— Conejito, estoy nerviosa

— Yeppeun, yo estaré contigo, no lo olvides.

— ¿Y si se me olvida alguna línea?

— Yo la susurrare para ti, tengo buena memoria.

— Muriel, es tu turno de salir —indico la profesora, la niña asintió nerviosa y salió al escenario entregando todo en la obra.

Habían practicado mucho para que ningún detalle quedará en el aire, para ser niños de siete añitos no permitieron que nada malo sucediera y se esforzaron en ayudar Haste el mínimo del papel ya fuera principal, secundario y en el de la bruja.

Las escenas fueron pasando conforme el tiempo necesario, ahora Muriel estaba recostada en una camilla que usaron como cama adornandola para la obra, Jungkook ropia una puerta que hicieron de plumavit para que no fuera tan peligroso y con su traje de príncipe saco suspiros hasta de las madres al verse tan guapo y precioso.

Se acercó a la niña que yacia en la cama con su posición perfecta, ojitos cerrados e inmutable esperando el anelado beso que la profesora había recalcado sería en la mejilla.

Pero el nene tenía otros planes.

El diálogo salió perfecto, se quito la capa de su espalda, tomó a la niña levantando su espalda solo un poco y se acercó a sus labios dejando atónitos a todo el que veía la escenas, y ahí se quedó por unos cuantos segundos más.

El padre de Muriel empujaba sus manos, el padre de Kook no sabía dónde meterse pues todos le miraban, y el padre se Ji Sung cubrió los ojos del niño que claramente pudo ver todo lo sucedido.

Para cuándo la pareja de personajes principales se separó se quedaron mirando totalmente enamorados, ambos tenían esos sentimientos por el otro apesar de la corta edad, había un silencio absoluto en el lugar y la maestra llena de nervios envío a los niños a interrumpir con la canción final celebrando que la princesa había despertado al fin. Solo así siguieron con la obra un par de minutos más.

Al final cuando ya todos se iban, la maestra se disculpo con los apoderados excusándose que no había Sido clara con que el beso sería en la mejilla y ninguna otra parte más.

Pero Jungkook y Muriel, sabían perfectamente que la maestra enfatizó un centenar de veces que esa escena debía ser totalmente diferente a como la habían hecho.

— ¿Estás enojada? —pregunto preocupado el niño.

— No, claro que no, pero creo que papá se molestará conmigo —salieron detrás de bambalinas encontrándose con sus padres.

— Muriel, a casa —dijo con una voz severa

— Señor, ¿podemos hablar? —Kook sostuvo de su chaqueta antes que el hombre se fuera.

La madre de Muriel sonrió para sus adentros y tocó el hombro de su esposo dandole un poco de empatía con ese acto, entonces, se alejó junto al niño y se sentaron al final de la sala audiovisual.

— Mami…

— No te preocupes, cariño, todo estará bien.

Y así fue, no sabía que le dijo Jeon a su padre, pero él ya no se veía molesto, sonreía incrédulo a cada tanto, y miraba a su hija sin esa chispa de juzgón.

¿Que le dijo el niño?

Solo ellos lo sabían.

Jungkook luego de oír las palabras de Ji Sung comenzó a caminar por las calles de Corea camino a su hogar, en el transcurso del camino se encontró con un puesto de comida al que ingreso, pidio unos cuantos bocadillos y soju, al tiempo, sobre la mesa se encontraban una buena cantidad de botellas vacias que él en soledad habia bebido y poco a poco comenzo a perder los sentidos de su lucidez.

La mujer que atendía el local había llegado a su límite de hora trabajada, pero no podía dejar al joven aquel echado sobre la mesa durmiendo, por lo que no encontró mejor que tomar su teléfono y llamar al número que estaba abierto en ese momento en la lista de llamadas.

En un departamento de Seúl, Muriel recalentaba algo de comida, si bien había desaparecido de la vida de ellos no se encontró capaz de irse tan lejos, más si su madre quería visitarla.

Tomó aquel cuenco que su contenido humeaba de caliente y tomó asiento junto a un vaso de refresco.

Pero antes de probar bocado su teléfono comenzó a sonar mostrando en la pantalla el nombre de Jungkook.

Por unos momentos dudó, pero había pasado tanto tiempo sin hablarle que encontró oportuna la llamada, aunque al oír la petición de aquella mujer no espero y tomó de inmediato una chaqueta y su cartera para ir en busca de aquel joven que estaba ebrio, sin protección e inconsciente en un lugar públicamente peligroso para un Idol como él.

Estaba dispuesto a regañarlo hasta que las orejas le ardieran, castigarlo como cuando eran niños, reprenderlo y verlo bajar la mirada avergonzado, sin embargo, todo eso se disipó al verlo tan indefenso como en ese momento.

Con ayuda del taxista lo subieron al carro, y con ayuda del conserje lo subieron al departamento de Kook, ingreso con el acuestas sobre su espalda y camino el corto trayecto hasta su habitación, como pudo, quiso soltarlo pero Jeon no dejaba de susurrar su nombre y aferrarse a ella y para cuando lo quiso tirar a la cama, Kook la agarró con fuerza y cayeron juntos, él sobre ella.

En un pequeño momento de lucidez, Jungkook levantó su rostro viendo a Muriel fijamente dando una pequeña sonrisa mientras que ella solo lo miraba embobada por su belleza, sin decir que la vergüenza invadía su cuerpo por el hecho de tenerlo en esa posición.

— Te amo —le dijo Jeon y se acercó a dejar un beso casto sobre sus labios dejando a la muchacha aún más atónita que antes— quédate conmigo, Muriel, te extraño tanto —dio una leve caricia en su mejilla.

Antes de que ella pudiera formar palabra siquiera Jungkook se dejó llevar por el momento y beso nuevamente sus labios, buscando está vez una respuesta y correspondencia al ósculo, su mano fue hasta el cuello y parte de su nuca guiando el movimiento y fue entonces que Muriel ya no pudo luchar más contra sus ganas enormes a corresponder aquel beso.

Las manos inquietantes de ella viajaron hasta su espalda, pudiendo tocar parte de su piel que se encontraba descubierta por la caída a la cama, el cuerpo de Jungkook se estremeció con el calor de sus falanges e intensificó el beso adueñándose de la cavidad de la chica.

Un gemido de satisfacción por el delicioso sabor mutuo provino de ambos y a la vez, Kook comenzaba a sentir su erección despertar y sin vergüenza alguna comenzó simulando pujes abriéndose paso entre las piernas de Muriel que simplemente estaba atontada por el momento.

Dejándose llevar tomó la camiseta y la deslizó por los fortalecidos brazos, espalda y hombros para finalmente desprenderla de Jungkook, acariciando su piel apretada y caliente. Él no se quedó atrás y comenzó a desabotonar la camisa besando cada trozo de piel que quedaba al descubierto, hasta llegar a sus senos dándole mayor atención a ellos.

Por la mente de Muriel se cruzaba cada tanto la misma pregunta, ¿lo recordara al siguiente día?, estaba dispuesta a seguir con con ello aunque Jungkook, el chico del que siempre estuvo enamorada no recordara nada en toda su vida, creyó que sería una despedida por tener un amor imposible con el Idol.

Libero su mente de toda duda, pregunta, y de cualquier cosa que fuera interrupción a no dejarle disfrutar del momento y simplemente se dejó llevar.

Y así, se entregó a Jeon Jungkook, gimiendo su nombre, arañando su espalda, besando su piel canela, teniendo los orgasmos más pronunciados y dejándose llenar por el semen del chico, pues, nisiquiera se dió espacio para pensar en el preservativo que se supone deberían usar.

Cansados con sus cuerpos exhaustos y totalmente liberados se dejaron ir en un sueño profundo, abrazados uno al otro en esa enorme cama con sus cuerpos cubiertos y sudorosos, pero con sus corazones latiendo como si fueran uno solo y amándose como nunca antes se amaron jamás.

Última vez que hago está pregunta

Team Han Ji Sung

Team Jeon Jungkook Kook

Estamos en los últimos capítulos, en borradores me quedan dos por revisar y publicar, y si no me equivoco me quedarán unos dos o tres por escribir.

Necesito saber a quien prefieren para hacer el final...

¿O será que Min Muriel se quedará sola, solin, solita?