Vagabundos errantes
Si no pude ser toda tu historia completa,
por lo menos espero haber sido
un solo capítulo, breve pero intenso,
donde te haya hecho feliz.
Y en los misterios de la vida y el sentimiento,
duelen tanto tus risas como tus mutismos,
como si fueran estaciones de un mismo viaje,
cambiando paisajes al compás del olvido.
Duelen las noches donde me evades,
como un cometa que se pierden en el cielo,
dejando un rastro de destellos apagados,
mientras me sumerjo en lágrimas.
¿Qué hice mal?
Te otorgo el título de doctor en el arte del dolor,
experto en sentir con tu distancia,
en el más ingenioso para invadir mi mente,
esa composición de notas sin consonancia.
Me arrastras hacia tu agujero,
como la luna que influye en las mareas,
una y otra vez, sin importar cuán lejos me aleje,
tu imán me captura, me somete, me desespera, me destroza.
Debería odiarte por cada herida abierta,
que con tus adioses dejaste en mi piel,
pero es inútil, mi cogollo no te respeta,
pues en tu mirada habita también la sed fugaz.
Todo me lleva de vuelta a ti,
como hojas secas que vuelan en el otoño,
soy prisionero de esta ficción sin fin,
que me ata a ti, sin remedio, sin cimiento.
No me valoras como merezco,
como si mi presencia no tuviera importancia,
pero en el amor no hay balances perfectos,
solo entregas sinceras con fragancia.
No hay un futuro claro para nosotros,
lo sé en lo más profundo de mi ser,
pero aún así, en mi vida hay deseos,
que tienen hambre de una suerte que no puede ser.
Sé que me he perdido en la fantasía,
codiciando lo que no llegará a pasar,
pero eso no evita que vuelva a ti,
como una cascada que riega hacia el amanecer.
Tú eres el que debería buscar mi perdón,
porque en tu rompimiento me dejaste naufragar,
tú eres el que debería mendigar mi corazón,
pero yo soy el que siempre está dispuesto a amar.
Supuse un final que no se cumplió,
el expirar la distancia que nos separa,
pero no hay capítulo sin contratiempos,
y lo somos de esta historia que nos desarma.
Siento como si el pincel estuviera pintando tonos grisáceos,
creando una pintura que se borra con el soplo,
y aún así, mis sentimientos siguen creciendo,
deseando la convicción de nuevos alientos.
Fantaseé un "felices por siempre",
cuando en realidad somos dos vagabundo errantes,
lo nuestro se encuentra en un vaivén,
y nuestros reflejos deberán encontrar inéditos instantes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro