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El Príncipe Mestizo

Severus llegó a la Sala Común de Slytherin, pero ya no alcanzó a Alex, la chica se había ido a su habitación y los chicos tenían prohibido entrar al lado de las mujeres. Soltó un bajo quejido y se pasó la mano por el cabello, tendría que hablar con la castaña al día siguiente. Se acercó a unos de los sillones cercanos a la chimenea y se dejó caer sobre uno y posó su mirada en el fuego.

Le preocupaba que Lily supiera lo que pasó con Regulus y se hiciera una idea errónea, eso le pasaba por no tener el valor para declararse a la pelirroja.

—Por tu expresión, puedo decir que no pudiste hablar con Jones

Severus miró sobre su hombro derecho y vio parado detrás del sillón al ojigris. De respuesta soltó un bufido y regreso su mirada a la chimenea. Regulus suspiró y se sentó junto al azabache; eran muy pocas las ocasiones en las cuales el silencio se volvía incómodo entre ellos y esta era una de esas ocasiones. El menor Black no sabía qué decir y Severus no quería hablar, quería estar solo. Estuvieron en silencio unos minutos más, Regulus no lo aguanto más; se puso de pie, se despidió del mayor, quien solamente dio una cabeceada, y se fue a su habitación.

Severus se quedó en la Sala Común mirando la chimenea hasta que poco a poco el sueño llegó y se quedó dormido en el sillón. A la mañana siguiente, despertó con un fuerte dolor de cuello por la postura en que durmió, revisó la hora en el reloj que estaba sobre la chimenea, aún faltaba una hora para el desayuno. Se puso de pie y se estiró para despertarse, ocasionando que también tronaran algunos huesos por su mala postura al dormir.

Caminó hacia la entrada de los dormitorios sin darse cuenta de que la puerta se abrió y por esta salio otra persona, con la cual chocó y ambos terminaron en el suelo.

—¡Oye, fijate!

—Lo siento...

Severus miró a la persona y se sorprendió de ver que era Alex. La chica tenía la miraba baja, recogió su mochila y se puso de pie rápido, ignorando al azabache. El chico se levantó rápido para alcanzarla, la agarró de la mochila y entre los dos se hizo un forcejeo, provocando que esta se abriera y su contenido se saliera. Alex se sobresaltó, se hincó y recogió sus cosas de prisa, Severus también se arrodilló para ayudarla, pero solamente logró tomar una libreta cuando la latina tomó su mochila, sus cosas y salió corriendo de la Sala Común.

El azabache se levantó, sorprendido por la actitud de la chica ¿por qué lo evitaba de ese modo? Apretó los puños en señal de frustración y fue cuando se dio cuenta de que aún tenía la libreta de Alex en la mano, era de color negro y de pasta dura. Lo miró con duda ya que sabía que algunas personas (en general chicas) tenían una libreta en la cual anotaban lo que les sucedía, sus emociones y pensamientos, recordaba que se les conocía como Diario. Entonces esa libreta... ¿sería el Diario de Alex? De ser así no podía leerlo, era algo privado, tenía que devolvérselo lo más pronto posible... Si es que la chica volvía a hablar con él, para empezar.

—¿Por qué no me sorprende verte aquí tan temprano?

—¡Regulus!

Severus estaba tan concentrado en la libreta que no se dio cuenta de que el ojigris se le había acercado. Regulus notó el objeto en manos de su mejor amigo y lo miró con curiosidad.

—¿Y eso? ¿Es lo único que llevarás a clases?

—No Reg, esto es de Alex

—¿Pudiste hablar con Jones?

Severus negó con la cabeza y le contó el breve y extraño momento que tuvieron. Regulus arqueo una ceja y miró la libreta otra vez, si eso resultaba ser lo que el mayor creía... en un rápido movimiento le arrebató la libreta a Severus y empezó a hojearla. El azabache exclamó molestó y le dijo que se lo devolviera, pero el menor Black lo ignoró. Como si fueran niños pequeños, empezaron a correr y gritar por toda la Sala Común peleándose por la libreta, llegó un punto en que Regulus petrificó a Severus para poder leerla con tranquilidad. En cuanto leyó vio que estaba en español, con un movimiento de varita lo tradujo al inglés y empezó a leer. En los primero párrafos se dio cuenta de que no era un Diario. Liberó a su mejor amigo del hechizo y se hizo a un lado para evitar el "ataque físico" contra su persona.

