Decir que estaba avergonzada porque Severus había leído su historia era poco ¡el chico podía haber descubierto que le gusta!

«Por más feliz que me hiciera eso no puede pasar» se recordaba una y otra vez Alex

Ya bastante mala era su presencia en esa época como para que se involucrara más. Si llegaba a tener alguna relación amorosa con alguien —Severus o cualquier otra persona— después no podría regresar o no sabría como explicarle que en realidad no es de ese tiempo.

—Sabes que lamentarte no resolverá nada ¿verdad? —dijo la loba desde su canasta donde estaba leyendo el último número del cómic de «Iron Man»

—Y tu sabes que ese tipo de comentarios no me ayudan, Xóchitl

—Yo lo digo porque incluso te escucho en mi cabeza y ya está llegando a un punto de ser fastidioso

Alex gruñó frustrada y se dejó caer de espaldas a su cama. Continuó dándole vueltas al asunto cuando de pronto tocaron la puerta. Se levantó y al abrirla se encontró con una tímida alumna de primero.

—Hola ¿necesitas algo? —preguntó Alex con ternura

—Un alumno de cuarto quiere hablar contigo. Se llama Regulus Black —contestó con timidez la niña

«Lo que me faltaba»

—Ok, muchas gracias

La niña se fue y Alex cerró la puerta de su dormitorio. Le daría una taquicardia si resultará que Regulus la descubrió y quisiera hablar con ella para chantajearla.

—La única forma de saber que quiere el hermanito de Sirius es ir a hablar con Black dos

—Son en estas situaciones en las que odio esta conexión y puedas escuchar mis pensamientos

—Ya somos dos

Alex rodó los ojos. Suspiró y salió al encuentro del menor Black. Llegó a la Sala Común y le sorprendió ver que esta estaba vacía y solamente estaba Regulus Black en un sillón mirando al fuego. Se le acercó con cautela con la intención de sentarse junto a él.

—Creí que no ibas a venir, Jones

La latina se sorprendió por esto ya que creyó que no se había dado cuenta de su presencia m. Regulus se volvió hacia ella y por la expresión seria del chico, Alex empezó a ponerse nerviosa.

«Sí... ya me cachó»

Regulus miró a la chica de arriba abajo, examinándola y eso incomodó a la latina. La chica siguió de pie hasta que el menor Black le hizo un gesto con la mano para que se sentara a su lado. Alex lo hizo con duda; estuvieron en silencio unos minutos, que a la latina le pareció una eternidad hasta que finalmente Regulus habló.

—Mh... ¿en serio creíste que tu secreto se mantendría oculto por mucho tiempo? —Alex sintió una opresión en el pecho. El chico se dio cuenta de la reacción de la latina y continuó—. Severus es muy despistado en esos temas, así que no le dire que te gusta sino que eso tú lo harás.

«Tragame tierra» era lo único que circulaba en la mente de Alex.

No sabía si alegrarse o entristecerse de que Severus no entendiera la indirecta en su historia, pero le preocupaba que alguien más supiera sus sentimientos hacia el azabache.

—Oye... no creo que le pueda decir nada a Sev

—¿Por ser hija de muggles? No te preocupes, a él no le interesa...

—No es eso

—¿Entonces?

Miró al menor Black y después posó vista a sus rodillas.

—Es que... no voy a quedarme en Hogwarts por mucho tiempo y tampoco podré ponerme en contacto con él.

—¿Por qué lo dices?

—Es... complicado

Regulus miró a la chica arqueando una ceja. No entendía de lo que ella hablaba, pero decidió no decir nada... por ahora.

—Como quieras

—Por cierto ¿cuánto tiempo llevas enamorado de Severus?

Regulus se sobresaltó y un leve rubor apareció en sus mejillas.

—¿Por qué la pregunta?

—Solo por curiosidad. Pero si no me quieres decir, está bien

Regulus apartó la mirada todavía apenado y Alex lo tomó como un "No". Se quedaron en silencio unos minutos más hasta que a la chica le pareció incómodo y se levantó. Solo fue hasta que la latina le dio la espalda cuando el chico le habló.

—Los dos perdemos nuestro tiempo al intentar conquistar a Severus

—¿Eh? —Alex se volvió hacia Regulus y lo miró con duda. El chico no la miraba—. ¿De qué hablas?

—Él está enamorado de alguien más

Esa noticia le cayó como balde de agua fría a la latina. ¿Severus enamorado? Sabía que el azabache era bueno para ocultar sus emociones y eso hizo que nunca se diera cuenta de que llegó a amar a alguien. Era consciente de que nunca podría tener nada con Severus en esa época, pero eso no evitaba que le doliera e hiciera esa pregunta:

—¿De quien está enamorado?

Regulus ahora sí la miró, su expresión era de tristeza y resignación.

—Me sorprende que no lo sepas, si es bastante obvio. De tu prima Lily, desde antes de que entraran a Hogwarts... ¿Jones? ¿Estás bien?

Alex se había quedado como piedra y estaba esforzándose por no gritar en ese momento. ¿¡Severus Snape estaba enamorado de la mamá de Harry!?

«¿¡Cómo que Snape está enamorado de Lily!?»

«¡Xóchitl! No contestes así de repente»

«Como no si estamos conectadas. Termina tu conversación con Regulus y me platicas todo después»

—¡Jones!

—¿Qué?

—Te estoy hablando. No creí que te cayera mal la noticia

—No, es solo que...

—Te tomó por sorpresa

—La verdad sí. Pero, Severus nunca le ha dicho nada ¿verdad?

—No, porque tiene miedo de arruinar su amistad en caso de que ella no sienta lo mismo por él. Pero estoy seguro de que algún día se lo dirá

«Tengo el presentimiento de que nunca lo hizo»

—¿Crees que algún día le diga?

—¿Decirle a quién qué?

Alex y Regulus voltearon y se sorprendieron de ver justamente de quién hablaban.

—¡Severus! Uh... nosotros solo...

—Solo estábamos hablando de su historia, dando algunas ideas y diálogos. Es todo —contestó rápido Regulus

—¡Sí, exacto! —concordó rápido Alex

—Vaya, no creí que quisieras darle ideas, Reg —dijo Severus

—Se ve que se inspiró en el Londres medieval, así que por eso quise ayudarle. Bueno, se está haciendo tarde y mañana hay clases, será mejor irnos a dormir

—¡Tienes razón, Black! Así que bueno, hasta mañana. Descansen los dos. ¡Adiós! —sin importarle que pareciera sospechoso, Alex prácticamente huyó de la sala común.

Severus miró con suspicacia a su mejor amigo y Regulus solo hundió los hombros con indiferencia. Una vez en la intimidad de su habitación, Alex comentó a caminar de un lado a otro, como leona enjaulada, procesando la información que acababa de recibir:

Severus Snape enamorado de una hija de muggles desde antes de entrar a Hogwarts, pero no cualquier chica sino la mamá de su mejor amigo, Harry Potter. Eso explicaría porque protegía al chico si siempre le demostraba el odio que le tenía a James Potter.

—Pero Harry también es hijo de Lily, por lo tanto en lugar de solo ver el reflejo de James podría ver el parecido de carácter de ambos —pensó en voz alta la latina

—Yo aún no puedo creerlo.

—Lo sé. Y no es por ser mala onda, pero de todas las chicas de las que pudo enamorarse...

—¡No habló de eso! Me refiero a que no puedo creer que Snape conozca el amor, con esa actitud de «odio a todo el mundo, mueranse» te quedas con la intriga

—Que lindo comentario de tu parte, Xóchitl

—¡Oye! Yo solo digo la verdad

Alex rodó los ojos por el comentario. Podría seguir pensando en el asunto toda la noche, pero mañana tenía clases y no quería dormirse en estas, así que se alistó y se fue a dormir. No obstante, parecía que su cerebro opinaba lo contrario. No pudo quitarse esos pensamientos de la cabeza, dio vueltas a su cama toda la noche y cuando por fin había logrado conciliar el sueño, su despertador sonó y no tuvo de otra más que levantarse e ir al Gran Comedor.

—¿Noche larga? —preguntó Severus en cuanto vio a Alex, sentándose junto a él

—Sí —contestó la latina aguantando un bostezo

—¿Que hiciste que te dejó sin dormir?

—Me puse a pensar en varias cosas y cuando por fin me iba a dormir resultó que ya era de día

—Lo bueno es que hoy tenemos Historia de la Magia. Siéntate junto a mi, te dejo dormir y después te paso los apuntes.

Alex miró al chico y sintió un calor posarse en sus mejillas.

