Nieve plástica en el aire;
luces, luces por doquier.
Todo el mundo se prepara;
claro, en casa también.

Pólvora acompaña al polvo,
la carne está siendo asada;
bajo el árbol los regalos,
sombra por años gastada.

Muchas culturas convergen
en este festejo icónico,
recordando o no un establo,
el nacer de un amor crónico.

La Estrella besó un vientre;
jaque y la pieza cayó,
cuando tras un velo raído
la salvación a luz dio.

El amor se torna oxígeno,
las sonrisas se regalan.
Apagones bienvenidos;
más luces los iris calan.

Y termina cual arena,
con el alborear cansino.
Comida recalentada;
todos siguen su camino.

Las luces ya están en cajas;
etiquetas por doquier.
Pero el amor no las tiene,
no lo apagues tú también.