Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5

Jay

Mi abuelo me recibió en casa con una sonrisa.

—¿Y bien?

Sonreí, recordando a Diana y Tom, a lo majos que parecían. A lo mucho que hacía que no tenía un amigo real. O amigos, en general.
Recordé a Lucía, con sus rizos rubios a la altura de sus codos y sus mejillas rosadas en costraste con su piel pálida. Pensé en lo mucho que hacía que no sentía que alguien me atraía tan rápido. Que no sentía, en general.

—Me quedo en el curso.

Mi abuelo aplaudió en el aire con emoción.

—¡Venga!—exclamó.

Entré y dejé la mochila en mi habitación, el abuelo había preparado una merienda. Tenía una espesa barba entrecana y los lentes a la altura de la nariz, mientras usaba una de sus camisas de cuadros.

En su juventud, Miguel Vitale había sido un importante escritor de noveletas policiacas. Se retiró joven, cuando recibió suficiente dinero para vivir cómodamente, de ahí en adelante siguió escribiendo por placer hasta que su vista se lo permitió. Ahora, bueno, ahora intentaba que yo tuviera algún futuro porque siempre estuve en  negación.

Me gustaba escribir, pero me daba mucho miedo el fracaso.

—Cuéntame.

—¿Qué quieres que te cuente?

Él levantó una ceja.

Todo.

Bufé.

—Yo y cuatro chicos, estaremos ahí unas tres o cuatro semanas...En fin, ha sido...bueno. El sitio me ha gustado.

—¿Solo el sitio?

Me aclaré la garganta.

—Es que...bueno...hay una chica...—al instante la picardía iluminó sus ojos azul claro—ella...Bueno, me...agradó.

—Ya.

—Mjm.

—Pues me alegro, Jacob. Hace mucho que nadie te...agradaba.

Dejé la taza en la mesa.

—Quita ese tonito, abuelo.

—¿Qué tonito?—preguntó con fingida inocencia, le señalé con el dedo índice.

Ese tonito.

Él solo sonrió y se alejó con las manos levantadas.

Mi abuela había fallecido cuando era pequeño, y mi abuelo se había quedado solo. No tenía muy buena relación con mi padre...ni yo tampoco. Así que...cuando tuve la edad, me fui a vivir con él. Mis padres vivían en otra ciudad, hablaba poco con ellos, pero eso no me quitaba el sueño.

Me di una ducha y me senté en el escritorio de mi habitación abriendo el odenador. Estaba a nada de ponerme a escribir, cuando me llegó un mensaje de Whatsapp al móvil. Fruncí el ceño. Levanté las cejas al ver que era un grupo. Recordaba que Diana me había pedido mi número unos minutos antes de que llegara Lucía, pero no creí que fuera verdad lo de hacer un grupo.

Lo había llamado ''Los cuatro fantásticos'', no pude evitar sonreír.

Diana: Bueno, chicos, bienvenidos a este
grupazo. Nos leemos más adelante, ahora
escribir en el móvil me da pereza.

Tom: Solo tú podrías crear un grupo en
que te da pereza escribir.

Diana: Cuidado, Thomas, soy escritora de
comedia romántica, si sigues con las pullas
voy a pensar que estás ligando conmigo.

Thomas: Muy graciosa.

Diana:Aún no has visto nada, Tommy.

Solté una risa ante toda la conversación del pelirrojo y la morena. Se estaban tirando los tejos descaradamente. Cabrones. Estaba a nada de meter algo de veneno para picar más la cosa cuando me sorprendió un mensaje de un número que, aunque no lo tenía agendado, sabía quién era.

Número desconocido : Liaos de una vez, no sigáis dando cringe así, al menos escribid por el privado.

Yo : ¿Qué, Lucía? ¿No eres fan del romance?
Estamos presenciando uno en primera
plana, deberías sentirte afortunada.

Noté que se quedó unos segundos escribiendo, creí que había cometido un error al dirigirme a ella con esa confianza, pero aún así aproveché los segundos para añadirla a mis contactos como ''Lu''. Lucía era demasiado formal. Entonces contestó.

Lu: No, Jacob, no soy muy fan
del romance. Pero sí, me siento
afortunada de presenciar este
en primera plana, ¿Te
ofreces a organizarle la boda
a estos dos conmigo?

Admito que creí que será más tímida, pero bueno, como la mayoría de las personas, no lo parecía por mensaje. Supuse que a través de las letras, ella, como todos nosotros, ignoraba sus inseguridades.

No quería sacar teorías, pero las personas jóvenes con discapacidades de ese tipo solían cargarse de ellas. Esperaba que Lu no las tuviera, que no pudiera caminar no restaba belleza, y mucho menos capacidad e intelecto.
Mi abuelo me había enseñado a no jugar a las personas con discapacidades, en especial a no tratarlas diferente...al menos no de una manera que asentuara sus inseguridades. Por eso, el hecho de que Lu -de repente no podía dejar de llamarla así en mi mente- no pudiera andar, no la hacía diferente para mí. Seguía siendo hermosa, inteligente, maja.

Seguía brillando.

Yo: Podemos ser los padrinos, Lu.
¿Qué me dices?

Diana escribió en ese momento.

Diana: Creo que no somos precisamente
Tommy y yo los que estamos ligando aquí, Jay
Jay.

Tragué saliva, no quería que Lu se incomodara. Estuve a nada de decir algo para negarlo, para evitar una catástrofe cuando a penas me había dirigido la palabra, pero Lu me cerró la boca.

Lu : Ya gustarían algunos.

Levanté las cejas. ¿Eso ha sido un reto?
Oh, ¿en qué te has metido, pequeño arcoiris?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro