Baile de Halloween
En Hogwarts sus celebraciones de Halloween siempre han sido impresionantes, pero este año ahora que había un baile, la fiesta sería más impresionante. Faltaba poco para que formalmente comenzara la celebración y los alumnos comenzaron a llegar al Gran Comedor. Los disfraces eran una gran variación de tradiciones mágicas y muggles, a lo cual se escuchaba en todos lados comentarios acerca de los atuendos, adulaciones y preguntas con respecto a la elección del mismo. Los alumnos que también llamaban mucho la atención eran las parejas que habían decidido disfrazarse siguiendo alguna temática.
Los alumnos poco a poco fueron ingresando al Gran Comedor, Lily esperaba junto a la puerta a sus mejores amigos Slytherin. La pelirroja usaba un vestido estilo edad media de color rojo, el interior era de color beige y se notaba con las mangas largas y holgadas y en la falda abierta un poco de la parte de enfrente y bordados en el cuello, mangas, cintura y la parte abierta de la falda. Su peinado consistía en una media coleta, sujetaba su cabello con un broche dorado con forma de cabeza de león y tanto la parte atada como la suelta estaban en hermosas ondas.
—Por tu cara puedo decir que no tienes idea donde están Severus y Jones
La chica volteó hacia donde escuchó la voz y se encontró con Regulus Black. Al ver su atuendo enseguida se dio cuenta de que era un traje de finales el siglo XIX totalmente negro que le resultaba familiar. Por la expresión de la pelirroja, Regulus supuso sus pensamientos y le dijo:
—Severus se tomó la molestia de preguntarle al Sr. Rickman si podía prestarme alguno de sus vestuarios y me prestó de alguna de sus obras de teatro.
—Te queda muy bien
—Gracias, Evans
—Entonces ¿no los has visto en todo el día?
—No, Severus solamente me avisó que saldría de Hogwarts junto con Jones. Seguramente están con el Sr. Rickman
—Puede ser
Casi todos los alumnos ya estaban en el Gran Comedor. Los Jefes de Casa salieron a asegurarse de que ya no faltaran alumnos. Lily y Regulus se miraron preocupados, sus amigos todavía no llegaban y el baile ya iba a comenzar. Estaban por entrar cuando de pronto se escucharon las puertas principales abrirse. Los alumnos rezagados, los profesores, la pelirroja y el menor Black miraron y grande fue su sorpresa con lo que vieron:
Una pareja entró al castillo con los disfraces más extraños y asombros que habían visto. El chico usaba un traje negro con líneas blancas, camisa blanca, moño en forma de murciélago y zapatos negros. Lo que llamo más su atención, además del cabello corto y alborotado blanco, sino que su rostro se veía esquelético. Sus ojos no eran normales, la esclerótica era negra y sus iris y pupila blancos y las manos eran esqueléticas también. La chica usaba un vestido colorido, pero hecho con diferentes retazos de tela, zapatos de tacón bajo negro y su cabello era castaño corto pero también alborotado; lo que llamaba la atención de ella es que tenía la piel azul costuras en casi todo el cuerpo. Sus ojos eran normales, la esclerótica blanca y la iris café, pero la gente no podía quitar los ojos de encima a sus "heridas".
La pareja se acercó a Lily y Regulus; los dos aludidos se miraron confundidos por la acción de los extraños. Al verlos, la pareja rio y la pelirroja y ojigris los miraron incrédulos.
—Lo que son los disfraces, imposible que nos reconozcan —dijo la chica entre risas
Lily y Regulus reconocieron la voz y no pudieron ocultar su asombro.
—¿¡Alex!?
—La misma que viste y calza
—Entonces, el chico es...
—Me ofende que no me reconozcas tomando en cuenta que nos conocemos desde pequeños —dijo el chico entre ofendido y divertido
—¿¡Severus!? —exclamaron Lily y Regulus
Los rezagados escucharon y también soltaron exclamaciones y gemidos de asombro. Nunca se imaginaron ver al antisocial Severus Snape y a la chica nueva Alex Jones con unos disfraces como esos.
—Tengo que admitir que el Sr. Rickman se lucio con ustedes —felicitó Regulus
Alex y Severus se miraron y sonrieron con complicidad desconcertando a Lily y Regulus.
—¿Qué pasa? —preguntó la pelirroja—. ¿No les ayudo el Sr. Rickman?
