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Buscando disfraces

Desde el anuncio del profesor Dumbledore, el baile de Halloween era lo único que se escuchaba en el castillo, siendo la mayoría de las conversaciones sobre con quién irían, qué usaría y lo más destacado: la chica nueva Alex Jones gritando a los cuatro vientos que asistiría al baile con el extraño y solitario, Severus Snape.

Como es de esperarse en Hogwarts, los comentarios y rumores respecto a ese peculiar pareja. Algunos decían que porque ambos eran amigos, otros que era simplemente por ser compañeros de casa y la mayoría —haciendo que Lily, Regulus y, sobretodo, Alex se enojaran— que se debía a que la chica mostraba "caridad" ante el rarito grasiento de Hogwarts o porque perdió una puesta la cual tenía que pagar yendo con el antisocial Snape. Cada vez que escuchaba eso, Alex los amenazaba con sus poderes elementales o con la varita, además de que se le unían Lily y Regulus alegando que no era nada de eso sino que porque eran muy buenos amigos.

Severus estaba acostumbrado a ser la comidilla de los demás debido a su carácter frío y, a veces, hostil y sobretodo por su alto conocimiento en Artes Oscuras; así que le parecía extraño que hablaran de él fuera de las "críticas habituales" y por primera vez desde que llegó a Hogwarts le agradó. Tal vez era común que muchos de los chismes habituales fueran justamente el de juzgar quién sale con quien, y siendo alguien que (a pesar de llevar poco de conocer) era una buena amiga y se preocupaba pues entonces no le daba mucha importancia.

—En pocos días todos en la escuela dirán que tú y Jones son novios —comentó Regulus a Severus estando los dos en la Sala Común sentados junto a la chimenea

—Entonces haré lo que siempre hago en esas situaciones: ignorarlos —contestó Severus sin levantar la mirada de la carta que estaba escribiendo, recargado en un libro de Artes Oscuras

Al ojigris le llamó la atención que su amigo estuviera usando como recargadera un libro de esos ya que para el ojinegro los libros eran algo sagrado que no deberían de maltratarse. Sutilmente, o al menos a su manera, Regulus se acercó a Severus para tratar de leer lo que escribirá, pero el azabache se dio cuenta y "accidentalmente" golpeó a Regulus con el codo cuando se estiró.

—¡Auch! —se quejó el menor Black, sobándose la nariz donde recibió el golpe

—¡Ups! Disculpa, no te vi —se disculpó Severus, dejando a flote el tono sarcástico

—Muy gracioso. Por cierto, ¿a quién le escribes?

—¿Era tan difícil preguntar cómo para tratar de espiar?

—De nuevo, muy gracioso. ¿Entonces?

—Le escribo al Sr. Rickman

—¿El actor squib que los acogió a ti y tú madre y que son amigos de la infancia?

—No, es la reencarnación de Sweeney Todd

—¿Quién?

—Olvídalo. Sí, a ese actor

—¿Qué? ¿Vas a preguntarle si puede prestarte algo de su vestuario para que lo uses en el baile?

—¿Seguro que no alcanzaste a leer mi carta?

—Vaya manera de decirle "sí". Pero ¿ya sabes que va a usar Jones?

—No ¿por qué?

—He escuchado en los pasillos a varias parejas poniéndose de acuerdo para sus disfraces, quieren ir iguales o con alguna clase de temática

—¿Es en serio? Reg, Alex y yo solo vamos a.mi.gos. Así que no le veo el caso de hacer eso. Y de hacerlo, se "confirmarían" esos rumores de que somos pareja

—Yo solo daba una idea

—Como sea

Severus terminó de escribir la carta. La doblo, guardo en el sobre y salió de su Sala Común a la lechucería, acompañado por Regulus, quien le insistió de que hablara con Jones para ponerse de acuerdo sobre los disfraces a lo que Severus terminó a haciendo de oído sordo.

En el patio la escuela, Alex y Lily estaban teniendo la misma conversación.

—Por ultima vez, no voy a hostigar a Severus para decidir que disfraces usar. No importa con que disfraz vaya él siempre y cuando los dos nos divirtamos en el baile

—¡Por favor, Alex! Es regla básica de parejas usar disfraces que combinen

—Lily —la castaña respiro profundo antes de contestarle a la pelirroja—, Severus y yo solo vamos de amigos, así que esa regla no aplica con nosotros

—Pero tú quiere que sean más que amigos ¿verdad?

El rubor en las mejillas de la latina la delatarían haciendo que la pelirroja sonriera triunfante.

—De cualquier manera, creo que es muy pronto intentar algo con él. No llevamos mucho tiempo de conocerlos y hacer algo así solo sería apresurar las cosas a lo tonto

—¡Pero es que se ven tan mis dos juntos!

¡No manches, ya córtale con eso! —reclamó Alex en español a su prima

Desde que la latina tuvo la "brillante idea" de gritar a los cuatro vientos que iría con Severus al baile de disfraces, Lily no ha dejado de molestarla haciendo ese tipo de comentarios y ya la estaba fastidiando.

«Además de que, aún queriendo, no puedo tener nada con Severus más que amistad. Ya he interferido bastante en el pasado como para agregar el hecho de romperle el corazón cuando regrese...»

Ese pensamiento hizo que recordara las veces que escuchó a Severus y Sirius de su época discutir sobre la tal Alex Jones (o sea, Alex Macías en el pasado), que desapareció misteriosamente. Nunca escuchó la razón por la que la chica "se fue", pero sabía que era porque regreso a su época. Solo esperaba que no haya tenido que lastimar a Severus.

«Por eso bien dice el Doc de Volver al futuro de no alterar el pasado"»

—¿Ahora en que tanto piensas? —preguntó Lily, sacando de sus pensamientos a la latina

—No es nada importante —contestó la castaña, tratando de quitarle importancia al asunto, pero no convenció a la pelirroja.

=====SASASASASA=====

Severus comenzaba a impacientarse, faltaban tres días para la fiesta de Halloween y él Se. Rickman aún no le respondía la carta ¿acaso el actor se había ido a trabajar a Estados Unidos y por eso no le contestaba? De ser así sería un gran problema ya que una carta enviada por lechuza hacia otro continente era demasiado tardado, por lo que no tenía otra opción más que buscar ese disfraz por su cuenta. Otro problema es que no contaba con dinero para comprarlo, podría escribirle a su madre y pedirle ayuda, solo esperaba que pudiera tener su atuendo antes de la fiesta.

En Los Ángeles, California, Alan Rickman seguía trabando en la filmación de la película Duro de Matar. Estaban en descanso y decidió aprovechar ese tiempo para ir al área de vestuario y buscar algo que le quedara bien a su sobrino (debido a que él y Eileen se amaban como hermanos consideraba al chico su sobrino). Afortunadamente había recibido la carta de Severus antes de que tuviera que irse a Estados Unidos para seguir con ese trabajo.

Tenía una idea de su talla debido a que en el verano lo acompañó a comprarse ropa nueva, pero no encontraba algo que le quedara al chico.

—Ese tipo de atuendo no parece encajar bien con el género de película que estás filmando, Rickman

El hombre volteó y se encontró con el director más excéntrico que había conocido.

—No es para mí, Burton —contestó el actor regresando su atención a la ropa—. Mi sobrino me dijo que tendrá un baile de disfraces en su escuela y me preguntó si podría prestarle algún vestuario para usar ese día.

—¿Es ese chico gótico de cabello largo y negro, al igual que sus ojos, que venía acompañado de dos chicas, una pelirroja y otra castaña?

—El mismo

—Mh, creo que yo te puedo ayudar

Rickman regreso su atención al cineasta y lo miró con una ceja arqueada. Si había alguien que pudiera tener atuendos adecuados para Halloween, en definitiva Tim Burton era la persona indicada.

=====SASASASASA=====

Severus estaba escribiéndole a su madre en la biblioteca cuando de pronto escuchó golpecitos proviniendo de la ventana frente a él. Levantó la mirada y vio la lechuza negra de su madre y eso solo significaba una cosa...

Abrió rápido la ventana, le quitó la carta al ave, la abrió y leyó rápidamente.

Querido Severus:

Me alegra saber que te va bien Hogwarts al igual que a tus amigas Lilian y Alexandra.

Con respecto a tu petición de ayuda sobre el disfraz, llévale la autorización adjunta a la carta a tu director y jefe de casa para que nos veamos el día de mañana temprano para ir a verlo. También por favor lleva a la persona que irá contigo al baile, quiero que ambos vayan con los mejores atuendos.

Créeme, disfrutarás mucho esta "pequeña búsqueda" y espero que tu acompañante también. Sin más que decir, nos veremos mañana.

Saludos.

Alan Rickman

Severus tenía que admitir que le sorprendió mucho esa respuesta del actor. ¿Qué había conseguido que requería de su presencia y de Alex? Guardo la carta y sus cosas, regreso los libros a su lugar y fue a buscar a la chica a la Sala Común. Le alegro ver que la latina estaba sentada junto a la chimenea ocupada escribiendo su historia. Se acercó a ella con cautela y trató de mirar sobre su hombro, pero su cabello le hizo cosquillas a la chica advirtiendo su presencia y ella cerró su cuaderno de un manotazo.

—¡Ay, por favor Alex! ¿Cuándo me dejarás leer la continuación?

—¡Te dije que cuando esté lista, impaciente!

—Como sea, te estaba buscando

—Bueno, aquí estoy ¿Qué necesitas?

—Acompáñame a ver al profesor Dumbledore, por favor

—Severus ¿sucede algo?

