Papá:

Han pasado tres años desde ese día y, aunque había pensado un montón de veces en escribirte cartas para...bueno, desahogarme, no estaba segura de qué decir. Sé que no debería pensarlo, mi psicóloga lo advierte todos los días, pero no puedo evitar pensar que todo eso fue culpa mía. Yo me empeñé en salir a pesar de la tormenta...yo...Dios, aunque sé que no vas a leer esto, quiero que sepas-si es que no lo sabes ya- que mis piernas no funcionan, no puedo caminar y, por tanto, no puedo bailar. Invertiste todo en un sueño que no pude cumplir, por mi propia culpa. Creo que ese es mi karma, ¿sabes? Eso no compensa tu vida, ni de lejos, pero al menos me recuerda cada día lo tonta que fui, lo irresponsable, lo...Joder, creo que no merezco que me quieran, después de todo, le arranqué la vida a la persona que más me quería por una estupidez. Sé que no vas a leer esto, duele, pero es cierto. Pero aún así, quiero que sepas que te extraño cada día, mamá no es la misma desde que te fuiste, creo que nadie en casa lo es. Los entiendo, entiendo que me traten como un cero a la izquierda, yo...me lo merezco.