Jin

Hacia tiempo que no habiamos podido salir solo nosotros dos, casi gritaba de la emoción cuando me dijo que me alistara y me vine corriendo a mi habitación.

No sabía a donde me llevaría pero sabía que tenia que llevar algo que no me hiciera notar demasiado para que no nos vieran.

Decidí ponerme un pantalón negro con una playera blanca de manga larga, cepille mi cabello y aplique un  poco de brillo en mis labios.

Tener una cita con Namjoon significa un día lleno de bellos momentos, nuevos recuerdos, temas interesantes o datos que el sabía, muchas muestras de cariño pero sobre todo significa cuidarlo de que no rompiera nada.

Los chicos la habían apodado el Dios de la destrucción porque todo lo que tocaba lo rompía y era gracioso ver como después intentaba ocultar lo que rompia.

Termine de arreglarme y fuí hasta la sala de estar para esperarlo, las cosas habian estado un poco tensas entre nosotros pero habíamos podido arreglarlo, no quería estar en una situación así, una situación en la que no podamos estar juntos y en la que no pueda recibir todo su amor.

-¿Estas listo?

Levante mi mirada de mi celular hacia él y no sabía hace cuanto no lo veía arreglado pero solo para mí, su cabello plateado me encantaba y más con las prendas que tenía, el negro le quedaba perfecto, que digo, todo le queda perfecto y lo mejor, se vestía así solo para mí.

Entre más lo veía no entendía porque me había traído a un museo, es cierto que le gusta el arte y todo ese tipo de cosas pero no lo veía como un lugar para tener una cita.

Los museos eran algo que casi nadie visitaba por lo que estaba casi vacío, solo había una que otra pareja, observe a una que caminaba más adelante que nosostros y pide notar como se tomaban de la mano por lo que una idea vino a mi mente.

- Namjoon.

Lo llame para que pudiera dejar de ver la pintura y prestarme atención y así lo hizo, Namjoon era como el vino, entre más viejo más bueno, había visto fotos de el de joven antes de debutar su madre me había dicho que no era muy social ya que el se creía "feo" pero de eso no tiene nada.

-¿Que pasa?

-¿Porque no me tomas de la mano?

- Porque esta prohibido tocar las esculturas.

Era obvio que era un halago hacia mí pero no quería que notará lo nervioso que me había puesto por lo que decidí mostrar como si no me causara nada.

- No seas payaso y toma mi mano.

Me acerque a él y entrelace nuestras manos, mire a otra dirección para así evitar que viera mi sonrojo pues al ver nuestras manos juntas y ver aquellos anillos me provocaba un hermoso recuerdo y con ello un momento que me gustaría vivir junto a él.

No había sido para nada aburrido ver todas esas pinturas y esculturas, realmente eran lindas, claro no tanto como yo verdad, pero ver como él tenía siempre algo que decir en cada una que veía me hacia felíz.

Al salir del lugar nos dirigimos a casa de él, si bien no había sido una cita pero a mi me gusto salir con él, en el camino nadie dijo nada solo nos dábamos caricias y miradas cortas pero llenas de sentimientos.

Su casa era grande un poco menos que la de mis padres pero era muy acogedora, esperamos a que nos abrieran y al hacerlo pude ver a su madre un poco sorprendida, tal vez Namjoon no mes había avisado que vendriamos, como siempre fui recibido por un cariñoso abrazo y lo correspondi.

- Es un milagro que nos visiten.

- Mamá no tiene mucho que nos vimos.

- Para mi fue eterno y punto, pero pasen, tu padre esta adentro.

- Gracias señora Kim.

- Cuando será el día en que me digas suegra.

Apesar de llevar ya casi tres años juntos jamás había pasado por mi mente decirle así, no estaba seguro de cuando sería el momento adecuado de comenzar a llamar la así, un sonrojo apareció en mi rostro y sentí como tomaba mi mano.

- No lo presiones.

- No se si es porque no quiere o porque aún no le propones algo más.

-¡Mama!

-¿Que? Es algo normal, algún día pasara, Jin dime suegra cuando te apetezca, aún si es después de que este se atreva a-

- Si, si muchas gracias.