—Tranquila, no es nada malo

—¿Entonces...?

—¡Solo ven!

Ya impaciente, el azabache tomó a la castaña de la mano y la llevó a la salida de su Sala Común sin darse cuenta del fuerte rubor que apareció en las mejillas de la latina.

Con tal de asegurarse de que su amiga lo siguiera, Severus la llevó todo del camino de la mano. Tan centrado estaba el chico en su camino que no se dio cuenta de los alumnos que estaban en los corredores mirándolos y cuchicheando al verlos pasar; tampoco se dio cuenta del sonrojo de Alex y que trataba de soltar su agarre.

Por fin llegaron a la gárgola que daba acceso a la oficina de Dumbledore. Severus dio la contraseña (plumas de azúcar) y entró todavía llevando de la mano a la latina. Subieron las escaleras, el azabache tocó la puerta y en cuanto el director dio permiso de pasar, el chico abrió la puerta. El anciano director estaba sentado en su escritorio haciendo papeleo y levantó la mirada al ver quienes entraron.

—Joven Snape, Srta. Jones ¿qué los trae por aquí? —dijo Dumbledore a modo de saludo—. Por cierto, Srta. Jones ¿se encuentra bien? Esta muy roja

Al escuchar eso, Severus miró a su amiga y vio que, efectivamente, estaba roja. Le pareció extraño ya que no la había visto así cuando fue a recogerla a la Sala Común.

—Alex ¿estás bien? —preguntó Severus preocupado

—¡Sí! —exclamó la chica, por fin soltándose del chico—. ¡Sí, no es nada malo! ¡Ja, ja, ja!

«¡Trágame tierra! ¿¡Cómo es que Severus no se dio cuenta de que medio Hogwarts nos vio caminando de la mano!? Aunque en realidad él me llevaba a mi»

—Entonces, jóvenes ¿qué los trae a mi oficina? —volvió a preguntar Dumbledore, poniéndose de pie y rodeando su escritorio—. Y por lo que veo parece que algo importante.

Severus recordó a lo que habían ido. Sacó de su bolsillo la carta del Sr. Rickman y se lo dio al director. Dumbledore sacó del sobre primero la carta y la leyó con calma; al terminar la dobló, la regreso al sobre y sacó el permiso.

Por medio de la presente:

Solicito autorización para llevarme el día de mañana, 29 de octubre del año en curso, al estudiante Severus Snape del quinto curso y perteneciente a la casa Slytherin al igual que su acompañante para el baile de disfraces que se llevara a cabo el día 31 de octubre del año en curso. Pasaré por ellos a su despacho a las 7:00 a.m. Y los regresare a las 9:00 p.m.

Atentamente:

Alan Sidney Patrick Rickman

Dumbledore terminó de leer el permiso. Levantó la mirada del papel y la enfoco en su estudiante.

—Joven Snape ¿es cierto que ira al baile de Halloween con la Srta. Jones? Es cierto que la joven se lo pidió en el Gran Comedor y todo Hogwarts lo escuchó, pero preferiría que lo confirmaran. —Ambos adolescentes se sonrojaron por eso. Severus miró a Alex y después al profesor Dumbledore, con solo un asentimiento de cabeza le confirmó el "rumor"—. Bien, lo que sucede es que el señor Alan Rickman me sólita autorización para llevarlos mañana a buscar sus disfraces para el baile de Halloween.

—¿Cómo? ¿El Sr. Rickman quiere que vayamos los dos? —preguntó Alex sorprendida

—Por lo que dice la carta, sí

—Pero ¿por qué?

—Creo que quiere que los dos vayamos bien vestidos, a pesar de ser disfraces —contestó Severus algo apenado

Alex tuvo que contener su emoción ¡pasaría el día con Severus y su actor favorito y solo para buscar un vestuario para la fiesta!

—Bien. Si no tiene inconveniente, Srta. Jones, usted y el joven Snape vendrán a mi despacho a las siete de la mañana en punto...

—¿¡A las siete!? —exclamaron los adolescentes

—¿Por qué tan temprano? —preguntó Alex a Severus

—No lo sé... —el azabache se interrumpió al venirle una idea en la cabeza.

Como él, Severus, le había pedido prestado algún vestuario para el baile, lo más probable es que quiera llevarlos primero a Estados Unidos a los estudios donde trabaja en esa película y, tal vez, después al Royal Shakespeare Company. Al no haber algo más que decir, Dumbledore les dijo a los adolescentes que podrían retirarse y los esperaba en su despacho al día siguiente de manera puntual.

De camino a la Sala Común, Alex y Severus estuvieron en silencio, hasta que la latina lo rompió debido a que no pudo soportar más tiempo el estar en silencio.

