Alexandra Jones y Metstli
Al día siguiente en la mañana, Dumbledore presentó a la alumna transferida y prima de Lily Evans: Alexandra Jones y a su brije Metstli; les informó que la chica se incorporaría para el siguiente curso escolar en el quinto año. Los murmullos no se hicieron esperar, los Gryffindor se apilaban alrededor de Lily preguntándole sobre su prima pero la pelirroja estaba igual o más sorprendida que sus compañeros por lo que prefirió quedarse callada.
Severus miraba a Alex con desconfianza, no pasó desapercibido al azabache la reacción de su amada pelirroja. Sabía que Lily recordaba a todos sus parientes —aun siendo los más lejanos— por lo que él no se tragó el cuento de la "prima tercera" de Lily.
Alex estaba apenada por tener toda la atención del castillo sobre ella; sin embargo, le preocupaba que nadie creyera la historia de que era prima de Lily, ya que la pelirroja se sorprendió también ante la noticia. Miró todo el comedor y se topó con unos ojos negros, desde la mesa de Slytherin, que la observaban con desconfianza y como si con el simple hecho de verla pusiera descubrir la verdad.
«Rayos» pensó Alex «Ya sabía que no todos en Hogwarts se lo iban a creer»
Después de la presentación, Dumbledore le indicó a Alex y Metstli que se fueran a sentar junto a Lily para que conociera a su "prima". La latina no estaba muy convencida pero finalmente accedió. Caminó hacia la mesa de Gryffindor ante la mirada de todos los alumnos y profesores.
«Para estos casos quisiera la capa invisible de Harry»
Llegó hasta Lily, la pelirroja se puso de pie y se paró de frente a la castaña.
—Ho... Hola —saludó tímidamente Alex
—Entonces... ¿Resulta que eres mi prima? —preguntó Lily
—Al parecer sí —respondió Alex no muy segura
Lily se quedó callada por un momento hasta que finalmente sonrío y le tendió la mano.
—Mucho gusto, espero que seamos buenas amigas también
Alex sonrió aliviada y le tomó la mano. La pelirroja se sentó y le hizo un espacio a la castaña. Alex se sentó y Metstli se asomó entre las dos.
—¿Metstli puede comer cualquier cosa? —preguntó Lily dudando de darle a probar jugo de calabaza
—Si, no te preocupes —respondió Alex
Para dejar más tranquila a Lily, le dio a Metstli una tostada con mermelada de fresa y la loba se lo comió gustosa.
Las dos chicas desayunaron y platicaron para conocerse mejor, sin darse cuenta de un par de ojos negros que las miraban sorprendidas pero no muy convencido con la presencia de la castaña.
Terminaron de desayunar y salieron del Gran Comedor.
—Tengo que ir a clases —dijo Lily estando cerca de las escaleras
—Esta bien, no te preocupes. Metstli y yo podemos ir a leer a la biblioteca o ir a pasear a los jardines
—De acuerdo, las veo en el almuerzo —se despidió Lily y fue a sus clases
Alex se despidió moviendo la mano. Se le hacía muy extraño estar en días de clase pero no entrar a ninguna.
—¿Y qué quieres hacer? —preguntó la loba
—Pues no sé, ahorita pensamos en algo —respondió Alex metiendo las manos en los bolsillos del pantalón.
—¿Qué creen que van a hacer? —preguntó una voz detrás de ellas
Sin necesidad de voltearse, Alex y Metstli reconocieron la voz fría que les hablo; pero aún así voltearon y vieron que se trataba de Snape.
—Pues... todavía no sabemos —respondió Alex—. ¿Por qué?
Severus la miró con el entrecejo fruncido. Se acomodó la mochila y fue a sus clases, pero al pasar junto a la chica le dio un golpe leve con el hombro y se fue.
—Linda conducta desde joven —comentó Metstli con sarcasmo
Alex se sobo donde el chico le pegó y lo vio irse con una mirada triste.