Mi rostro ardía completamente, sabía de que tema estaba hablando su madre pero no creo estar aún listo para algo tan serio, amo a Namjoon y mucho, pero aún nos falta mucho por conocer y mucho que averiguar.

Sería un sueño el poder por fin ser algo más que novios, sin embargo temo a que nos hagan lo mismo que a Hoseok y a Taehyung, quiero poder hacerlo oficial sin miedo al que diran y que sobretodo no afecte nuestras carreras.

Al entrar a su casa fui recibido por su padre que me mostro una enorme sonrisa, aveces siento que estaba en el destino que las cosas se dieran así, su familia me ama al igual que la mía a él, eramos el uno para el otro, no me imagino estar así con alguién más.

- Jin que gusto que estés aquí.

- El gusto es mío señor Kim.

- Me alegra poder verlos, estábamos a punto de ver una película.

- Oh.

- Vengan acompañenos.

-¿No somos inoportunos?

- Claro que no, mi futuro yerno jamás será eso.

Mis mejillas se calentaron de nuevo, tal vez sus padres piensen que nos casaremos pero no quiero apresurar las cosas, aun no.

Me senté a un lado del padre de Nam y este me dió un pequeño abrazo, fijé mi vista al frente viendo que efectivamente comenzaba una película.

El tiempo paso un poco rápido a mi parecer, la película ya casi culminaba, era la típica película que terminaba con la chica casándose con su amado, me sentí un poco incómodo en esa escena pero que podía hacer.

Eran aproximadamente las ocho de la noche y teníamos que irnos porque al día siguiente regresaban los demás y volveríamos a las prácticas. Namjoon pareció darse cuentas por lo que se levantó y imite si acción.

- Mamá tenemos que irnos.

-¿Tan rápido?

- Mañana regresan los chicos y tenemos que empezar las prácticas.

- Oh, esta bien.

- Vayan con cuidado, y porfavor cuando vuelvan a visitarnos que ya sea con un anillo de verdad en esa mano Jin.

- Podrían dejar de pensar en el matrimonio.

-¿Porque? ¿No te gustaría?

- Mama-

- Siento que ya tres años de relación son más que suficiente para poder unirse eternamente.

- Tu madre tiene razón Namjoon, además ambos son felices y no creo que por un momento no hayan pensado en eso.

- Deberían hacerlo, conozco un lugar demasiado hermoso y he visto un traje que se le vería hermoso a Jin.

- Debería ser cerca de una playa para que ahí pasen su Luna de miel, a menos que quieran viajar porque si es así yo lo pagaría sin ningún problema, estaría genial que fuera en Estados Unidos.

- Mejor en Dubái, creo que sería muy hermoso estar en un lugar así además-

-¡Ya basta!

Había quedado atónito de lo que decían los señores Kim, mi mente no pudo evitar imaginar esos escenarios pero salí de mi imaginación al escuchar el grito de Namjoon, tanto que salte en mi lugar, jamás había visto que le hablará así a sus padres.

- No nos casaremos, no iremos de viaje, no nos probaremos trajes y mucho menos lo haremos, no queremos casarnos, no queremos nada de eso, solo son ideas tontas que se les ocurren jamás pasaría algo así, cierto Jin.

Mi corazón dolía, mis manos sudaban, mis ojos ardían por el llanto acumulado, quería gritarle, quería decirle que yo si ansiaba el momento en que pudiéramos estar juntos por siempre pero mi corazón se rompió al escuchar sus palabras.

Pude notar en su mirada arrepentimiento pero no quería escuchar nada más, ni una sola palabra, no se en que momento mis lágrimas salieron y solo lo note por la mirada de sus padres y el amago que hizo Namjoon de querer quitarlas de mi rostro.

- Jin yo-

Decidí dar media vuelta y salir de ahí, la respiración comenzaba a hacerme falta pero no me importo, solo quería irme de ahí, tal vez él no creía en nosotros, no creía en que llegaríamos a ser algo más, no creía en mi amor hacia el y eso era lo que más me dolía.

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- Jungyuli3312💜