—Me pregunto a dónde nos llevara el Sr. Rickman mañana. Y sobretodo tan temprano

—Supongo que a los estudios donde filmando su primera película —dijo Severus, hundiéndose de hombros

—Cierto...

=====SASASASASA=====

Decir que despertar a Alex fue un trabajo difícil era poco. De por si a la chica le costaba levantarse temprano para ir a clases, ahora más temprano que de costumbre... Xóchitl le arrojó una cubeta de agua helada siendo más que suficiente para despertar a su humana, y ganándose una persecusión por toda la habitación hasta que llegó un avión de papel a su habitación. Alex detuvo la "cacería" y fue por el objeto, lo abrió y vio que era una nota de Severus diciéndole que se apresurara.

Un leve rubor apareció en sus mejillas. Guardó la nota y se alistó lo más rápido que pudo y con ropa muggle, por si acaso. Una vez lista, bajo a la Sala Común y vio a Severus esperándola de pie frente a la chimenea, por lo que el chico no se dio cuenta de la presencia de la chica, o eso Alex creyó. Se acercó con cuidado con la intención de darle un susto juguetón, pero falló rotundamente.

—Ni siquiera lo intentes, Alex

La chica hizo un puchero y soltó un mohín.

—¿Cómo te diste cuenta?

—Además de ser porque eres la única que vendría aquí a estas horas; porque la estancia, al estar en total silencio, el más mínimo ruido es perceptible.

La latina no podía negar que estaba impresionada.

«Parece ser que Severus ya tenía algunos "talentos de espía"» pensó con gracia la chica

Salieron de su Sala Común y fueron a la oficina de Dumbledore. Estuvieron en silencio, cada quien metido en sus pensamientos, aunque los dos pensaban en lo mismo: ¿qué clase de vestuarios les prestaría el Sr. Rickman?

Llegaron a la gárgola, Severus dijo la clave y subieron al despacho. La castaña tocó la puerta, el director dio permiso y los adolescentes entraron. En la estancia estaba, obviamente, el profesor Dumbledore y vieron que también ya se encontraba Alan Rickman.

—Buenos días, joven Snape y Srta. Jones —saludó el viejo director

Ambos jóvenes también saludaron y después al Sr. Rickman.

—Muy bien, Alan. Recuerda que tienes dos estudiantes a tu cuidado. Espero que todo salga bien, considerando que tu eres un squib y por lo tanto no puedes emplear la magia y los jóvenes tampoco al ser menores de edad

—Descuide, profesor Dumbledore. La ventaja de ser un actor es que cuento con protección, tanto mágica como muggle.

—Bien, confiare en su palabra

Alan ya no dijo nada más. Miró a los adolescentes y con un gesto en la cabeza les pidió que lo siguieran. Se detuvieron frente a la chimenea del director y enseguida entendieron que partirían por Red Flu. Aterrizaron en el salón del hogar del actor y vieron en la mesa un ¿videocasete?

Los adolescentes se acercaron a ver de qué era la cinta y ambos soltaron gemidos de asombro ya que eran Vincent y Frankenweenie.

—Ese será nuestro traslador a Los Ángeles el día de hoy —informó Alan—. Ya saben que hacer

Alex y Severus obedecieron. Pusieron un dedo en el videocasete y el Sr. Rickman también. En seguida sintieron el característico tirón de la aparición por Traslador. Una vez pasada la horrible sensación, los adolescentes abrieron los ojos y vieron que estaban en la entrada de los estudios donde Alan trabajaba en su película.

El Sr. Rickman les pidió que lo siguieran y los jóvenes obedecieron sin problema. Caminaron entre los foros, dándose cuenta de que había nuevos proyectos y continuaban trabajando con los que vieron en el verano. Llegaron a la entrada del Foro trece y los adolescentes enseguida recordaron quién estaba trabajando ahí y entonces comprendieron porque el traslador de esa ocasión fue justamente ese videocasete.

—Vaya, si que llegaron a tiempo. ¿Los dejaron salir antes de la escuela o qué?

—Fue un permiso especial. Pero solo por esta vez, Sr. Burton

Alex y Severus mostraron claras expresiones de asombro en cuanto vieron a Tim Burton salir de detrás de un perchero. El cineasta se veía exactamente igual que la última vez que lo visitaron en el verano. El dibujante todavía estaba impresionado que gente, sobre todo adolescentes, estuvieran fascinados con su arte y por eso mismo había decido ayudarlos para su baile de Halloween, también tomando en cuenta que era una de sus festividades favoritas.

—Bueno, Rickman, los único vestuarios que tengo son los que utilice en mi primera película La gran aventura de Pee-wee y mi siguiente película Beetlejuice. Así que no hay gran cosa, pero espero que algo les sirva —dijo el director Burton, palmeando el perchero

La castaña y el azabache no se podían creer su suerte: ¡El director Tim Burton les estaba prestando vestuarios de sus películas para un simple baile de disfraces! Trataron de disimular su emoción, pero no tuvieron mucho éxito y el dibujante se los dijo.

