Julius Snow nace el 23 de Agosto en el año 35 D.D.O

Livia Snow había entrado en pánico al no sentir movimientos de su bebé, algo extraño considerando que el bebé de ocho meses de gestación siempre estaba inquieto en su vientre. Ante las preocupaciones de la Primera Dama de Panem, fue llevada de emergencia donde vieron que el bebé estaba enredado en su propio cordón umbilical y Livia Snow presentó preeclampsia.

Rápidamente, fue llevada para una cesárea programada donde el bebé nació sin complicaciones pero lamentablemente, la Primera Dama de Panem sufrió un derrame cerebral que acabó con su vida.

—... los médicos dicen que tal vez fue culpa del medicamento que Livia tomaba para sus fuertes jaquecas — dijo Tigris al otro lado del teléfono.

Lucy Gray fue sorprendida ante la llamada de su buena amiga informando la muerte de la Primera Dama.

—¿Y el bebé? — preguntó Lucy Gray mientras amamantaba a Icarus Denim.

—Estuvo dos días en una incubadora, pero los médicos dicen que está sano — contestó Tigris.

—¿Y cómo está él? — Lucy Gray sabía que el estado de ánimo de Snow la podría afectar.

—Molesto — respondió Tigris — Por muchas cosas. Por Livia que se estaba medicando a escondidas. Por los médicos por no actuar de manera eficiente, solo ha visto a Julius un par de horas cada día de esta semana.

Lucy Gray acarició el cabello de su bebé mientras tarareaba.

—Te dejo, hay unas recados que debo hacer — dijo Tigris.

—De acuerdo, Tigris — contestó Lucy Gray — Gracias por llamar, Tigris.

Lucy Gray cerró la llamada, miró a su hijo, lamentando al pobre bebé Snow. Ese inocente ser había perdido a su madre quedándose solo con Coriolanus.

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Luego de un mes de la muerte de Livia, Coriolanus pidió la presencia de Lucy Gray en el Capitolio.

Pero ella se negó a ir hacia él.

—... la gente hablara si me ven el Capitolio a tan poco tiempo de la muerte de tu esposa — dijo Lucy Gray al otro lado de la video llamada.

—Eso no es de importancia — contestó Coriolanus — Requiero tu presencia de inmediato.

—La gente pensara que soy una maldita ave carroñera que se deleitara con el cuerpo de Madame Snow — contestó Lucy Gray con el ceño fruncido — ¿Acaso no piensas en lo que dirán de mí? Que soy una puta que se aprovecha del dolor de un viudo para seducirlo. Coriolanus piensa en mí y reputación.

Coriolanus quiso decir que el lugar de Livia, el de su esposa, debió ser el suyo.

—Muchos pensaran que es una falta de respeto a la mujer que murió al darte un hijo — continuó Lucy Gray con su explicación —No dirán nada de ti, pero la que señalaran de inmoral y arribista será a mi.... estoy atada a ti bajo amenaza. Se que puedes esperar un año para que el Capitolio crea que es el tiempo prudente para tomes oficialmente a una amante. Tienes a tu heredero.

Ella hizo una pausa.

—Concéntrate en tu hijo, Coriolanus — dijo Lucy Gray — Ahora, tu eres lo único que tiene.

—Bien — accedió Coriolanus — Ya que las cosas son así, no requiero tu presencia en la fiesta de la Gira de la Victoria en abril próximo.

Coriolanus cerró la llamada para no tener que seguir escuchando a Lucy Gray.

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Lucy Gray conoció a Julius Snow cuando el bebé tenía casi un año.

Ella se había escapado de la fiesta de bienvenida a los Juegos en la mansión presidencial a un lugar apartado para tomarse un vaso de agua y alejarse del ruido.

Recorrió el ala donde estaban las habitaciones y se topó con una guardería. Completamente blanca que dolía a simple vista, los niños necesitaban espacios llenos de color, en una esquina había una Avox vigilando una cuna donde un bebé lloraba.

—¿Es el hijo del presidente? — preguntó Lucy Gray y la Avox asintió con la cabeza.

Lucy Gray tomó al bebé, era regordete y con el cabello lleno de cabello rubio que le recordó al encantador muchacho con una rosa en la mano que la recibió en el Capitolio hace muchos muchos años.

El bebé estaba llorando en su cuna, así que cuando lo tomó en brazos pareció calmarse aun sollozando.

