Capitulo 3
HOOOLAAAAAAA genteeee!!!!!!
Aquí os dejo un nuevo capitulo!! Disfrutadlo mucho, votad y comentad!! Y sin nada mas que añadir.... A LEEEER!!! jajaja
(LEER PD DEL FINAL)
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Los siguientes minutos, fueron un absoluto silencio en el que se habría podido escuchar una aguja al caer al suelo. Yo me dedique a mirar los árboles o cualquier animal que veía como si fuese la octava maravilla, mientras que a mi espalda Misa se vestía.
Trague saliva al escuchar el movimiento de la ropa sobre la piel de Misa, mientras me agarraba el pecho intentando contener el extraño tirón que me hacía querer lanzarme sobre Misaki.
¿¡Qué demonios era eso!?
Apreté la mandíbula y cerré los ojos con fuerza mientras dirigía mis pensamientos a cualquier cosa que no fuera Misaki, deseando que esa especie de momento incomodo (que parecía más una tortura), acabase de una buena vez.
-Estúpido... idiota... Mirón...- trague saliva al escucharla susurrar insultos sobre mi persona. Y estaba seguro de que si no fuera yo el blanco de esos insultos, estaría riéndome.- Pervertido... ¡Natsu idiota!
-No era mi intención espiarte.- acabe diciendo con total sinceridad.- No te encontré en el campamento, y pensaba que te habías ido sin mí.
-Idiota.- sentí una patada en mi pierna izquierda que casi me lanza al suelo de cara.
-Joder como duele.- me queje por lo bajo mientras cojeaba detrás de ella dirección al campamento.
La observé caminar delante de mí por varios minutos, dándome cuenta de que la camiseta se transparentaba. Podía ver, de manera leve, las marcas que esa camiseta escondía. El tirón que me lanzaba hacia Misa se hizo más fuerte, y al contrario que las otras veces, no me resistí a él. Camine con rapidez las dos zancadas que nos separaban y la agarre del brazo obligándola a detenerse.
-Suéltame.- dijo evitando mi mirada.
-Misaki...- ella sabía que le había visto la espalda, y eso no parecía gustarle.
-No digas nada.- me interrumpió mirándome con furia.
-Misa...
-No es nada que tenga que ver contigo.- se liberó de mi agarre y retrocedió varios pasos.
-Pero...- una fuerte explosión corto mi frase.
-Viene del campamento.- susurro Misaki segundos antes de comenzar a correr en esa dirección. Con un suspiro comencé a correr.
-Puede ser peligroso.- me queje al llegar a su lado.
-Es el jefe de los monstruos.- dijo sin mirarme al ver como un monstruo gigante lo destruía todo.
-Te ayudare y...- no me dejo acabar la frase y se lanzó a atacar al monstruo.- Niña cabezota.- me lamente. Me cruce de brazos y espere a que me llamase pidiendo ayuda, pero eso no paso. Y veinte minutos después vi con la boca abierta como el monstruo caía derrotado.
Al ver como limpiaba la espada con absoluta calma, no pude evitar fruncir el ceño. Estaba tranquila, y su respiración no se había acelerado en ningún momento. Cualquiera que no la hubiese visto pelear minutos atrás, pensaría que solo estaba afilando la espada mientras descansaba. Pero yo la había visto.
Definitivamente... esta no era la Misa que yo recordaba.
-Ya podemos irnos.- di un salto sorprendido al ver que estaba frente a mi mirándome con el ceño fruncido.
-Yo... si.- tartamudee de manera patética.
-Yo regreso a mi gremio...- me miro de arriba abajo.- Tú haz lo que quieras.- comenzó a recoger todas sus cosas y emprendió su camino sin esperarme, y sin mirar hacia atrás para ver si la seguía o no. Al darme cuenta de que Misaki no tenía intención de esperarme, cogí las cosas que tenía y corrí para alcanzarla.
