Primer día de clases, me las arreglé para despertarme antes que Knox y me vestí rápidamente por si acaso. Me senté en mi cama con los pies en alto y me dispuse a leer "Los Miserables" de Victor Hugo, no puedo evitar tener orgasmos mentales cada vez que Enjolras abre la boca, es inevitable, quiero decir, lo describen como si fuera el mismísimo Apolo es normal que pase eso al imaginármelo como Rock Hudson, Tony Curtis o Jack Castello.

A los 10 minutos de estar leyendo comenzaron a llamar a las puertas de las habitaciones porque ya era hora de despertarse. Knox se despertó y me miró leyendo.

—Eres muy madrugador al parecer, ¿qué lees?—  Él se levantó y abrió el armario para sacar su uniforme perfectamente planchado y comenzar a vestirse.

—Que va, usualmente duermo más, supongo que me sentía algo nervioso por el primer día de clases, ah y estoy leyendo "Los Miserables"—  Volví mi mirada de nuevo hacia el libro.

—Listo, ¿nos vamos a desayunar?—  Asentí, cerré el libro y lo dejé en mi escritorio.

Nos sentamos con los chicos a desayunar  —Hola, creo que no tuve la oportunidad de presentarme ayer—  Le dije aun chico alto que estaba sentado en frente mía  —Soy Víctor Debenhams—  Me levanté un poco de mi asiento para darle la mano.

—Yo soy Gerard Pitts, pero todos me dicen Pitts—  Se le veía sonriente, se veía que era buena persona. Estuve hablando con él durante el desayuno, parece que junto con Meeks estaba construyendo una radio para escuchar Radio América, me pareció fascinante que fueran capaces de construir una radio por su cuenta así que pregunté si podían enseñarme su trabajo en algún momento.

Las escaleras estaban llenas de alumnos dirigiéndose a sus respectivas aulas haciendo un montón de ruido. El señor McAllister subía las escaleras intentado callar a los alumnos sin éxito.

Llegamos a clase de química, tenía ganas de suicidarme ya sólo con la primera clase  —Elijan 3 experimentos de laboratorio de la lista del programa y háganme un informe de ellos cada cinco semanas. Los 20 primeros problemas del primer capítulo los quiero para mañana—  Estábamos en mesas de tres, yo estaba a la izquierda de Knox y Charlie a la derecha de este, nos miramos los tres a la vez con el pánico grabado en la cara

La siguiente fue clase de latín con McAllister  —....Agricolam, Agricola, Agricolae, Agricolarum, Agricolis, Agricolas, Agricolis y ahora otra vez Agricola— Íbamos repitiendo los verbos con sus respectivas conjugaciones que había escrito en la pizarra  después de que él lo dijera. No miento si digo que hice un gran esfuerzo por no quedarme dormida.

Y ahora clase de trigonometría  —El estudio de trigonometría requiere una precisión absoluta. Todo aquel que deje de entregar alguno de los deberes asignados, será penalizado con 1 punto menos en su nota final, les aconsejo que no me pongan a prueba en eso—  Ganas de llorar tenía, estaba para que me enterraran ya, era el primer día de clases y habían mandado tantos ejercicios para el día siguiente que creo que ni siquiera iba a tener tiempo de dormir esta noche.

Por fin llegó la última clase, literatura con el señor Keating. Me senté delante de Knox, al lado de Neil.

—Hey Pass, Pass— Knox llamó a un chico con gafas y pelo negro  —¡Toma!— Dijo cuando este se dio la vuelta para mirarle y le tiró una bola de papel a la cabeza. Justo después, salió por una puerta el profesor silbando una melodía bastante conocida, pasó entre los asientos mirando a  sus alumnos, llegó hasta la puerta, la abrió y salió por esta. 

Se asomó por la puerta de nuevo  —Vengan—  Hizo un gesto con la mano para que le siguiéramos y desapareció de nuevo. Miré a todos lados viendo la reacción de los demás con una sonrisa, agarré mi libro de literatura y me levanté junto a los demás mientras decían cosas como "Está loco" o "Está como una cabra".

Seguimos al profesor hasta llegar a la sala de trofeos de la escuela, él se colocó a espaldas de la gran vitrina de trofeos y nosotros en grupo frente a él  —¡Oh capitán! ¡Mi capitán! ¿saben de dónde es eso? ¿Nadie lo sabe?—  Pass comenzó a sonarse los mocos con un pañuelo justo al lado de Meeks haciendo que este pusiera cara de desagrado, me reí ligeramente al verlo y volví a prestar atención  —¿Ni idea? Es un poema de Walt Whitman dedicado a Abraham Lincoln. En esa clase pueden llamarme sr. Keating, o si son más atrevidos Oh Capitán, Mi Capitán—  Estaba junto a Neil, nos miramos con una sonrisa desvergonzada y comenzamos a reírnos en silencio.

