02/04/1976

Querido diario, hoy es mi cumpleaños y me da exactamente igual.

Mamá insistió en hacerme una fiesta por mis dulces dieciséis, pero la verdad es que no me emociona para nada esa idea.

Para variar, discutí con ella por eso y accedió a no hacer nada, pero sé que ahora mismo está preparando un pastel para mí. Al menos eso sí me hace sentir una ligera exaltación.

Papá llamó ayer para decirme que mi regalo será un nuevo hermanito.

No me importa saber si la madre de ese bebé empezó a salir con él antes o después del divorcio, ni ir a conocerlo cuando nazca.

Mi amiga estaba aquí en ese momento y al saber la noticia, se emocionó muchísimo. Pensó que mi falta de interés era debido a celos, pero cuando le expliqué que en realidad no sentía nada, no lo entendió.

No sé por qué no comprende que no me interesa la nueva familia de papá. Para mí, mi tiempo de ser su mundo ya pasó y ahora lo son su esposa y ese niño, lo que está perfecto. Sería muy triste que toda su vida siguiera girando alrededor mío por siempre, menos cuando no lo merezco.

En fin, otro año más y un paso más cerca de la muerte.

¡Felicidades... Yo!