Especial 150K de leídos.
N.A:
YA, VOY A MORIR.
150K DE LEÍDOS. ES DEMASIADO PARA MI JAAAAAART ♥
Muchas gracias, hablo en serio.
Gracias por leer, ya que me hace muy, muy, muuy feliz.
Gracias por votar, porque me hacen saltar como una loca.
Gracias por comentar, que aunque sea una mínima cosa, me hacen saber lo que piensan.
Gracias por todo, really. Son geniales ♥ :)
PD: Esta vez, no dejaré dudas. El POV es de Connor (el chico que narró en el especial por los 100K de leídos)
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Me coloqué mis zapatillas color azul, y salí de mi casa, no sin antes advertirle a mi madre que volvería en una hora.
Caminé hasta una plaza muy cercana a mi punto de partida, con grandes árboles y olor a pasto recién cortado. Me recosté sobre una banca.
Mientras observaba aquel bello paisaje, y disfrutaba de ese inconfundible aroma, algo comenzó a lamerme la mano, que estaba en el piso.
Era un perro. Un dálmata, para ser exacto. Tenía una correa, y un collar con una chapita color dorada, en la que se podía observar un nombre, Taz.
-¿Estás perdido, amigo? -le pregunté. Fue realmente absurdo, ya que los perros no hablan. Taz se limitó a seguir lamiéndome la mano.
-Hey, hola -dijo una niña que, no me había dado cuenta, estaba a mi lado, sentada en el pasto -. ¿Es tu cachorro?
-No -respondí -. Lo encontré -sonreí -. O debería decir, él me encontró.
-¿Me dejas ver qué nombre dice la chapita de su collar? -asentí. La niña tomó la ya mencionada chapita, y al ver el nombre, sonrió -. Ya me parecía haberlo visto antes -debe de haber visto mi cara de confusión, por lo que siguió hablando -. Es el perro de una... amiga, si así puedo decirle.
-Oh, entonces, ¿quieres llevárselo tú? Apuesto a que debe estar buscándolo.
-No, la verdad es que no quiero devolvérselo -fruncí el ceño -. Es mejor que sufra un poco.
-¿No habías dicho que era tu amiga?
-Exactamente -sonrió -. Era -se levantó de golpe, por lo que yo reaccioné rápidamente, y la imité -. Adrianna, un gusto.
-Connor -sonreí.
-¡Rianna, ya es hora de irnos! -se escuchó que la voz de una mujer gritaba por detrás.
-Oh, mi madre me llama -sonrió -. Adiós, Connor, espero volverte a ver. Y cuida bien de Taz, él no tiene la culpa de que su dueña sea una bruja -y así fue como se marchó, dejándome con confusión.
¿Dijo que debería quedármelo? No era mala idea...
No. Su dueña debe de estar buscándolo.
Pero, ¿cómo puedo saber quién es ella?
Creo que lo mejor será quedármelo hasta encontrarla. Sí, eso haré.
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