavandera del pueblo. Su largo cabello rubio y lacio estaba suelto, ella cerró la puerta dejándola a solas con Haymitch.

Era justo que Haymitch se pudiera despedir de su novia a solas esos cinco minutos.

Lucy Gray no dijo nada e hizo señas al pacificador para que se quedara callado. Aunque sabía, que el pacificador no diría nada, ya que era un secreto a voces que este pacificador nacido en el Dos era el padre de Elain.

Si bien le tenían prohibido a los pacificadores casarse durante sus veinte años de servicios, muchos de ellos tenían hijos ilegítimos en los distritos que servían.

Lucy Gray miró hacia donde estaba Maysilee. Calla Violet se aferró a ella con muchas fuerzas mientras sollozaba. Maysilee no dijo nada, solo junto su frente con la de Calla Violet mientras susurraba palabras de consuelo.

Luego de los cincos minutos, Elain salió de la habitación hecha un mar de lágrimas y se fue corriendo

Sin más, Lucy Gray guió a sus cuatros tributos camino al tren.

•────── ✾ ────── •

En el segundo día en el tren, la señora Everdeen les transmitió las cosechas de los demás distritos.

Haymitch se sintió triste que los cuatro tributos del Distrito Once sean chicos de doce años.

Andrómeda, la escolta del Capitolio no paraba de hablar y a Haymitch le estaba provocando un dolor de cabeza.

Haymitch miró a los profesionales. Satine West, una profesional del Uno tenía una sonrisa presumida, como si ya pudiera saborear la victoria en su manos.

—Estamos perdidos — dijo Zarina una vez que la señora Everdeen fue a buscar una aspirina para su dolor de cabeza.

—Y aún más con la inutil de mentora que tiene el Doce — agregó Alexander ahora que la señora Everdeen y la escolta estaban fuera del vagón — Todos saben que la señora Everdeen está siempre en las elegantes fiestas del Capitolio. Al parecer abrirle la piernas a Snow no es suficiente para ayudar al Doce.

Y Haymitch hizo algo que Icarus Denim de seguro hubiera hecho.

Le lanzó un puñetazo en el rostro a Alexander, rápidamente tomó ventaja y le dio dos golpes más, antes que los pacificadores que los custodiaban tuvieron que separarlos.

—Nunca más vuelvas a hablar así de la señora Everdeen — lo amenazó Haymitch.

—Cierto, me olvide — dijo Alexander escupiendo sangre al piso — Que eres amigo del bastardo.

Un pacificador lo sujetó de los brazos para evitar que lo volvieran a atacar. La señora Everdeen entró al vagón con un frasco de aspirinas en la mano.

—¿Qué acaba de suceder? — preguntó la señora Everdeen.

—Tuvieron una pelea, señora — dijo el pacificador que sujetaba a Alexander.

— Los dos — contestó firmemente la señora Lucy Gray señalando a Haymitch y Alexander — A sus dormitorios. Llegaremos al Capitolio en tres horas. Y Alexander, llevare el botiquín de emergencia, esperemos que no tengas la nariz rota.

•────── ✾ ────── •

Lucy Gray dejó a los chicos en el piso correspondiente al Distrito Doce y ella bajó hasta la sala de mentores donde todos sirviendo el almuerzo.

Ella tomó una rebanada de pastel de carne con salsa y le pidió al bartender que le sirviera un martini.

—¿Muy mal estamos? — preguntó Woof sentándose a su lado.

—El mejor amigo de mi hijo es tributo y la mejor amiga de mi sobrina Calla Violet también es tributo — contestó Lucy Gray antes de beber su martini.

—No te serviste almuerzo — señaló Woof a su plato.

—Ya sabes, por qué — Lucy Gray sacó su celular de su bolso y lo dejó sobre la mesa —En un par de minutos Marina va a entrar por esa puerta... — señaló la puerta de entrada al salón —... a decirme que el presidente Snow quiere almorzar conmigo. Lo cual tengo que ir y lo único que vale la pena de ese almuerzo es ver a Julius.

—¿No se porque te encariñaste con ese chico? — negó con la cabeza Woof.

—Era un bebé sin madre — dijo Lucy Gray bebiendo su martini — Y simplemente sucedió. Es lo único que vale la pena durante mis estancias en el Capitolio...— ella sonrió levemente —... verlo crecer. De cómo se convirtió en un joven amable a pesar de ser un Snow.

—Ese muchacho te ama como una madre — dijo Woof.

—Lo sé — Lucy Gray.

Tal como lo predijo, Marina entró por esa puerta y Lucy Gray se puso de pie antes de beber lo que quedaba de licor en su copa antes de marcharse.