—¿Por qué lloras, pequeño? — preguntó Lucy Gray. Julius inclino su cabeza hacia los pechos de Lucy Gray, abrió su pequeña boca para chupar la tela del vestido negro que usaba en esa ocasión. Ella alzó su cabeza para ver a la Avox — ¿Ya alimentaron al bebé?

La Avox negó con la cabeza.

—¿El bebé tiene una niñera?

La Avox asintió con la cabeza

—¿Y esa niñera fue a buscar un biberón?

Avox afirmó su pregunta.

Lucy Gray hizo una mueca ante el dolor de senos, antes de venir se había extraído leche. A pesar de tener dos años y comer alimentos sólidos, Icarus Denim todavía era amamantado.

Tomándose el atrevimiento y querido un alivio a sus senos, se sentó en la mecedora que estaba en la habitación y bajó la parte superior del vestido liberando su seno.

Julius se aferró inmediata a su pezón y empezó a mamar la leche que salía. Lucy Gray tarareó la misma canción que cantaba cuando Icarus Denim era alimentado, no sabe cuánto tiempo estuvo absorta ante la imagen del bebé que alguien la llamó por su nombre.

Coriolanus estaba en el umbral de la puerta.

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Coriolanus quedó hipnotizado ante la imagen frente a él.

Lucy Gray sonriendo con tranquilidad mientras de su pecho, Julius era alimentado.

Una imagen con la que había soñado hace muchos años. Una familia junto a su pájaro cantor.

—Veo que lo conociste — dijo Coriolanus.

—Si — contestó ella acariciando el cabello rubio de Julius —Lamento haberme tomado la libertad de darle de pecho a tu hijo.

—No esta bien — lo dejó pasar — Catherine, la nana de Julius, hace meses dice que debimos buscar a una nodriza cuando solo dependía de leche.

—¿Y quien alimentó al niño?

—Leche de fórmula — contestó Coriolanus.

Julius dejó el pecho de Lucy Gray, y ella aun sin taparse, lo colocó sobre su hombro para darle suave palmaditas. Luego, ella se subió con la mano la parte superior de su vestido.

Coriolanus tomó a su hijo en brazos. Desde que nació, solo le veía un par de horas al día, ya que el cuidado de su hijo estaba a cargo de Catherine.

—Felicidades por tu hijo, Coriolanus — dijo Lucy Gray antes de irse de la habitación.

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Los siguientes años, el corazón de Lucy Gray se dividió entre su hijo y Julius Snow.

Con sus deberes en el Capitolio y su obligación como amante de Coriolanus, había momentos que era llevada a la Mansión Presidencial y pasaba tiempo con el Julius.

Por una parte era injusto que sirviendo al Capitolio Lucy Gray se perdiera los primeros pasos de Icarus Denim, pero fue testigo de los primeros pasos de Julius.

Lucy Gray de alguna manera se convirtió en una figura materna para el niño. Ella le enseñó a leer y el niño se emocionaba cada vez que la veía.

La primera vez en que la llamó mamá, Lucy Gray volvió a ver a Coriolanus con pánico, como si tuviera miedo de verlo furioso porque su hijo la llamó mamá, pero en vez de eso casi parecía satisfecho con la situación.

Icarus Denim creció, y empezó a tener conocimiento a su alrededor. Él lloraba cada vez que tenía que ir al Capitolio y aferraba con fuerza a ella cada vez que regresaba. Para compensar su ausencia, le compraba cosas, pero sabía que eso no era suficiente.

En agosto del año 39 D.D.O, Icarus Denim entraría a clases. Ya tenía cinco y era momento de iniciar con la escuela.

Una semana antes del inicio del ciclo escolar, las madres del grupo de jardín de infantes tendrían una reunión con la maestra, que para suerte de Lucy Gray era la esposa de Barb Azure.

Eran un grupo de veinte madres en total, entre comerciantes y mujeres de la Veta.

Karen explicó el horario y que se necesitaría para el inicio de las clases.

—¿Sí señora Murray ? — preguntó Karen a la mujer del herrero.

—A algunas madres no nos gustan que nuestros hijos estudien con el hijo de la puta del Capitolio — la señaló Adriana Murray a Lucy Gray.

—¿Perdón? — se mostró molesta Lucy Gray al ser señalada como puta.

