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Tex Kogane

Una vez pasada la diversión de Halloween, los alumnos de quinto y séptimo retomaron sus arduas horas de estudio para los T.I.M.O.S. y É.X.T.A.S.I.S. La latina se encontraba estudiando Transformaciones con Severus y Lily en la biblioteca. La pelirroja estaba ocupada explicándole al azabache, pero al parecer el chico tenía problemas para comprender lo que su amiga le decía.

—¡Me rindo! —exclamó enojado Severus

Lily le tapó la boca con una mano mientras que con la otra le pedía silencio, lo último que querían era que la Sra. Pince los echara por "ruidosos". Una vez se calmo Severus, la pelirroja le quitó la mano de la boca.

—Cinco años y todavía batallo con esta asignatura —murmuró frustrado el chico

—Tranquilo, Sev. —dijo la pelirroja, posando una mano sobre el hombro de su hermano—. Nadie puede ser perfecto en todo, lo importante es que puedas pasar el T.I.MO. sin problemas

—Lily, no puedo conformarme solamente con aprobarlo y ya ¡debo mejorar!

La pelirroja soltó un suspiro de resignación, Severus era muy obstinado. Alex levantó la mirada de sus apuntes y le prestó atención a la conversación; recordó de nuevo que su profesor le había dicho que una chica que conoció en quinto año le ayudo mucho en Transformaciones, al parecer era el momento de interferir. Se acercó a Severus, llamando la atención de los amigos, y comenzó a explicarle. Para asombro de ambos, el chico comenzó a entender lo que la latina le explicaba. La más impresionada era Lily, desde primer año había usado cualquier método que se le ocurriera para ayudar a Severus con Transformaciones, pero nada resulto y ahora llegaba Alex y le enseñaba al chico así como si nada.

«¿Podría ser esta una señal de que los dos están hechos el uno para el otro?» pensó Lily tratando de ocultar su emoción ante tal pensamiento.

Estuvieron estudiando hasta la hora de la cena; recogieron todo y devolvieron los libros. De camino a la salida, se toparon con un alumno de Hufflepuff que iba ingresando a la biblioteca, quien estuvo a punto de chocar con Alex.

—¡Lo siento! —se disculpó enseguida el chico

—Tranquilo, no paso nada —aseguró la latina

—¡Tex, hola!

—¡Hola Severus! Oye, en el baile de Halloween no pude felicitarte por ese asombro disfraz. Estabas rodeado de admiradores

El aludido se ruborizo, todavía había gente que se le acercaba para halagarlo por el atuendo del baile de Halloween. Lily y Alex miraban sorprendidas la interacción de ambos chicos; para ser su mejor amigo, la pelirroja desconocía la vida social de su hermano. Y en cuanto a Alex... no se esperaba que el azabache fuera amigo de alguien que no fuera Slytherin.

Severus se dio cuenta de la reacción de las chicas. Se aclaró la garganta antes de hablar.

—Tex, quiero presentarte a mis mejores amigas: Lily Evans y su prima Alex Jones. Chicas, él es Tex Kogane, es de Hufflepuff un año mayor que nosotros.

El Hufflepuff miro a las primas y ellas a él. El chico era alto, con cabello corto y oscuro, ojos azulados y una buena complexión física que se obtenía practicando quidditch. Lily lo saludo estrechándole la mano. Alex también se la estrechó, pero al momento de hacerlo, algo extraño paso: la magia de ambos se inquietó, era como si se reconociera. Alex y Tex se soltaron y se miraron desconcertados.

—Eh... Jones ¿de dónde dijiste que eres?

—De México

—¿Y, además de Evans, no tienes más familiares aquí?

—Uh... que recuerde, no

—Tex, Alex ¿sucede algo? —intervino Severus

El Hufflepuff no contestó. Miró al chico y las primas, y sin más, dio media vuelta y se alejó. El azabache y la pelirroja se miraron confundidos y después a la castaña que estaba más intrincada que ellos.

—Alex... ¿qué acaba de pasar? —preguntó el Slytherin

—Es lo que yo quisiera saber —contestó la latina

—Será mejor que vayamos a otro lugar para hablar de esto con más calma —sugirió la Gryffindor.

Ambos Slytherin asintieron. Fueron al Lago Negro y se sentaron a la sombra de un haya.

—Bueno... no sé que paso exactamente. —comenzó a explicar Alex—. Cuando Kogane y yo estrechamos las manos, sentí extraña mi magia. Era como si lo reconociera, como si fuera... familiar

Severus y Lily se impresionaron con la información. El chico enseguida tuvo una idea de lo que podía ser, pero necesitaba estar seguro.

—Alex ¿podría ser que tú y Tex estén emparentados, pero no lo saben? Eres hija de muggles, así que puede existir la posibilidad de que sean primos lejanos o algo así. Porque ese tipo de reacción solamente sucede con familiares.

—¿Estas diciendo que mi magia reconoció a Kogane como mi pariente?

Severus solo asintió. Alex estaba cada vez más sorprendida, pero entonces se le ocurrió algo: ¿podría ser la razón por la que Voldemort dijo que ella era su nieta y en cuanto le puso una mano encima en el cementerio apareció esa extraña marca tenebrosa en su rostro? También se le vino otro pensamiento que la asusto: ¿acaso la habrían secuestrado y/o abandonado con una familia muggle para que la criaran como su hija o la cambiaron de bebé?

«Esto ya parece telenovela ¡y es una locura!»

—Alex ¿qué tienes?

—¿Eh? —la latina miro a sus amigos, quienes se veían preocupados—. Sí, solo algo confusa todavía con lo que paso con Kogane ¿por qué?

—Porque de pronto tenías la mirada ausente y te pusiste pálida —contestó Lily

—¿Segura que estás bien? —insistió Severus

—Sí, no es nada

No los convenció, pero ellos tampoco presionaron con el tema.

El tiempo pasó, estaban a dos semanas de que comenzaran las vacaciones navideñas. Por primera vez en su vida, Severus iría a casa para las fiestas, les avisó a las chicas que el Sr. Rickman las invitó y a la familia de Lily a pasar Navidad y Año Nuevo con ellos. Antes de que Lily pudiera decir algo, el azabache le aviso que su tío hizo la invitación directamente a los Evans y ellos aceptaron con gusto. Al escuchar eso, Alex se tapó la boca con el puño para contener la emoción. Como si fuera poco el tener que pasar el verano con su actor favorito, ahora lo pasaría en las vacaciones decembrinas

«¡Esto es lo mejor que me ha pasado en la vida!» pensó emocionada la chica.

«¡Chale! Yo pensé que lo mejor que te pasó en la vida fue conocerme. Que manchada.» contestó Metstli en su cabeza

«Ay perdón, señorita sentida»

En la tarde, la latina y la brije fueron a dar un paseo por el Lago Negro mientras que Lily y Severus asistían a una reunión del Club de las Eminencias. Caminaron por un largo rato a la orilla del lago, cerca de los límites del Bosque Prohibido.

—¡Jones!

La aludida volteó y se encontró con ese chico Hufflepuff que hacía poco conoció, que Severus le presentó.

—Hola Kogane

—Hola. Vaya, es extraño verte sin Severus o Evans

—Están en una reunión del club de Slughorn

—Bueno, eso lo explica

—¿Qué te trae por aquí?

—Quisiera habla contigo de lo que pasó el día que nos conocimos en la biblioteca. ¿Te parece bien?

—S...

—¿Quién es este?

Ambos adolescentes bajaron la mirada hacia Metstli. Alex se tensó, puesto que se suponía que la brije tenía que haberse escondido ya que nadie debía conocer su existencia, mientras que Tex miraba asombrado a la criatura. Nunca había visto nada igual.

—¡Increíble! ¿Qué o quién eres?

—Me llamo Metstli y soy una brije. —se presentó con alegría la loba—. Soy una criatura mágica mexicana

—Asombroso —dijo emocionado el chico.

Se arrodillo ante Metstli y con cuidado acercó la mano a la loba. La brije entendió lo que el extraño quería hacer, así que con cuidado acerco su hocico hacia la mano del chico, la olfateó y se dejo acariciar.

—¡Es muy linda! —comentó Tex. Metstli movía la cola con alegría. El chico dejó de acariciar a la loba, se puso de pie y se encaró a la latina—. Entonces ¿dónde podemos hablar?

