Capítulo 12
1año después....
Me miraba dormir, junto a su lado. Sonrió perdidamente enamorado y me acarició la mejilla.
Sentí de pronto sus dulces caricias, abrí lentamente los ojos y le sonreí con amor, como el primer día.
_ Hola cariño mío
_ Hola mi amor
_ ¿Cómo te sientes? ¿Dormiste bien?
_ Si amor, muy bien. Siempre duermo bien a tu lado
Joey me sonrió y mi corazón brincó fuerte. Él me miró intenso y acarició mi enorme barriga.
Yo lo miré perdidamente y le acaricié su rostro. Joey volvió a sonreírme y nos besamos.
Me alistaba para irnos a casa de mi madre, ya que ese día cumplía años y haría una fiesta.
Me coloqué un vestido rosado y luego me detuve a mirar la argolla, de casados, en mi dedo. Sonreí de dicha.
Hacía exactamente un año que Joey y yo nos habíamos casado y ahora esperábamos con cariño e ilusión la pronta llegada de nuestro primer hijo.
Me acomodé el vestido y frente al espejo, me miré la barriga y me desanimé un poco, puesto que había subido otro kilo.
Pensé en él y me acaricié la barriga. Amé a Joey con todo mi corazón.
_ ¡Cielos, hijo! Has vuelto a crecer - sonreí - Bueno, todo sea para que tú estés bien y nazcas fuerte y sano. Ojalá que a papá le gustemos como nos vemos mi niñito lindo
Sonreí y acaricié a nuestro pequeño con tanta ilusión, y sin darme cuenta, Joey estaba mirándome desde la puerta.
Di un suspiro y volvió a acariciar mi barriga y Joey me tomó sorpresivamente por la espalda. Mi corazón sobresaltó y lo miré perdidamente. Mis mejillas se enrojecieron.
Él me sonrió, colocó sus manos en mí enorme barriga y yo más me enrojecí. Joey me miró intenso.
Lo miré con mi corazón todo alborotado, él acarició a nuestro bebe y yo sonreí con vergüenza; bajé la cabeza y él me observó. Me amó con todo su amor.
_ Te ves muy hermosa
_ ¿De veras?
_ Si mucho. Me vuelves loco
_ Pero subí otro kilo esta semana- le dije desanimada y él volvió a sonreírme.
_ Te ves bien así – me susurró al oído – Me gustas – le sonreí y volví acariciar a nuestro bebe.
_ ¿Oíste a papá? Si le gustamos – Joey se derritió.
_ Oh amor mío te amo
_ Y yo a ti mi Joey
Me miró embelesado, amándome con locura y comenzó a besarme.
Al cabo de besarnos, nos miramos perdidamente enamorados y Joey acarició mi mejilla.
_ Ven, vamos a la cama - me susurró, lo que me hizo estremecerme.
_ Pero amor ¿Y la fiesta de mi mamá? – volvió a hablarme en susurros.
_ Aún tenemos tiempo. Yo ahora solo quiero acariciarte, acariciar a mi hijo y sentirte muy cerca de mí
_ Mi Joey
También le susurré y lo miré embobada, él me miró y yo de pronto sentí un fuerte dolor en la espalda.
_ ¡Ay mi espalda!... Me duele. Quiero, necesito recostarme por favor...
Joey preocupado, me tomó y apoyó en su hombro. Yo le sonreí y él me llevó hasta la cama.
_ Tranquila, en poco estarás en la cama
_...
_ Vamos... Acuéstate con cuidado
_ ¡Ay, mi amor!
_ Tranquila - me sonrió.
_ No me veo los pies ¿Me habré puesto las sandalias? – soltó una carcajada.
_ No mi amor, pero descuida, luego te las coloco
_ Gracias, mi Joey
Le dije mimada y él me miró intenso y se acostó junto a mí. Yo lo miré perdidamente y luego solté un suspiro.
_ ¿Cómo te sientes? ¿Aún te duele la espalda?
_ Un poco. Se me está pasando
_ Menos mal – sentí al bebe.
_ Oh mi amor. Él bebe está moviéndose – él sonrió.
_ A ver
Me acurruqué con mimo en sus brazos y Joey se aferró a mi espalda. Yo sonreí y él besó mi hombro.
_ Te amo
Me susurró y acarició mi barriga.
Me sentí tan feliz y le sonreí. Joey perdido en mi enamorada sonrisa para él, sintió las fuertes pataditas, de nuestro hijo y los dos sonreímos con ilusión.
