Lucy Gray despierta con la peor resaca de su vida, la última vez que bebió así de fuerte fue cuando regresó de Doce luego de sus juegos.

Tardo un poco en reaccionar, pero cuando sintió un brazo masculino sobre su cintura la sangre se le heló.

Lucy Gray miró al hombre a su lado. Espalda ancha, piel pálida y cabello rubio.

Coriolanus Snow.

Ella se levantó de la cama, las piernas le temblaban y le dolía la entrepierna, podía sentir el semen seco alrededor de su intimidad.

La respiración se le hizo más profunda, encontró sus tacones y su vestido en el piso, se colocó mientras lagrimas brotaban de sus ojos.

¿Cómo pudo haberle hecho esto a Erik?

Snow tenía el sueño muy pesado porque aún permanecía dormido, Lucy Gray tomó sus tacones y salió del cuarto. Vio a una Avox limpiando la sala, la sirvienta recogió un anillo del piso, Lucy Gray se dio cuenta que era su anillo de bodas.

Sin decir nada se lo arrebató a la sirvienta.

Pensó en irse, pero se dio cuenta que no tenía dinero, así que usó el teléfono de la sala y marcó el único número que conocía.

—¿Hola? — escuchó la voz de Tigris.

—Tigris, soy Lucy Gray — contestó Lucy Gray sollozando— Por favor, ven a recogerme al departamento de Coriolanus.... y trae una post-day. Más tarde te diré todo, pero por favor, ayúdame. Por favor.

—Iré enseguida.

Lucy Gray se sentó en la sala, con sus manos agarrando con fuerza su cabello despeinado.

¿Cómo sucedió esto?

¿Por qué dejó que sucediera?

No sabía cuánto tiempo estuvo dentro de sus pensamientos hasta que fue devuelta a la realidad por la Avox, que gentilmente le tocó el hombro y le ofreció una taza de té.

—Gracias — aceptó Lucy Gray la taza del tibio té.

Bebió largos tragos y captó el sabor a lavanda. Cerró los ojos tratando de que hacer a continuación.

—¿Lucy Gray?

Ella abrió los ojos ante la voz de Snow, estaba parado frente a ella, con pantalones de pijama y una bata de dormir.

El primer instinto de Lucy Gray fue tirarle la taza vacía a la cabeza.

—¡Eres un maldito! — le gritó Lucy Gray, saltando sobre él.

Quería asfixiarlo con sus propias manos.

Los dos cayeron al piso con ella sobre él, pero el desgraciado sonrió con satisfacción, pero Lucy Gray rápidamente le borró la sonrisa al darle una bofetada, él se quedó en silencio por unos segundos antes de cambiar las cosa, en un movimiento limpio ella fue la que terminó debajo de Snow.

—¿Cómo pudiste hacerme esto? — le preguntó furiosa

—Yo no te hice nada que no quisieras — contestó Snow con clara satisfacción sujetándola de los hombros— Tu misma te ofreciste de buena gana.

—¡ESTABA EBRIA! — le gritó Lucy Gray — En pocos días hubiera sido el cumpleaños de mi hija y me excedí con las bebidas.

Ella empezó a retorcerse debajo de él, él le empezó a pedir que se quedara quieta.

—¡Coriolanus Snow! — se escuchó un grito femenino.

Tigris entró a la sala con el rostro reflejando sorpresa, Snow soltó su agarre y Lucy Gray aprovechó para levantarse y ocultarse detrás de Tigris.

—Toma — dijo Tigris entregandole la post-day.

—¿Qué es eso? — preguntó Snow, ya de pie y tranquilo ante la presencia de su prima.

—Una pastilla post-day — contestó Lucy Gray abriendo la caja del medicamento. Rápidamente se metió la pastilla en la boca y se la tragó sin tomar agua, se sentía reseca en su garganta. —No me arriesgaré a quedar embarazada de ti.

Ella tenía 39 años, por mucho que sus posibilidades de concebir eran casi nulas, no tentaria a la suerte trayendo al mundo a un hijo de Snow

—Vamonos, Lucy Gray — dijo Tigris tomándola del brazo y sacándola del departamento de Snow.