Alex guió a Tex hacia el haya donde ella y sus amigos siempre se sentaban, seguidos por una muy confundida brije. Se sentaron a la sombra del árbol en silencio. Era un tema importante que necesitaban hablar, pero ninguno de los dos sabía como abordarlo. Metstli miraba a los humanos cada vez más perdida en la situación.

—Oigan, lo que sea que vayan a hablar ¿podrían hacerlo ahora? No entiendo nada y ya me estoy hartando de tanto misterio

Los adolescentes miraron a la loba y luego entre ellos. Tomando el consejo de la loba, Tex habló primero.

—Alex ¿en realidad eres hija de muggles?

Humana y brije miraron sorprendidas al Hufflepuff, pero por diferentes razones: Alex comprendiendo las intenciones detrás de esa pregunta y Metstli sin saber porque rayos le hacía una pregunta así. La castaña apartó la mirada del chico y la centro en el Lago Negro; después de lo sucedido en la entrada de la biblioteca y lo vivido en su época gracias a Voldemort ya no estaba clara de su vida.

—La verdad... ya no estoy tan segura. Ni siquiera sé si realmente soy de México...

—¡Claro que sí! —interrumpió molesta Metstli—. ¡Alguno de los dos ¿podría explicarle de qué demonios están hablando!?

Alex y Tex le contaron de la extraña sensación que sintieron al estrecharse las manos el día que se conocieron. Metstli estaba sorprendida, pero después de lo que su humana vivió cabía una posibilidad de que fuera cierto. Pero de ser así ¿cómo era posible que pudiera tener magia de un país si su familia no era nativa de esta?

La loba se acercó a los humanos, tomó su apariencia humana (ignorando la exclamación de asombro de Tex) y miró a ambos adolescentes con seriedad.

—Acomódense mirándose de frente —los adolescentes obedecieron—. Agárrense de las manos. Unos a otros conmigo

—Metstli

—¿Qué? Solo quería liberar la tensión

El chico miró a la castaña con una clara expresión de duda, a lo que la latina solamente le dijo "no preguntes".

Los adolescentes obedecieron a la brije. Al estrechar sus manos otra vez esa extraña sensación regreso y su magia se aloco, como si reconocieran al otro después de años de no verse. Metstli tomó las manos entrelazadas de los jóvenes y cerró los ojos. La marca del cuello de la brije y del brazo izquierdo de Alex comenzaron a brillar.

Tex estaba asombrado con lo que veía, nunca había experimentado con magia de otro país, excepto la que su madre le mostró debido a su ascendencia japonesa. De pronto Alex y Metstli comenzaron a portarse extraño, era como si lo que fuera que estuviera pasando les doliera.

La brije estaba buscando algo que le indicara que ese chico fuera pariente de su humana y al parecer encontró algo, pero parecía bloqueado, oculto, como si alguien lo hubiera sellado dentro de Alex para nunca salir. En cuanto a la latina, sentía la intromisión de la magia de la loba a la vez que era consciente, por primera vez, que había algo escondido en su interior. Sentía la magia de Metstli luchar por liberarlo, y lo que fuera reconocía a Tex como alguien suyo... algún familiar perdido y que por fin encontró.

Gracias a lo que fuera que estuviera en Alex, el Hufflepuff lo pudo sentir, pero como algo lejano y que su magia quería alcanzar. Metstli se esforzaba por liberar esa magia dentro de Alex, pero al intentarlo hizo que por su cuerpo corriera una fuerte energía que se sintió como descarga eléctrica obligándola a soltar a los humanos y regresar a su forma animal.

Al ver la reacción de su brije, Alex soltó a Tex y se acercó preocupada a la loba.

—¡Metstli! ¿Estás bien? ¿Qué pasó?

—Eso creo. Fue muy extraño, parece que tienes un bloqueo.

—¿Un bloqueo? —repitieron Alex y Tex

—Al principio me pareció que se trataba de un encantamiento glamour. Pero este se siente diferente, porque por lo que entiendo, ese hechizo es para cambiar de apariencia. No obstante, pareciera que al lanzarlo se oculto parte de tu magia, particular, que solo se transmite de generación en generación.