—Tranquilo, Don Prefecto. No es un Diario

—¿Ah no? —preguntó Severus, levantándose del piso y sobándose la cabeza—. ¿Entonces?

—Creo que Jones quiere ser escritora

—¿Eh?

—Escucha:

El Príncipe Mestizo se sentía diferente a los demás, tal vez así sea. Él no era de descendencia noble como sus demás compañeros de escuela y su título —el cual le pusieron con motivos de burla— lo revelaba. Pero el Príncipe, nunca mostró molestia por eso y eso ocasionó que sus compañeros se enojaran y siguieran molestándolo.

A pesar de los malos comentarios hacia su persona y su sangre, su lado noble era lo que de daba fuerzas ante esa situación, gracias a eso siempre caminaba con la frente en alto y rendía en todo lo que se propusiera.

Su apariencia era, lo que decían sus compañeros, indigna de su clase; pero el Príncipe tenía su propio encanto que lo hacía hermoso, solo hacía falta verlo: su cabello era negro azabache, lacio y largo hasta los hombros. Sus ojos eran oscuros como la noche, pero cuando estudiaba la alquimia estos brillaban como si dentro de ellos hubiera cientos de constelaciones. Piel blanca y suave y unos pequeños y finos labios rosa pálido.

Regulus cerró la libreta de golpe haciendo que Severus se sobresaltara.

—¿Qué? —preguntó el mayor entre confundido y enojado

—Nada —contestó de mala gana el menor

«Así que esto era lo que ocultaba, Jones. Por eso reaccionó de ese modo al creer que Sev y yo tenemos algo»

—¡Reg!

—¿Qué?

—Hasta qué reaccionas, te quedaste callado. ¿Estás bien?

—Sí, sí

Severus arqueó una ceja no muy convencido por la respuesta, pero tampoco insistió. Regresó su atención a la libreta y siguió leyendo, le parecía interesante la historia que estaba escribiendo Alex. En un rápido movimiento, le quitó la libreta a Regulus y lo hojeo, descubriendo que la historia no estaba terminada.

—Espero que Jones no se moleste de que lo leímos sin permiso. Sobretodo tú, Sev

—¿Por qué?

Regulus miró incrédulo a su mejor amigo.

—¿En serio, Sev? ¿Qué no es obvio?

—¿Qué cosa?

El menor se golpeó la frente con la mano, cuando se trataba de sí mismo, Severus era demasiado despistado. Le arrebató la libreta al mayor, la hojeo hacia la descripción del Príncipe Mestizo y (casi pegándole en la cara) le acercó la libreta.

—¿No te parece ni un poco familiar la descripción del dichoso Príncipe?

—«Su cabello era negro azabache, lacio y largo hasta los hombros. Sus ojos eran oscuros como la noche, pero cuando estudiaba la alquimia estos brillaban como si dentro de ellos hubiera cientos de constelaciones. Piel blanca y unos pequeños y finos labios rosa pálidos.» —Meditó lo que acababa de leer y apartó la libreta para ver a Regulus—. No, no me suena familiar

Regulus gruñó frustrado. Cerró la libreta de golpe y con ella golpeó a su mejor amigo con fuerza en la cabeza.

—¡Auch! ¡Regulus! ¿Por qué...?

—¡Por Salazar! ¡Jones está hablando de ti, por un demonio!

—¿Qué?

—Cabello negro azabache hasta los hombros —señaló el cabello del mayor—. «Ojos oscuros como la noche, pero cuando estudiaba la alquimia estos brillaban como si dentro de ellos hubiera cientos de constelaciones.» Cambia alquimia por Pociones. Y por último: piel blanca y unos pequeños y finos labios rosa pálidos. —señaló la cara del mayor

3...

2...

1...

—¿¡QUÉEE!?

Regulus soltó la libreta y se cubrió los oídos con las manos, estaba seguro que con ese grito Severus despertó a todo Slytherin. Y hablando del azabache... pasado el escándalo vio que el mayor estaba todo rojo y con un tic en un ceja derecha y por la expresión de su cara —además de asombro— se notaba que intentaba procesar lo que Regulus le acababa de decir y era en serio.

Severus no podía creerlo, pero también tenía esa duda ¿por qué Alex escribiría sobre él? Y lo más importante ¿por qué lo describía de ese modo? Su pensamiento fue interrumpido al sentir un fuerte pellizco en su brazo derecho.

