Capitulo 4.
Con muy buena ayuda de Chan logré ver un poco más de la mega metrópolis en la cual me encontraba. Ya al menos podría salir un poco y no perderme sin un GPS.
Mi teléfono comenzó a sonar, era una llamada entrante de Jae.
"Ven a la dirección que te enviaré, cenaremos ahí.
Arreglate un poco antes, conocerás gente importante."
Y así sin más colgó y a los segundos llegó un mensaje con la dirección que mencionó.
—Chan, ¿cuando alguien dice "arreglate" aquí, a que se refiere? — pregunté.
—Además de ponerte ropa un poco más elegante que eso que llevas, maquillarte un poco supongo. Aunque tú no lo necesitas, ya así eres todo un jugador— dijo señalandome, en cada aspecto.
— ¿Ya lo dices por molestar no? — con sarcasmo, pregunté.
—Un poco si quizás— dijo. — es divertido molestarte, debido a que aún no te acostumbras al respeto de este país puedo hacer estas cosas contigo— dijo sin mucha importancia para él.
—Bien, me tengo que ir, hasta mañana en las clases— dije un poco ofendido por ser el juguete de alguien, aunque me divertía de igual manera.
Chan asintió y se fue caminando, con dirección a no sé dónde, por mi parte, también me fuí, pero en dirección a la empresa, me cambié y fuí al salón que está dentro, ahí pedí que me maquilláran un poco, por suerte aclarar "un poco" fué bueno.
Tomé un taxi y como aún no sabia decir en coreano las direcciones, le mostré la dirección, obviamente traducida al coreano. Jae me las envió en letras romanas.
Al llegar al lugar, por muy poco no me dejan fuera, visto lo visto, era muy exclusivo, si Jae no hubiera salido a buscarme no hubiera pasado.
Dentro pude comprobar que era muy elegante, he visto decoraciones hermosas, esto venía después, el mármol, pinturas y incluso alguna que otra estatua hacia parecer a este restaurante en un museo quitándole las meses. Aunque quizá lo era de día.
Caminamos un poco hasta llegar a una sala más apartada, habían mesas, pero la mayoría no estaban sentados, habría al rededor de cuarenta personas en total.
Cuando llegue supe casi instantáneamente que estaba entre idolos, los delata la belleza y los tintes.
—Come, lo que quieras, dentro de un rato hablara JYP— señaló una mesa y me dejó ahí yéndose a otro lado rápidamente.
Había una gran mesa en una pared con mucha comida. Incluso la mesa estaba de manera impecable.
Y tal como lo dijo fue directo a la mesa de la comida. Eran al rededor de las 9PM y yo no había cenado, mi hambre era la suficiente para comerme media mesa, aunque a los que estaba viendo también quisiera comerlos, pero eso es otro tema.
Mientras me estaba dando mi festín, aunque discretamente note que había una chica que también estaba en las mismas. No tenía cara de ser coreana, pero aún así esa cara podría haberme hecho derretir ahí mismo.
—¿Es lindo no?— Dijo una chica en japonés, entrando en el escenario, es corea, país de habla coreana en su grandísima mayoría, el inglés es el segundo idioma predominante, Japón está a un lado pero, ¿Quién podría pensar que alguien ajeno a ambos países hablara el japonés en corea?
—¿ Es Broma? Decir que lo es sería decir poco— respondió otra chica aún en japonés.
—Y come tanto como tú, creo que ya tienes futuro esposo— Solté una pequeña risa que intente que fuera discreta, pero me descubrieron. Dudé de si era conmigo pero cuando dijo eso de "come tanto como tú" sabía que era yo. Era el único en la mesa atragantandome de comida.
—Yo tambien amo la comida— dije aún riendo y en japonés.
La que estaba comiendo se puso tan roja que si no fuera por la iluminación que es de un tono un poco roja cerca de esa mesa, todos habrían notado eso.
La otra estaba riendo a más no poder, me empezó a contagiar la risa también.
—Se hablar japonés, si querían que no me diera cuenta lo hubieran dicho en coreano— Eso también lo dije aún riendo.
Se acercó la otra chica, la que no estaba comiendo, se presentó, se llama Minari, dijo que la otra avergonzada es Momo, ambas son japonesas.
Después de eso seguimos comiendo, aunque esta vez Momo y yo al menos hablábamos mientras, nada interesante, pero sí gracioso.
La cena terminó con un discurso de JYP dándole la bienvenida a Day6, el nuevo grupo de JYP Entertainment. Todos los presentes eran integrantes de otros grupos. Eso explicaba mucho.
Me despedí de las japonesas, de las cuales al menos sabía el grupo al cual pertenecían.
—Ellas son demasiado, playboy— susurró Jae pasándome por un costado.
Me indigné con Jae, ya ese apodo lo estaba empezando a odiar y solo lo había escuchado de hoy.
—¿Tú también?— pregunté indignado, otra de las ultimadamente tantas.
—Solo digo los hechos— alzó sus manos levemente en señal de inocencia. — tus hechos— me señaló siguientemente.
—Bien, pues los hechos son otros, ahora llévame a dormir que me muero de sueño— pronuncié de mala manera. No en el ámbito de tono, si no en cuanto a pronunciar mal las palabras.
— ¿Sabes que aquella bebida de allá era alcohol, no? ¿No bebíste mucho no? — preguntó oliendome.
Aquí, había un pequeño gran problema, aunque todavía puedo pensar bien, me tomé varios vasos de esa cosa, quizá por eso tenía sueño. Odio el alcohol pero eso sabía a todo menos a alcohol.
—Creo que sí hay un pequeño problemita— dije.
—Bien, vamos a dormir antes de que alguien se entere que tomaste, te falta un año para eso aquí— dijo mirando a los lados, intentando que no se notará.
Por suerte Jae pensaba lo que por culpa del alcohol yo no podía y nos llevó al dormitorio.
Al día siguiente.
Me levanté con impulso, no sé porque, pero me di un gran golpe con la litera de arriba, extraño, pues yo duermo arriba.
Si ya tenía dolor de cabeza por la resaca ese golpe me revolvió los pensamientos, diria ideas, pero mi cerebro no llega al nivel de tener ideas en este instante.
Había una nota al lado de la cama con una bolsa debajo.
"Tienes el día libre, se lo pedí a JYP por ti, aquí hay medicina para tu estado, tendrás que ir a comer fuera porque en la cafetería no hay nada que te sirva"
Parecía todo un padre Jae.
Tomé la medicina y salí con lentes oscuros, no estaba así de muerto pero aún así no era mi mejor condición.
Encontré un restaurante no muy alejado. Por suerte tenían sopa, además de que era lo que necesitaba al menos podría recordar un poco de la comida que si conocía.
Después de desayunar o almorzar, aún no tenia claro ni que hora era, fuí a un parque que estaba enfrente a donde estaba, necesitaba algo de paz y soledad.
Casi me quedé dormido de tanta paz, quizá no tenía que pedir tanto.
Para aprovechar el día libre me puse a investigar algo de Twice, el grupo de las chichas que había conocido ayer.
Las vistas en sus vídeos por pocos hicieron que se me calleran los lentes.
Yo era un simple mortal en comparación a todos anoche.
Estaba escuchando alguna que otra canción de ellas y note que en la banca que estaba a unos quince metros habían dos chicas mirándome, cosa común últimamente, no le presté atención.
Tenía puesto los auriculares, me levanté y empecé a caminar otra vez.
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