C h a p t e r 14
Casualmente el ensayo del viernes terminó antes de lo que esperaba, lo cual me vino bien para prepararme con tranquilidad para la fiesta en casa de Chet Danbury. Quedé en encontrarme directamente dentro de la casa con Knox, para que Chris no tuviera la idea equivocada sobre nosotros al vernos entrar juntos.
También sabía que el club hacía hoy una reunión nocturna y como Knox no iba a estar para llamarme y contarme lo que pasara, le di el número de teléfono de mi casa a Neil para que me contactase.
No quise ponerme nada llamativo, lo que menos quería era llamar la atención por si había alguna persona que podría chafarme mi trabajo, así que me puse un simple jersey con una falda y dejé mi cabello suelto.
Salí de mi casa para ir a la de mis vecinos, encontrándome con un grupo de adolescentes que posaron sus nada disimuladas miradas en mí, así que preferí entrar directamente sin hacerles caso para poder encontrarme con Chris y me presentase alguna buena compañía para esta noche y poder hablar además de bailar.
Sonreí al ver su cabello rubio —Hola, Chris.
Chris se dio la vuelta para verme y me dio un abrazo —¡Victoria! Me alegro de verte. Mira, este es Chet y los demás son, Theo y su novia Lottie; Roy y Eliza; y por último Roger. Chicos, esta es Victoria, es la hija de los señores Debenhams, los vecinos de Chet.
Chet tomó a Chris del brazo de forma posesiva hablándole al oído —¿Por qué no me habías contado que tenías una amiga nueva? A lo mejor es una mala influencia para ti.
Vi como Chris frunció ligeramente el ceño y sonrió —Anda Chet, no digas bobadas, ella es una gran persona y me lo paso muy bien con ella.
Se suponía que esto no debía escucharlo así que hice oídos sordos y me guardé esta escena para cuando llegara el momento Chris dejase al violento y manipulador Chet Danbury y se fuera con el amable y apacible Knox Overstreet, quien se supone que llegaría de un momento a otro, si es que no le pillaban intentando salir de Welton.
Roger se acercó a mí —Tiene pinta de que te guste bailar, ¿quieres?
No pude rechazar la oferta de ese chico tan guapo. Era alto, tenía el pelo castaño al igual que sus ojos y su piel era ligeramente bronceada, algo raro para una persona que vive por esta zona.
Él me tomó de la mano y me llevó a la sala de estar, que era donde más fuerte sonaba la música y nos fuimos a un sitio donde había hueco y bailamos jive al ritmo de la canción Ladie's Choice, nada de pasos complicados, todo muy sencillo, el chico aunque fue muy amable en sacarme a bailar sin conocerme de nada, no era muy diestro bailando. Por suerte la canción terminó y comenzó a sonar una lenta, así que me acerqué a él para, bueno, balancearnos, es lo único que se hacen en las canciones lentas.
—Bueno Roger, cuéntame algo sobre ti, por ahora lo único que conozco de ti es tu nombre y que bailas terriblemente mal, pero eres muy considerado al sacarme a bailar, así no pareceré una antisocial, bebiendo apoyada en algún lado sin hablar con nadie, porque Chet tiene muy ocupada a la única persona que conozco en este lugar.
—¿Te habían dicho que hablas mucho?
—A veces. ¿Y bien?
—Pues no hay mucho que contar, me llamo Roger Baker, tengo 17 años, estudio en el instituto público de Middletown y soy defensa del club de fútbol (Sinceramente entiendo de fútbol americano entre poco y nada, lo admito, soy una ignorante, he intentado investigar pero no he entendido nada).
—Oh, del club de fútbol, además eres alto, amable y guapo, supongo que debes tener mucho éxito entre el grupo femenino de tu instituto.
—Lo admito, soy todo un rompecorazones. ¿Y qué hay de ti? Tu acento me dice que eres de otro sitio.
Mira, otro que me recuerda a Charlie, ¿por qué pienso en él ahora mismo? Probablemente anden fumando en la cueva y divirtiéndose sin Knox y sin mí.
—Pues a decir verdad vengo de New York, llevo toda la vida viviendo en Manhattan y también tengo 17 años, además hago esgrima todos los fines de semana con mi padre, ah y voy a actuar justo antes de las vacaciones de Navidad en la obra de teatro del Henley Hall, así que si quieres, te invito a venir.
—Acepto tu oferta.
Vi a alguien que iba bastante perjudicado por el alcohol pasar por detrás mía mientras tropezaba al caminar.
—Mierda, Knox.
—¿Qué ocurre?
—Creo haber visto a alguien a quien conozco, ¿te importa si voy?
—Claro, luego te veo.
Salí de la sala de estar, yendo a la entrada donde encontré a Knox sentado en las escaleras, así que me acerqué y me senté a su lado.
—Te veo un poco... mal. ¿Qué has tomado?
—Ron, creo, ¿o era whisky?
Me reí —¿No sabes qué has bebido?
—Unos chicos me confundieron con el hermano de un tal Matt Sanders o algo así y me empezaron a servir la bebida, creo que me ha sentado un poco... un poco mal.
—Eso puedo notarlo al ver como arrastras las palabras, además de tu aliento, antes de irte ven a mi casa para lavarte los dientes y beber un poco de agua— me apoyé en su hombro —La próxima vez que vayas a una fiesta, deja que yo escoja tu ropa; te sienta muy bien ese traje, pero para este tipo de fiestas debes vestir más, cómo decirlo... como alguien no pijo, no sé si me entiendes.
—Chris... hoy se ve muy hermosa...— no había escuchado nada de lo que le dije, estaba en su propio mundo.
—Cuando estés 100% lúcido te contaré cosas. Tú quédate aquí y espera a que se te pasen los efectos del alcohol, en un rato vuelvo y te doy un poco de agua— le di un beso en la mejilla y fui en busca de mi amable acompañante, a quien encontré en el comedor.
—Ya he vuelto, ¿quieres que sigamos hablando o prefieres bailar?— le sonreí.
—No me dijiste que habías venido con tu novio y a mí me gusta respetar lo que es de otros.
—¿Novio? Resulta que tengo un novio y yo no me había enterado. Y por cierto, es de mala educación referirse a una persona como que es "de alguien", puedes ofender a esa persona y hacerla sentir como si fuera un objeto.
—Lo siento, no me había dado cuenta— agachó la mirada y se calló por unos segundos —Entonces... ¿el chico de las escaleras?
—Es muy amigo mío desde hace tiempo— en realidad desde inicios de septiembre, pero vamos, como si fuera de toda la vida —Además, él está enamorado de otra persona.
—Y a ti él no te gusta, ¿o sí?
—Lo veo como un hermano.
—Vale, ¿y si te dijera que me has gustado y quiero intentar algo contigo?
—Pues te diría que te acabo de conocer, pero que estaría encantada de quedar contigo si me lo pidieras.
—¿Estás libre el sábado de la semana que viene?
—Tal vez, dile a Chris que te dé mi número de teléfono.
—Lo haré— esbozó una pequeña y boba sonrisa.
—Genial.
—Yo eh... voy a por algo de beber— y se fue corriendo, adiós Roger, al final ni hablar ni bailar.
La música se paró se repente y empecé a escuchar gritos que venían de la sala de estar, así que fui corriendo a ver que pasaba.
—¡HIJO DE PUTA! ¿QUÉ TE CREES QUE HACES?
—¡Knox! ¿¡Estás bien!?
Ay no no no no no. Me hice paso entre la gente para llegar a Knox.
—¡CHRIS, APÁRTATE DE ÉL!
—¡Chet, le has hecho daño!— le gritó Chris entre llantos a su novio.
—Chris... lo siento mucho...— se disculpó Knox, ¿qué diantres había pasado en mi ausencia en tan poco tiempo?