_ Se mueve mucho, Joey
_ Si, está muy inquieto. Sabe que papá le está haciendo cariño
_ Mira ahí está pateando de nuevo, jejeje – él más sonrió.
_ Si va a ser un niño muy, muy travieso, jejeje
_ Mi Joey – sostuvo mi mejilla.
_ Me haces tan feliz mi Stephanie. Te amo
_ Tú también me haces muy feliz. Te amo mucho
_ Ven aquí...
Me dijo y nos besamos largamente. Nos abrazamos y no dejamos de besarnos y solo disfrutamos ese íntimo y especial momento, que era solo de los dos.
Él bajó primero del auto; me abrió la puerta y me ayudó a bajar. Yo le sonreí y él me contempló por unos segundos.
En cuanto mis padres me vieron, corrieron a saludarme; yo caminé hacia ellos y Joey me observó con ternura.
_ ¡Feliz cumpleaños, mamá!
_ ¡Ay mi niña! ¡Estás, estás hermosa! - Joey seguía mirándome con destellos.
_ Gracias mamá
_ ¿Y cómo está mi nietecito?
_ Feliz. Ya lo único que quiere es salir
_ Oh, entonces hay que estar preparados - Joey sonrió con ilusión y mi padre lo miró.
_ ¿Y cómo está el futuro padre?
_ Feliz y muy ilusionado - le sonreí y él tomó mi mano con cariño – Solo quiero que ya pronto nazca mi hijo, pero me encanta cuidar y consentir a mi bella esposa - me sentí enrojecer.
_ Mi Joey – le dije toda derretida y mis padres nos sonrieron contentos.
Los invitados llegaron y se nos acercaron a saludarnos, y a preguntarnos por nuestro futuro bebe. Ambos más que ilusionados, les respondíamos y sonreíamos a todos.
Nos sonreímos y Joey me acechó con sus intensos ojos. Yo perdida en ellos, él acarició mi mejilla.
_ ¿Te sientes bien amor mío?
_ Si cariño, de maravilla – me miró con deslumbro.
_ Te ves tan preciosa mi Stephanie - lo miré embobada y me sentí enrojecer, lo que él le fascinó.
_ Tú también te ves muy guapo. Estás demasiado lindo e interesante. Muy sexy - me sonrió coqueto y a la vez apenado.
_ Hey, jejeje, niña mía. Me alegra saber qué piensas eso de mí – le sonreí.
_ Claro que sí, todo el tiempo - me miró derretido.
_ Te amo niña mía
_ Y yo a ti mi Joey
Nos abrazamos fuerte y contemplamos, así abrazados, todo el ambiente de felicidad, y espíritu de fiesta, por el cumpleaños de mi mamá.
Todos conversaban y se reían en el jardín. Nosotros nos acercamos a mis padres; quienes platicaban con otros invitados y Joey tierno, y atento, tomó mi mano.
Todos nos reímos por un par de anécdotas que mis papás habían contado y luego tocaron con cariño mi barriga. Joey me miró perdidamente enamorado y yo lo miré toda enamorada.
_ ¿Y ya han pensado en como lo van a llamar? - ambos nos sonreímos.
_ Sí, Joey tiene un nombre
_ Como va a ser un varoncito, se va a llamar Jack – mis padres sonrieron.
_ ¡Bonito nombre!
_ Si, me gusta – dijo mi madre y los dos volvimos a sonreírnos.
Todos bailaban, conversaban y comían. Yo miré con atención el enorme pastel de chocolate y Joey lo advirtió. Sonrió tierno.
_ ¡Cielos! ¡Ese pastel es de chocolate con frambuesa!
_ Si y se ve muy delicioso ¿Quieres un trozo?
_ Si, por favor. Me muero por darle una mordida
_ Jejeje, de acuerdo. Te traeré un trozo...
_ ¡Si!...
Comía a gusto el trozo de pastel, que Joey me había llevado. Él me miraba tierno y con destellos, y yo comía sin parar. Me amó con locura.
_ ¿Está delicioso?
_ Si mucho, me encanta. Hacía tanto que no comía algo tan rico y dulce como esto– sonrió.
_ ¿Sí? Eso mismo dijiste ayer de los chocolates, que te traje de la tienda
_ Oh es cierto – me apené – No puedo parar de comer cosas dulces. Lo necesito -él me abrazó.
_ Tranquila. Es muy normal el que tengas antojos, lo que hace que te veas aún más hermosa y tierna
_ ¿En serio? Pero voy a seguir engordando
_ Más hermosa estarás y me encantas. Me vuelves loco – lo miré embobada.