El asombro se hizo presente en el rostro de los adolescente, más en Alex. Esa confesión la asusto y la verdad le cayó como un balde de agua fría, además de explicar su situación: Ella en realidad no podía ser hija de muggles. Las personas que la criaron durante toda su vida en realidad no eran sus padres, no podían serlo, sobre todo con la afirmación de Voldemort de que ella era su nieta. De ser así ¿quién era su familia? Si lo que Metstli decía del encantamiento glamour era cierto y que causo cambios en su magia eso explicaría porque tenía una brije.

Tex también estaba concentrado en sus pensamientos. En el verano su madre le reveló secretos de su familia que por años le oculto, como el hecho de quién era su verdadero padre y la razón por la que nunca le habló de él. Ahora que lo sabía, y lo que sintió al conocer a esa chica, tal parece que su madre no fue la única en ser engatusada por su "padre".

Vio la expresión de la castaña y al parecer ella descubrió cosas desconocidas para ella. Llamó su atención tocándola del hombro y le sonrió comprensivo.

—Tal parece que tú y yo somos parientes. Si te lo ocultaron, creo saber la razón y es comprensible.

—¿De qué hablas?

Tex iba contestarle, pero de pronto se escucharon gritos llamando a la latina. Los adolescentes y la brije voltearon y vieron a Severus y Lily acercarse a donde ellos estaban. Se pusieron de pie y esperaron a los recién llegados.

—¿Cómo les fue con Slughorn? —preguntó Alex

—Aburrido como siempre —contesto Severus—. Lo de cada reunión, el profesor quiere seguir haciéndose de contactos con gente importante, incluso con los alumnos que prometen un "futuro brillante"

—Esta enojado porque ahora Slughorn no alabo sus habilidades en pociones, sino porque es pariente de un famoso actor squib y que además es de una de las familias más importantes del mundo mágico. —reveló Lily

El aludido solamente cruzó los brazos y apartó el rostro. Ante los ojos de Alex, a Severus solamente le faltaba hacer un puchero, de solo imaginárselo se cubrió la boca con la mano para amortiguar la risa que amenazaba con salir.

Los cuatro adolescentes y la loba se sentaron y conversaron. La única que casi no hablaba era Alex; con lo que paso en ese día, además de revelaciones que cargaba desde su época, ocasiono un caos en su cabeza haciendo que casi no conviviera con los demás. El único que noto ese comportamiento fue Severus; sonaría entrometido, pero una vez que los dos estuvieran en la sala común le preguntaría a la chica que le sucedía. Si ella quería decirle, bien. Sino, él le haría hincapié de que podía contar con él para lo que fuera.

Al darse cuenta de que estaba su alrededor oscuro, los adolescentes y la brije se levantaron y regresaron al castillo. En la entrada del Gran Comedor se despidieron de Tex, después de Lily y Alex y Severus fueron a la mesa de Slytherin. Antes de entrar al castillo, Alex envió de regreso a Metstli a su dormitorio y esperar a que, como siempre, un elfo domestico le llevara la cena. Haciendo pucheros, la loba obedeció de mala gana. Regulus los vio entrar y les hizo señas para que se sentaran junto a él.

—¿Ya se te paso el berrinche, Sev? —preguntó con tono juguetón el menor

El aludido miró a su amigo con un leve rubor en las mejillas mientras que Alex arqueaba una ceja y miraba a Severus con una sonrisa burlona.

—Entonces sí fue cierto lo que nos dijo Lily —dijo Alex

Severus miró molesto a Regulus y a Alex y comenzó a cenar ignorando a sus amigos, quienes solamente se rieron por la reacción infantil del azabache. Terminada la cena, los alumnos regresaron a sus salas comunes. Severus y Alex iban detrás de Regulus y en silencio, a lo que el menor se dio cuenta y se acercó a ellos.

—¿Están bien?

Los aludidos se volvieron hacia el ojigris un poco sobresaltados.

—No, no es nada Regulus. En serio. —aseguró Alex notándose en un voz nerviosismo—. Será mejor que regresemos rápido a la sala común antes de que algún prefecto o prefecta nos atrape.