•────── ✾ ────── •

—¡Es bueno volver a verte, mamá! — Julius tomó a Lucy Gray en fuerte abrazo.

Coriolanus vio cómo su hijo sonrió ampliamente ante la presencia de Lucy Gray. Ella rio por el fuerte abrazo.

—Mira lo grande que estas — dijo Lucy Gray sonriéndole a Julius.

—El próximo mes cumplo quince años — sonrió Julius — ¿Estarás en el Capitolio?

—Aún no lo sé, cariño — contestó Lucy Gray — Pero veremos si puedo.

A Coriolanus le gustaban estos almuerzos, podía sentir la cotidianidad familiar. Julius abrió la silla para que Lucy Gray pudiera sentarse.

Su único hijo trataba a Lucy Gray como si fuera su verdadera madre, siempre buscaba consejos y consuelo en ella, incluso empezó a aprender a tocar el piano bajo la mirada atenta de un maestro y la guía de Lucy Gray.

—Julius acaba de entrar al grupo de alto rendimiento en la Academia — dijo Coriolanus mientras almorzaban.

—¡Estoy muy orgullosa de ti, Julius! — se mostró contenta Lucy Gray.

—Julius debía estar en ese grupo — contestó Coriolanus — Es un Snow, siempre debe descartar.

Coriolanus se aseguraba que su hijo obtuviera excelentes calificaciones y hasta el momento no lo había decepcionado, académicamente, siempre en los primeros puestos. Con una mano firme, Julius demostraba el valor que tienen los Snow.

—Pero debes apreciar su esfuerzo, Coriolanus — Lucy Gray lo miró fijamente con seriedad antes de posar su mirada sobre Julius, pero ahora era una mirada de cariño — Julius siempre más del cien por ciento de su esfuerzo. No creas que no se que hay días en que te trasnochas estudiando.

Lucy Gray colocó su mano sobre la mejilla de Julius, su hijo cerró los ojos con una leve sonrisa y recostó su rostro contra la palma de Lucy Gray.

Ella lo mimaba demasiado.

•────── ✾ ────── •

Icarus Denim invitó a los Abernathy, Nightingale, los Donner, a Elain y a sus tíos a ver las entrevistas.

Al haber el doble de tributos este año, las entrevistas parecen durar una eternidad.

Zarina era tosca y claramente se notaba su molestia al estar en los Juegos. Maysilee por otro lado se mostró receptiva a las preguntas de Caesar Flickerman, sonrió ampliamente y ese largo vestido celeste resaltaba la belleza que ella tenía junto a su pin dorado de Sinsajo.

Maysilee habló de su Myrielle y de Calla Violet, como sus confidentes y mejores amigas.

Luego vino Alexander, cosa que poco le importaba a Icarus Denim y para finalizar la noche estaba Haymitch.

—Un diez en tus evaluaciones individuales — dijo Caesar con el cabello verde — ¿Cómo impresionaste a los vigilantes y patrocinadores?

—Caesar no puedo exponer mi plan de juego antes de tiempo — comentó Haymitch. Icarus Denim se sorprendió al verlo interactuar socialmente con naturalidad, ya que su amigo era tan introvertido como un murciélago en el día.

Icarus Denim usó el sótano de la casa y le enseñó a su amigo a lanzar cuchillos, y tenía una puntería, también rellenaron un colchón viejo que su madre tenía en las viejas caravana del Covey para usarlo como colchoneta para que aprender a pelear a puño limpio.

—Bueno, Haymitch, ¿qué te parece que los juegos tengan un cien por cien más de competidores de lo normal?— preguntó Caesar.

— No veo la diferencia. Los Juegos seguirán siendo estúpidos al cien por cien, como siempre, así que supongo que las posibilidades son las mismas.— contestó Haymitch y el publicó se rio.

Icarus Denim se dio una palmada en la frente ante la respuesta de su amigo

—Maldito idiota — murmuró Icarus Denim para luego mirar a la pantalla — Le dijo que fuera divertido no un idiota.

—Es Haymitch, tiene el encanto de una babosa muerta — dijo Matthew.

—¡Oye! Estas hablando de mi novio — dijo Elain en defensa de Haymitch.

—Tu novio tiene el encanto de una babosa muerta — volvió a repetir Matthew.

Icarus Denim apagó el televisor, mañana darían inicio a los Juegos y esperaba que todo saliera bien. 

N/a: Amo que Julius ame a Lucy Gray como una madre, y esto puede ser algo favorecedor más adelante para la rebelión. 

Y si, Coriolanus le gusta esos almuerzos porque puede fingir que Lucy Gray es la madre de su hijo y vivir su fantasía doméstica.