T3, Capítulo 24
¿Venís?
Capítulo 24 - Ya no hay nada más acá que quieras
Escrito por mioniii.
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— Listo, ve.
Asiento con la cabeza y salgo por la puerta, asustado pero decidido a hacer lo que fuera por recuperar ese teléfono. Salgo rápidamente del block y me dirijo al patio, donde estaban las escaleras a la oficina de Iván... Hasta que veo 2 guardias en su puerta.
< Tranquilo Manu, tu puedes, tu sabíai' que en algún momentos ibas a tener que hacer esto > digo intentando calmarme.
Trago mi saliva y me dirijo hacía la puerta de la oficina subiendo las escaleras, recordando que mientras más me demoraba, menos tiempo me quedaba para buscar el teléfono.
— Tú no puedes estar aquí. —dice uno de los guardias.
Sin decir una sola palabra intento entrar pero está cerrado.
— ¿Dónde están las llaves? —pregunto tragando saliva.
— No podemos decirte
Pienso que es lo que puedo hacer y busco en sus bolsillos, finalmente las encuentro.
Sin decir una palabra finalmente entro y cierro la puerta.
— Ok, Manu, piensa como si fueras Iván, donde mierda guardarías un celular. —suelto a mi mismo mirando a todos lados.
Me acerco a su escritorio y comienzo a mirar en los cajones, pero nada. Hasta que encuentro una caja fuerte.
— A ver Manuel, si fueras Iván, qué contraseña le pondr... — pongo mi mano en mi frente. — No weón no funciona así. —reclamo y empiezo a buscar papeles buscando la contraseña.
P.O.V Martin.
Abro la puerta y regreso a la habitación decepcionado, rápidamente me siento en la cama.
< No sé que vamos a hacer boludo, no puede ser > paso mis dedos por mi pelo desesperado.
< Manu debería estar aquí de todos modos, a no ser que le haya pasado algo malo... > agarro mi chaqueta y salgo de la habitación corriendo.
P.O.V Manuel.
Finalmente encuentro un papel con 4 números, lo intento en la caja fuerte y abre.
< BIEN CONCHETUMARE > grito en mi mente de la emoción sonriendo.
La abro y encuentro una pistola, sin más. Rápidamente mi cara se torna de felicidad a preocupación
— Abriste mi caja fuerte, felicitaciones. —comenta Iván entrando a la oficina.
Me alejo un poco asustado.
— ¿Dónde está? —pregunto enojado.
—¿Qué cosa? —responde sonriendo.
— Ya sabi' de que estoy hablando, ¿Dónde está el celular? —frunco el ceño mientras lo miro a los ojos.
— Ah, eso. Bueno... sabíamos que pasaría algo como esto, por eso me deshice de él en argentina.
Escuchando esas simples palabras me empiezo a desesperar.
— ¡¿Qué?!
— ¿Ahora, puedes salir de mi oficina? Que yo sepa ya no hay nada más acá que quieras. —dice con seguridad.
Salgo de la oficina, llorando y mirando al suelo.
Tapo mi cabeza con el gorro de mi polerón y avanzo sintiéndome humillado y culpable. Culpable porque si el Martin no encuentra un celular nos entregamos por absolutamente nada.
— Perdón, che. —choco con alguien y éste se disculpa
Yo sigo avanzando sin decir ninguna palabra, lo único que quería era llegar a la pieza.
***
Entro y reviso si estaba el Martin, al ver que no estaba me tiro sobre la cama, luego comienzo a llorar.
— Ojalá que por favor encuentre un celular, por favor. —continúo llorando hasta quedar dormido.
1 Hora después
Despierto en la pieza mirando a los lados y no encuentro al Martin
< ¿Dónde estai' wn? > digo en mi cabeza y luego me paro.
— ¿Martin? —pregunto al aire.
Salgo a revisar el pasillo pero no había nadie.
— Voy a tener que ir a buscarlo por la chucha. —suelto colocando mi mano en mi frente.
Literal 10 segundos después de decir eso escucho a alguien tocando la puerta, me acerco y rápidamente la abro, esperando que fuera el Martin, pero no lo era.
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