Epílogo
Han pasado 5 años desde que entre a esta época.
No he podido regresar a la época a la que pertenezco.
Bueno las cosas aquí son diferentes. Muy diferentes.
Estos años me la he pasado en Berk, es La Isla en la que vivía, No quiero entrar en muchos detalles pero, al principio se me dificulto mucho, ya que no sabia muy bien lo que había hecho 15 años atrás, llegaron pequeños fragmentos en cada uno De mis sueños, hasta que por fin pude recordarlo todo, todos mis recuerdos De la época en la que me encontraba fueron remplazados por los que tenia, o mejor dicho tengo Ahora.
Sonrío al pensar en todo lo que he hecho y que en algún momento, Astrid ene este día al fin dará a Luz.
2 años antes.
—Entonces...
—¿Entonces que...?—arqueo una ceja en dirección de la rubia que esta frente a mi. —En verdad le pedirás matrimonio—No esta preguntando, lo firma.
—así es, por eso te pedí que, con tus poderes De Hielo, hicieras esas piedras para La sortija.
—Vaya Hipo—sonríe —No me imagine que fuera para esto, creí que seria para otras cosas tal vez una espada o hacha con incrustraciones De Hielo... Wooow
—Elsa, era de esperarse, Astrid fue la que atrapó el ramo en tu boda con Jack.
—Lo se Anna—La ojiazul voltea a verme—¿Y ya esta listo...?
—¿Que esta Listo?—Escucho La voz de astrid, por suerte elsa se quedo callada cuando vio que venia, si no, yo ya me hubiera precipitado a abrir mi boca.
—Hola Astrid, Hola Astrid, Hola Astrid—Sonrió amplia mente, tanto que estoy seguro que doy miedo o risa, ya que Anna se esta riendo—¿Que te trae por aquí? heee...¿My Lady...?
— ¿Por que tan misteriosos?— Coloca sus manos sobre su cadera, arquea una ceja y sonríe de lado— Ya, Suéltenlo.
— Heee este yo, veras hemmm— Me pongo nervioso, ya que aun no es tiempo de darle el anillo.
Antes que, de mi boca salga alguna tonteria, elsa interrumpe a tiempo.
— Le contaba a Hipo que....¡Jack y Yo seremos Padres! —y es verdad.
Justa mente antes de comenzar a hablar del anillo, Elsa me contaba que ella y Jack ya llevaban un mes de embarazo. Y me alegro por ellos porque pronto, habrá una pequeña Elsa o Un pequeño Jack. Sinceramente me gustaría que fuera una pequeña Elsa.
También esto me puso a pensar que si Astrid acepta nosotros, dentro de unos cuantos años, tal vez podríamos tener un bebe. Pero a la vez, sé que me pondría triste que nuestro bebe no conozca a su abuelo, el murió a manos de Drago mano dura, más bien a manos del que en ese entonces era el Alfa y de eso ya pasaron dos Años.
Horas más tarde, después de que Astrid se fuera con Elsa y Anna a Hablar sobre él bebe, le dije que la esperaba para dar nuestro paseo o más bien carrera a la hora del atardecer y esta vez, pienso pedirle matrimonio y que mejor que la carrera sea hacia el claro.
— ¿Lista My Lady? —Sonrió a la vez que me monto en chimuelo.
— Más que eso, ¿Esta vez hacia donde será la carrera?
— Emmmm ¿Qué opinas del Claro? Hace mucho que ya no vamos hacia haya.
—Buena Idea Hipo.
Una vez que estamos montados sobre nuestros dragones, emprendemos vuelo, yo tenía planeado ir lento para poder hablar mejor pero bueno, Astrid es quien lleva las riendas de esto, así que no me queda de otra más que seguir a My Lady.
Aún faltan unos minutos antes de que el atardecer se comience a hacer presente para dar paso a la noche. Volamos sobre berk y me complace saber que las cosas ahora ya son más fáciles y no se han complicado, el primer año fue difícil ya que no tenía idea de qué hacer con el pueblo, pero Todos me estuvieron ayudando, más que nada mi mamá y bocón.
No me había dado cuenta de lo rápido que llegamos al claro, Astrid ya estaba ahí. Apenas voy bajando ella me dice: — ¿Qué paso Hipo? Ibas muy distraído —Sonríe. Vaya, su sonrisa es lo que más me gusta ver en este mundo.
— Lo siento My Lady. Pero es que la verdad, estaba muy buena la vista de toda la aldea.
— Tienes Razón Hipo y llegamos justo a tiempo para el atardecer.
Nos recargamos en la sombra de un Árbol y ambos contemplamos el atardecer, Astrid, recarga su cabeza sobre mi hombro.
—Sabes... —Comienza — No me importaría congelar este momento.
Sonrió ante sus palabras ya que lo cariñosa no le sale muy bien a ella.
—Me alegra escuchar eso My Lady —Tomo la caja entre mis manos sin que ella se dé cuenta. — Pero es verdad, a mí también me gustaría congelar este momento, en especial perseguir el atardecer contigo.
Ella comienza a reír.
—Ya perseguimos el atardecer Hipo.
—Y fue sensacional.
—Sí que lo fue —Sonríe.
— Bueno, a lo que quería llegar es que, me gustaría unir mi vida a la tuya Astrid, para siempre.
—Hipo...estas diciendo lo que creo que es... —Tiene una gran sonrisa en sus labios y yo no tardo en corresponderla.
— Si Astrid—Muestro la cajita y al momento en que la abro, sus ojos se llenan de lágrimas— ¿Quisieras unir tu vida a la mía...?
—Oh Hipo...Esto es tan —Se lleva las manos a su boca y ahoga un grito — ¡Por todos los Dioses! ¡Si! Por supuesto que quiero unir mi vida a la tuya por el resto de mis días...
Le coloco el anillo en el dedo anular, ella comienza a admirarlo, sonríe al notar los detalles y reconocer que parte del anillo, está hecho con pequeños cristales de Hielo. Ambos nos fundimos en un gran abrazo, para después proseguir con besos y caricias, Le digo cuanto la amo y agradezco que haya aceptado, a la vez adoro verla tan feliz, nunca la había visto así y me alegra que el matrimonio sea la causa de ello, que yo sea la causa, es lo que quiero, verla feliz todos los días aunque sé que habrá veces que eso no será posible.
1 año antes.
Astrid aún sigue dormida, se ve encantadora, algo despeinada pero encantadora, ayer fue nuestra noche de bodas, al fin es la señora Abadejo. Sonrió al acordarme de las escenas vividas tanto en la fiesta como en nuestra intimidad.
Tengo unos minutos antes de que ella despierte, para admirarla más de lo que ya lo he hecho, toda ella es perfecta, desde su cabello hasta cada rincón de su cuerpo, es una gran suerte que ella este conmigo, que me haya aceptado, después de ser un...pescado parlanchín. Ella abre sus ojos poco a poco, hasta que se encuentra con los míos, dos piedras zafiro y esmeralda, ambos nos sonreímos y noto que las mejillas de Astrid comienzan a adquirir un tono carmesí, ambos estamos desnudos, ella no espera un segundo y cubre su cara con las sábanas blancas.
—Astrid —Rio —My lady, no hay nada de qué avergonzarse, estas hermosa toda tu.
Baja poco a poco las sabanas de su cara y sonríe timina, la verdad es que nunca había visto esa fase de Astrid. Una vez que esta su cara descubierta le doy un corto beso en los labios y me levanto de la cama.
—Hipo...
—¿Si My lady? —Volteo a verla.
—Hemmm tu... —Señala mi entrepierna.
—He... —Ahora yo me sonrojo y cubro mi entrepierna. Astrid inmediatamente comienza a reír a carcajadas y copia mis palabras.
—Mi Chico Dragón, no hay nada de qué avergonzarse, eres Hermoso todo tu —Sigue riendo y me guiña un ojo.
Y así pasamos el primer mes como esposos cada que teníamos algo de intimidad, ambos nos sonrojábamos o solo era ella o yo. Hasta que ya lo veíamos como algo normal esto de vernos desnudos y ya no había razón para sonrojarnos, solo nos dejábamos llevar por nuestras acciones.
Una mañana, recuerdo haberme acercado más a Astrid para abrazarla, pero grande fue mi sorpresa cuando al palmear a mi lado, note su espacio vacío. Me levante de golpe, hasta que escuche unos ruidos provenientes del baño, Era Astrid que le estaban viniendo algunas Arcadas, corrí para sujetarle el cabello, una vez que ella termino, regresamos a la Habitación.
—Creo que te cayó mal el estofado de Yak de anoche.
—También pensé eso el día de antier y ayer, pero hipo, ya son demasiadas coincidencias.
— ¿a qué te refieres...?
—A que creo que estoy embarazada. He ¿Hipo...?
Debió haber sido una gran expresión en mi cara, porque después de todo esa era una de las ilusiones que tenía.
Desde ese día, aparte de mis actividades como jefe, estaba más al pendiente de Astrid, me mostré muy sobreprotector con ella, pero como no serlo, ella ya cargaba con mi Hijo o Hija. Ciertamente Heather estaba igual que yo, había días en los que se desaparecía con Astrid y los Gemelos, cosa que, cada vez, me intranquilizaba, se cómo son ellos y conociéndolos estaba seguro que iban a hacer competencias. Y eso me ponía cada vez los nervios de punta, tampoco los comentarios de patán ayudaban en mucho.
Una Hora Antes.
El vientre de Astrid ya se ve muy abultado, se ve más hermosa de lo que ya es estando embarazada, y según Gothie, él bebe ya tiene que nacer alrededor de estas semanas.
—Hola Hipo —Entra a la habitación que tengo en la fragua. Estoy diseñando una silla de montar para el dragón de Anna, después de tanto insistirle decidió tener uno. Astrid, viene vistiendo un Vestido color beige, que ayuda a que su vientre se vea más y trae el cabello suelto, simplemente se ve hermosa, aunque ella no le guste usar vestido, pero Rapunzel insistió.
— Hola My Lady— Me acerco a ella La beso en los labios para luego besar su vientre — ¿Cómo estas Pequeño? —Comienzo a hablarle a mi hijo. Hace unos meses Gothi nos dijo que sería niño, nadie en berk sabe aún el sexo de nuestro hijo —Obviamente Gothi, Astrid, mi mamá, bocón y yo si lo sabemos — Willow, sabes que ya todos en la aldea comenzaron a Hacer apuestas sobre que serias, así que agradecería mucho que ya nacieras, arias muy feliz a papi —Sonrió.
—Seguro que sí, ya que estas apostando junto con patan y los gemelos Hipo Abadejo —Mi hermosa esposa coloca las manos sobre su cadera, un gesto que realmente le viene bien.
—Oh no le hagas caso a mami —Sigo acariciando su vientre y siento que él bebe da una patadita, eso hace que mi sonrisa se amplié más en mi rostro.
Entonces, Astrid se comienza a quejar
— ¡Ahhhhhh Hipo! ¡Él bebe!
— ¡Él Bebe! —Lo primero que hago es Cargarla hasta la salida y hablarle a chimuelo.
Estoy Feliz pero preocupado a la vez. Subo primero a Astrid y después me subo en chimuelo, Vamos volando lo más rápido que podemos hasta que llegamos a casa de Gothi, al llegar, Gothi, al parecer ya sabía que iba a nacer el pequeño Willow porque ya nos estaba esperando, entre con Astrid a su casa y la recosté en la cama, me quise quedar con ella pero gothie me saco, lo último que hice fue darle un beso y esperarla afuera.
Después de unos minutos, llegaron Heather, Elsa y Jack con la pequeña Sonya, Anna, Rapunzel, Merida, Los gemelos, Patan y Patapez.
— ¿Cómo esta Astrid?
— ¿Ya nació?
—He...No lo sé, apenas hace unos minutos que Salí de ahí porque gothi me hecho.
—Creo que hizo bien, te pones muy nervioso Hipo —Heather palmea mi hombro —Estarán bien, Astrid es muy fuerte.
—Y valiente —Opina Jack.
—Exacto, Muy Valiente —Heather intenta tranquilizarme y lo está logrando —y sé que esa pequeña que ella espera, lo será más.
—Espera, ¿Pequeña? —Se sorprende Brutacio —No, será niño.
—Bueno yo creo que será niña —Se defiende Heather, y Elsa, Anna y las chicas a Excepción de Brutilda la apoyan.
—Con que este sano, estará bien, si es niño o niña, aun así lo querrán como quieren a la pequeña sonya —Sonríe mi mamá —Hola Hipo.
—Ma, Hola —La abrazo —Volviste del viaje.
—Claro que si cariño —Despeina mi cabello y este simple gesto hace que mis preocupaciones desaparezcan —Apenas llegue, Eret me dijo que ya estaban acá.
—Que rápido corren las noticias en Berk —Sonrió de lado. —Pero me pregunto cómo fue, si no nos hemos movido de aquí —Frunzo el ceño.
— ¿Entonces seguimos enviando la noticia? —Pregunta brutacio a Brutilda quien está amarrando un papel a la pata de un Terror terrible.
—Por supuesto que si Bruto.
—Eso explica todo —Dice Merida.
—Chicos ¿Qué hacen?
—Hipo, estamos infundiendo el mensaje de que ya va a nacer el nuevo heredero al trono de Berk.
—Sí, creo que era de esperarse.
—Oh tranquilo hijo, Lo hacen porque al igual que tu están emocionados —Sonríe mi ma —mamá.
Después de unas tantas horas de espera, Gothie me dice que ya puedo entrar. Cuando entro veo una escena que se quedara guardada en mi memoria para siempre, el día del nacimiento de mi primer hijo.
Astrid esta recargada en el respaldo de la cama, con mi hijo en brazos, alimentándolo. Es un hermoso varón de cabello rubio, los ojos aún no he podido verlos. Al acercarme intento verlo, pero él está mamando del pecho de su madre con los ojos cerrados.
—Son Verdes, unos hermosos ojos verdes como los tuyos —Astrid responde a lo que había estado pensando, y es como si mi hijo haya escuchado a su madre, como si tuviera conciencia de que yo estoy presente, Abre sus ojos y se detienen fijos en mí. — ¿Quieres Cargarlo?
—Si... —Astrid me pasa al niño, yo lo cargo con extremo cuidado, creí que lloraría pero no, se comportó muy tranquilo, mis ojos se comienzan a cristalizar y una enorme sonrisa asoma mis labios, inmediatamente él bebe me devuelve la sonrisa —Es Perfecto, al igual que tú.
—Y que tú. —Sonríe.
—Bienvenido a Berk Willow...
Fin.
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