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Año Nuevo

Los cuatro amigos no podían decir si los adultos estaban felices o enojados de verlos debido a como los recibieron: primero fue con alivio, felicidad e incluso lágrimas (al parecer llegaron al pensar lo peor por su tardanza) y después los regañaron como nunca habían recibido en sus vidas. Una vez se tranquilizaron los adultos les preguntaron a los adolescentes porque habían regresado tarde a casa; sin rodeos los cuatro les dijeron lo sucedido incluido su encuentro con Lucius Malfoy y los hermanos Lestrange. Al terminar, no les sorprendió ver el miedo y asombro en el rostro de Eileen, Alan y Rima, en especial después de que Severus les contara lo que Alex hizo en contra de las protestas de la latina.

—¡Por Merlín, niña! —bramó el Sr. Rickman—. ¿Por qué actuaste de un modo tan imprudente? ¿Tienes idea de con quién te estabas metiendo?

Alex se sintió mal al escuchar a su actor favorito hablarle de esa manera, pero también comprendía que era porque el hombre estaba preocupado por ella ya que él fue quien los invitó a pasar las fiestas navideñas con él y su pareja y por ende el adulto responsable. Suspiró y respondió:

—Sr. Rickman, aunque ustedes no lo crean sí sé a quienes les estaba hablando —todos los presentes miraron a la latina boquiabiertos. La castaña prosiguió—. Por lo mismo no podía quedarme callada. Esas personas piensan que por tener dinero y un estatus social alto pueden hacer lo que quieran y tratar a la gente como basura. ¡Esas personas están del lado de ese mago tenebroso llamado Lord...!

—¡No digas su nombre! —gritó Regulus—. Realmente enloqueciste ¿cómo se te ocurre siquiera decir su nombre?

—Porque yo no le tengo miedo. El miedo a un nombre aumenta el miedo a la cosa que se nombra.

Si antes estaban asombrados, ahora sí estaban estupefactos. El primero en reaccionar fue Regulus, se acercó a la latina y la miró con suspicacia directo a los ojos.

—Hablas como si te hubieras enfrentado al Señor Tenebroso antes, porque valentía Gryffindor es demasiado, incluso para mi hermano y sus estúpidos amigos

Alex quería golpearse fuerte la cabeza contra la pared ¡¿por qué carajos permitía que sus emociones la controlaran?! ¡Ha encarado a los mortífagos y a Voldemort en su época, NO EN EL PASADO! Al parecer su lado Gryffindor de proteger a los demás saldría solo cada vez que viera una injusticia como la de hoy.

«Lo hecho, hecho esta. Debo controlarme mejor sino quiero levantar sospechas... más de las que he ocasionado hasta ahora.»

—Lo dije en el Rosa Lee Teabag: Aquí, en México y en el mundo existen los matones, por lo que hay que aprender a defenderse de ellos sin importar su "estatus de sangre y social". Toda mi vida he creído que soy hija de muggles, con el bloqueo mágico ya no estoy segura; pero en mi país natal como aquí he recibido desprecio y discriminación por ser una Sangre Sucia...

Los adultos soltaron un jadeo de asombro mientras que Lily y Severus veían a Alex como si ya no fuera ella quien estuviera ante ellos sino alguien completamente diferente. Regulus solo la veía con una ceja arqueada aunque la sorpresa se reflejaba en su mirada.

—No en la escuela, pero sí me han llamado así por eso tampoco...

—¡Alex, ya basta!

Todos los presentes se volvieron hacia el origen del grito. Severus caminó hacia Alex, la sujetó de los hombros haciendo que lo mirara a la cara. La castaña estaba impresionada con la mirada que el azabache le estaba lanzando: enojo y preocupación.

—No tienes que ser fuerte todo el tiempo —comenzó a decir el chico—. Ya entiendo que has pasado por mucho desde antes de venir a Hogwarts, y seguramente era porque estabas sola; pero entiende algo: ya no estas sola. —la chica lo miraba impresionada—. Tienes amigos que te quieren y te respaldan. —abrazó a Alex provocando que la chica abriera mucho los ojos—. Siempre te protegeré.

Un leve sonrojo apareció en sus mejillas a la vez que respondía con gusto el abrazo. Al parecer ese beso bajo el muérdago tuvo un gran efecto en Severus y le alegraba ver que era para bien. Estuvieron abrazados por un rato hasta que un carraspeó interrumpió el momento. Los adolescentes se separaron y vieron que el Sr. Rickman los miraba con seriedad, a lo que los dos Slytherins se separaron por fin.

—Bueno. Este ha sido un día muy largo para ustedes, descartando el... inesperado encuentro en ese Salón de Té. Será mejor ir a descansar. —sugirió el actor. Los adolescentes estaban por retirarse cuando el adulto los llamó—. Cuando vayamos al Callejón Diagon podrían mostrarnos el Rosa Lee Teabag, suena que es un lugar agradable

Los cuatro amigos sintieron que el alma se les iba a los pies ¡por salir corriendo del local no se fijaron en el camino y, por ende, no sabían cómo regresar! Los adultos se percataron de sus reacciones y enseguida supusieron que al ser un encuentro casual, sin mencionar que estaban presurosos por regresar a casa, no prestaron atención al camino; tal vez cuando fueran al Callejón Diagon podrían volver a encontrar "de casualidad" el Rosa Lee Teabag. Por ahora, tenían que ir a dormir; con eso todos se retiraron a sus habitaciones.

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En la Mansión Malfoy, Lucius le habló a su padre, Abraxas, acerca de su encuentro con Regulus Black y Severus en el Callejón Diagon en compañía de un par de Sangre Sucias, la cual una de ellas era Slytherin. En cuanto terminó, el patriarca Malfoy se levantó de su escritorio y caminó hacia la ventana detrás de su escritorio con las manos detrás de su espalda.

—Interesante —susurró Abraxas, pero su hijo pudo escucharlo claramente—. ¿Estás seguro que esa Sangre Sucia extranjera está en Slytherin?

—Sí, padre —respondió Lucius—. Las veces que me he infiltrado en el castillo para ver a Avery y Mulciber he visto a esa chica en la Sala Común hablando con Snape y Black

—No me sorprende que ese mestizo hable con esa Sangre Sucia porque es amigo de esa otra impura Gryffindor. Pero de Regulus Black, es decepcionante

—Seguramente es para no perder su amistad con Snape. Él junto con las dos Sangres Sucias son sus únicas amistades.

—¿Avery y Mulciber no son amigos del mestizo?

—No y precisamente por eso. Solo le hablan por su gran conocimiento y pasión por las Artes Oscuras. Sin mencionar que se ha expandido el rumor de que el Señor Tenebroso quiere a Snape en sus filas por su inteligencia y habilidades en Artes Oscuras y Pociones, además de su odio hacia los muggles

—Me informaste que su padre fue arrestado por las autoridades muggles ¿crees que eso apagara su odio hacia esa escoria?

—Podría ser, padre. Lo que también me preocupa es que se ha desviado del camino...

—¿A qué te refieres?

—Desde que Alexandra Jones llego a Hogwarts me ha parecido que hace todo lo posible para alejar a Severus de su destino: unirse al Señor Tenebroso

Los Malfoy permanecieron en silencio unos momentos. Después, Abraxas apartó la mirada de la ventana, volviéndose hacia su hijo. Al ver la expresión de su padre Lucius no pudo disimular el terror; eran pocas veces que veía a Abraxas con esa expresión en su rostro y siempre que lo hacía era porque tenía un plan maligno en mente.

—Padre

—Lucius, encárgate de eliminar a la Sangre Sucia de Alexandra Jones. El Señor Tenebroso nos pidió en persona a los dos traer a sus fijas al mestizo de Severus Snape, y sabes perfectamente que cuando el Señor Tenebroso tiene en mente a alguien es porque sabe lo valioso que es y que será una pieza clave para sus planes. Es verdad que Él mismo podría ir a hablar con ese impuro, pero si nos designo esta misión es porque conoces al chico desde que entró a Hogwarts y lo cercanos que se volvieron —mientras hablaba se acercó a su hijo y ahora estaba cara a cara con él. Lucius sudaba frío y luchaba con el pavor que inundaba su ser—. No lo arruines... o serás castigado

El joven aristócrata era pálido por naturaleza, pero ahora estaba blanco como la cera, casi transparente por el miedo. Después de el Señor Tenebroso la persona a la que Lucius Malfoy temía era a su padre y por eso mismo sabía que cuando él le hacia esas advertencias las cumplía al pie de la letra.

—S...sí, padre

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El Año Nuevo fue más tranquilo que Navidad; como la anterior solamente fueron Alan, Rima, Eileen, Severus, los Evans, Alex y Regulus, y está vez no hubo "sorpresas" como en Navidad (la cual todavía Eileen seguía reprendiendo a Alan por la visita de Tim Burton sin consultarle ya que si castigó a su hijo prohibiéndole ir a verlo era por algo). Bueno, sí hubo una sorpresa aunque no se sabía decir si era buena o mala. En la celebración de Año Nuevo, minutos antes de las tradicionales campanadas, Alex salió por un momento al patio trasero, abrigada con una capa púrpura, y veía la luna casi llena (hace unos días fue luna llena). La latina comprendía que los viajes en el tiempo eran muy complicados, pero no esperaba el tener que pasar casi medio año en el pasado.

—¿Cuánto tiempo va a tomar? —susurró para sí misma

—¿Qué cosa?

La castaña dio media vuelta rápidamente, haciendo volar su capa y su cabello, a la vez que su corazón palpitaba con fuerza. Detrás de ella se encontraba Severus llevando en sus manos un par de tazas humeantes de té recién hechos. El azabache se acercó a la chica ignorando la mirada preocupante de su amiga, le entregó una de las tazas y él tomó un sorbo de la otra.

—Yo... —Alex quería que la tierra se la tragara. ¡Creyó que estaba sola y por lo mismo hablo sin pensar!

—No necesitas decirlo —cortó Severus—. Lo sé

—¿Qué...?

—Es natural que estés preocupada por tu bloqueo mágico. Pero ahora no es momento para preocuparse por eso, seguiremos con la investigación una vez terminadas las vacaciones. Claro, si es que Lily no se convierte en un manojo de nervios a causa de los T.I.M.O.S's

—Eso no lo discuto «¡Ay güey! ¡Que susto me dio! Por un momento pensé que me balconee.» —Alex bebió un sorbo a su té y después dijo—. Muchas gracias

—Supuse que te caería bien con este frío, en especial porque se supone no es de tu agrado y aun así estas aquí afuera

—Necesitaba un momento a solas para pensar, es todo

—Ya te dije que no te preocupes por tu bloqueo, lo resolveremos juntos

Esas palabras hicieron que un leve rubor apareciera en las mejillas de la chica.

«¡Virgencita! ¡Se supone que no debo involucrarme sentimentalmente con nadie ¿por qué me tientas de está manera?»

—Alex ¿estás bien? —preguntó Severus tocando la frente de la chica. Se dio cuenta de que estaba roja y enseguida se preocupó de que se estuviera enfermando por el frío—. Estas algo cálida, pero no parece ser de fiebre. Aunque el rojo de tu cara se intensificó

«¡DIOS, QUE LA TIERRA ME TRAGUE AHORA MISMO, POR FAVOR!»

—Cre... cre... ¡Creo que es porque estoy muy bien abrigada y el té me ayudo a entrar más en calor! —exclamó, casi gritando, Alex.

Retrocedió apresuradamente, pero el pie de la castaña se torció, por culpa de los tacones, y casi caía de no ser porque el azabache la atrapó a tiempo de la muñeca y tiró de esta atrayéndola hacia él. Alex estaba completamente segura que su rostro estaba al rojo vivo y el humo del calor salía por sus oídos.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado Severus

—Sí, gracias —respondió Alex

La castaña quiso alejarse, pero el azabache no se lo permitió; la abrazó con fuerza por la cintura con una mano y la otra en la cabeza de la chica acariciando con cariño su cabello.

—Uh... ¿Severus?

—Feliz Año Nuevo, Alex

—¿Qué?

Las campanadas del reloj y los fuegos artificiales llenaron el ambiente. Los adolescentes levantaron la mirada, sin romper el abrazo, viendo los fuegos artificiales inundando el cielo nocturno. Alex apartó la mirada del espectáculo luminoso y se concentró en el rostro de Severus; la danza de colores resaltaba las facciones del chico y resaltaba el brillo en sus ojos. La castaña no podía apartar la mirada del azabache, había quedado hipnotizada; no importaba los años, Severus conservaba su atractivo.

Hablando del chico, el azabache sintió una mirada sobre él, bajó la cabeza hacia Alex y sonrió al ver que a la chica apartar la mirada avergonzada.

—¿Viste algo más interesante que los fuegos artificiales? —preguntó Severus con un tono juguetón

—Puede ser —contestó Alex con el mismo tono

Ambos rieron divertidos. Vieron los fuegos artificiales hasta que se detuvieron y regresaron al interior de la casa, pero antes de hacerlo Severus detuvo a Alex sujetándola gentilmente de la mano haciendo que lo mirara.

—¿Sev?

El mencionado tomó con delicadeza el rostro de la chica con su mano libre, acercó al de ella y le dio un casto beso en la mejilla. Si Alex pensó que el rojo de su rostro no podía intensificarse pues estaba equivocada. Al verla, Severus no pudo evitar soltar una leve risa burlona.

—Pareces un estandarte de Gryffindor. Solo te falta el dorado para estar completa

—Ca... ¡cállate!

—¡Aw, que lindos!

Alex y Severus voltearon y se tensaron al ver a sus amigos y familiares reunidos detrás de ellos. los adolescentes se alejaron y miraron hacia diferentes direcciones completamente avergonzados. No era como tenían pensado comenzar el año, pero estuvo bien.

Las vacaciones de invierno terminaron y los cuatro amigos tuvieron que regresar a Hogwarts. En la mañana, antes de partir a King's Cross, Eileen fue a ver a Alex a su habitación sorprendiendo bastante a la latina.

—¿Necesita algo, Sra. Eileen?

—Solo quiero hablar contigo un momento, querida. ¿Podríamos hablar en privado?