—El que debería estar emocionado soy yo; no creí que tan rápido tendría admiradores.

Alex y Severus se ruborizaron al verse descubiertos. El Sr. Rickman les dio un pequeño empujón por la espalda para animarles a acercarse y revisar la ropa. Eso fue más que suficiente para que los jóvenes despertaran de su "fantasía" y se acercaron a los vestuarios.

Burton se alejó del perchero para dejar a los adolescentes ver con calma y se paró junto a Rickman.

—En verdad no sé como agradecerte este favor, Burton.

—Puedes hacerlo participando alguna vez en alguna de mis películas. O en varias

Rickman rió, aunque eso no le pareció mala idea. El excéntrico director apenas se estaba dando a conocer, así que en el futuro podría ser que eso llegara a suceder.

Severus y Alex estaban revisando el vestuario de Beetlejuice. La latina tenía que admitir que La gran aventura de Pee-wee era una de las películas de Tim Burton que todavía no veía, así que por eso mismo no se vio interesada en esta y tampoco conocía los personajes, y por ende, sus vestuarios. En cuanto al azabache, él solo conocía un poco del director debido a los cortometrajes y lo que Alex le platicó; con respecto a los vestuarios, al igual que su amiga no le prestó mucha atención a los de La gran aventura de Pee-wee y se fue directamente a la de Beetlejuice.

Al ver a los adolescentes interesarse en los vestuarios de su próxima película, Tim Burton se les acercó y les explicó el de cada personaje.

—Este de aquí —dijo el director mostrando un traje rayado verticalmente blanco y negro— es del personaje principal y por el cual es el nombre de la película: Beetlejuice. Este de aquí —dijo mostrando un conjunto de vestiduras negras que podían encajar perfectamente en un funeral— es de la joven protagonista Lydia Dietz. Si quieren pueden ir a probárselos.

Le dio a Severus el traje de Beetlejuice y a Alex el de Lydia Dietz. Les mostró donde se encontraban los camerinos y los adolescentes fueron a probarse la ropa. Unos minutos después ambos jóvenes salieron y regresaron con los adultos para pedirles su opinión.

A Alan le pareció que se veían bien, pero Tim los observaba no muy convencido y eso incómodo a los adolescentes. Al ver la expresión de su sobrino y su amiga, Rickman miró a Burton con duda.

—¿Pasa algo, Burton?

—Mh... no me convence el cómo se ven con los vestuarios.

—Bueno, es solo un baile de disfraces. No es que vayan a filmar una película o participar en una obra de teatro

—Lo sé. Pero a lo que me refiero es que estos personajes, creo yo, no les quedan bien

Alex y Severus se miraron con una ceja arqueada. En su tiempo, la latina podría mostrarse de acuerdo y sugerir otros personajes; pero al encontrarse en la época de los comienzos de su cineasta favorita era más que imposible decir algo. Burton les pidió a los adolescentes que se cambiaran y a Rickman a que los cuatro fueran a comer para pensar en algún atuendo adecuado para ellos.

Los dos Slytherin dejaron la ropa de dónde la tomaron y siguieron a los adultos. Salieron de los estudios y fueron a buscar un restaurante, no tan concurrido, donde pudieran comer sin llamar la atención de la gente. En el restaurante, Alan y Tim conversaban, mientras que Alex y Severus solo escuchaban mientras comían.

—Todavía no entiendo que tiene de malo estos vestuarios —dijo Rickman

—Les dije que no siento que esos personajes les queden, es todo —contestó Burton

—Bueno, el estudio es grande. Podemos preguntar en otros foros si podrían prestarles algo a los chicos o sino yo veo en el Royal...

—¡Ni se te ocurra! ¡Tengo que encontrar los personajes adecuados para ellos!

Alan puso los ojos en blanco en señal de fastidio y siguió comiendo. Tim sacó de su portafolio un cuaderno de pasta dura a cuadros blanco y negro. Lo hojeó un momento hasta encontrar una hoja en blanco y comenzó a dibujar.

—No creí que con el simple hecho de pedirle prestado ropa se pondría así el Sr. Burton —susurró Severus a Alex—. Comienzo a sentirme mal por haberlo molestado

—Yo también —contestó la latina

Terminaron de comer, pero Burton no. Él estaba tan concentrado en hacer varios bocetos que ni siquiera había comido. Rickman le dijo a los chicos que fueran a entretenerse un momento en los videojuegos que había en el lugar mientras que Burton terminaba su dibujo y él se quedaría hacerle compañía. No muy convencidos, los adolescentes aceptaron. Alan le dio dinero a Severus y los dos se fueron. Cuando se pusieron de pie, Alex vio de reojo los dibujos que el Sr. Burton estaba haciendo y enseguida los reconoció. El azabache la tomó de la mano y la llevó a los videojuegos.