—En parte sí —contestó Alex
—¿Y la otra parte? —preguntó el menor Black
—Nos ayudo el cineasta Tim Burton —contestó Severus
—¿Quién?/¿¡Qué!? —preguntó Regulus y exclamó Lily
—Es un director de cine estadounidense squib. Conoce al Sr. Rickman y se ofreció a ayudarnos. —explicó, por ahora, el peliblanco—. Estos personajes son de un poema que hace poco escribió
—Increíble
—Ahora que los veo bien, ahora se nota que estos atuendos son idea del Sr. Burton —dijo Lily
La conversación de los cuatro se interrumpió ya que la profesora McGonagall se le acercó y les pidió que entraran al Gran Comedor. Los cuatro obedecieron sintiendo la mirada de la profesora sobre ellos debido a los disfraces. Una vez pasaron las puertas, todas las miradas se posaron en Alex y Severus, ambos sabías que llamarían la atención de casi todo Hogwarts, pero aun así no quitaba que les incomodara tanta atención.
—Buenas noches a todos —llamó la atención el profesor Dumbledore—. Bienvenidos al primer baile de disfraces de Hogwarts, esperemos que todos disfruten de esta velada conviviendo todos sin importar la casa a que pertenezcan y elogiando los fascinantes atuendos de todos. Y hablando de eso, habrá un concurso de disfraces y los ganadores serán nombrados Rey y Reina del Halloween. —este último anuncio interesó a los alumnos y los murmullos no se hicieron esperar. Dumbledore tuvo que pedir silencio para continuar—. Conozco muy bien el nivel competitivo que muchos tienen, así que de la manera mas atenta les pido que, por favor, se abstengan de sabotajes; los Jefes de Casa son los jueces y no pasaran por alto ningún atentado. Esta noche es con el fin de divertirse y convivir ¡así que háganlo!
Y con eso último dio comienzo la fiesta.
La mayoría de los alumnos fueron directamente hacia Alex y Severus y empezaron a preguntarles sobre sus atuendos y también haciéndoles comentarios. Tanto uno como otro no sabía cómo salir de eso, ellos eran más de bajo perfil y verse rodeados de tanta gente les molestaba; al ver a sus amigos, Lily y Regulus les ayudaron a salir de la muchedumbre y a divertirse.
En una de las mesas de comida, los Merodeadores veían a los cuatro amigos divirtiéndose desde que entraron al Gran Comedor. James iba disfrazado del monstruo de Frankenstein, Remus de zombi (muchos de sus compañeros lo estaban confundiendo con un inferius), Sirius de vampiro y Peter de rata. Tanto James como Sirius tenía la mirada fija en las primas mientras que Remus miraba a todos lados a la vez que bebía una cerveza de mantequilla y Peter estaba ocupado comiendo.
Al ver que sus mejores amigos no dejaban de mirar a las primas, el castaño suspiro y se les acercó.
—Chicos, fiesta o no, el profesor Dumbledore nos dijo a los prefectos que teníamos autoridad para mantener a los alumnos a raya y eso implica que no dejaré que hagan alguna estupidez esta noche
—Vamos, Lunático ¿enserio nos arruinaras la diversión de está noche? —preguntó James sin mirar a su amigo
—Si con diversión te refieres a hacerle algo a Snape solo porque esta con Lily y Alex, entonces sí. Recuerden que él viene con Alex y Lily aceptó ir con el hermano de Regulus para que los cuatro pudieran divertirse sin problemas.
—Yo sigo pensando que algo esta tramando Black, porque no es normal que un Slytherin criado con esas ridículas ideas de pureza de sangre invite a una Gryffindor hija de muggles así nada mas
Remus suspiró y se palmeó la cara con la mano en señal de resignación. Sirius no prestó atención a la conversación ya que no quitaba la mirada de encima a Alex y Snape. Tenía que admitir que los disfraces de ambos eran originales y asombrosos, pero le molestaba el hecho de que Jones fuera al baile y se divierta con Snape y no con él; si lograba ganar el concurso de disfraces y la castaña también así podría probarle que él era mejor partido que el grasiento de Snape; lo único que le arruinaba su plan era que los profesores estaban atentos a todo lo que sucedía para evitar sabotajes, así que necesitaría la ayuda de sus mejores amigos.
—Chicos —James y Remus dejaron de discutir y Peter volteó a ver a sus amigos con medio pan relleno de crema en la boca—. ¿Qué les parece si nos divertimos un rato con Quejicus?