«Va a ser más difícil de lo que creí»
Y tal como le dijeron a Lily que harían, humana y brije fueron a leer un rato a la biblioteca y luego pasearon por los jardines del castillo. Llegada la hora del almuerzo fueron al Gran Comedor, en el camino escucharon risas de chicos y gritos de otro. Cuando llegaron al lugar se sorprendió y se molestó a la vez con lo que vio: James Potter, Sirius Black y Peter Pettigrew se partían de la risa al ver a Severus Snape flotando de cabeza con el cabello teñido de rosa y peinado en dos coletas con listones de unicornios.
Alex miraba la escena con enfado pero Metstli no pudo aguantarse la risa por lo que se tapó el hocico con las patas. La latina la miró enfadada.
—¿Qué? Admite que eso es gracioso
—¡Claro que no lo es!
—Como sea, pero date cuenta que no vas a poder... ¡Oye! ¿A dónde vas?
Alex salió de su escondite y se encaminó hacia el grupo de chicos.
—¡JAJAJA! ¡El cambio de imagen te sienta bien, Quejicus! —exclamó James llorando de la risa
—¡Cómo quisiera tener un cámara para poder recordar esto! —exclamó Sirius doblado de la risa
—¡Creo que voy a mojar mis pantalones por tanta risa! —dijo Peter sujetándose el estómago
—¡No será de la risa por la que mojes tus pantalones, rata de dos patas!
Los tres Gryffindor y Severus miraron hacia donde venía la voz.
—Vaya, es la prima de Evans —dijo James, controlándose un poco para poder hablar—. Jones ¿cierto?
—Sí —afirmó la chica molesta—. ¡Ahora dejenlo en paz! —Los tres amigos se miraron y de pronto volvieron a reírse—. ¿Cual es la gracia?
—Se nota que eres nueva, Jones —dijo Sirius, secándose una lágrima que le salio a causa de la risa—. Así que te explicare como están las cosas aquí
—No necesitas explicarme nada, Bla... bravucón —la chica estuvo a punto de llamarlo por el apellido cuando se suponía que no sabía quién era
—Claro que necesitas saberlo, linda —dijo James, alborotandose un poco el cabello
«¿Y se supone que él es el padre de mi mejor amigo?» pensó la latina sin poder creer lo que veía
—Lo único que necesito saber es que ustedes son un grupo de bravucones que les gusta abusar de los demás y sentirse los mejores cuando no lo son
—Auch... eso dolió. Tal parece que Evans le hablo de ustedes —dijo Peter
—Evans no le dijo nada —afirmó James—. Ella ni siquiera sabía sobre ella
—No necesito que Lily me lo diga. Los vi y vengo a ponerle un alto a esto, esto es abuso y se tiene que acabar
—Vaya Quejicus, acaba de llegar y ya tienes novia que te defienda —dijo Sirius con un deje de burla
—¡No necesito que me ayude una desconocida! —exclamó Severus molesto
«Y como siempre, su orgullo a flote»
Antes de que alguno de los chicos se diera cuenta, Alex sacó su varita y la apuntó hacia Severus. Logró bajarlo con cuidado y con otro movimiento de varita regresó su cabello a la normalidad
—¡Oye, no seas aguafiestas! —reclamó James
—Ustedes tres dejenlo en paz si no quieren que les haga daño
—¿Qué? ¿Tú, una chica, hacernos daño? —preguntó Sirius con burla—. Sí, cómo no
—De verdad no me provoquen
—Canuto, Colagusano, ya olvídenlo —dijo James poniendo sus manos detrás de su cabeza con aburrimiento—. Logro quitarle la diversión. Nos vemos, Jones —tomó su mochila y se fue.
Sirius y Peter hicieron lo mismo y se fueron corriendo alcanzando a James. En cuanto los tres merodeadores se fueron, Alex recogió la mochila del Slytherin, se acercó a Severus y se la tendió con amabilidad; pero el chico la miró con reproche, le arrebató la mochila y se alejó de ella.
—¡De nada de que te ayude! —exclamó Alex algo sentida
—No necesitaba tu ayuda —dijo Severus, volteando a ver a la chica
—Claro, porque se nota que supiste manejarlo tan bien
Severus gruñó, dio media vuelta y se alejó del lugar.
—Qué gruñón. Qué desagradecido —dijo Metstli acercándose a su humana—. Por eso esta el dicho de «Hierba mala nunca muere»
—No ayudas
—Uy, perdón
Las dos entraron al castillo y se dirigieron al Gran Comedor. Divisaron a Lily y fueron a sentarse a su lado.
—Hola ¿pudieron entretenerse un rato? —preguntó la pelirroja levantando la vista del libro que leía de Transformaciones
«Es como estar con Hermione» pensó Alex con una sonrisa disimulada
—Sí, pero se acabó la diversión cuando vimos a tres chicos de tu casa molestando a Sev... a Snape
—¡Ay, no es cierto! —exclamó Lily llevándose una mano a la frente en gesto de cansancio—. ¿De casualidad eran de cabello negro dos de ellos, uno de ojos castaños con lentes y el otro grises y el tercer chico algo rechochonco?
—Esos mismos
—Tenían que ser Potter, Black y Pettigrew ¿Dónde rayos se mete Remus cuando se le necesita?
—Eh... ¿perdón?
—¡Ah! Cierto. Olvide que no los conoces
«La verdad sí, pero hago como que no»
—Esos chicos, que tuviste la desgracia de conocer, son los Merodeadores
—¿Los Merodeadores?
—Ajá, y realmente le hacen honor a su apodo. Son un cuarteto de amigos de Gryffindor (otra desgracia) que se la pasan metiendose en problemas ya sea gastando bromas a la gente o porque están merodeando por ahí.
—Que loco
—Ellos lo están. Bueno, el de cabello negro, ojos castaños y lentes redondos es James Potter. El otro de cabello negro pero de ojos grises (y un gran complejo narcisista) es Sirius Black. El pequeño rechoncho de cabello marrón y ojos azul acuoso es Peter Pettigrew. Y el último de los Merodeadores, y también el único maduro y con sentido común, es Remus Lupin
—¿Me llamaste, Lily?
Ambas chicas voltearon encontrándose con un chico de cabello castaño claro, ojos miel , una cicatriz surcando su rostro y expresión enferma estaba parado detrás de Alex. Estaba por sentarse cuando escucho su nombre y se acercó a ver.
Alex se alegró de ver a su profesor de DCAO de tercer año, pero en cuanto Lily lo vio se puso de pie y tomó una expresión seria.
—Remus John Lupin ¿se puede saber en dónde rayos estabas? —preguntó Lily
Alex se sorprendió de escuchar a la chica molesta pero Remus no. Al escuchar el tono de voz que la pelirroja, uso supo en seguida lo que pasaba.
Soltó un suspiro y preguntó:
—¿Qué hicieron esos tres esta vez? ¿Se metieron con Snape otra vez?
—¿Tú qué crees?
—Lo colgaron de cabeza y le arruinaron su cabello —ambos Gryffindor miraron a la extranjera—. Llegue a tiempo para ayudarlo y dejarlo como estaba, pero creo que no le agradó que lo ayudara
—Típico de Sev —dijo Lily con una mano en la frente—. Es demasiado orgulloso y por eso no le gusta verse débil ante los demás, sobre todo con eso tres. Cree que le están dando "más material" para molestarlo
—¿Qué onda con eso? —dijo Alex en español. Lily y Remus la miraron sin comprender lo que dijo—. Perdón. Supongo que en lugar de hacer que le agrade logré hacer que me deteste más —dijo esto último un poco triste
Lily al verla, se volvió a sentar a su lado y le sujetó el hombro en un gesto cariñoso.
—No te preocupes, Sev no es muy sociable que digamos y gracias a eso no tiene muchos amigos a excepción de mi y de uno que otro chico de Slytherin. Así que dale tiempo ¿de acuerdo?