Metstli miró con suspicacia a la mujer, pero salió de la habitación yendo hacia la de Lily. Una vez a solas, Eileen se sentó en la cama y le indicó a Alex que se sentara junto a ella.

—¿Sra. Eileen?

—Alexandra ¿tú amas a mi hijo?

—¡¿EEEHHH?!

De acuerdo... aun tratándose de la madre de Severus, la castaña nunca se imagino que la mujer le preguntara eso. Con un fuerte rubor en sus mejillas, Alex balbuceo:

—Yo... bueno, la verdad... es que...

—Querida —Eileen le tomó una mano a la adolescente y la miró seriamente a los ojos—, solo responde con sí o no: ¿Amas a mi hijo?

Pese a las alarmas que sonaban en su cabeza respecto a no alterar el curso del tiempo, Alex no tuvo más opción que hablar con la verdad.

—Sí, señora. Amo a Severus con todo el corazón

Eileen soltó la mano de Alex y en su lugar la abrazo cálidamente.

—Gracias. Gracias

—¿Por... por qué me agradece?

—Por amarlo —Eileen rompió el abrazo y colocó sus manos sobre los hombros de la chica—. Ya sabes que nuestra vida no ha sido fácil, Severus tuvo una terrible infancia y el único amor que ha recibido es el mío como madre y el fraternal de Lily, y desafortunadamente ninguno ha sido lo suficientemente fuerte para que mi hijo apartara el odio de su corazón y las Artes Oscuras que los están guiando hacia Voldemort.

—¿Qué...?

—Después de discutir con Severus y castigarlo por ocultarme su situación en Hogwarts, Regulus fue a verme y me contó respecto a sus amistades tenebrosas y las visitas constantes de Lucius Malfoy a mi hijo para convencerlo de unirse a los mortífagos. Sé que Severus se dejara tentar con la promesa de vengarse de Tobías, pero él ahora está en la cárcel y creí que eso sería suficiente para apartarlo de ese oscuro camino, pero le sigue pareciendo tentador por la magia tenebrosa y para vengarse de sus matones. —Eileen tomó las manos de Alex y la miró con suplica a los ojos—. ¡Por favor no dejes a Severus solo! ¡Te lo ruego, aléjalo de ese oscuro camino sin retorno! No quiero que arruine su vida por culpa de la horrible vida que ha tenido hasta ahora, desde que llegaste las cosas han mejorado y por lo mismo la vida de mi hijo también puede ir por el buen camino. Por favor, no lo dejes solo.

Alex estaba anonadada; a pesar de solo llevar más de seis meses de conocerse, Eileen confiaba ciegamente en ella confiándole su tesoro más preciado. Quería gritar a los cuatro vientos que protegería y amaría a Severus con todo su ser para alejarlo de Voldemort y sus mortífagos, pero lamentablemente esa era una promesa que no podía cumplir aun deseándolo con todo el corazón. Soltó las manos de Eileen y apartó la mirada avergonzada, no se sentía digna de mirarla a la cara.

—Lo siento mucho, Sra. Eileen. Pero no puedo cumplir con su promesa

—¿Por qué dices eso? Acabas de confesarme que...

—¡Sí amo a Severus, pero no podemos estar juntos!

—¿Por qué no? ¿Acaso regresarás pronto a México? No me importaría que Severus y yo nos fuéramos contigo a tu país natal; es más, es una gran idea para...

—¡No es por eso! —Alex se levantó y caminó por su habitación claramente frustrada. ¿Ahora qué haría? Confesó que amaba a Severus, pero no podía decir porque le era imposible cumplir con su promesa. «¡Agh! ¡¿Ahora que carajos hago?!»

Eileen miraba confundida a la chica; pareciera como si quiera decirle algo, pero otra cosa se lo impedía. La mujer se levantó, se acercó a Alex, la sujetó de los hombros deteniendo su andar y haciendo que la mirara a los ojos.

—Alexandra ¿Qué sucede? —pasó una mano por la mejilla de la latina antes de hablarle con dulzura—. Puedes decirme lo que sea. Tal vez pueda ayudarte

La castaña de repente sintió las lágrimas brotar de sus ojos. Abrazó con fuerza a la madre de Severus y soltó a llorar. Tal vez a la Sra. Eileen podría decirle la verdad, en su época no la conocía porque ella... bueno, había fallecido y al parecer nunca le dijo nada a su hijo porque sino las cosas en su tiempo serian diferentes; así que, no había peligro ¿cierto?

Alex se calmó e invitó a Eileen a tomar asiento de nuevo en la cama. Suspiró profundamente para darse valor y empezó a hablar. Lo que ninguna de las dos sabía es que alguien más estaba detrás de la puerta escuchando atónito toda la conversación... y confirmando sus sospechas respecto a quién era en realidad Alexandra Jones.

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