La premiación empezó, todos nos vestimos de gala, la agencia estaría de fiesta debido a la gran cantidad de premios seguros que acumulamos.

En la alfombra roja, Twice tomó sus fotos, respectivamente en su turno, después, las solistas, y Momo, en compañía de mi, nos tomamos las respectivas fotos.

Solistas de Twice impulsadas por mi persona;

Jihyo con baladas suaves y ciertas canciones más movidas, con toda su potente voz.

Chaeyoung escribiendo canciones y cantando, rapeando y arreglando acordes, siendo está, con la cual más facilidad tuve de impulsar y trabajar.

Dahyun, siendo la más popular entre las solistas.

Nayeon y Jeongyeon como un misterioso dúo al cual empujé muy forzadamente pero que al final terminaron disfrutando de eso y terminaron pidiéndome más regresos, en el poco tiempo que tienen, siendo las penultimas solistas, tienen la mayor cantidad de canciones registradas.

Y la última, Momo, nuestro pequeño mini album y videoclip logró colocarse de primeros lugares por al menos, en promedio, una semana en todas las listas.

Entramos al salón, inundando nuestros ojos de tantos colores en pantallas por todos lados.

Presentación tras presentación, Jeongyeon, Jin, Hoshi y Chanyeol presentaban las presentaciones, aunque en más de una ocasión los presentadores se tuvieron que quedar a su propia presentación grupal.

Siendo Jeongyeon no una excepción, entrego un premio y sin transición alguna, empezó la actual canción de Twice.

Al terminar ellas, empezó mi presentación después de una pausa comercial, con una bonita y suave transición la pista cambió, apareciendo Momo con un efecto el cual dejó perplejo a todo el mundo, puesto que pareció que hubiera salido de la nada de detrás de mí.

La coreografía empezó.

"Vaya, era verdad cuando decías que sería mucho esfuerzo físico para ti…" dijo mirándome tirado en el frío y ahora empezando a ahora tentando a ser cómodo suelo de madera. "¿Cómo es posible que te tome unas horas aprender nuestra coreografía pero a la vez si dejas de practicar unos días y ya pierdes el ritmo completamente?"

"Agh…" solté todo el aire que tenía en mis pulmones y volví a inhalar nuevo aire. "De la misma manera que en unos días puedo llegar a tener tu técnica desde cero" dije acurrucándome esperando dormir ahí.

"Realmente no te entiendo en lo absoluto" dijo sentándose a mi lado. "De hecho no recuerdo bien como me enamoré de ti en primer lugar" empezó a acariciarme el cuero cabelludo. "Sigo sin entender de donde locamente me enamoré de ti de un día a otro… pero da igual, me enamoré y lo sigo estando, eso nunca lo va a cambiar nadie" A camino de sus últimas palabras me dormí debido a la extrema comodidad que me brindó el suelo y el golpe crítico que causó el que empezará a masajearme el cabello.

Cuando desperté debido a un as de luz en toda mi cara, senté un peso encima, y era JinSol, la cual había dejado a cargo de Jae la noche anterior, quien aceptó con gusto.

Debido a que nuestra agenda como ídolos se iba a apretar mucho, con tan solo tres años, tal como Momo, la inscribí a una clase especial de baile en la compañía, además de haber terminado ya el papeleo de su colegiatura, ella estaría más ocupada dándome tiempo de mis prácticas.

Cuando mi cuerpo entró en harmonia con mi mente, noté que estaba en el sofá.

El como llegué ahí, y como llegó JinSol fueron un misterio.

Hasta que recordé que los líderes de las bandas, y muchos otros tenían mi código, siendo el niñero Jae el primero en tenerlo.

Jihyo muchas veces entró de improviso y tuvo malas experiencias viendo lo que hacíamos Momo y yo, a día de hoy, sigue entrando como si fuera su casa.

Debido al gran retraso que tenía en práctica para la premiación, fuí al salón de baile sin siquiera haberme visto en un espejo, practiqué hasta abrirme el apetito, o al menos, eso pensé, me desmayé en el proceso.

Cuando volví a despertar, tenía a Momo llorando encima de mí y a Jihyo junto a Nayeon y Jeongyeon.

"¿Qué pasó?" Dije en japonés con cierto indicio de que no sabía ni dónde me encontraba.

"¡Ten más cuidado!" Dijo Momo aún llorando en mi pecho.

Recobré la racionalidad mucho más rápido debido a eso.

Cuando empecé a calmar a Momo, me intenté levantar, pero mi estómago dolía como un auténtico infierno en mi interior.

Otro intento más de levantarme terminó por sacar todo la comida de ayer, pero, en el proceso, limpiando el dolor interior.

Media hora después me encontraba limpiando el salón de baile con un gancho en la nariz. Después de asegurar que me encontraba bien a las chicas, pude empezar los labores de limpieza.

Un gran rato después de ventilar la habitación, volví a las concurrentes prácticas, eso sí, después de un gran almuerzo que podría incluir el desayuno que saltee, y la cena que evacúe. Cortesía de las chicas preocupadas por mi salud.

No me tomó mucho hasta llegar otra vez al punto de perfección de la coreografía.

De un momento a otro empezé a elevar el ritmo incluyendo práctica vocal, empecé a tener más soltura, más relajación.

En el escenario, ambos estábamos bailando de una forma uniforme y simétrica.

Mis vocales empezaron a inundar todo el gran salón lleno de gente.

Nuestros movimientos se fueron acercando más, mi turno en el micrófono había acabado.

Eres el turno de mi compañera, expresando su potente voz en vivo frente a todos.

Cuando terminó su vocalización, entró la parte de baile, trayendo consigo a más de una docena de bailarines de apoyo.

El rap de ambos sorprendió a más de uno, demostrando que no solo somos vocalistas cualquieras.

Y la parte más emocionante de la canción llegó; el final editado y alargado.

Cuando todo el mundo estaba preparado para aplaudir, el audio hizo una subida regresando al baile, dejando un solo por parte de ambos perfecto.

Además de una última linea de vocalización a la cual al final incluí una gran nota alta para cerrar tal espectáculo.

En la gran nota final terminé por durar un segundo más que el esperado, dejando mi voz en primer y único plano, al acabar todas las luces se apagaron.

Detrás de tal despliegue quedaron dos gargantas resecas, dos cuerpos en extremo cansancio, pero al menos, dos felices tontos de haber demostrado que si podían alcanzar aún más.