¿De quién es la culpa?
Cuando la tristeza invade mi memoria
Y la soledad rueda en mi alma como una noria
Recuerdo todos nuestros momentos en una alegoría
Y comienzo a buscar una culpa que antes no existía.
Me pregunto entonces
¿De quién es la culpa?
Y, como algo típico de mi
Comienzo a culpar de lo sucedido a quien plasma su historia aquí.
La culpa es mía por mirarte,
Por sentir que tenía derecho a amarte,
Porque, a pesar de todo lo que me costaba (y aún lo hace) hablarte
Mis silencios no eran impedimentos para admirarte.
La culpa es mía por creer que eras perfecto
Por sentir que solo contigo me volvía un ser completo
Por plantearme que me amaras como un reto
Por cegarme y obviar el panorama completo.
Cuando miro todas esas razones
No me queda otra más que pedir perdones
Pero, siendo objetiva en mis conclusiones,
Tú también mereces la culpa de muchas situaciones.
Eres culpable de dejarme entrar en tu vida
Aunque ya tu alma estaba con otra compartida
Porque si sabías que tu palabra estaba con otra comprometida
Entonces nunca debiste en tu cama darme cabida.
Eres culpable por ser tan ciego
Por no ver más allá de tu propio ego
Por no tener piedad de quien cayó en tu juego
Sin haber advertido antes que eras un mujeriego.
Si, eres también culpable
Lo puedo ver ahora que la verdad es innegable
Pero, siendo honestos, aún no encuentro algo palpable
Que me haga decir que no es algo superior el responsable.
La culpa es de Dios, o quizás del destino
De quien sea que creo el amor y lo convirtió en asesino
De quien haya tenido la idea de ponerlo en mi camino
Para darle calor a mi corazón anodino.
La culpa es de quien te hizo tan ideal
De quien te hizo tan bello cual ser irreal
De quien te dio ese toque tan especial
Que hace de amarte una Orden Real.
La culpa es de quien creó la poesía
De quien cantó por primera vez que de amor se moría
O de quien me hizo creer que solo con besos se vivía
Aunque eso ahora es solo una cruel ironía.
La culpa es de quien me hizo tan detallista
Que observa cosas que no están a la vista
Como que tú eras el primero y único en la lista
Que ocuparía el pensamiento de esta humilde cronista.
Cuando la tristeza invade mi memoria
Y la soledad rueda en mi alma como una noria
Recuerdo todos nuestros instantes vividos en rebeldía
Y comienzo a buscar una culpa que antes no sentía.
Me pregunto entonces
¿De quién es la culpa?
Y, como algo típico de mi
Término culpando a la suerte de quien derrama sus versos aquí.
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