_ Oh mi Joey, tú también me vuelves loca. Te amo mucho
_ Y yo te amo a ti, mi hermosa...
Hablábamos con mis padres, cuando de pronto, Claudia se nos acercó y yo la miré anonadada.
Joey la miró en seco y enfadado. Deseó echarla al instante y yo nerviosa, no comprendí como había logrado llegar ahí, a la casa de mis padres y peor que había dado con nosotros y no la soporté y más nerviosa, me escondí tras de Joey.
Claudia me miró fijamente.
_ ¿Qué haces aquí? ¿Cómo rayos diste con esta casa y con nosotros?
_...Eso no importa. Yo solo vine porque quería hablar un momento con Stephanie– la miré tras de Joey y él se enfadó aún más.
_ ¡No! Tú no tienes nada que hablar con mi esposa, así que te voy a pedir que te vayas ahora mismo de esta casa, si no quieres que llame a la policía
_ ¡¿A la policía?! - mi madre se alarmó.
_ Yo solo quiero disculparme contigo y bueno con ella, "con tu esposa" por lo que les hice
_ No Claudia. Ahora sal de aquí y no vuelvas a acercarte a nosotros nunca más, menos a mi esposa, porque o si no, tomaré otras medidas – Claudia se quebrantó.
_ ¿Por qué no me crees? Estoy diciéndoles la verdad, Stephanie ¿Podemos hablar las dos solas, por favor?
_ No Claudia. Yo no tengo nada que hablar contigo - ella me miró molesta y Joey volvió a esconderme tras suyo.
_ Ya la oíste, mi mujer no tiene nada que hablar contigo, así que es mejor que te vayas...
Claudia miró desecha a Joey y me miró fríamente tras de él.
_ Parece que muy pronto vas a tener a tu hijo, Stephanie – la miré sobresaltada y mi mamá intervino.
_ ¡Ya basta! ¡Yo no sé quién sea usted, pero no es bienvenida en mi casa, así que largo! ¡Lárguese de una buena vez! – Claudia siguió mirándome a mí fijamente.
_Está bien...
Dijo y se fue. Joey me abrasó y yo aferrada a sus brazos, la miré irse. Él estaba furioso.
Bajó la cabeza y me miró en sus brazos.
_ ¿Te sientes bien, mi hermosa?
_ Si, tranquilo
_ No me explico cómo esa mujer llegó aquí. Creí que no volveríamos a verla
_ Yo igual. Tengo miedo Joey
_ No amor mío, tranquila. Esto no se va a quedar así
_ ¿Qué vas a hacer?
_ Lo que debí haber hecho desde el principio. Iré a colocar una orden de alejamiento en la delegación – vio a mi padre.
_ Espérame un momento amor...
_... - me dijo y fue a donde mi padre...
_ ¿Qué fue todo eso muchacho? ¿Quién era esa mujer?
_ Una fan. Ha estado obsesionada conmigo desde hace mucho, de antes que yo conociera a su hija, pero nunca me imaginé de lo que sería capaz y ahora llega aquí a su casa como si nada. Iré a colocarle una orden de alejamiento
_ Si crees que puede llegar hacer peligrosa, es lo mejor que puedes hacer por su bienestar y el de mi hija y nieto
_ Don Eugenio, temo por Stephanie. No quiero que le pase nada, ni a ella ni a mi hijo
_ Tranquilo hijo. Estaremos todos pendientes de ella y de nuestro nieto. No los dejaremos solos en esto
_ Gracias don Eugenio. Será mejor que me lleve a Stephanie a la casa. Lo siento mucho, pero quiero que ella esté bien y tranquila
_ Si crees que es lo mejor para ella, lo entendemos
_ Gracias. Iré a buscarla...
Me vio conversar junto con mi madre y sonrió. Yo lo miré, le sonreí y Joey se me acercó.
_ Amor
_ ¿Todo bien, Joey?
_... – mi madre intervino.
_ No me gustó para nada esa mujer. Parecía una loca demente – pensé en eso y me puse otra vez nerviosa. Joey lo advirtió.
_...
_ Es mejor que nos vayamos, niña mía
_ Pero mi amor, es el cumpleaños de mi madre
_ Lo sé, pero quiero que estés tranquila y en nuestra casa estarás mejor
_ ¿Crees que esa mujer pueda volver aquí?
_ No lo sé amor...
_... – mi padre se nos acercó.
