No hicieron falta pínceles,
ni paletas de colores,
una hoja y pequeño lápiz
describieron tu gran magia.

No hicieron falta
los instrumentos musicales,
las partituras cayeron,
los músicos se callaron,
cuando hablaste ante el escenario.

No hicieron falta libros,
ni protagonistas o villanos,
cuando miraste hacia mí
una historia me creé a tu lado.

No hicieron falta aplausos,
ni diplomas o trofeos,
tú ya eras el campeón
de un concurso de poemas.

No hicieron falta identificaciones,
títulos o descripciones,
aunque tú no escribiste nada,
en cada verso aparece tu nombre.

Eres mi arte...