—Gra... gracias Severus. Pero no está bien que un prefecto me dé ese tipo de consejos

—Después de esa clase nos toca Pociones y más peligroso es estar dormitando en una mazmorra llena de sustancias y fuego que en un escritorio escuchando el monólogo de un fantasma que ni se entera de que sus alumnos ya se durmieron.

—Buen punto

Los dos rieron y siguieron con su desayuno. Al terminar fueron a la puerta del comedor y esperaron a Lily para ir a clases juntos. Tal como el azabache prometió, la dejó dormir junto a él toda la clase de Binns. Lily casi despertaba a su prima de no ser porque Severus lo impidió y le explicó a la pelirroja. Al principio a ella no le pareció bien, pero al estar de acuerdo de que dormir en Pociones era peligroso, la dejó descansar.

Finalizada la clase de Historia de la Magia, y con Alex mejor, fueron a las mazmorras a su clase con Slughorn. Ese día el profesor les pidió trabajar en equipos de tres, pero que no fueran todos de una casa sino que las dos casa —Gryffindor y Slytherin— trabajaran juntos. Así que enseguida Severus hizo equipo con las chicas. La clase pasó con tranquilidad y, como era de esperarse, la mejor pocion fue la de Severus y las chicas.

Las clases continuaron con normalidad. A la hora del almuerzo, los tres decidieron ir a comer al patio para poder conversar con más tranquilidad.

—Alex ¿por qué no dormiste anoche? —preguntó Lily antes de darle una mordida a su sándwich

La latina se atraganto con su jugo de calabaza, Severus le dio una palmadas en la espalda y la castaña se volvió hacia su prima.

—¿De qué estás...? —entonces entendió y miró al chico con una ceja arqueada—. Tú le contaste ¿verdad?

—Si no lo hacía te hubiera despertado —contestó Severus, con una mano en la nuca

—Eso sí

—La próxima vez si tienes que hacer algo hazlo temprano para que no te duermas en las clases —dijo Lily autoritariamente

—Sí, mamá —contestó Alex con sarcasmo y le dio una mordida a su sándwich ignorando la mirada de reproche de la pelirroja

Como Severus estaba sentado entre las dos, le incomodó un poco la interacción de las primas, pero igualmente se quedó callado para no acabar involucrado. Terminó la hora del almuerzo y los tres fueron al aula de DCAO, estaban a unos metros de la puerta del aula cuando de pronto le cayó a Severus una caja llena de borradores sucios encima. De ser solamente los borradores no habría malo, pero mezclados con estos había bombas fétidas. Alex y Lily se habían acercado a ayudar, pero en cuanto el asqueroso olor llegó a sus fosas nasales, ambas se taparon nariz y boca con las manos y retrocedieron. Detrás de ellas aparecieron los causantes riéndose a todo pulmón.

—Las bombas fétidas siempre serán un artículo clásico en nuestro repertorio de bromas —dijo Sirius entre risas

—Y ocultándolas entre otras cosas es más fácil camuflarlas —dijo James

—¡Ustedes otra vez! —exclamó enojada Alex

—¿Qué nunca se van a cansar de molestar a los demás? —preguntó molesta Lily

—Con cualquier persona si nos aburriríamos —dijo James

—Pero con Quejicus nunca —agregó Sirius

—¡Pero si a ustedes les hicieran la broma ahí sí se acabaría la risa! —exclamó Alex

—No hay nadie lo suficientemente tonto y/o valiente para hacernos algo —dijo James con arrogancia

—Porque sabe que su broma sería devuelta por mil —dijo Sirius—. Además, nosotros somos unos expertos en bromas, no existe alguna que nos tome por sorpresa.

Ante esas palabras, Alex tuvo una idea y sonrió disimuladamente.

«Creo que es hora de aplicarles algunas bromas adelantadas a su tiempo»

El nuevo profesor de DCAO al ver, y oler, a Severus lo limpió lo mejor que pudo, a lo que no pudo hacer envió al chico a la enfermería y le dijo a Lily que lo acompañara. Le bajó veinte puntos a Potter y Black y dio inició a la clase. Alex tuvo dificultades para concentrarse ya que su mente estaba divagando en las pocas cosas de su época que trajo consigo por accidente y usarlas contra los dos Merodeadores.

«Veamos si los artículos de bromas de los gemelos Weasley están a su altura»

Una vez finalizadas las clases, Alex corrió a la enfermería a ver como estaba Severus. En el lugar, estaba Lily sentada en una cama con la mirada fija sobre la puerta del baño.