—¡No pasa nada! ¡No pasa nada!— contestó Chris mientras Chet la agarraba con fuerza por el brazo para alejarla de Knox.
Yo saqué un pañuelo de mi bolso, me senté rápidamente a su lado y le puse con cuidado el pañuelo en su nariz —Mierda Knox... ¿qué has hecho?
—¡Oye, si vuelvo a verte te mato!— le amenazó Chet, otra vez.
Me giré ya algo exasperada para mirar a ese orangután —¡Ya está bien! ¡Creo que nos ha quedado a todos muy claro tu mensaje! ¿Es que no sabes hacer otra cosa a parte de pegarte con la gente y amenazar? Vamos Knox, espérame fuera, voy a por tu chaqueta.
Le ayudé a levantarse y la gente le hizo espacio para salir, yo fui a buscar su chaqueta y salí poco después.
—¿Me puedes decir qué es lo que pasó allí dentro?
—Yo... b-bueno... fui a buscar un sitio más cómodo donde sentarme y llegué al sofá, allí encontré justo a mi lado a Chris dormida, se veía tan tranquila y bella, así que no pude resistirme y le di un beso en la frente.
—¿Eso es todo? ¿Han montado todo este jaleo por un beso en la frente?
—Sí, bueno, tal vez vieron mal las cosas y se pensaron que le metí mano a Chris, ¡pero yo jamás haría eso sin su permiso!
Suspiré —Lo sé, Knoxius. Eres demasiado caballeroso como para hacerlo— sonreí —Bien, vamos a mi casa, vamos a mirarte ese golpe.
—Gracias Victoria, eres una gran amiga.
—Lo sé— abrí la puerta de mi casa —Anda entra, siéntete como en casa.
[ ... ]
NARRADOR OMNISCIENTE
Caminando por el bosque hacia la cueva de reunión, Meeks se acercó a Neil
—Oye, aprovechando que no están ni Víctor ni Knox y Charlie aún no llega, quería comentarte una cosa.
—¿Qué ocurre Meeks?— preguntó Neil.
—Llevo un tiempo sospechando algo sobre Víctor, no estoy aún muy seguro, pero sí estoy seguro de que Knox sabe algo, así que si ves que se comporta raro, creo que deberíamos compartirlo entre nosotros. Y no se lo cuentes a Charlie, no es una persona que disimule mucho y si estoy en lo cierto, Víctor se daría cuenta de todo. Como pasas tiempo con él también fuera de Welton creí que era buena idea comentártelo a ti.
Neil muy serio asintió ante sus palabras —¿Y qué es lo que sospechas sobre él, Meeks?
Meeks tomó aire y lo soltó con fuerza —Creo que Víctor en realidad es una chica.
—¿Cómo va a ser una chica? En Welton no se admiten chicas desde... ¡siempre!
—Y por eso va disfrazado de hombre, piénsalo, tiene sentido. Hasta el momento nunca le hemos visto sin camiseta y tiene una voz bastante suave, muchas veces le veo caminando de forma ligera y elegante, como una dama, además le he visto bailar más de una vez y sus movimientos son muy femeninos, no juzgo el que baile, sino su forma de bailar, ¿comprendes lo que te digo?
—Aún así, Meeks, podría perfectamente ser un hombre, pues, femenino, un hombre delicado. Y piénsalo, si tus sospechas fueran verdad, ¿qué harías? ¿Se lo contarías a todo el mundo?— Neil en esos momentos se estaba comiendo la mente para salvarle el pellejo a Victoria, no creía que Meeks fuera a delatarla ni mucho menos, porque él no es ese tipo de persona, pero cuanta menos gente lo supiera, sería mejor.
—P-pues no lo sé.
—Meeks, yo que tú olvidaría el asunto. Si lo que dices es cierto tendrá una razón importante para meterse en esta cárcel y viniendo de otro estado, ¿no crees?