—Alex, yo soy prefecto —le recordó Severus

La chica quiso golpearse por eso. Rió nerviosamente y se fue dejando desconcertados a los chicos. Una vez perdida de vista a la castaña, Regulus tomó de la mano a Severus y lo llevó a un aula vacía para hablar en privado.

—De acuerdo, comienza a hablar ¿ahora qué le pasa a Alexandra?

—Créeme que es lo mismo que quisiera saber —Severus se pasó una mano por el cabello y se sentó en una de las butacas del aula—. Hace unas semanas les presente a Tex Kogane...

—¿El golpeador de Hufflepuff? Te habías tardado en hacerlo

—Regulus

—Perdón, continúa

—Bueno, se estrecharon las manos y de pronto los dos se quedaron estáticos. Estuvieron mirándose por mucho rato y después se soltaron sobresaltados. Luego él preguntó de dónde era y si Lily era su única familia... —volvió a pasarse la mano por el cabello y miró a su mejor amigo—. Con esas reacciones y preguntas se me están haciendo teorías locas.

—¿Hablas de que... tal vez Alexandra no sea quien dice ser?

Regulus ya se había hecho algunas ideas con respecto a ese tema desde que la castaña llego, pero el escuchar a Severus confirmar indirectamente sus sospechas hicieron que se preocupara y decidiera vigilar más que nunca a la chica.

El Slytherin mayor asintió y continuó.

—Pero también estoy seguro de que ella no lo sabía

—¿Por qué lo dices?

—Porque ella también se veía intrigada y con curiosidad de averiguar qué pasó.

Regulus se pasó una mano por el cabello a la vez que suspiraba.

—Esto es una locura

—Dímelo a mí

—Y me imagino que hablarás con ella

—Tanto para saber qué pasa como para ayudarla

—No esperaba menos de ti, Sev

—Dependiendo de lo que descubramos ¿podrías ayudarnos, Reg? Algo me dice que tiene que ver con magia antigua y ese tipo de cosas solo las familias con largos linajes, como la tuya, conocen.

—¡Claro que les ayudaré, Sev! Eso nunca lo pongas en duda

Severus le sonrió a su mejor amigo. Se puso de pie y fueron a su sala común. Entraron a la estancia y buscaron con la mirada a Alex, pero no la vieron por ningún lado.

—Buscan a Jones ¿cierto?

Los chicos voltearon hacia donde provenía la voz encontrándose con una chica rubia de ojos azules.

—Hola Cissy —dijo Severus—. De hecho, sí. ¿Dónde está?

—La vi irse hacia los dormitorios y parecía preocupada o algo así. No es que me interese lo que le pase a una sangre...

—Narcisa

—De acuerdo, a una hija de muggle. Pero parecía algo deprimida ¿saben qué le sucede?

—No. Era exactamente lo que queríamos averiguar

Al ver que no podían hacer nada más, Severus y Regulus se fueron a sus respectivos dormitorios a descansar, o al menos uno de ellos.

Severus estaba preocupado por Alex. Es cierto que solo llevaba unos meses de conocerla, pero ella había hecho que su amistad se sintiera de años, además de que más de una vez le dio la impresión de que lo conocía más de lo que decía... de acuerdo, sus pensamientos se desviaron un poco. Pero el punto era que la latina se convirtió en una de las personas más importantes en su vida y haría todo lo que estuviera a su alcance para protegerla.

—Alex ¿quién eres?

=====SASASASASA=====

En el sótano de Hufflepuff, específicamente en los dormitorios de chicos, Tex sacaba de su baúl una caja de madera con ilustraciones japonesas del fondo de su baúl. Aprovechando ese momento de soledad mientras sus amigos seguían en la estancia, Tex decidió revisar las cosas que se encontraban en esa caja y que su madre le dio después de revelarle algunos secretos.

Sacó una fotografía algo gastada el blanco y negro donde se encontraba una pareja joven conformada por una hermosa joven japonesa usando un kimono y un apuesto joven inglés usando una modesta túnica oscura. Tex volteó la fotografía y leyó lo que estaba escrito.

Parque del Castillo Osaka

Hanami

Hikari Kogane & Tom Riddle

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