Dedicado a LauraRodri25
AliciaPirezGranados
lamenorsitaa
LaChicaAnonima18
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Nadie habla, nadie se mueve y nadie me mira, todos esquivan mi mirada. ¿Qué cojones pasa aquí? Lo único que consiguen con eso, es ponerme nerviosa y la imagen de mi padre me viene a la mente.

–¿Le ha pasado algo a papá? —le pregunto a Kevin directamente.

Niega con la cabeza y al ver que nadie me contesta, me doy media vuelta y corro escaleras arriba escuchando los gritos de mi hermano para que vuelva.
Al entrar, mi hermana está despierta seguramente por el escándalo que se ha formado en la cocina. Oigo unos pasos detrás y al girarme veo a Andrew acercándose, con las manos en los bolsillos y la cabeza agachada.

–Yo te diré lo que ha pasado Britt. —me dice con la voz entrecortada, haciendo un gesto con la cabeza para que le siga.

Asiento y sin dudarlo, voy detrás de él mientras no dejo de pensar ¿Qué puede ser tan grave para que mis hermanos no se atrevan a decírmelo? Una angustia se apodera de mí, al imaginar que sea mi madre o mi padre y ese sentimiento crece dejándome un mal sabor de boca. Se sienta en un banco del jardín y palmea al lado para que me siente junto a él. Sin mirarme empieza a relatarme lo ocurrido.

Me explica que unas horas después de que me sacaran del centro, unos hombres se metieron armados hasta los dientes y que eran unos diez aproximadamente. Mataron a todos los guardas de seguridad y comenzaron a preguntar a los pacientes y a las enfermeras por mí, al responder que no sabía quién era, se ensañaron de mala manera hasta dejarles casi muertos. Nana al escuchar gritos de auxilio quiso ir, pero Andrew intentó detenerla, ella le dijo que todo estaba bien y que tenía que hacerle un gran favor. Con la voz rota, sigue explicándome que él se negó y le rogó que huyeran juntos, a lo que ella le respondió que eso no podía ser y le entregó una llave. Le explicó dónde encontrarla y que esa caja tenía que llegar a mis manos y que era muy importante. Nana se despidió con un abrazo, mientras le susurraba que se diera prisa y se marchó sin más. Él le hizo caso y se fue corriendo a por la cajita y salió por la parte de atrás, para esconderse detrás de unos arbustos. Al estar la ventana abierta, la pudo escuchar decir "que te den gilipollas" acompañado de una carcajada y de repente, la vio caer al suelo  con un tiro en la cabeza.
No pudo soportarlo más y salió de allí sin dejar de correr, hasta que llegó a casa de un vecino. Le explicó todo lo ocurrido, el hombre llamó a la policía y le pidió el teléfono prestado para llamar a un amigo suyo y poder conseguir el teléfono de Sara, así pudo saber dónde estaban y contarles todo lo que había pasado.

Al terminar de contarme todo, siento como si algo se rompiera  dentro de mi. Las lágrimas descienden por mis mejillas sin cesar y sin importarme quien haya delante, ahora tan solo puedo pensar en mi Nana, en la persona que se ha pasado toda la vida preocupándose por mí, más que mi propia madre. Miles de recuerdos pasan por mi mente y en estado de shock le pido ver la cajita. Se levanta y al cabo de dos minutos viene con ella en las manos y no puedo evitar que un grito desgarrador salga desde el fondo de mi garganta, cuando veo que justamente fue la que le regale con mis ahorros en Navidad. Apenas era una niña y le pedía que guardara mis dibujos dentro para que nadie se los robara. Con las manos temblorosas la sostengo entre mis manos dejando la pequeña llave encima. Haciendo un gran esfuerzo, le pido que se vaya, a lo que asiente con tristeza y le veo desaparecer
Me levanto apretando contra mi pecho lo último que me queda de ella y voy al coche de Daniel, busco las llaves de repuesto en la guantera para ponerlo en marcha. Salgo a la carretera y la voy mirando de vez en cuando de reojo con miedo de abrirla y encontrarme algo que me destruya más de lo que ya estoy.
Aparco en un bar y al igual que yo, Daniel siempre lleva dinero para las emergencias, así que compro una botella de whisky y me encamino al único lugar donde podré sentirme bien y despedirme a mi manera, con su botella favorita.