—Todos en el distrito saben porque vas más de dos veces al Capitolio al año — comentó Gabriela Cartwright. — Y te han visto en los cenas y fiestas del Capitolio junto al presidente.

—¿Quien sabe? ¿Tal vez su hijo ni siquiera es hijo de su esposo? — agregó Myrtle Fossoway, la esposa del topógrafo del Distrito Doce.

Antes que alguien reaccionara, Lucy Gray saltó sobre Myrtle, le dio una fuerte bofetada que se escuchó por todo el salón antes agarrarla de su cabello rubio con mucha fuerza mientras la sacudía.

—¡¿Cómo te atreves a decir eso?! — sacudió Lucy Gray con fuerza, sus gritos le recordaron a los chillidos de Mayfair Lipp cuando le lanzó la serpiente hace décadas atrás.

Cuando la separaron Lucy Gray miró a las que la juzgaron, mujeres comerciantes.

—Escúchenme bien — Lucy Gray las señaló a todas — Yo no estoy por placer complaciendo al Snow en la cama. ¡Mirenme! ¡¿Creen que me voy al Capitolio fuera de mis deberes de mentora por diversión?! ¡Si no hago lo que ordena Snow, matará a mi hijo! ¡Si me van a llamar puta, haganlo si quieren! ¡Pero tengan esto en mente! ¡Es la vida de mi hijo de la que estamos hablando! ¡Mi hijo no es un bastardo! ¡Es el hijo de Erik Everdeen! ¡Mirenlo! ¡No tiene nada de Snow!

Todas se quedaron viendo sin decir nada, sin más, Lucy Gray tomó su bolso y se fue del salón.

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Nora había visto a Lucy Gray maldecir a las mujeres que la acusaron de puta en la reunión de madres.

—Té de lavanda — Azalea le extendió una taza de té a Lucy Gray.

Haymitch, Icarus Denim y Calla Violet estaban dormidos en el piso de la sala, sobre mantas y almohadas.

—¿Si viste como me vieron esas idiotas? — preguntó molesta Lucy Gray a Nora.

—Es un círculo de brujas — contestó Azalea — Y lo sé, porque vivo cerca de ellas.

Lucy Gray se tomó su té cuando el timbre fue tocado. Las tres se levantaron y cuando Nora abrió la puerta vio a las cinco comerciantes que señalaban como puta a Lucy Gray y Rosamund, que nunca dijo nada malo de Lucy Gray

—Si bien a seguir insultándome en mi casa, les juro que buscaré un cuchillo — amenazó Lucy Gray.

—No, no vinimos a eso, señora Everdeen — dijo Rosamund y luego miró al círculo de brujas — Vamos, díganlo.

—Lamentamos mucho lo que se dijo en la reunión de madres — se disuclò Adriana Murray — No éramos totalmente conscientes de su situación y las consecuencias que tendría su desobediencia al Capitolio.

—Reflexionamos sobre lo que dijo — continuó Myrtle Fossoway — Y tiene toda la razón. Siempre hemos vivido bajo el miedo que nos tiene el capitolio. Y que su situación con el presidente se dio un año después de la muerte de su esposo.

—Nos disculpamos por nuestras palabras — finalizó Gabriela Cartwright.

Nora vio a su amiga, tenía la frente en alto y los brazos cruzados.

—Bien, todo lo antes quedará como un mal entendido. — dijo Lucy Gray — Nosotras somos madres, y sabemos nosotras mismas que seriamos capaz de hacer lo que fuera por nuestros hijos. Incluso hacer cosas de las cuales no nos sentimos orgullosas.

Lucy Gray se retiró un poco de la puerta.

—¿Quieren pasar a tomar té? — invitó a Lucy Gray al círculo de brujas y a Rosamund a dentro de la casa.

Todas asintieron con la cabeza y entraron a la residencia Covey.

—¿Tenemos suficiente té para todas ? — susurró Nora a Azalea.

—Sí — contestó Azalea — Creo...

N/a: Amo que a la primera Lucy Gray ya anda repartiendo bofetadas ante la insinuación que su hijo es un bastardo. Además, Lucy Gray esta 100% segura que Icarus Denim es hijo de su esposo y no de es Snow. 

Y ahora, es un secreto a voces que Snow esta forzando a Lucy Gray, así que por eso el Doce le tiene pena a Lucy Gray. 

Y no, Snow no mató a Livia. 

*Alguien insinúa que Icarus Denim es un bastardo*

Lucy Gray: