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Capítulo 98

"¿Realmente quieres hacer esto?" Me preguntó la joven.

"Solo hazlo…" dije esperando a que empezara.

Unos segundos después empezó a moverse. Empecé a sentir pánico al subir.

Cuando estaba a punto de entrar en caída me arrepentí.

"¡Quiero bajar!" Dije sabiendo lo que pasaría después. "No será tan ma-" un agradable sujeto intentó tranquilizarme pero en ese momento la montaña rusa entró en caída.

Tres minutos después salí con los mechones más largo de mi cabello de la parte de delante como cuernos debido a lo alto que los dejó el viento.

"Te ves gracioso…" dijeron los asiáticos al recibirme en la entrada de la atracción.

"Ustedes cayense" dije irritado mientras bajaba los mechones de cabello. "Al menos ya cumplí otro sueño, las montañas rusas de Asia y mi país son cosas de niños en comparación a esta" señalé a la monstruosidad que tenía a mis espaldas.

"No haz visitado muy bien China" dijeron los chinos.

"O Japón" dijo el japonés.

"Japón es como mi tercera casa, estoy seguro de que las montañas rusas no son iguales" con seguridad afirmé.

Después de una pequeña pelea en japonés, con el japonés, seguimos la encrucijada.

Aunque en el camino nos detenían cada dos pasos, siendo, después de mucho el momento en el cual no nos detuvieron, exclamé en broma. "¿No podemos ser más discretos?"

"Tendrías que comprar muchos tintes negros" dijo el líder. "Y muchas gorras" dijo el japonés. "Ya entendí, no hacía falta enumerar los elementos" dije mientas los más pequeños contaban a todos los miembros.

Hablando de pequeños, todos los más jóvenes teníamos, en promedio, la misma edad, y sin complicarles mucho la vida, solo dije en un momento aleatorio, que podían hablarme informalmente, últimamente lo aleatorio es lo mío.

En un principio casi todos me tenían miedo, cuando vieron el lado que no muestran las cámaras terminaron por tratarme igual que cualquier miembro, en el proceso ganándome la poca atención de Haechan, y los golpes de unos cuantos, además del cariño no esperado de Ten, pero que no se niega, hubiera sido pecado hacerlo.

Además, este último tiene un pasado muy parecido al mío.

"¿Quien quiere ir a eso?" Señaló Mark la atracción de caída libre.

"Yo no" dije.

"Yo tampoco" dijeron unos cuantos al unisono.

"Bien, entonces iremos" dijo Johnny, el líder provisional.

E increíblemente todos le seguimos, y sin saberlo ya estábamos subiendo, esperando la caída que haría probablemente desmayar a más de uno.

Y aunque ninguno se desmayó, al bajar unos cuantos vaciamos nuestros estómagos dejando el almuerzo en un sitio que, no esperábamos hacerlo cuando estábamos metiendonos la comida a la boca.

Pero, muchas cosas no salen como se esperan, después de volver a tener conciencia, me separé del grupo, yendo al hotel por unas horas a recuperar siquiera el color.

En el proceso de volver a mi estado normal, quedé profundamente dormido.

Me despertó una lejana canción a la lejanía, enterandome al verla que era una de las alarmas que tenía en Corea pero que había dejado programada para un mes después, las cosas que le pasan a una persona como yo son muy curiosas.

Me di un pequeño baño y salí fuera, aún tenía que hacer algo antes de regresar.

Por suerte, a las nueve de la noche en plena Chicago, nadie me detuvo, llegué a la parada sin mucho problema.

Empecé a caminar por toda la joyería buscando la pieza correcta.

Aunque mi sentido más fashionista salió a la luz cuando venía muchas cosas, me enfoqué.

Ví el anillo perfecto, aunque el precio era de cinco cifras, lo valía.

Una pequeña pieza dorada con una gema morada muy bien envuelta teniendo mucho detalle.

La compré, teniendo el más sumo cuidado para no perderlo, me lo coloqué en el dedo meñique, y guardando la pequeña caja en uno de mis bolsillos, a pesar de ser un anillo muy fino, en cuanto a termino de clase, también era muy distintivo, no era masculino, pero mis manos no lo eran, por lo que encajaba a la perfección.

Caminé sin rumbo fijo, sin destino, me senté en una banca al costado de una calle muy transitada en cuanto a transeúntes y autos.

Junté mis ambas manos, recordando lo tanto que extraño el tacto de las suyas.

Y justamente por eso regresaría.




















Lo siento por el relleno corto X3

Desde el próximo capítulo empieza el drama y habrá más contenido, lastima que solo dure dos capítulos más.

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