—Está bien —respondió Alex con una sonrisa
Lily le sonrió también. Remus se sorprendió un poco, le parecía extraño que alguien quisiera ser amigo de Severus pero también le alegraba. Se dio la vuelta para irse, pero algo le sujetó de la manga, volteó y vio que fue la nueva.
—Oye ¿quieres sentarte con nosotras, Remus? —preguntó la latina
—¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó Remus sorprendido
—Lily grito tu nombre completo en cuanto te vio
La aludida se sonrojó y desvió la mirada. Remus rió al ver la reacción de su amiga.
—Me gustaría, gracias —accedió el chico
Pero no pudo sentarse porque alguien lo agarró del cuello de la túnica y lo jaló alejándolo de las chicas.
—¿Se puede saber qué haces, Lunático? —Remus volteó y vio que quien lo agarraba era Sirius y detrás de él estaban James y Peter
—Solamente me iba a sentar —respondió Remus
—¿Pero por qué con Evans y Jones? —preguntó Sirius, todavía sin soltar a su amigo
—¿Y por qué no?
—Canuto, ya déjalo —intervino James, parándose junto a Sirius—. Si Lunático quiere juntarse con las chicas no hay problema. Además, él no empezará con el pie izquierdo a relacionarse con la nueva
A Sirius no le agradó mucho la idea. Miró a Alex, quien al sentir su mirada desvió la suya, suspiró y soltó a su amigo.
—Está bien —respondió resignado Black y soltando a su amigo—. Por cierto, hermosa —se acercó a Alex y tomó una postura coqueta— soy Sirius Black, por si un día quieres conocer a este galán
—Mucho gusto. Pero si tu idea de "conocer" es con el coqueteo, pues no gracias
Los Merodeadores se sorprendieron ante la respuesta de la nueva. Por lo general, todas las chicas estaban fascinadas con ellos, la única excepción eran Lily y las chicas de Slytherin.
Sirius carraspeó y se alejó un poco de Alex.
—Bueno, cualquier cosa que se te ofrezca puedes encontrarme en la Sala Común de Gryffindor, la cual se ubica en...
—Es mejor que no sepa la ubicación de las Salas Comunes sino hasta que me seleccionen a una casa. Y como si de verdad se me ofreciera algo de un mujeriego como tú
Lily río ante la respuesta de su amiga. Remus la miraba con aprobación, era bueno que una chica le bajara los humos a sus amigos de vez en cuando mientras que James, Peter y sobretodo Sirius la miraban sorprendidos.
«Esta chica va ser más difícil de lo que pensé. Sobre todo porque defendió a Quejicus» pensó Sirius, rascándose la cabeza
Los tres Merodeadores se fueron a sentar lejos de las chicas.
—De verdad me alegra ver a una chica, a excepción de Lily, que no pierde la cabeza con mis amigos —admitió Remus, tomando asiento junto a Alex
—Por favor díganme que ellos no son así todo el tiempo —pidió Alex, aunque ya sabía la respuesta
—Si lo hacemos sería mentir, y eso es malo —contestó Lily
Alex gruñó en una falsa molestia. Desde la mesa de Slytherin, Severus vio la interacción de Lily y su prima con los patanes de los Merodeadores y le asombró ver que Jones no se dejó influenciar "por los encantos" de Black.
«Mh... Tal vez no sea tan mala, le daré el beneficio de la duda» pensó Severus con una sonrisa de lado
Volvió su vista al libro que estaba leyendo y seguió almorzando.
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El tiempo en Hogwarts pasaba muy rápido, Lily y su generación ya estaban en el periodo de exámenes y se les veían nerviosos, aunque eso no impedía que los Merodeadores siguieran molestando a Severus. Desde ese primer encuentro, Alex y Metstli (la brije a regañadientes) seguían a Severus para protegerlo de los Gryffindor. Las veces que intervenía, la mayoría de las veces eran solamente James y Sirius; pero cuando estaban los cuatro, incluso Remus trató de ayudarle; sin embargo, se notaba que realmente él era el único con sentido común de los cuatro.