—Aclararé ciertos rumores para que no se den por hechos, sí yo estudié en el infernal Welton (Hellton) y sobreviví, y no, en esa época yo no era el gigante mental que tienen ante ustedes, yo era el equivalente intelectual de un enclenque muchacho, cuando iba a la playa la gente solía tirarme libros de Byron a la cara—  Todos volvimos a reírnos de nuevo (todos menos Cameron, maldito sieso)

—Bien, señor Pitts, que apellido tan poco agraciado, ¿dónde está usted señor Pitts?—  Pitts levantó la mano de forma un poco tímida  —Pitts, ¿quiere abrir su libro de himnos por la página 542? Lea la primera estrofa del poema—  Todos nos pusimos a buscar la página del libro.

Pitts llegó a la página, con cara de desconcierto miró al profesor  —¿Para que las vírgenes aprovechen el tiempo?—

—Sí, ese es—  A todos se les puso cara de contentos al escuchar el título del poema, incluso Charlie, que poco le interesaba la clase, no le importó lo más mínimo en esconder su sonrisa de pervertido posiblemente pensando en cosas sucias. Yo actué como los demás, puse una sonrisa llena de picardía, pero por dentro no podía estar más incómoda, era la única chica, virgen además, que estaba metida en un grupo de hombres, al menos ellos no lo sabían  —Muy apropiado ¿no creen?—  Ya no les importaba contener su risas.

Pitts comenzó a leer  —Coged las rosa mientras podáis, veloz el tiempo vuela, la misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta.

—Gracias señor Pitts. Coged las rosas mientras podáis, la expresión latina de ese sentimiento es Carpe Diem, ¿quién sabe que significa?—  Meeks levantó la mano de forma automática, no se podía esperar menos de un genio del latín. 

—Carpe Diem es aprovecha el momento.

—Muy bien señor...

—Meeks.

—Meeks, otro apellido peculiar. Aprovecha el momento, coged las rosas mientras podáis, ¿por qué usa esa frase el autor?

—Porque tiene prisa—  Contestó de forma despreocupada Charlie.

—No ¡ding! Pero gracias por concursar—  Nuevamente la sala se llenó de risas, incluida la de Charlie que estaba con las cejas subidas medio sorprendido por la respuesta de Keating  —Porque seremos pasto de los gusanos, porque lo crean o no, todos los que estamos en esta sala un día dejaremos de respirar, nos enfriaremos y moriremos. Quisiera que se acercaran a mí y examinaran estas caras del pasado. Las han visto al pasar, pero no se han parado a mirarlas—

Nos acercamos todos a los cuadros de fotos  —No son muy distintos a ustedes ¿verdad? El mismo corte de pelo, repletos de hormonas igual que ustedes, invencibles como ustedes se sienten, todo les va viento en popa, se creen destinados a grandes cosas como muchos de ustedes, ¿creen que quizá esperaron hasta que fue tarde para hacer de su vida un mínimo de lo que eran capaces? Porque estos muchachos, están ahora criando malvas ¿comprenden señores? Pero si escuchan con atención, podrán oír como les susurran su legado, acérquense, escuchen.

Acerqué mi oído a uno de los cuadros, pero se me cortó la respiración al notar a Charlie justo encima de mí, podía notar su virilidad saliendo por cada uno de los poros de su cuerpo  —¿Lo oyen?—  Continuó Keating  —Carpe...—  Cameron lo miró poniendo cara de asco  —¿Pero qué?—  Keating se hizo el sorprendido y esbocé nuevamente una sonrisa  —Carpe... Carpe Diem... Aprovechad el momento chicos, haced que vuestra vida sea extraordinaria—  Su mensaje de alguna forma me caló hasta el fondo.

Al terminar la clase comenzamos a salir todos por la puerta.

—Ha sido extraño—  Dijo Pitts con el ceño ligeramente fruncido por la conmoción de haber tenido ese tipo de clase.

—Pero original—  Añadió Neil, podía notar en su mirada que le había gustado bastante.

—Espeluznante diría yo—  Knox se veía muy desconcertado, supongo que por el hecho de tener un profesor como el señor Keating en esa escuela.

—A mí me ha parecido asombroso—  No podía parar de sonreír, al menos tenía la seguridad de que iba a tener el mejor profesor de literatura del mundo.

—¿Nos hará alguna prueba sobre eso?—  Giré mi cabeza para mirar a Cameron como si fuera el mismísimo anticristo.

—Vamos Cameron, ¿es que no entiendes nada?—  Le dijo Charlie con un poco de repugnancia en su tono.

—¿Qué pasa? ¿Qué pasa?—  Cameron no entendía nada y suspiré.

—Veo que eres algo estrecho de mente Cameron—  Dejé de mirarlo y seguí caminando con los demás.

Y hasta aquí el cuarto capítulo, espero que les esté gustando la historia uwu

Primero de todo, sé perfectamente que Jack Castello no es real, pero sale en la miniserie de Netflix Hollywood y bueno, coincidía con la época y es muy guapo, así que no dudé en ponerlo.

Dadle a la estrellita si os ha gustado y dejar comentarios sobre si os gusta como va la historia y eso. Os quiero mucho ヾ(≧▽≦*)o

(Este es Jack Castello)