Sentía que se iba a congelar en cualquier momento, pero no había sido mala idea venir a la famosa montaña para esquiar.

Pero ella no sabía hacerlo.

Llevaba una campera demasiado grande y unos pantalones negros, sus pies estaban asegurados a los esquís. Pero no tenía ni idea de cómo moverse.

-¡Becky tú puedes! -gritó Heng mientras movía sus manos para indicarle como debía hacer, si ella pudo hacerlo, Becky también podía.

Se impulsó con los dos bastones mientras se deslizaba lentamente tratando de no caerse.

No estaba en la gran montaña para profesionales, estaba en la zona de niños que era un desnivel pequeño y un poco inclinado.

Al llegar frente a sus amigos alzó sus manos para festejar cayendo de espalda. Soltó un largo suspiro. Esto era complicado.

-¿Estás bien? -preguntó Charlotte ayudándola a levantarse. -Freen me matará si se entera que te caíste.

Heng también llegó.

-Nam dice que debemos ir a comer, vamos de una vez.

Una vez ya seguros que la menor no se hubiera hecho nada o le doliera algo siguieron su camino hasta las cabañas del sitio. Era un fin de semana en Escocia, donde cinco chicos decidieron salir a pasear y estar juntos como lo hacían antes.

Decidieron ir al nevado que había en la gran montaña que se ubicaba en Escocia, unas dos horas desde la casa de Nam.

Dos días y una noche en las cabañas.

-¿Pudiste divertirte? -preguntó Sarocha hacia su novia quién recién había llegado junto a los demás.

-Se cayó de nuevo -soltó el mayor de todos, Freen solo observó al mayor con el ceño fruncido. -No me mires así, como si se hubiera hecho algo.

-El año pasado se fracturó el brazo Heng, no quiero que vuelva a pasar. -contesto mientras pasaba su brazo por los hombros de Becky.

-Amor, estoy bien, no me hice nada, solo me caí de espalda. Nada de que preocuparse. -levantó su pulgar buscando la aprobación de su novia quién no pudo evitar sonreír con ternura.

El grupo de chicos se sentó en una mesa para seis, pidieron la comida que les llamó la atención y luego siguieron conversando.

-¿Cuánto tiempo ya llevan ustedes dos? -soltó Nam de la nada llamando la atención de las menores quienes no dejaban de hablar entre ellas.

-Un año y dos meses -respondió Freen mientras jugaba a chocar las palmas con su novia, quién estaba concentrada en eso. -¿Por qué?

-Me alegra saber que hasta ahora no haya pasado nada malo, que siguen juntas y se quieren. Es muy importante-

-Nam—llamó Heng. -No empieces.

Llegó la mesera con sus pedidos en una bandeja, los dejó sobre la mesa poniendo cada platillo en su lugar correspondiente.

-No iba a decir eso, Hengie. Solo quiero que las dos estén seguras de sí mismas.

-Pues obvio que lo están, un año y dos meses es la prueba. Deja de crear escenarios falsos en tu cabeza, eso ya es problema de las dos. No creas que Freen es como el idiota ex novio de Rebecca

-Lo sé...

Charlotte tosió leve para que el ambiente se calmara. Las cosas entre aquellos dos seguía siendo un poco extraña.

-Ya llegó la comida, debemos disfrutarla. Dejemos las diferencias de lado y sigamos siendo personas normales.

Rebecca solo sonrió levantándose y agarrando su campera.

-Ahora vuelvo.

Fue lo que dijo antes de irse dejando a sus amigos allí.

Era duro recordar eso, pero vamos, Freen no era igual que el idiota ese, ella era diferente y debería dejar de creer en lo que dice la gente. De sus amigos sí, pero de desconocidos, no.

Nota mental: no deben de afectarte comentarios de gente en la que no confías.