Días después...

Mi tobillo se había sanado por completo y pensaba una y otra vez en la fecha de su recital. Apoyada de uno de los edificios bibliotecarios, miré otra vez aquel boleto, el que él me había regalado, y una amiga se me acercó.

_ ¿En qué cosa andas tú metida, amiga? Andas últimamente, muy risueña, con la cabeza en otra parte - le sonreí.

_ Nada en especial - ella miró el boleto en mi mano y me miró sorprendida.

_ ¡¿Vas a ir al recital que dará Europe el próximo viernes?!

_...Eh si

_ ¡Qué coincidencia, yo también iré! No sabía que te gustara ese tipo de música amiga

_ Yo tampoco...

_ ¿Qué entrada tienes? - Miró mi boleto más de cerca y suspiró con pesadez –Oh, no podremos estar juntas. Yo solo compré para el sector más económico

_...

_ Eres muy fan para haber comprado una ubicación como esa, la más cercana

_ No, yo no soy fanática

_ ¡Ay, amiga no lo niegues! ¿Por qué entonces compraste esa ubicación justo frente a la banda y frente al guapísimo Joey Tempest? Él debe ser todo un galán de hombre

_ ¿Galán de hombre?

_ ¡Ay si! No me vas a negar que el hombre está que arde a sus años – me enrojecí y recordé cuando él y yo estuvimos tan cerca y él acarició mi rostro. Mis manos y piernas temblaron.

_ ...

_ ¡¿Oye que te pasa?! Cualquiera pensaría que conociste a ese sujeto y tuviste algo con él - más me enrojecí.

_ ¡Claro que no! Mejor vamos a trabajar, antes que nos vea el jefe...

No había vuelto a ver a Joey. Sentía que quería verlo, quería sentir su grata y dulce compañía.

Me acomodé el listón de mi vestido y solo soñé con él...

Sonrió apasionado, se bebió una coca cola light y miró, de lejos, aquella biblioteca. Esperó con ansias a que aquella entrega se concretara...

Ordenaba unos libros, cuando Susan fue a buscarme con urgencia, con sus gritos, alarmó a todos.

_ ¡Stephanie! ¡Stephanie!

_ ¡Aquí estoy Susan! ¡¿Qué es lo que pasa?!

_ ¡Ven! No te lo puedo decir ¡Solo ven!

Me dijo aún más alarmada y me tomó del brazo...

Llegamos hasta mi puesto, en la recepción, y mis ojos quedaron perplejos al ver un bello arreglo floral en una gran canasta artesanal.

Mi amiga Susan me sonrió, y yo anonada, me acerqué rápidamente hacia aquellas hermosas rosas. Las tomé y miré un pequeño sobre blanco entre medio de ellas.

"Para la mujer más dulce y bella que he conocido.

Ya deseo volver a verte con ansias.

Este es mi número...

Te espero este viernes. Serás mi favorita entre todo el público

Joey..."

Me caí sentada al asiento y con mi corazón al borde de un ataque, sonreí idiotizada y volví a mirar las flores.

<< Joey, Joey me había mandado aquel dulce y elegante ramo floral, además de esa tierna nota y su número de celular >>

<< Era él. Nunca un hombre había tenido esas atenciones conmigo... >>

Eso pensé y volví a sonreír y a reírme sola. Me sentí toda maravillosa por aquel bello regalo y por ese romántico hombre...

Sintió que todo había salido, tal como lo había planeado y sonrió victorioso. Luego, se regresó al hotel y añoró con fuerzas, lo mismo que yo ya comenzaba a sentir por él...

Más que feliz, llegó todo risueño al hotel y ahí se encontró, de frente, con la mujer, que había pasado aquella noche...

_ Así que te dignas por fin a llegar - él se descolocó.

_ ¡¿Qué es lo que estás haciendo aquí?!

_ ¡¿Solo eso me vas a preguntar?!

_ ¿Qué más tendría que preguntarte? - ella frunció el ceño.

_ ¡No puedo creerlo! ¡Es que de verdad no puedo creerlo!

_ Cindy, ahora no. Tengo cosas que hacer

_ ¡Llevo más de cuatro días esperando una llamada tuya y nada! - la miró en seco.

_ ¿Qué es lo que quieres eh? Te adelanto de inmediato que yo no tengo ninguna intención contigo – ella se desfiguró.

_ ¡Eres un poco hombre! ¡¿Cómo te atreves?!

_ ¿Sabes qué? Lo de nosotros solo pasó una noche y ya. Es mejor dejar esto hasta aquí

_ No eres más que basura, pero óyeme ¡Esto no se va a quedar así! ¡Me oíste!

Le amenazó y se marchó indignada. Joey sin ganas de discutir, ni nada, no le importó y solo pensó en mí, y en que pronto llegaría el viernes y entró al hotel.

Compraba una coca light en el quiosco de la vuelta del hotel, y encantado, caminó de regreso, cuando se encontró a una fanática haciéndole la guardia. Aquella misma fanática, que lo había seguido por todas partes, y a todas sus giras, y que ahora se había enterado nuevamente de su paradero.

Ella lo vio y él un poco incómodo, no tuvo opción de huir. Sonrió de oreja a oreja y él sin poder hacer nada, caminó al hotel y ella lo acechó.

_ Hola Joey. Creí que nunca llegarías

_...Hola Claudia. Adivino que es lo que quieres esta vez

_ Mmm, la verdad no ¡Mira, sorpresa! - sacó una botella de vino.

_ ¡Guau!... ¿Es para mí?

_ Por supuesto. A nadie más, que, a tile haría estos regalos – él se tensó.

_Gracias... - Claudia le sonrió.

_ Por nada, y ahora...

Lo abrasó y rodeó con sus manos, y él tieso, ella sonrió maniática a la cámara de su celular. Joey sonrió por mecanismo y Claudia tomó la foto.

_Gracias Joey. Otra vez gracias. Mis amigas se morirán cuando sepan que estás aquí y que volviste a posar para mí celular

_ Eh si... que bien... -sonrió incómodo y Claudio lo miró fijo.

_Joey ¿De verdad nunca te has puesto a pensar, que el destino se encarga siempre de unirnos? - más se incomodó.

_ Eh... no lo sé... Ya se me hizo tarde... Gusto en verte...

_ El honor fue para mí Joey. Eres mi héroe...

Sin más, él se entró rápidamente al hotel y se sintió cansado y ahora molesto...

Esa era una de las razones por la cual aún no formaba vida junto a una mujer; ya que por más que ella lo amara y quisiera, se terminaría cansando de su vida, constante de viajes, largas noches sin parar y mujeres que él sin pedirlo lo rodeaban y acosaban.

Era hombre, si, su naturaleza se lo pedía, pero ya últimamente estaba harto de toda esa tóxica vida. Quería, necesitaba estar tranquilo y con una mujer, que lo acompañará en todas sus virtudes y defectos.

Pegado junto la ventana, vio que aquella mujer aún no se marchaba y enfadado, detestó por un momento toda su fama. Deseó, una vez más, estar tranquilo y sentirse persona.

Uno de sus amigos se le acercó, miró también por la ventana y se sorprendió.

_ ¿Qué? ¿Aún sigue ahí?

_ Si John. Esa mujer está loca ¡Me sigue a donde quiera que vaya ¡Ya no la soporto!

_ Cálmate amigo y solo piensa que después de esta gira, descansaremos y nos olvidaremos de toda esta locura

_ Es lo que más quiero John, de verdad...