El pelirrojo asintió —Sí, tienes razón, mejor voy a olvidar esto por ahora.
Neil se alivió al escuchar eso, Meeks dejaría sus investigaciones durante un tiempo y así daría más tranquilidad a las tres personas que guardaban el secreto.
Todos entraron en la cueva y citaron el mensaje tradicional de cada inicio de reunión. Justo al terminar, comenzaron a escuchar unas risas femeninas que se acercaban al lugar.
—¿Es aquí?— preguntó una de las chicas.
—Sí, aquí es— dijo Charlie mientras entraba en la cueva —Adelante, entrad, es mi cueva. Cuidado con el escalón.
—Hola— saludó una de ellas, la más guapa.
Pitts se levantó para saludar, pero se dio un buen golpe en la cabeza contra el techo de la cueva.
—Hola chicos— saludó Charlie sonriente —Os presento a Gloria y a...— señaló a la que había entrado segunda.
—Tina— respondió con un ligero desprecio en su tono, cualquiera se enfadaría si uno no se acuerda de su nombre porque no es "tan guapa" como su amiga de aquí al lado.
Pero a Charlie eso le daba igual, él sabía cómo complacer a una chica, aún más si por coincidencias de la vida, esa chica resultaba ser algo simple de mente y se dejaba llevar por un piropo cualquiera.
—Tina...— susurró Charlie su nombre —Bien Tina, esta es la nueva promoción del club de los poetas muertos.
Todos saludaron algo incómodos, para la mayoría, era la primera vez que veían a unas chicas hermosas después de más de un mes, o al menos que ellos supieran.
—Vamos chicos, apartaos, hacer hueco. Es noche de viernes, demos comienzo a la reunión— Dalton se posicionó al lado de Gloria y esta al lado de Tina —Muchachos, tengo algo que deciros, siguiendo el espíritu apasionado de los poetas muertos, abandono el nombre de Charles Dalton, de ahora en adelante llamadme Nuwanda.
Ninguno sabía bien qué pensar, se quedaron un poco atónitos. Primero Charlie trae a unas chicas totalmente desconocidas y luego ya no quiere llamarse más Charlie porque quiere llamarse Nuwanda, ciertamente, da mucho que asimilar en un momento para unos adolescentes de 17 años y uno con los años recién cumplidos, el adorable Todd Anderson.
—¡¿Nuwanda?!— exclamaron Pitts y Meeks al unísono. A decir verdad al soltarlo de sus bocas sonaba bastante gracioso, seguramente pensaban "¿por qué ese nombre?" o "¿por qué se lo cambia ahora?" y en el caso de las mentes más temerosas y cerradas "como alguien se entere la hemos cagado".
Tina sonriente, sacó su pintalabios rojo escarlata dispuesta a pintarse sus labios, pero Charlie, o mejor dicho, Nuwanda, se lo arrebató de las manos y se pintó unos símbolos en ambas mejillas como su muestra de identidad como Nuwanda, algo así parecido a lo que hacen los indios, incluso los demás comenzaron a hacer "sonidos de indios" animándolo.
Se llevaron un rato compartiendo cigarrillos entre todos, incluso una botella de ron que Tina había sacado de su bolso.
—Ah... Pitts y yo trabajamos en un proyecto de alta fidelidad— Meeks decidió romper el silencio que se le comenzaba a hacer un tanto incómodo —No creo que tardemos en conseguirlo.
—Sí— corroboró Pitts —Mmmm... puede que yo ingrese en Yale, pero, a lo mejor no.
Ambas chicas asentían escuchando lo que decían, como si les interesara realmente lo que decían ambos chicos y mientas, Nuwanda desde una esquina se reía en silencio mientras observaba a sus amigos por lo vergonzosos que se les veía a ambos.
—¿Y no echáis de menos a las chicas por aquí?— preguntó Gloria.
De nuevo, de una forma bastante graciosa, contestaron a la vez Pitts y Meeks —¡Sí!
—Pero las reglas del club son así— habló Nuwanda —En realidad... quisiera anunciar que he publicado un artículo en el periódico de la escuela en nombre de los poetas muertos.
A Cameron, quien disfrutaba mucho con las vistas, se le cambió la cara por completo —¡¿Qué?!
—Pidiendo que admitan chicas en Welton, para que no tengamos que machacárnosla— terminó de hablar el "indio".
—¿Cómo lo has hecho?— preguntó Neil, el cual seguía sin creerse lo que oía. Si eso resultaba ser cierto, puede que Victoria estuviera en problemas.
Nuwanda sonrió orgulloso —Soy corrector, pude colar el artículo.
Pitts entró en un pequeño pánico —¡Entonces estamos perdidos!
—¿Por qué? Nadie sabe quien somos— Nuwanda frunció el ceño. Él pensaba que esta noticia divertiría a sus amigos, pero no pensó en que podría meterlos en problemas, algunos más graves que otros, si se enteraban que hacían esas reuniones y algún que otro secreto más.
—¿Pero no crees que se figurarán quién lo escribió? Harán preguntas para saber qué es el club de los poetas muertos— preguntó Cameron —Charlie... no tenías derecho a hacer una cosa así.
—Me llamo Nuwanda, Cameron.
—Exacto, se llama Nuwanda— le apoyó Gloria. Seamos sinceros, ambas chicas no tienen ni idea de lo que está pasando ahí, sólo se enteran de las palabras de Nuwanda porque les sedujo y les pareció guapo y divertido.
—¿Es que solo se trata de un juego o hablamos en serio? Si lo único que hacemos es reunirnos y leer poemas, ¿de qué coño sirve? Además, estoy seguro de que hay una chica oculta en Welton, he oído más de una vez la voz de una chica cantar en los vestuarios o en el bosque, pero nunca la veo. Y no son imaginaciones mías, Knox la escuchó una vez conmigo.
Neil ya enfadado habló —De acuerdo, pero no has debido hacerlo, Charlie. Es peligroso, no hables en nombre del club.
Charlie frunció el ceño, pensaba que quien más lo apoyaría sería Neil, pero al final ha sido todo lo contrario —Oye, no te preocupes de tu precioso pellejo, si me pescan les diré que lo escribí yo.
Me siento rara actualizando tan rápido, pero bueno.
¿Os podéis creer que ya vamos por más de la mitad de la película? Es decir, hace nada Victoria pilló el trabajo. Madre mía.
Aquí os dejo el outfit de nuestra querida Victoria y el aspecto del nuevo personaje, que obviamente "no es de relleno y para dar celos al flechazo de Victoria" jsjsjsjs.
El actor que he escogido para Roger Baker es Corey Cott, un actor de Broadway, simplemente lo he puesto porque es guapo y encaja en el perfil físico de Roger. Y el nombre de Roger viene porque adoro a Roger Taylor y ya, no hay más, adoro a ese hombre de 72 años.
He de decir que cuando acabe la historia la editaré y sacaré algún especial para nuestro deleite, para vosotras por leerlo y para mí por imaginarlo todo.
Y bueno, ¿qué les ha parecido el capítulo? Menos mal que Neil está ahí para salvarle el pellejo a Victoria.
Como tengo la película justo al lado para basarme en ella, en muchas de las escenas me he estado riendo, osea, porque no hay gif, pero el momento en el que Charlie aka Nuwanda está riéndose en silencio ahí en el fondo es genial.
Por cierto, Chet da asco. Y quería hacer a Roger un engreído y un asco de tío, ya sabéis, el típico estereotipo de chico de instituto popular que juega en el club de fútbol de su instituto, PERO ES QUE NO ME SALE ESCRIBIR ASÍ. La vida es dura amigos.
Como esta vez he actualizado con tiempo de sobra, voy a volver a pedir algo a cambio.
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