Estoy preparando mi corazón para la soledad.
Le vivo explicando que se debe acostumbrar.
Llegaran el momento que ya no te tendré.
Eso no será malo, ni será bueno.
Pero de seguro te recordaré.
Pero lo preparo para que cuando llegue el momento no sea tan fuerte.
La humanidad desaparecerá, cada animal se extinguirá.
Ningún ser vivo podrá sobrevivir a lo que vendrá.
Las horas de este planeta llegaran a su final.
Debo prepararme para lo peor.
Debo prepararme para vagar en el nuevo desierto universal.
Los hombres ya no existirán y los demonios serán eternamente encadenados.
Los ángeles que no cayeron continuaran disfrutando del cielo.
Pero los que son como yo: Que no tomaron bandos ni en el infierno, ni el cielo, los que no eligieron ser malos ni buenos.
Vagaremos solitarios por la tierra.
Los ángeles caídos, los que no seguimos a Lucero pero que tampoco nos quedamos en el cielo.
Los que decidimos vivir entre los hombres, como hombres.
Quedaremos solos al final.
Pero tan cierto esta que cuando comience el fin cada ángel escogerá su lugar entre el bien y el mal.
Por eso estoy preparando a mi corazón para la eterna soledad.