James sonrió de acuerdo con el plan, Peter se terminó su bocado y Remus negó con la cabeza a la vez que se palmeaba la frente?
—¿Acaso no escuchaste lo que le dije a James?
—¡Por favor Remus! —intervino el mencionado—. Por algo siempre los muggles dicen «Truco o trato»
—¡Esos son los niños cuando piden dulces!
—Como sea —miro a sus amigos y los tres Merodeadores reconocieron el brillo en los ojos grises de Sirius que solo significaba una cosa: tenía una idea—. ¿Me van a ayudar o no?
—¡Sabes que cuentas conmigo para todo, Canuto! —contestó emocionado James
—¡Yo también voy! —dijo Peter a la vez que dejaba caer los bocadillos que traía en la manos debido a la emoción
El único en desacuerdo era Remus, pero (como siempre) lo ignoraron y no tuvo mas opción que unirse a ellos con la intención de intervenir en caso de las cosas se les saliera de control... como de costumbre.
No obstante, ninguno de los Merodeadores se dio cuenta de que el grupo de amigos que estaban espiando tuvieron el presentimiento de que harían algo y ya estaban prevenidos para cualquier estupidez de parte de esos cuatro leones.
—Como era de esperarse, a mi hermano ya se le ocurrió alguna broma infantil para está noche —comentó Regulus a la vez que negaba con la cabeza en señal de desacuerdo
—Y algo me dice que el blanco seré yo —dijo Severus antes de darle un sorbo a su cerveza de mantequilla
—¿Acaso no hay un solo día en que esos cuatro no puedan estar tranquilos? —preguntó Alex a la que veía con disimulo hacia donde se fueron los Merodeadores
—Se nota que eres nueva en Hogwarts, prima. Porque después de cinco años es bastante obvio que no —comentó Lily
—¿Y qué hacemos? —preguntó la latina
—Por el momento divertirnos, pero sin dejar de estar alerta a lo que sea que esos cuatro estén tramando —dijo Severus
«Tal parece que incluso en estas circunstancias aplica la frase de Ojoloco Moody: ¡Alerta permanente!» pensó Alex
Tal como lo supusieron, los Merodeadores trataron toda la fiesta de molestar a Severus, y de paso a Regulus, pero lograron evitarlos a tal punto que la profesora McGonagall se dio cuenta de lo que estaba pasando. Reprendió a los Merodeadores, les bajo puntos y les advirtió que si seguían con eso estarían en detención, a lo que los cuatro amigos no tuvieron otra opción mas que alejarse de los tres Slytherin más Gryffindor.
Una vez controlados los Merodeados, por fin Lily y los tres Slytherin pudieron divertirse. Por estar tan concentrados en los cuatro leones bromistas, ninguno de los cuatro había notado que la música no solo era del mundo mágico sino también del muggle. Comenzó a sonar una canción lenta y Lily le dio un leve codazo a Alex. La latina miró a su prima y vio que ella le hacía gestos con la cabeza para que se acercara a Severus. La castaña se ruborizó (aunque con el maquillaje mágico no se notaba) y volteó hacia otro lado para ignorarla.
—¡Vamos! ¿Por qué no lo invitas a bailar?
—En primero lugar: nunca se me ha dado bien bailar. En segundo lugar...
—¿Sí?
—Me da pena
—¿Es en serio?
—¡No te burles!
Severus y Regulus veían discutir a las primas, parecía que peleaban por algo. El "peliblanco" solo negaba la cabeza con una sonrisa mientras que el ojigris tenía una idea de lo que pasaba entre ambas hijas de muggles.
—Severus ¿hace cuanto que no bailas con Evans?
La pregunta tomó por sorpresa al mencionado, pero lo pensó un momento antes de contestar.
—No mucho, solo desde la fiesta de Navidad de los Evans ¿por qué?
—¿No quieres bailar un momento con ella? Yo puedo bailar con Jones
A Severus le sorprendió esa sugerencia, pero aceptó con gusto. Ambos Slytherin se acercaron a las primas. El mayor invitó a la pelirroja a bailar y ambos fueron a la lista de baile de la mano. Lily miró sobre su hombro a Alex y le sonrió a modo de disculpa por quitarle esa oportunidad con su amigo. Regulus se acercó a la latina y le ofreció su brazo en invitación a bailar. La aludida miró primero el brazo y después al chico antes de tomarla y acercarse con él a la pista de baile.