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Mags fue llamada al piso Doce y le pidieron que trajera las hierbas que siempre usaba cuando se reunía con sus amantes pasajeros, otros vencedores.

Al llegar, fueron Tigris, Woof, Lucy Gray y ella encerrados en la habitación de Lucy Gray lejos de la mirada de los niños y el escolta del Capitolio.

Cuando entró, vio a Lucy Gray arrodillada frente al inodoro vomitando mientras Tigris le sujetaba el cabello y le frotaba la espalda.

—Santo merling. ¿Qué sucedió? — preguntó Mags con la taza de té anticonceptiva en sus manos.

—Snow — dijo Woof — Se aprovechó que Lucy Gray estaba ebria y se la llevó a su departamento. No necesitamos ser unos genios para saber qué sucedió.

Mags se sintió indignada y furiosa por partes iguales, todavía escuchaba a Lucy Gray vomitar. Mags hizo una mueca al recordar como se había emborrachado una vez con Alcy Odair hace un par de semanas.

Luego de unos minutos, Lucy Gray salió del baño con la cara mojada.

—Este té me ayuda, nunca me ha fallado — dijo Mags extendiéndole la taza a Lucy Gray.

Ella se lo bebió de golpe e hizo una mueca de asco.

—Nunca dije que supiera bien — agregó con una leve sonrisa.

Todos se quedaron en silencio sin saber qué decir.

—¿Se lo dirás a tu esposo? — preguntó Woof.

—Si — contestó Lucy Gray — Y tengo miedo que esto me cueste mi matrimonio.

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Luego de casi dos semanas, entre el entrenamiento de los chicos, las entrevistas y el inicio de los Juegos 33, Lucy Gray podía regresar a casa.

Los dos tributos del Doce murieron en el baño de sangre en la Cornucopia, así que como perdió a los dos en el primer día, le dijeron que podía regresarlos a casa.

Fue justo en la mañana antes de embarcar en el tren que tuvo su periodo, un ligero sangrado, pero era su periodo.

Antes de abordar, en la estación estaba Snow esperándola.

—Se que me odias por lo que pasó — dijo Snow como si no hubiera hecho algo malo.

—Te aborrezco y en estos momentos estoy agradecida con cualquier deidad — contestó Lucy Gray — Me llego mi periodo, no voy a tener un hijo tuyo creciendo dentro mío.

Con esas palabras, Lucy Gray regresó al Doce.

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Luego de dos días de viaje y una noche incómoda, Lucy Gray sentó a su esposo en la sala.

—Yo te amo, Erik — dijo Lucy Gray con calma, pero la mirada tierna de su esposo la hizo romper en llanto.

—¿Qué sucedió? ¿Amor, que sucedió? — Erik se levantó del sillón y la abrazo.

—Lo lamento, no quise hacerlo — Lucy Gray ocultó su rostro en el pecho de su esposo. Ella lloró por unos minutos, Erik la sentó a su lado acariciandole la espalda.

Cuando él volvió a preguntar, Lucy Gray habló con toda honestidad, vio como el rostro de su esposo se retorció en ira, por un momento Lucy Gray temió que su esposo la golpeara.

Pero Erik no la abofeteó, nunca lo hizo.

—¡Ese bastardo!

—Lo lamentó, perdoname, Erik — sollozó Lucy Gray.

Su esposo la tomó por las mejillas, con delicadeza.

—Nada de esto es tu culpa — le dijo con mucha seriedad — Él te violó, se aprovechó de ti. Eso lo haría un cobarde.

Erik la abrazó y Lucy Gray volvió a romper en llanto.

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Los próximos dos meses pasaron con normalidad.

Lucy Gray siguió bordando, tejiendo, cuidando su jardín y preparando mermeladas junto a Maude Ivory.

De vez en cuando visitaba a Azalea, quien quedó embarazada hace poco y CC no podía estar más feliz con la noticia.

Era un martes, cuando cosía los botones de la camisa de su esposo en el porche de su casa, sentada en su silla mecedora mientras su conejo Bombón comía lechuga a sus pies, que escuchó las alarmas de las minas.

Lucy Gray rápidamente se puso de pie desorientada por el sonido de las alarmas.

Entró a su casa con Bombón en sus brazos, lo dejó en la sala para recoger sus llaves y abrigo. Salió corriendo de la Aldea de Vencedores con sandalias livianas hasta donde estaban las minas.

En el camino vio a más personas y agentes de la paz. Las mujeres de la Veta salieron corriendo con el rostro lleno de pánico.

Los agentes de la paz acordonaron la zona de las minas, dejando a mujeres y niños mirando las minas. Maude Ivory llegó corriendo con Jhonny Fern en brazos.

—¿Qué pasó? — preguntó Maude abrazando a su hijo.

—Al parecer es un accidente en la mina tres — dijo Nora Abernathy sujetándose el vientre ligeramente abultado.

Lucy Gray la conocía porque le suelen comprar leche de cabra cada semana.

—¡Woody! — gritó Nora a su esposo.

Woody Abernathy tenía el rostro lleno de polvo de carbón y parecía magullado. Él pasó la línea de seguridad para abrazarla.

—¿Dijiste mina tres? — preguntó Lucy Gray a Nora — ¡Nora! — Lucy Gray jaló a la mujer — ¡¿Dijiste mina tres?! ¡Erik es el capataz de la mina tres! ¡Tam Amber también trabaja en la mina tres!

Lucy Gray soltó a Nora para tratar de pasar la línea de seguridad.

—¡Señora Everdeen permanezca detrás de la línea de seguridad! — le dijo el comandante Miller.

—¡Mi esposo y hermano están en la mina tres! — le gritó Lucy Gray a Miller.

—¡Señora Everdeen tendré que arrestarla si me vuelve a gritar! — la amenazó Miller.

Lucy Gray rápidamente fue rodeada por un par de brazos masculinos, giró su cabeza para ver que era CC quien la separaba de los Pacificadores.

Ella gruñó y lanzó patadas al aire exigiendo ser soltada, pero CC se negó a obedecerla.

Las horas empezaron a transcribir, poco a poco iban saliendo mineros de la mina. Pero ninguno era Erik o Tam Amber, luego de dos horas y media, sacaron a Tam Amber, su pierna derecha estaba destrozada.

CC y Frank se lo llevaron a la boticaria para ser atendido por el señor Sebastian mientras Flora y Azalea se quedaron curando a los heridos menos graves.

Azalea tuvo que irse a un árbol a vomitar antes de seguir trabajando.

Luego de cuatro horas desde que sonaron las alarmas, sacaron más cadáveres. Los pacificadores cubrieron con sábanas grises los cuerpos que dejaron en un costado, uno pedía orden a las personas para identificar a los cadáveres.

El comandante Miller la llamó y la guió hacia un cuerpo cubierto.

Las lágrimas empezaron a fluir y tembló cuando Miller levantó la sábana.

De los labios de Lucy Gray salió un grito desgarrador cuando se dio cuenta que era el cadáver de su esposo.

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Coriolanus sonrió con satisfacción cuando llegó la lista de víctimas del accidente de mina en el Distrito Doce y entre ellos estaba el nombre de Erik Everdeen. 

N/a: Bueno, Lucy Gray se convirtió en viuda. Y para aclarar, Erik jamás fue violento con Lucy Gray, ella simplemente entró en pánico, ya que en el pasado Billy Taupe una vez casi le alzó la mano en una discusión. 

Y Alcy Odair, el amante de Mags, es el tío abuelo de Finnick. 

Icarus Denim estaba destinado a ser un sobreviviente, venció a una post-day y té de ruda. Que no se diga que no estaba destinado a ser un vencedor.

Les quiero mostrar los face claim de Lucy Gray a través de todo el fic. 

Ya Haymitch hizo una aparición, leve, pero ahí está nuestro mentor favorito.

*Sus juegos

*El nacimiento de su hijo. (Durante el año 34.D.D.O -Después de los Días Oscuros)

*Los Juegos donde participa su hijo

*Los Juegos Everllark