Lo único bueno de las intervenciones de Alex es que su relación con Severus fue mejorando poco a poco; sobretodo por una situación peculiar que paso:
FLASHBACK
Alex caminaba sola por los pasillos de camino a la biblioteca. Pasaba por el pasillo que daba a los baños de los chicos, cuando de pronto escuchó unas risas y gruñidos viniendo de estos. A pesar de que sabía que no podía entrar, se acercó a la puerta y la abrió con cuidado para ver lo que sucedía:
En medio del baño, Severus se encontraba empapado y cubierto de burbujas rosas de pies a cabezas. Cuando intentaba levantarse las piernas le temblaban como si fueran de gelatina y caía al suelo. De pronto, le fue arrojado varios útiles escolares y le daban en todos el cuerpo y él intentaba protegerse con los brazos.
—Espero que con esto aprendas a cuidar tu higiene personal, Quejicus
«¡AH! ¡De verdad cuando no!» exclamó Alex en su cabeza al reconocer la voz de James
Severus escupió jabón que tenía en la boca y otra vez trató de levantarse pero de nuevo cayó al no poder sostenerse.
—Ya sabíamos que eran un debilucho ¡pero no creí que tanto! —exclamó Sirius a la vez que se reía
Alex abrió la puerta de un empujón y entró al baño.
—¿Qué ustedes dos nunca se cansan? —preguntó Alex molesta
Las risas de los dos Merodeadores cesaron y rodaron los ojos con fastidio al ver a la chica.
—¿Y qué nunca te cansas de arruinarnos la diversión, Jones? —preguntó fastidiado Sirius
Alex no respondió. Se acercó a Severus, varita en mano. Y le quitó el hechizo de las piernas de gelatina. Levantó la varita para limpiarlo...
—¡Expelliarmus! —exclamó Sirius
La varita de Alex salió volando hasta la mano de Black. Todos miraron sorprendidos al chico, pero sobre todo James.
—¿Qué haces, Canuto?
—¡Ya me canse que Jones siempre nos arruine la diversión, así que le estoy poniendo un alto!
James se quedó indeciso ante la acción de su amigo. Era cierto que igualmente estaba fastidiado que la prima de Evans siempre saliera a la defensa del Slytherin (igual o más entrometida que su prima) pero tampoco le agradaba la idea de dejar indefensa a una chica ¿y si Sirius se pasaba y lastimaba sin querer a la latina?
—¡Devuélveme mi varita, Black! —exigió Alex
—Te lo daré cuando terminemos de divertirnos con Quejicus —dijo Sirius haciendo rodar la varita de la chica entre sus dedos
—¡Esto es bajo, Black, incluso para ti! —exclamó Severus, finalmente poniéndose de pie sin problemas
—No te metas, grasiento ¡Expelliarmus! —dijo Sirius
Como Severus no tenía su varita, el hechizo provocó que el chico saliera disparado de espaldas y se estrellara contra la pared del baño. Se deslizó por esta hasta caer sentado.
—¡Severus! —grito Alex preocupada. Corrió hacía él y se hincó a su lado—. ¿Estás bien?
—Sí... me han hecho cosas peores
Ante eso último, Alex miró con ira a los Merodeadores. Los dos se asustaron un poco al ver la expresión de la chica.
—Tranquila, Jones. Solo estamos bromeando —dijo James con las manos al frente—. No es necesario que te alteres tanto
—Sí, Quejicus... digo Snape, solamente exagera ¡AH!
De la nada, un chorro de agua embistió a los dos Gryffindor hasta el otro lado del baño. Cuando se estrellaron contra la pared, el agua se congeló: James y Sirius estaban congelados contra la pared de la clavícula a los pies.
Los dos tardaron un poco en reaccionar, miraron al frente y vieron a Alex con una sonrisa burlona y los brazos cruzados. Detrás de ella, Severus tenía una clara expresión de asombro y no era para menos: Alex había lanzado una patada a los Gryffindor pero al hacerlo el agua salió disparada hacia ellos estampándolos contra la pared y con un movimiento de brazos hizo que el agua se congelara.