«Menos mal que no es una de esas lentas románticas» pensó Alex
Los dos estuvieron en silencio durante la canción. Terminó y la latina pensó que regresarían con Severus y Lily, pero entonces comenzó a sonar otra canción y vio que ambos estaban seguían bailando, por lo que se quedó con Regulus bailando un poco más.
—Deberías decidirte de una vez si vas a intentar algo con Severus o no
La aludida miró al ojigris y se dio cuenta la miraba con una ceja arqueada.
«Al estilo de Severus»
—Ya te explique porque no puedo decirle. Además, sino fuera por esos... "problemas" sería muy extraño que a poco tiempo de conocernos ya le diga «te amo» va a pensar que estoy loca o algo así
—En eso si tienes razón, es muy pronto. Pero me ha dado la impresión de que conoces a Severus desde antes, sobretodo por como lo defiendes y lo tratas
Gracias al maquillaje, Alex pudo disimular la palidez que apareció en su rostro. El estar junto al azabache hacia que olvidara que estaba en otro tiempo y que el Severus de ahí era de su edad y no el profesor adulto.
Volvieron a estar en silencio, mientras bailaban Alex alcanzo a ver a James y Sirius cerca de la pista de baile y observaban atentamente a Severus y Lily, eso le dio un mal presentimiento.
—Regulus
—¿Qué sucede?
—Tal parece que tu hermano y Potter no saben cuando rendirse
El menor Black miro con discreción hacia donde le indicó su compañera de casa y vio a su hermano observando a Severus como si lo vigilara o algo así y tampoco le dio buena espina. Le pregunto a Alex qué hacer a lo que ella solamente le dijo que lo siguiera y así lo hizo.
Sirius tenía la mirada fija en Snape. Odiaba admitirlo, pero el disfraz que usaba (sea lo que sea) le quedaba bien y a juego con el que Jones usaba. Esos atuendos particulares llamaran la atención de todos en Hogwarts; no le molestó eso, lo que le molestó es que después de eso comenzaron a circular comentarios de que Snape y Jones hacían buena pareja, aunque nunca se imaginaron al antisocial Snape con alguien que no fueran Evans y el menor Black y mucho menos en un sentido romántico. Eso último le hizo hervir la sangre, nadie podía estar con Jones más que él, Sirius Black, mucho menos el grasiento y extraño Severus Snape.
Mientras vigilaba a su presa en compañía de Evans, James, Remus y Peter (más que nada el de lentes y el pequeño del grupo) terminaban los últimos toques de la broma que le harían a Snape durante la noche. Les había costado trabajo ya que los invernaderos eran cerrados con varios hechizos, pero habían conseguido llenar unas cuantas cubetas con estiércol de dragón y agua y los colocaron en la entrada del Gran Comedor: el plan era sacar a Snape del baile y en cuanto saliera le tirarían las cubetas encima arruinando sus "quince minutos de popularidad" y al ver el desastre en el que había acabado James y Sirius se acercarían a las primas y los cuatro pasarían el resto de la noche en una agradable y decente cita doble.
—¡Vamos Lunático, cambia esa cara! ¡Esta noche nos divertiremos! —dijo James terminando de acomodar la última cubeta en la puerta del Gran Comedor
El licántropo no dijo nada. No estaba de acuerdo con ese tipo de broma contra Snape ni contra nadie más, sobretodo porque el azabache no les ha hecho nada y solo porque a Sirius se le ocurrió irían a molestar al Slytherin. A pesar de que Dumbledore y McGonagall lo nombraron prefecto para mantener a raya a sus amigos parecía que no había fuerza sobre humana que pudiera controlarlos. James y Peter terminaron de colocar todo para la broma, sonrieron con burla y regresaron al Gran Comedor para avisarle a su amigo siendo seguidos por el sentido común del grupo. Ninguno de los tres se dio cuenta de que un par de ojos cafés y grises observaron todo.
Buscaron a Sirius y lo encontraron cerca de la pista de baile sin quitarle la mirada de encima a Snape y Evans. James se le acercó por detrás y le puso una mano sobre el hombro. El ojigris miró sobre su hombro y vio a su hermano del alma sonriéndole, supo lo que significaba y le respondió el gesto: la broma estaba lista.
Se acercó a los "hermanos" y al pasar junto a Severus le dio un empujón con su hombro interrumpiendo a los chicos y ambos lo miraron molestos.