—¡Auch! ¡Regulus!

—Lamento sacarte de esa tormenta mental que tienes ahora, pero se nos está haciendo tarde para ir a desayunar y llegar a tiempo a clases.

—Ah, gracias

El azabache recogió la libreta y corrió a su habitación por sus cosas y arreglarse un poco. En cuanto perdió a Severus de vista, Regulus fijó su mirada en la ventana, hacia la vista del Lago Negro, pero sin prestarle atención en realidad. Él también necesitaba hablar seriamente con Jones.

=====SASASASASA=====

¡No puede ser! ¿Dónde está?

Alex había llegado temprano al Gran Comedor, después de huir del azabache. Al poder estar a solas y tranquila, decidió escribir mientras desayunaba, pero para su horror descubrió que su libreta no estaba. Sacó todo de la mochila con brusquedad, metió la mano hasta el fondo e incluso revisó en los cierres internos y bolsitas externas, pero no lo encontró. Si alguien leía eso....

—¿Buscas esto?

La chica reconoció enseguida la voz. Levantó la mirada y se encontró con Severus tendiéndole... su libreta. Sintió un vuelco en su corazón a la vez su palidez por el susto de su libreta perdida cambiaba drásticamente a un rojo vivo. De todas las personas de Slytherin... Se levantó de un saltó y sin cuidado le quitó la libreta. Quería darle las gracias, pero de su boca salió otra cosa:

—¿Lo leíste?

Severus desvió la mirada avergonzado.

—Sí... y Reg también

Alex soltó un chillido y se cubrió la cara con la libreta. Al chico no le sorprendió esa reacción de su amiga; Diario o no, eso era algo personal y no debió leerlo.

—Perdón, Alex. No fue mi intención. Pero si de algo sirve, la historia me pareció interesante.

La chica bajó su libreta solo para que se le vieran los ojos.

—¿En serio?

—Sí, lo que me llamó más la atención es que me hicieras el protagonista y me describieras de ese modo. Supongo que tuviste que hacer esos cambios para que se viera más atractivo....

—¡No le hice ningún cambio! —exclamó Alex. Severus la miró sorprendido por el cambio de carácter—. A... así es como te veo

Un leve rubor apareció en las pálidas mejillas del chico, era la segunda vez en dos días que alguien lo consideraba hermoso. De Regulus lo entendía porque el menor se le declaró ¿pero Alex por qué? Se lo iba a preguntar a la latina, pero sintió un empujón en su espalda, miró sobre su hombro y vio justamente a Regulus.

—No es que quiera interrumpir su conversación, pero ¿van a desayunar o no? —preguntó el ojigris con claro sarcasmo

Ninguno de los dos dijo nada más. Alex guardó la libreta en su mochila, y el resto de sus cosas que dejó regadas, y los tres empezaron a comer. La ventaja del incidente de la libreta, fue que Severus por fin pudo explicarle a la chica su situación con Regulus y al parecer le creyó porque volvió a estar alegre como siempre y gracias a eso el día transcurrió con normalidad. O casi.

El azabache no podía quitarse la historia de Alex de la cabeza, le pareció muy interesante y quería leer la continuación, pero no se atrevía a pedírselo. En un momento de cambio de clase, la castaña fue al sanitario y Severus aprovechó para hablar con Lily, contándole igualmente lo de Regulus y el incidente de la libreta.

—Entonces ¿Regulus Black y tú no son pareja?

—Por última vez, que no

—Tampoco te enojes, Sev. Aunque es una pena, los dos se ven tan lindos juntos...

—¡Lily!

La pelirroja se rió por la reacción de su mejor amigo. Apartó la mirada del chico y murmuró para sí misma:

—No obstante, me alegra que no lo sean. Eso le da una oportunidad

—¿Quién tiene una oportunidad y para qué?

La ojiverde se alteró al verse descubierta por su mejor amigo. Lo miró y trató de hablarle con calma, pero con los nervios era imposible.

—Na... na... ¡nada! ¡No es nada!

—Lily

—Eh... —la chica soltó un suspiró al verse derrotada y descubierta, pero de pronto tuvo una idea que podría sacarla del mal momento.

—¡Por cierto, qué envidia me das! ¡Tú sí pudiste leer una de las historias de Alex! Ella nunca me deja leer nada

—¿Qué no pudiste atención? Te dije que fue un accidente

—Accidente o no, lo leíste. Y lectura es lectura. ¿Qué clase de historia era?