Alex se acercó a James y Sirius, quienes seguían confundidos con la situación.
—Bien que les advertí que no me provocarán
—¿Qué? —preguntó Sirius incrédulo
—¿Tú lo hiciste? —preguntó James, igual que su mejor amigo—¿Pero cómo?
—No es mi culpa que no pongan atención —respondió la chica con burla
Dio media vuelta y se acercó a Severus. Lo ayudó a ponerse de pie y con otro movimiento de brazos le retiró el agua y el jabón de su cuerpo. Recogió su varita y con un movimiento de esta arreglo las pertenencias del Slytherin y le devolvió la mochila.
—Vamonos, Snape —dijo Alex, tomándolo de la mano y caminando hacia la salida
—¡Oye, espera Jones! —la llamó James—No nos vas a dejar así ¿o sí?
—Para que sientan lo que Snape siente cada vez que lo molestan —y salió del baño junto con el azabache
Potter y Black le gritaban exigiendo que los bajara, pero ambos adolescentes ya se habían ido. Siguieron caminando hasta la entrada de las mazmorras, el trayecto fue en total silencio. Cuando llegaron, Alex se dio la vuelta para irse.
—Espera —la chica se detuvo y volteó hacia Severus—. Yo... yo... —el chico no sabía cómo darle las gracias. Suspiró tratando de calmarse—. Gracias
—¿Eh?
—Gracias por... salvarme de Potter y Black
Alex se sorprendió con eso. Sabía que a Severus debía de costarle mucho trabajo tragarse su orgullo y agradecer ayuda que él no quería recibir.
—De nada.
—Por cierto ¿cómo lo hiciste? Black te desarmó
—Ah, eso. Es porque soy una maga elemental, puedo controlar los elementos con mi cuerpo. Es muy común en país, pero solamente el hecho de controlar un elemento; son muy pocos los magos que pueden controlar todos los elementos.
—Asombro
—Si, bueno... ya me voy a dormir. Que descanses, Snape...
—Severus
—¿Cómo?
—Dime Severus —dijo el chico con una sonrisa, la cual solamente Alex había visto que le dedicaba a Lily—. ¿Puedo llamarte por tu nombre... Alexandra?
—No, mejor Alex
Ambos adolescentes se sonrieron.
—Descansa, Severus
—Igualmente, Alex
Y los dos se fueron a sus dormitorios.
FIN DE FLASHBACK
La latina recordaba ese momento con una sonrisa y también gracias a eso, los Merodeadores le bajaron a sus bromas hacía Severus.
Alex y Metstli estaban en los límites del Bosque Prohibido, sentadas bajo la sombra de un árbol. La loba estaba durmiendo mientras Alex leía un libro de Encantamientos.
—Tú todavía no tienes clase y ya estás estudiando —Alex sonrió y miró al recién llegado—. Eso me da a entender que eres una sabelotodo
—No llego a ese extremo, Severus
—Si, como digas —el azabache se descolgó la mochila y se sentó junto a Alex, al otro lado de donde estaba Metstli—. ¿Lista para incorporarte el próximo año?
—Creo que sí
Severus miró al lago, la pregunta que quería hacerle no sabía si se lo tomaría bien o mal, pero su curiosidad era más fuerte.
—Oye, Alex...
—¿Dime?
—Tú... Uh...
—Yo... Uh... —y se rió un poco, provocando que Severus la vea ofendido—. Tranquilo, sabes que estoy jugando. Ya dime, sabes que no muerdo
—Está bien —respiro un poco y ahora sí hablo—. Oye ¿ya tienes pensado en qué casa te gustaría quedar?
Como única respuesta, Alex miró a Severus un momento y desvío su mirada al Lago Negro.
Sabía que Severus le preguntaba para saber si, entre lo que ella quería y la decisión del Sombrero Seleccionador, podrían seguir siendo amigos.