—¿Cuál es tu problema, Black? —preguntó el Slytherin desafiante
—Tú —contestó el aludido con una sonrisa burlona
—Dumbledore dijo que no hicieran nada hoy —recordó Lily
—Esto no es algo que te incumba, Evans. ¿Por qué no vas con James? Él vale más la pena que este saco de huesos
Lily iba a decirle algo, pero Severus le puso una mano en el hombro y la chica entendió que él quería encargarse; no obstante, sabía que era una mala idea.
—Si quieres hacer algo, Black, mejor que sea afuera y solo nosotros dos ¿o como siempre necesitas a tus amigos para enfrentarte a mí?
—Solo tú y yo es suficiente
Sirius dio media vuelta y caminó hacia la salida del Gran Comedor. Lily le tomó la mano para que no lo siguiera, pero siendo los Merodeadores no había manera de hacer entrar en razón a su hermano. Severus se soltó con delicadeza del agarre de la pelirroja y fue tras el mayor Black. James y Peter esperaban en sus posiciones mientras que Remus estaba cerca de la puerta deseando que la broma fallara.
El ojigris salió del Gran Comedor y casi enseguida Severus. James y Peter sacudieron sus varitas para tirarles las cubetas a Snape, pero para asombro y confusión de los Merodeadores no paso nada. Black miraba sin poder creer lo que pasó mientras que Severus miraba expectante a Black debido a la expresión de su rostro.
—¿Pasó algo, Black?
Sirius reaccionó de su trance. Sus amigos le dijeron que la broma estaba lista ¿entonces qué demonios sucedió? Al ver que no hacía nada más el Gryffindor, Severus hundió los y regresó a la fiesta. James y Peter salieron de su escondite y se acercaron a Sirius, los tres se pusieron en donde se supone tenía que accionarse la broma para revisarla. Sin embargo, en cuanto los tres se colocaron las cubetas con el excremento de dragón y agua les cayó encima. Al escuchar el ruido metálico, Severus se volvió y vio a los tres Gryffindor cubiertos de algo asqueroso y de eso se dio cuenta porque le llegó un repugnante olor a sus fosas nasales.
Las personas que estaban cerca de la puerta también escucharon el ruido y miraron hacia el origen de este. Al ver los tres Merodeadores cubiertos de excremento primero se sorprendieron de ver a los alumnos más populares y bromistas siendo víctimas de una broma, después pasaron a la carcajadas. Los profesores se acercaron y exigieron saber qué había sucedido y quien o quienes fueron los responsables de eso.
—Parece ser que les salió el tiro por la culata, ¿no crees Regulus?
—Eso parece Jones
Detrás de Severus aparecieron sus amigos de Slytherin. Los dos tenían una sonrisa en su rostro la cual el "peliblanco" identificó como triunfante.
—¡Jones! ¡Black! ¡Explíquense! —ordenó McGonagall
—Potter, Pettigrew y mi hermano tenían pensado tirarle esas cubetas con estiércol de dragón a Severus, pero me alegra ver que la broma les falló y ellos mismos cayeron en ella.
James y Sirius miraron con odio a Regulus, ellos sabían que el chico debió de haber alterado la broma para que en lugar de darle a su mejor amigo le diera a ellos. El mayor Black miró a Jones y para su pesar descubrió una sonrisa de superioridad en su rostro que le dio a entender que le ayudo a su hermano. McGonagall le bajo cincuenta puntos a cada Merodeador y después los envió a su Sala Común no sin antes advertirles que al día siguiente hablaría con ellos para su detención. Los cuatro Gryffindor (Remus no quería quedarse en la fiesta sabiendo que sus amigos estaban de mal humor y no quería empeorar su estado de ánimo), con un movimiento de varita la profesora Sprout limpió lo que quedo de estiércol de dragón y los cuatro Jefes de Casa indicaron que la fiesta continuara.
Una vez que todos los alumnos estuvieron cada quien en sus asuntos, Alex y Regulus se acercaron a Severus y Lily se hacía paso entre la gente para reunirse con las tres serpientes.