_ Pero no se vayan todavía. Esperen a que le cantemos el cumpleaños a tu mamá y de ahí pueden irse – ambos nos miramos.
_ Además no creo que esa mujer se atreva a volver con tu amenaza
_...
_ Vamos cariño. Solo será por un rato
_... Está bien...
Le sonreí, él me miró todo enamorado y luego me sonrió...
A punto de cantarle el cumpleaños a mi madre, todos nos acercamos a la mesa, ya mí de pronto me dieron muchas ganas de ir al baño.
Me puse de pie y Joey me miró.
_ ¿Cariño? – le sonreí.
_ Amor. Tengo que ir al baño. Vuelvo en un momento – me sonrió.
_ Ok. Yo te espero aquí
_ No, no es necesario. Ve con mis padres
_ No, prefiero esperarte aquí – volví a sonreírle.
_ Está bien. Vuelvo en seguida...
Me miró subir las escaleras y solo deseó protegerme y amarme en sus brazos.
Mi padre fue a buscarlo.
_ Joey, ¿Dónde está Stephanie?
_ Fue al baño
_ Estamos a punto de cantarle el cumpleaños a su mamá. Vamos con los invitados mientras tanto
_ No. Prefiero quedarme a esperarla
_ Vamos Joey. O si no los invitados comenzaran a preocuparse
_ Pero es que le dije a Stephanie que la esperaría
_ Ella lo entenderá. Ahora ven, acompáñame a donde los invitados, que ya de seguro deben de estar impacientes...
_...Ok...
Dijo no del todo convencido y mi padre se lo llevó a donde estaban mi madre y los invitados, quienes esperaban a cantar el cumpleaños de ella.
Caminé lento hasta el lavamanos, me lavé las manos y tomé un poco de agua. Di un suspiro y pensé en Joey.
Me miré con cansancio, frente al espejo, y abrí los ojos horrorizada al ver tras de mí a Claudia y me giré abruptamente y ella me miró fría y seria.
_ Me vas a tener que escuchar Stephanie, quieras o no - se me aceleró el corazón.
_... Claudia... ¿Qué estás haciendo aquí? - se me acercó intimidante.
_ Quiero hablar, eso es lo que quiero y ahora no te vas a negar
_...
Me hice para atrás. Temí de ella y Claudia me acechó.
_ Ahora me vas a escuchar
_ No. Yo no tengo nada que hablar contigo Claudia...
Me alejé de ella y pretendí salir del baño, pero ella me tomó del brazo.
_ ¡No!
_ ¡¿A dónde crees que vas?! ¡Tú no te vas a ir a ninguna parte sin antes que conversemos, y menos con Joey! – traté de soltarme de su mano.
_ ¡Suéltame!
_ ¡Tú me lo quitaste! ¡Tú me quitaste el amor de Joey! – más me horroricé y los nervios y miedo me invadieron.
_ ¡¿Qué?! ¡Déjame salir! ¡Estás enferma Claudia!
_ ¡Solo estoy exigiendo lo que era mío antes, que tú aparecieras, y ahora te haré pagar!
_ ¡NO!
Grité y salí del baño. Quise ir hasta las escaleras para pedir ayuda, pero Claudia me siguió y me tomó del brazo. Me empujó contra la pared y me sujetó con fuerza de los brazos.
El pánico me invadió y solo pensé en Joey y en nuestro bebe.
_ Suéltame Claudia...
_ Yo amo a ese hombre ¿Cómo no puedes entenderlo? Él me decía las mismas cosas bonitas que ahora te dice a ti, pero él me sigue amando a mí, no a ti - la empujé como pude.
_ ¡Ten un poco de dignidad!
_ ¡Dignidad! ¡Tú eres la que se entrometió en nuestra relación y me quitó a Joey!
_ ¡Déjame, Claudia!
Le grité y ella me arrinconó más a la pared y me tocó la barriga. Yo la miré aterrada.
_ No entiendo como Joey pudo enamorarse de ti y ahora de ese amor estás esperando un hijo de él, pero escúchame, tú no vas a nacer ¿Me oíste?
Le dijo a mi bebe y yo asustada, traté de correrle sus manos de encima y débil, la empujé.
_ ¡Suéltame!
Claudia me miró anonadada y yo corrí, como pude. Ella furiosa fue tras de mí...
Todos le cantaron el cumpleaños a mi madre y le aplaudieron; ella contenta, Joey se preocupó al yo no bajar, y estar ahí en la celebración, y angustiado, fue a verme a la casa.