«Por lo que pasó con Lily al ser seleccionada a Gryffindor y él en Slytherin las cosas se complicaron. Severus no quiere que vuelva a pasar» pensó Alex con la mirada perdida en el agua.
—La verdad no lo he pensado —mintió Alex—. Pero, espero que sin importar en donde me elija sigamos siendo amigos —dijo Alex, sonriéndole al azabache
Severus le devolvió la sonrisa, pero Alex se dio cuenta de que su sonrisa era triste y no era para menos.
«No importa en qué Casa me elija el Sombrero, no dejaré a Severus»
«¿Y te puedes callar, por favor? Quiero dormir»
Alex miró de reojo a Metstli con el ceño fruncido. A veces olvidaba que de vez en cuando su mente se conectaba con la brije.
Tratando de desviar el tema, Alex conversó con Severus sobre diferentes temas hasta que fue la hora de cenar. Alex despertó a Metstli, se iba a parar cuando vio una mano extendida hacia ella. Levantó la vista y vio que era Severus.
—¿Te ayudo?
—Gra... Gracias
Tomó su mano y Severus la levantó; pero al momento de hacerlo, Alex tropezó con sus pies y chocó contra el pecho del chico y de no ser por los buenos reflejos de Severus los dos se hubieran caído.
—¡Perdón!
—No te preocupes, no es nada. Pero se ve que eres algo torpe
Alex sonrió nerviosa y se separó del chico. Los dos caminaron de regreso al castillo seguidos por Metstli, quién iba un poco más apartada.
—Que ni se le ocurra estarle haciendo "ojitos" a Snape porque no sabemos cuánto tiempo nos quedaremos aquí —dijo la loba para sí misma
Entraron al Gran Comedor y Alex ya se iba a sentar a la mesa de Gryffindor con Lily, pero una mano tirando un poco de su ropa la detuvo, volteó y vio a Severus un poco rojo.
—¿Qué pasa?
—Oye... ¿No te importaría cenar conmigo? —Alex se puso roja y al ver la reacción de la chica, Severus se puso más rojo—. ¡No... no me malinterpretes! ¡Es solo que quiero seguir hablando contigo y, bueno yo...! —el azabache se cayó porque Alex puso su dedo índice sobre sus labios
—Tranquilo, ya entendí —dijo Alex con una sonrisa y quitando su dedo—. ¿Pero no se molestarán los de tu casa al ver a una hija de muggles en su territorio?
Severus sintió un vuelco en su corazón al escuchar eso; había olvidado por completo a sus compañeros. Volteó hacia su mesa y vio a Avery y Mulciber (con quienes últimamente se juntaba mucho) con expresiones de desapruebo al verlo hablar con la prima de Lily. Desvío la vista hacia el suelo y luego a Alex, quien lo miraba con tristeza pero aún así con una sonrisa.
—Esta bien, lo entiendo —besó su mejilla y se fue a la mesa de Gryffindor
Severus la vio alejarse, y cabizbajo se fue a la mesa de Slytherin. Desde su lugar, Lily vio todo lo que pasó y miraba alternadamente a su prima y a su mejor amigo.
—¿Qué pasó? —preguntó a la latina en cuanto se sentó a su lado
—Severus quería que cenará con él. Pero al ver las caras de sus amigos, dudó
Lily miró a la mesa de Slytherin. Severus estaba con Avery y Mulciber, pero tenía una expresión fría en su rostro al momento de hablar con ellos.
La pelirroja comenzaba a preocuparse de que entre las serpientes hubiera gente que quisiera unirse a Voldemort y que tratarán de arrastrar a su mejor amigo, al hermano que nunca tuvo.
«Espero que Sev esté bien » pensó Lily preocupada.
Quitó su mirada de Slytherin y se concentró en su prima. Sin darse cuenta que un par de ojos grises, ahí mismo en la mesa de los leones pero a varios lugares de distancia, vieron desde que la latina y Snape entraron hasta que tomaron asiento en diferentes mesas.
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