—¿Qué? —pregunto intrigada.

—¿Nos llamamos luego?

—No sé, estoy cansada y mañana...

—Sí, ya sé—me corta con hastío— estáis con la mudanza y bla, bla, bla. ¿Pero algo haréis esta noche, verdad? No te engañes.

Me río como respuesta y asiento con la cabeza mientras él camina a mi alrededor dando una vuelta completa a mi persona. Es un caso perdido.

—Pues eso; call me, baby —susurra haciendo un teléfono con su mano y moviéndola cerca de su oreja y boca con sonrisa lobuna.

Fani aparece empujando a los chicos fuera de la cocina e insiste en que ya acaban ellos de recoger lo que queda así que nos ponemos los abrigos, nos despedimos y bajamos en el ascensor.

Yo bajo callada observando a Christian muy curiosa. Está mirando el móvil y no parece que tenga intención de cambiarnos los planes de esta noche, está muy 1.0 hoy. Pero me puedo esperar cualquier cosa de él. David me mira algo inquieto, creo que la idea de los vales le está empezando a parecer pésima. Lo entiendo ¿eh? más que nada es la incertidumbre en la que nos movemos cada día: "¿lo usará hoy?"

Cuando llegamos a la calle el frío de la noche hace que me estremezca y guarde las manos en los bolsillos de mi abrigo.

—Pues nada pareja ¿nos vemos mañana después de vuestra despedida con las paredes y esas cosas? —propone Christian confirmando que nos veremos mañana y que esta noche me deja ir con David.

—Claro. Descansa.

David le da un semiabrazo y cuando es mi turno me abraza fuerte.

—Buenas noches, Sof.

—Buenas noches, Christian.

Me besa suave en los labios y se marcha con una sonrisa.

Cuando subimos al coche y David arranca, empieza a sonar mi móvil.

Mensaje, mensaje, mensaje.

David se queda quieto a la espera y me mira en plan "¿arranco o ha cambiado de idea y te vas con él?".

1:17h Christian: No te he pedido que vengas conmigo esta noche 

porque mañana madrugas y sería una noche muy corta.

1:17h Christian: Pero no es que no te tenga ganas.

1:17h Christian: ¿Lo sabes, verdad?

David está expectante con el motor en marcha y yo me río por lo que leo.

—Vamos a casa, amor —confirmo y él arranca contento.

1:18h Sofía: Me gusta saberlo : )

1:19h Sofía: llevas todo el día tan correcto que empezaba a dudarlo.

Enseguida me llega otro mensaje. Lo imagino con el móvil caminando hacia su coche, hemos visto que aparcaba más lejos que nosotros cuando hemos llegado.

1:20h Christian: No me digas eso que saco el vale ahora mismo

1:20h Sofía: No, pero no tardes en usarlo.

1:21h Christian: Por supuesto que no. Es solo que me quedan pocos ya. 

Y hasta que vuelva a cumplir años aun faltan diez meses. 

1:21h Christian: He de racionarlos muy, muy bien.

1:21h Christian: Te dejo Sof, cojo el coche. Luego te escribo desde la cama.

1:22h Sofía: Ok. Por cierto, luego dime cuántos te quedan que ya he perdido la cuenta.

—¿Esta noche Lucas no va a Caprice? —pregunto al volver la atención al coche y pensando en que es viernes, suele ir a controlar y sin embargo me ha hablado de llamadas.

—No, es el primer viernes que se ha tomado libre en mucho tiempo. Ha delegado responsabilidad en el chico nuevo —me explica David.

—¿En Edu?

—Sí. Supongo que a largo plazo la idea es que Edu gestione las fiestas y controle los fines de semana por él. Él seguirá organizando, planeando y diseñando el calendario de eventos y fiestas, pero no tener que ir a pasar allí toda la noche será una mejora importante para su vida.

—Ya... y más si después de casarse piensan en tener familia —añado pensativa.

—Exacto. Imagino que en gran parte lo está haciendo por eso. No solo por el viaje de novios como plantea ahora. Es por mucho más, pero no le culpo. A nosotros también nos va de lujo no tener que ir por obligación cada vez que hay una fiesta. Como hoy, por ejemplo.

—Sí, mola ir cuando nos apetece.

Me quedo el resto del trayecto pensando en Fani y Lucas como padres. ¡Qué ganas tengo de que ocurra! Sin duda, será digno de ver. Como tengan una pequeña Fani creativa y loca como su madre, se pueden preparar. Claro que si tienen un pequeño Lucas la mitad de cachondo que el padre, ni aunque se preparen a conciencia conseguirán pararlo. 

Cuando llegamos a casa saludamos a Bothor, subimos a la habitación, nos ponemos los pijamas y, mientras nos lavamos los dientes, oigo que en la cama suena un mensaje de mi móvil.

Acabo rápido para ir a leerlo mientras David niega con la cabeza divertido y se queda terminando de enjuagarse. Siempre dice que nos mensajeamos mucho Christian y yo, pero él me tiene a su lado así que también tiene que entenderlo.

1:46h Christian: ya en la cama.

1:46h Christian: me quedan 3 :(

1:47h Sofía: ¡Uy! ¿ya hemos gastado 7? Ups. Pensaba que te quedaban más.

1:47h Christian: Fue la emoción del principiante, 

no pensé en que tenían que durarme un año :D

1:48h Christian: ¿Puedo pedir otro talonario de vales para reyes?

1:48h Sofía: Pídelo. Si eres bueno quizá te lo traigan.

David se mete en la cama y se tapa con el nórdico hasta el cuello. Las sábanas están heladas y yo me pego mucho a él para darnos calor mutuo mientras sigo escribiendo.

1:49h Sofía: Te tengo que dejar. ¿Soñarás conmigo?

1:50h Christian: Sin duda.

1:50h Christian: Te sueño día y noche, Sof.

1:0h Sofía: Te quiero. Descansa.

Pongo el móvil en modo avión, aunque rectifico cuando una idea cruza mi mente y lo dejo en línea en la mesita de noche. David me abraza fuerte y saca todo el aire que contenía sonoramente.

—¿Soy yo o últimamente te molesta un poco todo? —pregunto algo divertida aunque es algo que realmente me preocupa.

—No eres tú, pero tampoco es cosa de Christian. Soy yo, estoy gestionando mis cosas. No te has de preocupar por nada.

Acaricio su pelo y reparto besos suaves por su cuello.

—¿Qué son tus cosas? Cuéntamelas.

—Mucho mensajito, mucha noche a solas con él por culpa de los puñeteros vales que le regalaste por su cumpleaños, mucha complicidad, mucha tensión sexual, en fin, nada nuevo, lo de siempre. Ya sabes qué es.

—¿Son celos eso que suena de fondo? —pregunto haciendo como que agudizo el oído.

—Son celos, sí.

Dejo de repartir besos y me pongo un poco seria antes de preguntarle algo más.

—¿Qué puedo hacer para que estés mejor? ¿quieres que anule los vales que le quedan? Le quedan tres.

—Qué va, nena. No quiero que hagas ni dejes de hacer nada de lo que te apetezca o te haga feliz. Pero me voy a pedir para reyes un talonario de vales que anulen los suyos. Para cuando no me de la gana que te quite de mi lado una noche.

Me río con él pensando en que ambos están hablando de pedir talonarios a los reyes esta noche. Al final fue una idea tonta que se me ocurrió a ultima hora porque no tenía regalo de cumpleaños para Christian. A David le pareció bien cuando se lo comenté. Luego vimos cómo funcionaba en la practica y ya no le gustó tanto. 

Tal como se lo regalé usó el primer vale para esa noche, como era su cumpleaños nos pareció lógico y predecible. Lo que no esperábamos es que las siguientes tres noches también los usara. Parecía que no quería soltarme. Luego ha ido usando uno por semana. Casi siempre entre semana. Y así hemos gastado siete ya. Siete noches juntos a solas en su piso. Románticas, sexys, salvajes. Han sido todas bien diferentes, pero insuperables, a cada cual mejor.

—¿Pues sabes? si eres bueno igual te lo traen. Los reyes son mágicos.

—Soy muy bueno, ahora mismo te lo voy a demostrar.

Nuestros labios se encuentran y aunque estamos físicamente agotados por todo el trajín de embalar de hoy, nos dejamos llevar por las ganas que tenemos de disfrutar de nosotros. 

Sus labios son mi perdición, cuando me besa de este modo, tan íntimo, relajado, dulce y con un punto gamberro, podría pasarme horas sin darme cuenta. 

Me empieza a sacar el pijama y yo tiro del suyo así que al final cada uno se saca rápido el propio y enseguida volvemos a abrazarnos pero esta vez piel con piel. Mis manos acarician todo su torso descendiendo en busca de su erección y la masajeo con deleite en cuanto la encuentro. Él se pierde entre mis piernas y masajea toda mi zona erógena con suavidad pero aplicando presión. Nuestras lenguas siguen jugando a encontrarse y los jadeos se escapan entre los besos llenando toda la habitación.

Antes de que me pierda del todo en las sensaciones que me provoca este hombre y en el disfrute absoluto y privado de nuestros cuerpos, me viene algo a la mente.

¡Hola!

Aquí llega el tercer capítulo.

Como se queda a medias de algo muy 🔥🔥🔥, soy híper buena y estoy celebrando que este mes en Amazon llevo 120 pedidos de Vibrating Love, hoy tendréis también el capítulo cuatro ¡y sin retos! jejej pero si queréis, podéis dejarme muchos comentarios para agradecérmelo 😄

La verdad es que os merecéis todoooo ❤️

Ojalá que os guste.

Carol

PD: Os dejo los enlaces a Amazon por si queréis releer las primeras tres partes corregidas, editadas y con pequeños cambios que las han mejorado mucho 😊 También me ayudaría muchísimo que me dejaráis en Amazon valoraciones y 5 estrellitas!!! ❤️

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