En mi vida he visto morir mucha gente.
Durante años me he dedicado a asesinar.
Algunos los he matado por un sueldo.
A otros por el simple placer de matar.
Los he asfixiado, apuñalado, disparado.
Incluso los he torturado.
Matar es un arte. Un arte es matar.
No me arrepiento de nada pues lo he sabido disfrutar.
Anoche visite a alguien, solo la torturaría por placer.
Llegue a su casa entre por una ventana mal cerrada y hasta su habitación llegue.
Al entrar me lancé hacia ella como una fiera en sus labores de caza.
La tome por el cabello y al suelo la tire.
La patee al estomago y luego me agache para asfixiarla con mis propias manos.
Quería disfrutar con su agonía.
La tome del cuello y comencé a apretar.
Ella intento alejarme.
Ella intento respirar.
De un momento a otro sentí un leve pinchazo en mi brazo y sentí como se me dormía la piel.
De la piel paso al cada rincón de mi carne y ya no me pude mover.
Mi cuerpo estaba dormido.
Podía sentir pero no moverme.
Ella me lanzo al piso y comenzó a golpearme y patearme.
Duro un tiempo torturándome.
Cuanto no lo se.
Solo se que disfruto el momento y se llenaba del placer.
"Ya hace tiempo lo esperaba a usted"
Me dijo esa mujer.
Comenzó a asfixiarme apretando su suaves manos en mi piel.
Apretaba y apretaba mi garganta y yo ya no podía respirar.
Me asuste, tuve temor.
Podía sentir como poco a poco la muerte se fue apoderando de mi ser.
En medio de mi agonía pude notar que mis manos y pies despertaban.
Y así debilitado la empuje.
Ella callo al piso y yo eche a correr.
Hoy no recuerdo aun como logre escapar.
Ni como llegue a casa.
Solo recuerdo sus últimas palabras:
"Te volveré a encontrar, yo se que tu volverás"
Esta noche visitare otra vez a mi mujer.