—A este paso es mejor que Alan nos lleve al Royal Shakespeare Company a ver los vestuarios a esperar algo del Sr. Burton. —comentó Severus

Estaban en el área de videojuegos, pero ninguno de los dos tenía intención de jugar, así que solamente se fueron porque sabían que los adultos querían estar un momento a solas.

—O simplemente ir a una tienda de disfraces y ya —sugirió Alex

Mientras en la mesa, Tim seguía haciendo bocetos entre tanto Alan movía su café y lo que veía trabajar en silencio.

—¿Cuántos dibujos más vas a hacer? —preguntó Rickman

—Los que sean necesarios hasta que encuentre los personajes perfectos para los adolescente —contestó Burton sin apartar la mirada de su cuaderno

Alan suspiró y le dio un sorbo a su café. Unos minutos después regresaron Alex y Severus. El azabache le regreso el dinero su tío y el hombre vio que los jóvenes no hicieron nada. Los Slytherin se pidieron un postre, solo con la intención de hacer algo; Burton se levantó diciendo que tenía que ir al baño y dejo su cuaderno en la mesa.

En cuanto lo perdió de vista, Alex poso su vista en el cuaderno. Sabía que ahí Tim Burton estaba desarrollando sus ideas para sus próximos proyectos y entre ellos podría estar uno de sus favoritos y la razón por la que le gustaba sus películas. Estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta que su mano se movía sola sino hasta que alguien le dio un manotazo.

—Ni se te ocurra, Alex

La castaña se sobó el dorso de la mano y miró con un puchero a Severus, quien le estaba dando un sorbo a su té negro tranquilamente.

—No iba hacer nada malo, Severus

—A pesar de que el cuaderno este a la vista, no quiere decir que tengas que hojearlo.

—Severus tiene razón —dijo el Sr. Rickman—. Si quieres verlo, deberías pedirle permiso a Tim antes que nada

—Está bien —aceptó la chica, jugando con su pedazo a medio comer de pastel.

Como si lo hubieran invocado, regresó el cineasta. Los adolescentes terminaron sus postres y el Sr. Rickman su café, los adultos pagaron la cuenta y regresaron a los estudios. A medio camino, Burton exclamó preocupado que había olvidado su cuaderno en la mesa del restaurante. Antes de que alguno dijera algo, Alex echó a correr a la vez que gritaba que ella iba por él.

Entró al restaurante, fue a la mesa donde se sentaron y vio a una mesera recoger los trastes sucios y a punto de recoger el cuaderno. La latina fue a pedírselo, la mesera se lo devolvió y la castaña salió del lugar dándole las gracias a la chica.

Corría de regreso, a lo cual Severus le advirtió que tuviera cuidado, pero fue tarde. La castaña tropezó con algo y cayó de bruces soltando el cuaderno y este se abrió mientras se deslizaba por la acera. En seguida Alex se puso de pie y fue tras él a la vez que Severus y los adultos corrían hacia ella para asegurarse que estuviera bien.

Alex se hincó junto al cuaderno para recogerlo y entonces vio algo que hizo que soltara un jadeo de asombro. Levantó el cuaderno y comenzó a leerlo.

—¡No, por favor no leas eso! —pidió el Sr. Burton, pero ya era tarde

La chica estaba absorta en la lectura que no se dio cuenta de que los tres hombres estaban junto a ella sino hasta que el cineasta le arrebato el cuaderno y lo cerró de golpe.

—¡Esa historia esta increíble! —exclamó emocionada la castaña—. ¡Nunca había leído o escuchado acerca de una historia que combinara la Navidad con el Halloween! ¡Es asombroso!

«¡Es increíble que esté justo en la época en la que Tim Burton creó la que sería mi película favorita y con eso me volviera su fan!»

Severus y Alan miraron a Tim, a la vez que este se ruborizaba un poco y era notorio debido a su piel pálida. Al verse observado, Burton le tendió el cuaderno a la chica para que siguiera leyendo. Severus y Alan se colocaron detrás de ella para leer sobre sus hombros. Al parecer era un poema y su titulo era The Nightmare Before Christmas.  

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Los tres leyeron a su ritmo. Alan fue el primero en terminar y se fijó en los adolescentes, quienes ni apartaban la mirada del cuaderno.

—Creo que no deberías de preocuparte de que este poema sea malo, Burton

—¿Por qué lo dices, Rickman? ¿Acaso no ves que los chicos están quietos sin decir nada?

—Sí, pero ¿no ves el brillo en sus ojos y la dificultad que tienen para disimular su emoción?

El cineasta los vio mejor y se sorprendió de que, efectivamente, Severus y Alex se veían emocionados por el poema. Se acercó a los adolescentes y le quitó de las manos el cuaderno a la chica, pero esta vez con cuidado.

—¿Acaso en una idea para su siguiente película después de Beetlejuice? —preguntaron emocionados los jóvenes

Burton parpadeó entre confundido y asombrado. Todavía estaba trabajando en la película y esos dos adolescentes ya le estaban preguntando por su siguiente proyecto. Tenía que admitir que no esperaba que alguien le gustará la historia de Jack Skellington... ¡Eso es!

—¡Lo tengo! —exclamó Burton, sorprendiendo a los presentes—. ¡Ya tengo los personajes perfectos para ustedes!

Severus, Alex y Alan se miraron confundidos. Sabían que el cineasta podía tener ideas excéntricas, y parecía que una nueva le cruzó por la mente.

Regresaron al estudio y fueron a la oficina de Burton en el foro trece. De camino a su oficina, el director había pedido gente de vestuario fuera al foro para sacar las medidas de los adolescentes.

—¿En serio los harán desde cero? —preguntó sorprendido Alan cuando Tim le dijo que haría los disfraces—. Pero si el baile es en menos de tres días

Los del departamento de vestuario terminaron de medir a Alex y Severus y se retiraron. En cuanto Burton cerró la puerta se volvió hacia el actor y los jóvenes.

—No será difícil con magia

Esas palabras sorprendieron a los extranjeros. Al ver sus expresiones, Burton les dijo la verdad.

—¿En serio creíste que eras el único squib trabajando aquí?

—¿¡Es/Eres squib!? —exclamaron el adulto y los adolescentes a la vez

—Están al tanto de cómo son las familias Sangre Pura cuando nace en su familia un squib. Así es como poco a poco se fue desarrollando mi personalidad y gusto por los monstruos y dibujar. No es la gran cosa —Burton hundió los hombros quitándole importancia al tema

Alan y los adolescentes todavía no podían salir de su asombro, además de pensar en algo: si Burton y Rickman eran squib trabajando en el mundo muggle y el cineasta dijo que usaría magia para hacer los disfraces ¿Cuántos magos y brujas había trabajando en el mundo del cine y del teatro?

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HALLOWEEEN — MEDIODÍA

Hogwarts estaba listo para el Baile de Halloween, los alumnos estaban emocionados con la fiesta, tanto que apenas si prestaban atención a sus clases por lo que a los profesores nos les dio más opción que suspender las clases. Debido a eso, Alex y Severus pudieron salir del castillo con el Sr. Rickman a recoger los disfraces.

Tenían que admitir que estaban intrigados ¿qué clase de vestuarios había pensado el Sr. Burton? Bueno, pronto lo averiguarían. Gracias a que el cineasta les reveló que también conocía el mundo mágico, les avisó que iría a casa de Rickman por medio de traslador para entregarles la ropa.

Como la vez anterior, Alan recogió a los adolescentes en la oficina de Dumbledore y por Red Flu se transportaron, apareciendo en la sala de estar del hogar Rickman. Severus y Alex esperaban que Eileen y Rima los recibieran, pero se sorprendieron al ver que la casa estaba vacía.

—Salieron a dar un paseo —contestó el actor a la pregunta muda de los jóvenes—. Algo así como "tarde chicas"

Ni Alex ni Severus dijeron nada más. Todos se quedaron en la sala a la espera del excéntrico cineasta, hasta que de pronto un ruido en medio de la estancia se escuchó seguido de un fuerte resplandor azulado. Se cubrieron con las manos la luz, eso solo era provocado por el traslador. Una vez que la luz azulada se desvaneció vieron en el centro del lugar a Tim Burton y varias personas, dos de ellas traían la ropa guardadas en fundas anti-polvo y otras dos personas con grandes estuches en las manos que a simple vista parecían portafolios.

—Hola a todos, disculpen la tardanza —se disculpó Burton saludando con la mano. En esta traía una claqueta—. Todavía están a tiempo para la fiesta ¿verdad?

—Sí —contestó Severus—. Sr. Burton ¿quiénes son estas personas?

—Son los que se encargarán de arreglarlos para su fiesta

—¿En serio era necesario que trajeras a gente de vestuario y maquillaje para esto? —preguntó Rickman, todavía sorprendido por todo lo que estaba haciendo el cineasta

—Sí. Y a diferencia de nosotros, ellos son magos y brujas por lo que podrán hacer sus vestuarios más realistas

Los dos Slytherin se miraron. Si todo eso era solo por un simple baile de adolescentes, no sabían si querrían saber cómo sería para una película y obra de teatro.

Al parecer Tun Burton les había dicho a los empleados lo que tenían que hacer puesto que con solo un asentimiento de cabeza los maquillaras y vestuarios fueron por un adolescente y, pidiendo amablemente que los llevaran a una habitación, fueron a alistarlos.