—Lily —la aludida volteó y vio a su prima acercársele—. ¿Cómo está Severus?

—Madame Pomfrey le está dando un baño con varias pociones y jabones para quitar el olor de las bombas fétidas —contestó la pelirroja

—¿Llevan mucho tiempo dentro?

—Solo cinco minutos

Las dos se quedaron en silencio, mirando hacia la puerta. El ambiente era tranquilo y se podía percibir la preocupación de las primas por su amigo... entonces se le vino a la mente de la latina lo que le reveló Regulus la noche anterior.

«Me sorprende que no lo sepas, si es bastante obvio. De tu prima Lily, desde antes de que entraran a Hogwarts»

Esa amistad desde antes de la escuela era muy obvia; lo había descubierto en ese verano después de llegar al pasado, el trato familiar que había entre los Evans y la Sra. Snape. Era una amistad que debía de haber durado años... entonces otra cosa le cruzó a la mente...

—¿En que tanto piensas Alex?

La latina reaccionó de golpe y miró a la pelirroja que la miraba con curiosidad.

—No.... No es nada. Solo en un modo de desquitarme con ese par de Merodeadores

—Pues deberías ser una experta en bromas para poder tomarlos por sorpresa

—Ya se me ocurrirá algo. Por cierto Lily

—¿Dime?

—A ti... ¿te gusta alguien?

—¿Eh? ¿Por qué el repentino interés?

—Solo curiosidad. Y para tener una conversación

Lily rió ante la ocurrencia de la castaña antes de contestarle. La chica no la miraba sino que tenía su vista fija en sus manos que se retorcían sobre su falda a causa del nerviosismo, eso hizo que la curiosidad de Alex aumentará.

—Bueno... he estado muy concentrada en mis estudios y más ahora porque es el año de los T.I.M.O.'s. Pero...

—¿Pero?

—Eso no ha evitado que me fije en alguien

—¿Ah sí? ¿Y puedo saber quién es? ¿Acaso es... Severus?

Lily miró a Alex con asombro y la latina creyó que había adivinado, pero le sorprendió la respuesta de la pelirroja.

—Bueno... al principio me pareció que si lo quería de ese modo, pero después me di cuenta de que no era así. Además, no puedo amar a alguien que le fascina las Artes Oscuras y sigue los ideales de Quien-Tú-Sabes y esos Slytherins elitistas. Por eso quiero a Severus solo como a un hermano y ya

La latina no pudo disimular su asombro ante esa respuesta, pero después le pareció lógica.

«En parte eso explica cómo es que, a pesar de ser amigos desde antes de Hogwarts, no terminaron casados»

Ninguna de las dos se dio cuenta de que Severus ya había salido del baño y escuchó su conversación hasta que se escuchó un golpe. Las dos se volvieron y se sorprendieron de ver al chico recargándose con fuerza del tubo de una de las cortinas de una cama.

—¡Severus! —exclamó la pelirroja poniéndose de pie y acercándose a su amigo—. Ya estás bien....

—¿Eso es lo que piensas de mí? —pregunto cortante y serio el chico

Lily se detuvo ante el tono de voz del azabache.

—¿Qué? ¿De que estas...?

—¿¡Solo porque sé de Artes Oscuras no puedes amarme!?

Las primas se pudieron pálidas con sus palabras, Severus había escuchado su conversación. Lily se acercó con cuidado al chico.

—Severus, aún si no fuera por eso, yo no puedo verte como algo más que un hermano...

—Hermano. —el Slytherin escupió la palabra, cerró sus manos con fuerza haciéndolas puño y su cuerpo empezó a temblar—. ¿¡Hermano!? ¡Lily, todos estos años yo nunca te he visto como una hermana! ¡Lily yo te amo!

La aludida sintió un vuelco en el corazón a la vez que un rubor aparecía en sus mejillas, mientras que Alex sentía que un horrible peso caía en su estómago y le ardían los ojos a causas de las lágrimas que comenzaban a acumularse. Severus no espero una respuesta ante su impulsiva declaración por lo que pasó junto a las chicas y salió corriendo de la enfermería. Solamente cuando escuchó la puerta abrieron abruptamente, Lily reaccionó y fue tras el azabache.