—Muchas gracias a los. Pero ¿cómo supieron de eso? —preguntó Severus señalando sobre su hombro la entrada del Gran Comedor
—Vimos a esos tres muy inquietos y después a Sirius vigilándolos a ti y Lily y nos dio la impresión de que querían hacer algo. —explicó Alex
—Menos mal que les dieron una lección a esos dos —dijo Lily
—Me da pena Remus —comentó a latina a lo que ambos azabaches la miraron con una ceja arqueada—. Es un buen chico, pero tiene de mejores amigos a tres inmaduros. Lo hicieron prefecto para controlarlos, pero tal parece que no hay manera de tenerlos quietos
—Eso o Lupin lo permite —opinó Regulus
—Olvidemos a esos cuatro, mejor sigamos disfrutando la fiesta y más porque esas cuatro molestias están fuera
Regulus y las chicas sonrieron en señal de acuerdo. La fiesta siguió con tranquilidad y diversión, bailaron, bebieron cervezas de mantequilla y comieron algunos bocadillos. Cerca de la medianoche Dumbledore llamó a los presentes, había llegado la hora de nombrar al Rey y la Reina del Halloween. El director y los Jefes de Casa estaban ante el público listos para dar su veredicto.
—Muy bien, el momento que todos esperaban a llegado: Los reyes del Halloween serán elegidos. —McGonagall le pasó un sobre a Dumbledore, el viejo director lo abrió y sacó el pedazo de pergamino con los nombres de los ganadores—. El Rey del Halloween es... ¡Severus Snape!
El aludido dio un respingo debido a la sorpresa a la vez que se escuchaban aplausos por todo el salón. Lily le dio un pequeño empujón por los hombros animándolo a ir con los profesores. Severus reaccionó de su trance y con pasos semi rápido subió los escalones de la plataforma donde normalmente estaba la mesa de profesores y se paró ante los profesores. Slughorn se acercó a su alumno y le colocó una medalla dorada con forma de calabaza en el cuello. El chico miró el premio y después a su Jefe de Casa, quien con un gesto le pidió que se parara al lado de Dumbledore. Así lo hizo el chico y el director continuó.
—Ahora, la Reina del Halloween es... ¡Alexandra Jones!
Al igual que el chico, Alex dio un respingó y miró sorprendida al director. Está vez fue el turno de Regulus de empujar a la chica para que se acercara. Slughorn le puso a la chica una medalla igual que la de Severus y también le indicó que fuera junto al director y su compañero. En seguida se escucharon unas campanadas que indicaba la medianoche. Dumbledore invitó a Severus y Alex al centro de la pista de baile y enseguida comenzó a sonar música tranquila y lenta; al parecer habría un baile entre el Rey y la Reina del Halloween.
En ese momento, Alex agradecía el maquillaje porque estaba segura que su cara estaba totalmente roja. Toda la fiesta intentando evitar bailar con Severus por la pena y lo que sentía por él y ahora le salían con eso. Salió de sus cavilaciones cuando sintió que alguien la tomaba gentilmente de la mano y sus nervios aumentaron al ver al chico.
—Creo que ya sé porque no has querido bailar conmigo hoy. No soy tonto
—¿En... serio? «¡Trágame tierra!»
—Sí. Tranquila, el baile no es difícil. Solo sígueme y lo harás bien
—¡Oh!... Claro, eso «Salvada»
Severus llegó la mano izquierda de la chica a su y tomó la derecha con la suya. La mano derecha del chico se poso en la cintura de Alex y, la latina no supo porque, recordó el baile que compartió con el profesor Snape en el Baile de Navidad.
«No te distraigas, concéntrate en el ahora»
La música siguió sonando y la pareja comenzó a bailar. A diferencia del Baile de Navidad, su compañero era más o menos de su estatura y eso ayudo un poco a que no estuviera tan nerviosa. Lily miraba encantada a su hermano y prima bailar juntos mientras que Regulus lo hacía con una mezcla de felicidad y envidia.
Todos en el Gran Comedor pensaron desde que vieron a la pareja llegar a la fiesta que no había más personas hechas uno para el otro que quienes estaban en la pista de baile en ese momento; lastima que ninguno de los dos se daba cuenta de eso y que no sería un romance fácil.
Severus y Alex se miraban a los ojos moviéndose al compas de la música. La chica se sentía en un sueño mientras que el chico comenzaba a sentir algo extraño en su interior, un pequeño cosquilleo que durante años había sentido por Lily, pero que la momento de tocar la mano de Alex este volvió a despertar.
«Supongo que será que siento lo mismo que por Lily: amor fraternal» pensó Severus, mas que nada para tratar de convérsese a sí mismo.
Esa noche de Halloweenera solo el inicio de un amor que traspasaba el tiempo.
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