-Yo también acabe la misión.- al llegar a su lado.- Regresare a Magnolia contigo.- le sonreí.
-Como quieras.- no me miro, solo acelero el paso. Fruncí el ceño y la seguí colocándome a su lado de nuevo.
Ninguno de los dos hablo durante el camino de vuelta.
PVO Misaki
Después de pasar por la alcaldía del pueblo, donde el alcalde me agradeció mil veces la ayuda, recogí la recompensa y emprendí mi camino hacia la estación de trenes.
-Estúpidos trenes.- lo escuche susurrar a mi espalda.
Sonreí de manera discreta durante unos segundos antes de borrar la sonrisa y volver a mi cara seria. No quería hablar con él, no ahora que había visto mi espalda en el lago.
Debilidad.
Eso era lo que mostraba mi espalda, y no me gustaba que nadie se me acercase. No quería que por algún descuido alguien más viera mi espalda, que era prueba de mi debilidad.
Natsu menos que nadie tenía que ver... pero las había visto.
Avergonzada subí al tren mientras evitaba la mirada de Natsu (que ya parecía estar mareado). Me senté en uno de los vagones y me centre en mirar por la ventana durante todo el viaje de regreso a Magnolia, mientras él estaba desmayado en el asiento de enfrente.
Si tan solo aquello no hubiese ocurrido...
*** *** ***
-Has traicionado a tu gremio Misaki.- escuche decir a una voz.- No puedes regresar.
-Mentira.- susurre agotada.
-Nadie te querrá de vuelta.- susurro de nuevo.- Todos se han olvidado de ti.
-Mentira.
-Nadie te está buscando.- susurro por tercera vez.- Nadie te recuerda.
-¡Es mentira!
-Nosotros te cuidaremos.- dijo la misma voz riendo.- Y nos ayudaras a destruir a Dark Blood.
-Nunca.
-Lo aras Misaki.- rió con malicia la voz.- Por las buenas... o por las malas.
*** *** ***
Me desperté sobresaltada al notar que alguien tocaba mi brazo. Abrí los ojos pero la neblina del sueño todavía permanecía y me impedía ver claramente, por lo que me pegue al asiento, intentando fundirme con él.
-¿Estas bien Misa?- la voz llena de preocupación de Natsu me trajo a la realidad.
-¿Qué...?
-El tren se detuvo.- me explico.- Te vi dormida con el ceño fruncido y me acerqué a despertarte.- frunció el ceño.- Perdón por asustarte.
-Solo era una pesadilla.- aparte la mirada y comencé a salir del vagón.
-¿De qué era la pe...?
-No es asunto tuyo.- camine más rápido y salí del tren con Natsu siguiéndome a paso rápido.
-...Esta bien.- lo mire de reojo y vi que estaba confundido.
-Perdón.- acabe diciendo.- No me acuerdo sobre que era.- mentí. No tenía cara de creerme, pero no discutió y asintió poniendo su sonrisa de siempre.
*** *** ***
En absoluto silencio caminamos por las calles de Magnolia, y poco después ya habíamos llegado a las puertas de Dark Blood. Lo mire frunciendo el ceño al ver que se acercaba conmigo.
-¿Dónde se supone que vas?- me queje.
-Quiero visitar a Lucy y a Daiki.- se encogió de hombros.- Después iré a Fairy Tail.
-Como quieras.- susurre.
Ignorándolo por completo empuje las puertas del gremio y entre caminando tranquilamente con Natsu a mi espalda. Ignore las miradas del gremio y continué dispuesta a subir las escaleras para ver a Lucy y Kurama, pero la voz de Kaoru me detuvo.
-Lo que me faltaba.- me queje en susurros.
-¿Se puede saber qué haces con este idiota?- rodé los ojos y me gire a mirarlo.
-¿Ahora necesito tu permiso para ir con alguien?- contraataque entrecerrando los ojos.
-¡Misa!- se quejó.- Soy tu hermano, y quiero lo me...
-Hermano.- reí por lo bajo con burla.- Solo te acuerdas de esa palabra cuando te interesa.
-Misa.- me miro dolido.- Sé que no hice lo correcto, pero yo lo siento mucho y...
-¿Por qué tendría que importarme lo que tú sientas?- sonreí cabreada.- Después de todo... a ti no te importo dejarme sola despues de aquello...
-Misa...- al mirarlo a los ojos vi que eso le había dolido. Tanto el gremio como mi hermano se quedaron callados.
Todos sabían de lo que hablaba.
-Misa yo...
-No te estoy recriminado nada.- me di la vuelta y comencé a subir la escaleras.- Y ten en cuenta que no tienes derecho a decidir por mí.... Ya no.- acabe susurrando.
-Parece que los hermanos del corazón se han peleado por un caramelo.- dijo Natsu intentando hacer una broma al colocarse junto a mí.
-Natsu... cállate.- apreté los puños furiosa.
Al ver mi reacción a sus palabras cerró la boca y me miro confundido. No dijo nada más mientras caminábamos hacia el despacho de Kurama.
PVO Natsu
Definitivamente... aquí pasaba algo raro.... Muy raro.
Misaki llamo varias veces a la puerta y segundos después escuche como Kurama nos decía de pasar. Todavía con la confusión plantada en la cara seguí a Misa dentro del despacho.
-¡Misa!- Kurama se levantó de la silla con una sonrisa.- Que alegría que... ¿Natsu?
-Hola.- sonreí.
-¿Qué haces aquí?- preguntó confundido.
-Me lo encontré vagando por el bosque totalmente perdido.- se adelantó a decir Misaki.- Después de eso se me pego como una lapa hasta aquí.
-... Ya veo.- escuche decir a Kurama mientras yo fulminaba a Misa con la mirada.
Mirada que ella ignoraba por completo.
-La misión ha sido completada.- la escuche decir de nuevo.
-No esperaba menos de ti.- hablo Kurama con una sonrisa sincera.
-¿Puedo irme a casa?
-Claro, descansa bien y mañana...- Misaki salió del despacho sin esperar a que Kurama acabara su frase.- Esta chica...- suspiro y se sentó de nuevo.
-Veo cosas muy raras.- me queje.
-... Si tú supieras.- me miro apenado.
-Quiero saber.- dije rápidamente.
-...- me miro frunciendo el ceño, como si estuviese decidiendo hablar conmigo o callar.
-He visto varias cosas... La pelea con su hermano, su mala leche.- Kurama sonrió.- Y su espalda...- al escucharme decir eso último se tensó.
-¿Quieres venir a casa?- dijo con rapidez cambiando de tema.- Así veras a Lucy y a Daiki.- lo mire desconfiado.
-...Claro.- acabe aceptando.- ¿Y por qué no están contigo en el gremio?
-Daiki tenía dolor de estómago y Lucy se quedó hoy en casa cuidándolo.- se levantó de la silla y camino hacia la salida.- Vámonos, que pronto será la hora de cenar.
Al escucharlo decir eso mi estómago reacciono rugiendo para darle la razón a Kurama. Y es que por una vez estaba de acuerdo con él, porque el viaje en tren nos había llevado toda la mañana y parte de la tarde.
Con una sonrisa lo seguí fuera de su despacho.
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Y hasta aquí llego el prologo gentee!!! ¿Que tal? ¿Os gusto? VOTAD Y COMENTAD!!!
Misaki sigue comportándose de manera rara y Natsu se muere de curiosidad por saber lo que ha ocurrido en su ausencia. ¿Tendrá que esperar mucho para saberlo?
PD: He tardado tanto en subir capitulo por que mi ordenador se rompió, y ayer noche por fin me trajeron el nuevo!!! Y como estoy feliz por eso, esta tarde subiré otro capitulo!!! jajaja
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¡¡¡Leed, votad, comentad y volved mañana a por mas!!!
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