Una vez sola, Alex cayó de rodillas recargando sus manos en el suelo y se soltó a llorar. Desde que llegó al pasado se había repetido a sí misma miles de veces que nunca podría tener algo con Severus, pero eso no impedía que le doliera. Lloró con todas sus fuerzas, atrayendo la atención de Madame Pomfrey, quien salió de su oficina para averiguar qué era ese escándalo y se preocupó al ver a la chica llorando en medio de la enfermería. La ayudó a ponerse de pie y la llevó a una cama para sentarla y tratar de calmarla. La sanadora no necesitó examinarla ni nada para saber que sus lágrimas eran por un amor no correspondido, por lo que abrazó a la latina y la dejó desahogarse.

=====SASASASASA=====

—¡Severus, espera por favor!

Lily perseguía a Severus por todo Hogwarts hasta que llegaron al Lago Negro debido a que los dos se agotaron por la carrera, pero aún así conservaban una distancia entre ellos. Lo único que se escuchaba eran sus jadeos tratando de regular su respiración. El primero en recuperarse fue Severus y tuvo la intención de seguir, pero una mano lo sujetó con fuerza de su muñeca. No necesito voltear para saber quién era.

—Suéltame, Lily

—No hasta que hablemos

—Creo que dijiste lo suficiente en la enfermería

—Para empezar no debiste escuchar una conversación ajena

—En primer lugar la enfermería no es un lugar para que las chicas estén chismorreando. No es Las Tres Escobas o un café muggle

—Alex sólo quería conversar mientras te esperábamos

—¡No la metas en esto! Esto es algo que nos concierne solo a los dos —Severus se soltó de un tirón y encaró a la chica. No le sorprendió ver susto y sorpresa en su mirada ante su reacción. Respiro profundamente para calmarse y conversar con calma—. Lamento eso

—No te preocupes. Sentémonos y hablemos como personas maduras —sugirió la pelirroja

Los dos se acercaron a un tronco caído y se sentaron sobre él. Normalmente los silencios entre ellos eran tranquilos y agradables, pero después de lo ocurrido era incómodo y tenso, tanto que podría contarse con un cuchillo. Severus miró de reojo a Lily, se veía nerviosa y se retorcía las manos sin saber qué decir o hacer, así que él suspiro y hablo primero.

—Así no era como esperaba confesarte mis sentimientos hacia ti, Lily. De hecho tenía la intención desde niño de decirte

—¿Por qué? —preguntó Lily mirando con duda al azabache

—Justo por esto: no quería arruinar nuestra amistad al descubrir que tu no sientes lo mismo por mí

—Severus

—Creí que estaba preparado psicológicamente para aceptar tu rechazo, pero parece que no

—Severus —Lily le tomó una mano y el chico la miró a los ojos. Esos verdes que tanto había amado desde la primera vez que los vio en ese parque de juego—. Eres un chico maravilloso y siempre te querré, pero lamentablemente no del mismo modo que tú

—¿Aún si no supiera ni me interesaran las Artes Oscuras?

—Temo que no —Severus bajó la mirada derrotado y trató de soltar el agarre de las manos de Lily, pero la chica no lo dejó a lo que él la volvió a mirar y encontró esa mirada seria y determinada que la caracterizaba—. Tal vez yo no te quiera de ese modo, pero estoy segura de que alguien te querrá del modo que tu mereces. Ya ves a Regulus

—Lamentablemente no soy gay, así que no puedo corresponderle

—Hombre o mujer, sé que encontrarás a alguien que te querrá tal y como eres. Y sí, incluso con esa "enorme nariz" —Lily agregó eso último porque sabía que su amigo diría eso.

Y tuvo razón ya que Severus a empezó a reírse por su ocurrencia y ella lo siguió. Rieron por un rato hasta que poco a poco se tranquilizaron.

—Me parece dulce e imposible eso de que alguien llegue a enamorarse de un gruñón-amargado como yo

—Nunca digas nunca, Sev

—Entonces ¿seguimo siendo amigos?

—Amigos, no. Hermanos

—Si es así, entonces tendré que espantar a todos esos idiotas que intenten cortejarte. No te dejare tener novio sino hasta los cincuenta años o tal vez nunca...

—¡Severus!

—Solo bromeaba

Ambos volvieron a reírse y se abrazaron. Les alegraba ver que su relación fraternal no se había roto. A Severus le tomaría un tiempo sanar la herida de su corazón ocasionada por el rechazo Lily, pero esta sanaría con el tiempo y quien sabe, tal vez Lily tenga razón y encuentre a alguien para él.