La biblioteca era un lugar muy pacífico para Sarocha, no había ruido ni nada que la molestara. Ni una Becky que esté intentando besarla o abrazarla a cada rato.

No es que odiase a su pequeña novia, era muy pegajosa y ella no era tan afectiva. Pero era muy celosa cuando Rebecca era cariñosa con otras personas. Tenía miedo de lastimarla.

—Freenky. —la voz de su novia hizo que entornara los ojos y los cerrara haciéndose la dormida. —Estas durmiendo de verdad? Freenky~

Se sentó en el regazo de su novia para abrazarla.

—Hoy ha sido un mal día, la profesora me echo de su clase por culpa de Nora, no me cae tan bien esa chica. —contó. La más alta solo seguía haciéndose la dormida. —No me estás prestando atención... Nos vemos en el receso. Iré con phi Charlotte

Deshizo el abrazo para observar una vez más a su pareja, tenía sus lentes puestos y la ropa negra le favorecía.

Freen con tan solo escuchar Charlotte abrió los ojos y tomó del brazo a su novia haciendo que volviera a su regazo.

—No vayas con Charlotte sabes que no me gusta. —fue lo que dijo antes de envolverla en un abrazo provocando un sentimiento de calidez en el pecho de la más bajita.

Becky sonrió pasando sus brazos alrededor del cuello de Freen para pegarse más a ella. Aspiraba el aroma de la chica pelinegra, era simplemente exquisito, lo bueno de abrazar a Sarocha era que siempre su perfume se quedaba impregnado en su ropa.

—Entonces porque me ignoras ¿Acaso no me quieres? —preguntó la menor con un leve puchero mirándola fijamente a los ojos.

—Eh... Si lo hago, pero sabes que no me gusta cuando estás con Charlotte, eres muy pegajosa con ella, más de lo que eres conmigo. —se quejó. —Es incómodo verlas abrazadas cuando estoy presente. Me ignoras cuando estás con ella.

—Es mi mejor amiga, la quiero mucho y la aprecio. Yo no te digo nada cuando Nam se te cuelga y no te suelta. —respondió. —Eres cariñosa cuando te conviene.

Rebecca se sentó a su lado cruzando de brazos. A veces se sentía culpable de ser muy cariñosa con los demás.

—Lo siento. —se disculpó la mayor.

—No te preocupes bebé. Lo siento por ser tan idiota contigo.

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Bienvenidos a una nueva y pequeñita adaptación. Le damos las gracias a naniwi__ por el permiso