Traté de correr hasta la habitación de mis padres y Claudia cegada de furia y locura, fue tras de mí. Intenté cerrarle la puerta, pero ella me la abrió y a mí me vino un gran dolor en el vientre.
Claudia entró y a mí doliéndome mucho, me fui débil a la cama, la que estaba muy cerca del balcón y me sostuve de ella. Claudia se me acercó y sonrió.
_ Yo fui bien clara contigo Stephanie. Te dije que si seguías con Joey me las ibas a pagar y ahora lo voy a cumplir – sus palabras me aterraron y se me llenaron los ojos de lágrimas.
_... ¿Qué vas a hacer Claudia?
_ Nada... Puta de mierda
Me tomó sin piedad por la espalda y a punto de empujarme por el balcón, yo grité de terror y Joey la tomó y la alejó rápidamente de mí, con todas sus fuerzas.
_ ¡Suéltala!
Claudia cayó al suelo y Joey me tomó en sus brazos. Yo asustada, lo abrasé y me puse a llorar. Él me aferró a sus brazos y miró a Claudia con odio.
Claudia desesperada, lloró al ver a Joey socorrerme en sus brazos y desquiciada, corrió a la puerta para huir, pero la policía la sorprendió en la puerta y la esposaron de inmediato.
Ella estalló en gritos.
_ ¡No! ¡Yo no he hecho nada! ¡Soy inocente!¡Soy inocente!
Yo la miré aterrada en los brazos de Joey y él sin soltarme, la miró con odio y desprecio. Solo quería que aquella mujer desapareciera de una buena vez de nuestras vidas y pagara por el daño que nos había hecho. Jamás le perdonaría lo que estuvo a punto de hacernos a mí y a nuestro bebe.
Joey me miró y acarició mi espalda y cabello.
_ Tranquila. Ya todo pasó amor mío
_...
Claudia dijo cosas fuera de lugar.
_ ¡Yo no hice nada! ¡Tienen que creerme! ¡Fue ella, esa mujer es la única culpable! ¡Intentó matarme, quería matarme a mí y al hijo que espero de Joey!
_ ¡Debe guardar silencio o si no todo lo que diga será usado en su contra! ¡llévensela!
_ ¡No! ¡Joey, yo te amo! ¡Te amo! ¡Perra infeliz, me las vas a pagar! ¡Joey es mío! ¡Eres mío!...
Los policías se la llevaron y yo aún asustada, abrasé fuerte a Joey y él trató de tranquilizarme y me miró preocupado.
_ ¿Estás bien amor mío? ¿Te hizo algo esa mujer?
_... No, pero tengo un poco de dolor
_ Tranquila. Ven conmigo. Te llevaré a la cama...
_...Mi Joey...
_ Tranquila amor...
Me cargó con cuidado en sus brazos y me llevó a la cama.
Preocupada por nuestro bebe, Joey me miró y tomó mi mano.
_...Quería lastimar a nuestro bebe
_ Desgraciada, te puso a ti y mi hijo en peligro. No se le perdonaré nunca. Si hubiera sabido todo lo que conllevaría a que le diera mi autógrafo y un par de fotos, no lo hubiera hecho jamás
_ No amor, tú no tienes la culpa, solo fue ella. Esa mujer se obsesionó contigo. Es que eres tan lindo, tierno y buena persona. Por eso yo enamoré de ti– me miró perdidamente.
_ Niña mía. Solo quiero que ustedes estén bien. Te prometo que cuidaré siempre de ambos. No dejaré que nadie vuelva a hacerles daño – le sonreí.
_ Lo sé. Siempre he creído en ti– me miró todo enamorado.
_ ¿Cómo te sientes? - Tocó mi barriga - ¿Aún te duele?
_ No, ya se me está pasando. Creo que fue solo el mal momento
_ Gracias a Dios – me abrazó fuerte y yo también lo abrasé.
_ Mi Joey
_ Te amo
_ Y yo a ti. Eres mi héroe
_ Mi vida. Siempre voy a cuidar de ti y de nuestro pequeño. Te amo con todo mi corazón - me susurró y me besó...
Días después...
Sonreí al ver un bello ramo de rosas, dentro de un delicado macetero, el que estaba sobre la cómoda y me enderecé, lento, de la cama y me acerqué a mirarlo. Lo miré con dicha y amor, ya que Joey me lo había regalado.
Pensé en él y mi corazón se alborotó de dicha. Toqué un pétalo y me acaricié la barriga y amé a Joey con todo mi corazón.