Severus estaba algo incómodo con esto porque sentía que estaba otra vez en casa de Malfoy y sus elfos domésticos alrededor suyo vistiéndolo y todo. En cuanto a Alex... ella estaba incómoda por la situación, ni siquiera dejaba a Lily verla cambiarse de ropa cuando tuvieron sus pijamadas en el verano y ahora dejar que dos desconocidos del mundo mágico vieran las marcas que Voldemort de su época le hizo harían que tuvieran una idea errónea de ella, avisarán al ministerio y la enviarán a Azkaban.

«Ok, tal vez lo último es exagerado, pero aún así puede que las cosas se pongan feas»

En el cuarto, la encargada de vestuario abrió el la funda anti-polvo y Alex tuvo que meterse el puño a la boca para no gritar de emoción en cuanto reconoció la ropa. La mujer le pidió que se desvistiera para poder colocarle el vestido. Con duda, Alex empezó a desvestirse, pero sin quitarse la gargantilla y los guantes mágicos. Le ayudaron a ponerse el vestido, al verse en el espejo comenzó a imaginarse cómo ese personaje se emocionó.

—Disculpe señorita, necesitamos que se quite la gargantilla y los guantes, por favor. —dijo la maquilladora—. Vamos a maquillarle el cuello y los brazos para darle realismo a su disfraz

La latina sintió una opresión en el pecho al escuchar eso. Pero entonces se le ocurrió una idea

—Gracias, pero los brazos no será necesario —dijo Alex

Las empleadas no comprendieron hasta que vieron a la Slytherin pasar su mano derecha sobre el guante izquierdo y este paso de ser un sin dedos negro hasta el codo con murciélagos blancos en el dorso a uno blanco completo de seda hasta la axila. Las empleadas miraron fascinadas los guantes mágicos ya que al ser una invención reciente eran muy escasos.

La mujer de vestuario le dijo a la chica cómo era el personaje que pensó el Sr. Burton y Alex cambió sus guantes a ese diseño. Ahora tocaba maquillar su rostro y cuello y para eso no encontró excusa. Se sentó frente al tocador y con pesar se quito la gargantilla mostrando las dos serpientes formando eses. Las mujeres al verla se taparon la boca con las manos y ante esa reacción la chica volvió a ponerse la gargantilla.

Tanto los guantes como la gargantilla nunca se los quitaba desde que llegó a esa época, pero a lo segundo tuvo que cambiarle el diseño para no generar sospechas, y eso lo comprobó el día que llegó y Severus vio con recelo lo que llevaba al cuello y lo comprobó el día que salvó al chico y a su madre de Tobías Snape; en ese entonces la mujer seguía usando el collar. Así que cambio su imagen por una de terciopelo morado oscuro con detalles en plateado y en medio una obsidiana en forma de corazón. Cuando Severus volvió a verla, pero con otro collar, le preguntó del otro y con muchas dificultades logró convencerlo de que siempre había usado esa gargantilla. De los guantes no fue necesario una excusa, pero sin "afirmar" que al ser algo nuevo y raro no fue fácil encontrar.

En cuanto la maquilladora vio a Alex volver a ponerse el collar y en su reflejo una expresión de tristeza y vergüenza se sintió mal por su reacción.

—¡Lo siento mucho señorita! No era nuestra intención ofenderla así.

—No se preocupe. Ya me lo esperaba.

—¿Cree que pueda ocultarse con el maquillaje mágico o un encantamiento glamour?

Al escuchar esas sugerencias, Alex la miró sorprendida. Desde que el Severus adulto le había dado esos dos regalos para ocultar la marca tenebrosa de su antebrazo y del cuello nunca había intento cubrirlas con magia.

«¡Estaré bien pen...!» se reprendió mentalmente la chica

—Podríamos intentar.

Las empleadas se sonrieron y dieron manos a la obra. Falta una hora para que el baile de disfraces de los adolescentes comenzara y aún no bajaban. Rickman daba vueltas al salón mientras que Burton estaba sentado en un sillón individual y dibujaba tranquilamente.

—¿Cuánto tiempo más van a tardar? ¡Es un baile no una producción, por Dios! —exclamó fastidiado Alan

Tim lo ignoró. Pero como si lo hubieran escuchado, las puertas del salón se abrieron y entraron los maquilladores y vestuario y detrás de ellos los adolescentes. En cuanto los vio, Rickman no pudo ocultar su asombro. Burton cerró su cuaderno, se levantó y fue hacia el actor, sonriendo burlón ante la expresión del hombre.

—Al menos puedes decir que la espera y la "exageración" valió la pena. ¿No crees, Rickman?

—Muy gracioso, Burton. Pero sí, lo valió

Los Slytherin se miraron y sonrieron. Les encantaron los disfraces y no podían esperar a ver la cara de Lily... y todo Hogwarts.

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