—Es una fantasía medieval, aún estoy pensando en la trama. Solo tengo al protagonista.

Azabache y pelirroja voltearon, encontrándose con la castaña ruborizada.

—Suena interesante. ¡Déjame leerlo! —pidió Lily, poniendo una mirada de cachorro triste

—¡Olvídalo! —negó rotundamente su prima—. Ya pasé bastante vergüenza con que Severus y Regulus lo leyeran. Además de enojarme que lo hicieran sin permiso

—¡Te dije que fue un accidente! —se defendió Severus

La campana de clase interrumpió la conversación. Los tres recogieron sus cosas y se encaminaron a la clase de Runas Antiguas. Las primas estuvieron atentas a la clase, como siempre, pero Severus (por primera vez en su vida) no prestaba atención a la clase.

Una novela fantástica medieval ¿eh? Eso explicaba porqué el nombre del personaje era Príncipe Mestizo; entre más vueltas al asunto le daban, más ganas tenía de leerlo, pero tendría que esperar a que Alex comenzará a escribirlo y que ella lo dejara leerlo, para empezar. Aprovechando que nadie lo miraba, sacó un pedazo de pergamino, escribió una nota y con cautela se la pasó a la latina.

A pesar de que físicamente parecía que estaba atenta a la clase, en realidad Alex estaba en las nubes. No podía sacarse en la cabeza el hecho de que su amor platónico y el menor Black leyeran su libreta. ¿Qué pensaban los dos? ¿Se habrán reído de su personaje principal? Eran muchas cosas y quería golpear su cabeza contra su escritorio... bajo la mirada y encontró un pedazo de pergamino doblado. Lo tomó con curiosas y lo abrió.

Otra vez, lamento haber leído tu libreta sin permiso. Pero lo que te dije en el desayuno es la verdad, me pareció interesante.

Volteó disimuladamente hacia su derecha y vio que Severus también la miraba de reojo y con una sonrisa. Le correspondió el gesto, escribió la respuesta y con cautela le pasó el mensaje.

Estoy acostumbrada a que la gente critique lo que hago, asì que por eso se me hace extraño que aludas lo que escriba. De verdad mucha gracias

Oye... me preguntaba... ¿me dejarías leer tu historia? ¡Cuando ya la tengas lista, claro! Oh bueno... entendería sino después de leer un poco sin permiso

Claro que sí ;)

Lo que puso Alex al final del mensaje le pareció extraño, pero lo dejó al un lado al leer la respuesta afirmativa de la castaña. No podía esperar a leer esa historia.

Terminó la clase y los tres se dirigieron a CCM. Lily se adelantó un poco para dejar a su prima y mejor amigo hablar; estuvo a punto de delatar a Alex y lo menos que podía hacer era darle una oportunidad para hablar con Severus.

«Y ella decía que su historia no era nada. ¡Vaya oportunidad que le acaba de dar!» pensó alegre la pelirroja

—Alex

—¿Dime?

—¿Por qué al personaje le pusiste de nombre Príncipe Mestizo?

—Por el apellido de soltera de tu mamá, Prince y bueno... tú "estatus" de sangre, mestizo: Príncipe Mestizo. ¿Estuvo mal?

—¡No, al contrario! Me parece muy ingenioso. Si no te molesta ¿podría usarlo alguna vez?

—No es molestia

Ambos se sonrieron mutuamente.

Terminaron las clases del día. Lily fue a su Sala Común, así que Alex y Severus hicieron lo mismo. Los dos entraron y vieron que estaba casi lleno, así que decidieron irse a sus habitaciones. Fueron juntos hasta el pasillo que separaba los dormitorios y acordaron verse más tarde para bajar a cenar. Gracias a la conversación que tuvo con Severus, la castaña se sintió con la confianza para escribir la historia.

El azabache entró a su habitación y dejó su mochila sobre la silla del escritorio. Posó su mirada en el viejo libro de Pociones que su madre le dio y en el que ya había hecho varias correcciones e incluso anotar hechizos de su inversión. No escribió su nombre en el libro porque no quería profanarlo con el apellido muggle de su padre, entonces se le ocurrió una idea: abrió el libro en la última página y escribió:

Este libro es propiedad del Príncipe Mestizo

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