_ Mi niñito, mira, tú papá me regaló este lindo ramo de rosas. Amo tanto a tu papá hijo mío y soy tan feliz de estar a su lado
Sentí de pronto sus suaves manos en mi barriga y Joey me acarició y me habló al oído.
_ Yo también soy muy feliz de que estés aquí a mi lado y que me vayas a dar este hijo, amor mío
Me estremecí más de amor por Joey; me apoyé en su pecho y él sonrió vigoroso e intensó. Me amó con locura y yo solté un suspiro.
_ Mi Joey. Escuchaste todo lo que le decía a nuestro bebe – me sonrió y más me acarició la barriga.
_ Si y yo también te amo. Te amo como un loco mi preciosa
Lo miré perdidamente, él me acechó con sus profundos ojos y acarició mi mejilla. Nos besarnos largamente.
Acostados en su cama, Joey me tenía abrazada por la espalda y acariciaba mi barriga. Me miró perdidamente y yo más que feliz, adoraba que solo él me acariciara y él lo sabía.
De pronto nuestro hijo empezó a moverse y con dicha, se lo hice a saber.
_ Mi amor, nuestro bebe se está moviendo – Joey sonrió.
_ Si. Siento sus pataditas
Yo le sonreí con ilusión y Joey me contempló con afán y cariño.
_ Oh ahí está de nuevo mi amor. Mi niñito lindo. Papi está haciéndote mucho cariño - me sonrió perdidamente.
_ Oh niña mía. Te amo mucho – le sonreí embelesada.
_ Y yo a ti. Te amo demasiado mi Joey. Estoy tan ilusionada de estar esperando este bebe tuyo
_ Lo sé y te amo más por eso
_ Amor mío – se derritió por completo.
_ Mi niño. Ya quiero que juguemos futbol
_ Jejeje... ¡Ay! ¡Sigue pateando!... Patea fuerte - Joey me miró y siguió acariciándome y besó mi hombro. Sintió otra patadita y yo solté otro dulce gemido.
_ ¡Oh, mi amor! – me miró
_ ¿Estás bien?
_ Si – ambos nos sonreímos.
_ Amo sentir sus pataditas. Son tan increíbles
_... Es muy inquieto
_ Eso es porque papá le está haciendo cariño, al igual que a su hermosa mamá
_ Oh Joey. Te amo tanto
_ Y yo te amo a ti niña mía
Nos miramos perdidamente enamorados, sentimos otra patadita de nuestro revoltoso Jack y Joey me observó. Me miró con deslumbro y me amó con todo su amor.
Me abrazó fuerte y nos besamos sin parar.
Tiempo después...
Mecía a nuestro pequeño Jack, en mis brazos, junto a su cuna para hacerlo dormir. Era mi bebe querido y precioso. Era mi amado bebe del único hombre que había amado y amaría. Era tan pequeñito e indefenso.
Joey me observó perdidamente, y sonrió con destellos, y se me acercó.
Yo le sonreí.
_ ¿Lo estás haciendo dormir?
_ Si, ya es la hora de su siesta - lo miró en mis brazos.
_ Es un gran campeón, nuestro campeón. Soy tan feliz y afortunado de tenerlos conmigo niña mía
_ Ambos lo somos mi Joey
_ Te amo
_ Y yo a ti... Mira, ya se está durmiendo – lo miró con ternura.
_ Ese es mi campeón. A soñar con los angelitos
Me miró enternecido y nuestro pequeño se durmió. Lo recosté con cuidado en su cuna y Joey lo miró con todo su amor y sonrió realizado.
El bebe dormía profundamente y los dos lo miramos con cariño. Nos sonreímos y Joey tomó mi mano.
_ Ven, vamos a leer tú libro favorito
_ Sí, me muero porque leamos el próximo capitulo
_ Yo igual y sé que será divertido e intrigante
_ Mi Joey
Nos sentamos en la cama, Joey abrió nuestro romántico libro, nos sonreímos y él me abrazó. Yo lo amé con todo mi corazón y él comenzó a leerme nuestro libro.
Yo plena lo escuché, Joey me sonrió y ambos miramos a nuestro preciado bebe durmiendo en su cuna, la que estaba junto a nuestra cama y luego él continuó leyéndome aquella dulce y romántica historia de amor, igual que la de ambos. La que inició un día, en que él estuvo a punto de atropellarme con su auto y en donde nos conocimos y su libro fue nuestra unión de amor, la que no se disolvió jamás.
Fin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro