Capítulo 10
Antes de la Décima Séptima edición de los Juegos del Hambre, Maude Ivory se convirtió en mamá.
Lucy Gray sería una mentirosa si dijera que no estaba celosa de su prima, pero simplemente se tragó su envidia y tristeza para sonreír a la feliz familia.
—Se llama Jhonny Fern Randall — dijo Frank a lado de Lucy Gray.
—¿Quieres cargarlo? — preguntó Maude Ivory.
Lucy Gray asintió con la cabeza y Frank le pasó al bebé.
Era liviano y aún tenía sus ojos cerrados. La mata de cabello oscuro y el tono oliva de su piel mostraba sus orígenes de habitante de la Veta.
Que bonito bebé.
—Es tan lindo — sonrió Lucy Gray y miró fijamente — Vas a ser el más consentido de la tía Lucy Gray. Te voy a comprar cosas bonitas, y muchos dulces.
—Lucy Gray — dijo con voz seria Frank.
—Shh, es mi único sobrino — contestó Lucy Gray con diversión en su voz — Y como tía es mi deber consentirlo, el de ustedes es educarlo.
Podía sentir la serpiente de la envidia enroscarse debajo de su corazón. Luego de la pérdida de Carolina Scarlet hace ya casi dos años, ella y su esposo intentaron volver a tener un bebé, cuando su periodo se detuvo por dos meses se ilusionó de un nuevo bebé, pero luego de ser revisada por Azalea le dijo que no había bebé en su vientre.
Así que para la Gira de la Victoria de los Juegos 26, reservo una cita en el Capitol Hospital con una ginecóloga que leyó sus antecedentes médicos y la revisó exhaustivamente.
La mujer sin ningún tacto le dijo que por la naturaleza de la pérdida de Carolina Scarlet ha dejado estragos en su cuerpo y que las posibilidades que vuelva a quedar embarazada eran mínimas, por no decir nulas.
Mags la abrazó fuertemente cuando le dieron la noticia.
La médico dijo que podría intentar con fertilización In Vitro, pero no garantiza nada ya que el útero de Lucy Gray había presentado adherencias, lo que explicaba que ahora en adelante tenga periodos irregulares y la nula posibilidad de volver a concebir.
—Pronto será la Cosecha — dijo Frank.
—Si, lo sé — contestó Lucy Gray meciendo a Jhonny Fern en sus brazos — Así es la manera en que el Capitolio castiga a sus vencedores, siendo los mentores destinados al frasco.
—Un día traerás a un vencedor a casa, Lucy Gray
—¿Cuándo será ese día, Maude Ivory?
Lucy Gray permaneció callada.
—Lamento que estés relacionada conmigo — se disculpó Lucy Gray con su prima.
—¿Por qué lo dices, Lucy Gray? — preguntó Frank.
—Están cosechando a la familia de los Vencedores — dijo Lucy Gray. —El año pasado. El sobrino de Honorius Perthsiret fue cosechado.
—No puede ser — Frank parecía asustado.
—La única vencedora con un hijo es Tressa Spectral, del Seis. Acaba de tener a su hijo hace dos meses — siguió explicando Lucy Gray — Ella ha dicho que entrenara a su hijo en secreto. Tiene la sensación que lo van a Cosechar cuando llegue el momento. Muchos vencedores han decidido no tener hijos por miedo a que los Cosechen. Mags se toma cada mes un brebaje de hierbas y se ha negado a casarse para no tener sobrinos políticos.
Lucy Gray miró a su prima y luego a su pequeño sobrino dormido en sus brazos .
—Perdoname, Maude Ivory.
—No es culpa tuya el mundo donde nacimos.
Lucy Gray miró a su sobrino. Él bebé abrió los ojos, eran de un color verde, igual a los ojos de su tía Sabine Noir.
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Era invierno, cuando se celebró una cena modesta en la residencia Nightingale la boda entre Clerk Clarmine y Azalea Nightingale.
Hubo una ligera ventisca pero había personas del pueblo felicitando a la feliz pareja que se casaba en el invierno del año 32.D.D.O
Lucy Gray sonrió y aplaudió cuando CC tomó a sus esposa por los brazos y entraron a su pequeña casa ubicada justo a lado de la Boticaria. Los boticarios estaban felices de que su hija al fin se casará. Si bien Clerk Carmine no era un comerciante, pero el Covey era aceptado por las personas del pueblo.
El vestido de novia de Azalea, fue bordado por Lucy Gray, flores por la que la novia fue nombrada decorada la falda de su vestido.
Todos los presentes cantaron la canción tradicional del Distrito para la boda, Lucy Gray miró a su esposo de mirada amable recordando lo feliz que ella se sentía cuando cantó esa misma canción en su boda con Erik.
Fue el señor Sebastian, el padre de Azalea, quien encendió el fuego de la chimenea.
CC y Azalea colocaron el pan cerca del fuego esperando a que se tueste. Una vez listo, el pan los dos lo partieron y se dieron a comer mutuamente.
Como era de costumbre, el Covey animó la fiesta con sus canciones.
Lucy Gray en medio de "Just to us" canción que escribió sobre su esposo, le lanzó un beso a Erik.
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Llegó la edición Treinta y cuatro de los Juegos y con ello otro año en que Lucy Gray debía asumir su rol como Mentora.
Para la mala suerte de ella, este año le tocaron dos niños de Doce.
Bethany Goldstein se había casado hace dos años y dejó el trabajo de escolta, así que ahora quien trabaja para el Doce era un joven de veinte años, Cory Barry.
Los niños le tenían miedo, y eso fue una puñalada en el corazón de Lucy Gray.
Cuando llegaron al Capitolio, Lucy Gray se preparó para ese maldito cóctel que se realizaba en la Mansión Presidencial.
Este año no fue el mejor para ella.
En pocos días hubiera sido el cumpleaños ocho de su pequeña Carolina Scarlet.
Bebió una, dos, cinco copas de champagne.
Sintiéndose mareada, salió al jardín por aire fresco, lamentándose de haberse tomado muchas copas.
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Coriolanus disfrutó mucho estos tres últimos años como el Asistente Presidencial, era su último escalón antes de ser nombrado presidente de Panem
El presidente Harding era un anciano que hablaba de retirarse y muchos de su gabinete junto a gente importante miraron a Coriolanus como la mejor opción para reemplazarlo.
En medio del cóctel vio a su pájaro cantor con una copa de champagne.
Priorizando sus planes, vigiló de lejos a Lucy Gray, pero ya sentía todo el poder en sus manos, listo para conseguir lo que quería.
La siguió sigilosamente cuando se retiró a los jardines, su andar era un poco tambaleante, dejando ver que estaba ebria. La falda de su vestido color marfil se notaba con claridad por los jardines iluminados.
Coriolanus camino y poco más rápido, logró atraparla ante cuando empezó a caminar más tambaleante.
—Hola guapo — dijo con una sonrisa, su vista se notaba nublada. — Sabes, me recuerdas a alguien.
Lucy Gray rio y paso su mano por el cabello de Coriolanus. Luego de años, al fin podía volver a tenerla muy cerca de él, y se sintió extasiado de tener a su pájaro cantor así de cerca, y para suerte de él, el esposo de Lucy Gray estaba a millas de distancia.
—Cuando lo conocí tenía el cabello más lindo del mundo, rizos rubios que parecían ser de oro — continuó hablando mientras Coriolanus la sostenía de la cintura — Y luego el Capitolio le quitó sus rizos.
Coriolanus rio.
Viendo que no había nadie en el jardín y que la fiesta era un poco aburrida, decidió hacer una jugada con Lucy Gray.
Sin ser vistos, se escabulleron hasta el carro de Coriolanus donde el chofer, un Avox, lo estaba esperando.
—Llevanos a casa — le ordenó Coriolanus mientras subía a Lucy Gray que empezó a cantar.
Admiral Halsey notified me
He had to have a berth or he couldn't get to sea
Cantó Lucy Gray en el camino con una gran sonrisa, ella reía mientras seguía cantando. Era inmoral aprovecharse de ella en ese estado, pero hace ocho años Lucy Gray se escapó de él, y esta vez no dejaría pasar la oportunidad de tener a Lucy Gray en su cama.
I had another look and I had a cup of tea and butter pie
Butter pie?
The butter wouldn't melt so I put it in the pie
Coriolanus sabía la canción, ya que el hermano mayor de Lucy Gray, Halsey Blue, llevaba ese nombre por la canción.
Hands across the water, water
Heads across the sky
Cuando llegaron a su departamento le sirvió un vaso de mejor whisky a Lucy Gray. Ella recorrió el departamento para luego mirarlo, Lucy Gray tomó una de sus manos.
—Tienes la mano de un pianista — dijo concentrada.
Sin perder el tiempo empezó a besarla, estaba hambriento, tantos años sin el tacto de su Lucy Gray.
—No, no, puedes — dijo Lucy Gray seria y luego levantar su mano derecha donde estaba su anillo de bodas — Estoy casada.
Coriolanus le quitó el anillo de bodas y lo tiró por un lado de la sala, Lucy Gray colocó su rostro de asombro.
La volvió a besar mientras la llevaba hasta su habitación, sus manos buscaron el cierre del vestido marfil de Lucy Gray. Cuando quedó en el piso vio que ella no usaba brasier, dejándola solo en bragas de encaje negro.
Él sonrió, con un hambre ardiendo en su estómago.
Besó cuello mientras sus manos acunaron los pechos de Lucy Gray, en medio de sus suspiros de Lucy Gray se quitó su chaqueta roja y la camisa para luego colocarla sobre su cama.
La imagen que proyectaba era absolutamente deliciosamente, el cabello castaño de Lucy Gray se extendía por su almohadas, ella se empezó a estirar como un gato mimado sobre sus cabañas.
Con cuidado le quitó los tacones y luego las bragas, se tomó el tiempo para prepararla con sus dedos, Lucy Gray soltó esos gemidos que tanto había extrañado.
—Oh, cielos — gimió Lucy Gray en voz alta. Coriolanus recordaba perfectamente los puntos más sensibles de ella
Sonrió al ver como ella se volvía cada vez más débil ante las atenciones que Coriolanus le brindaba. En menos de un minuto sintió la humedad de excitación mojar sus dedos.
Se separó un momento para quitarse el resto de ropa, con cuidado envolvió una de las delgadas piernas de Lucy Gray en su cintura.
Volver a sentir el calor de estar dentro de ella fue majestuoso, se tomó su tiempo para disfrutar de Lucy Gray. Besos sus labios, su cuello mientras los delicados dedos de ella trazaron figuras en su espalda.
Luego de lo que pareció una eternidad, Lucy Gray llegó a su clímax y Coriolanus derramó su órgano dentro de ella.
—Erik.... — suspiró Lucy Gray antes de caer dormida.
La ira se encendió dentro de Coriolanus ante el nombre que dijo Lucy Gray, salió de ella para acostarse. Miró fijamente a Lucy Gray, su cabello despeinado, el rostro sudoroso y la sonrisa de satisfacción en sus labios.
Él quería esto para siempre, y la necesidad de empezar a tener un hijo de su sangre, Lucy Gray debía ser la mujer que llevara a su hijo.
Y así fue que Coriolanus decidió que era momento de matar a Erik Everdeen.
N/a: Te odio Snow, es inmoral aprovecharse de una mujer emocionalmente frágil y ebria.
Mags el siguiente capítulo:
Básicamente el nacimiento de Icarus Denim se resume así:
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