¿Venís?
Capítulo 13 - Claro que no.
Escrito por Mioniii  

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   Despierto en una habitación oscura muy cansado.

— ¡Martin! ¿Dónde estás? —exclamo débilmente debido a mi cansancio.

— ¡Aquí, Manu! —responde el Martin en un lado de la habitación que yo no sabía.

— ¿Aquí donde? —pregunto confundido.

— Aquí, seguime. —dice y escucho pasos.

Yo no podía moverme, hasta que derrepente me duermo.

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— Eso es lo único que recuerdo antes de que aparecieramos de nuevo en nuestra pieza. —comento al Martin.

— Yo recuerdo lo mismo pero al revés, vos me estabas diciendo que yo te siguiera. ¡Agh! No entiendo boludo, como paso esto, como pudimos aparecer aquí después de que escapamos...

— Martin eso solo significa una cosa...

— ¿Qué?

— Quizás no hay escapatoria, no creo que nos dejen ir algún día así como así. —digo casi llorando.

Levanta mi pera con su mano.

— Mirame, saldremos de aquí, no ahora, pero quizás con un plan diferente, quizás escapándonos de noche, con agua, comida y dinero. A lo mejor escapándonos así no fue una buena idea, pero no estaremos acá para siempre, ¿Me creés?

Mirándolo a los ojos, le respondo.

— S... Si

— Entonces no estés triste...

Tocan el timbre.

— Bueno, ya tenemos que ir a clases, yo me voy, tengo mandarín y tengo prueba... —comenta el Martin y yo me quedo pensando.

— ¿Vas a ir después de...?

— Como te dije, vamos a salir de acá, así que si, voy a ir si no quiero ser pobre en el futuro. —responde agarrando su mochila y dirigiéndose a la puerta.

— Teni' razón.

— Apurate si no querés perderte tu clase de Inglés.

— ¿Como sabi' que tengo inglés? —pregunto confundido y cierra la puerta.

Me río un momento y me empiezo a vestir.

***

Derrepente tocan la puerta antes de salir y yo abro.

— Un placer, Manuel.

Trago saliva al ver al jefe de habitaciones entrar a la habitación.

< Conchetumadre > me digo a mi mismo en mis adentros.

Se sienta en mi cama y dice.

— ¿A dónde ibas? ¿A clases? Cierra la puerta, tengo que hablarte un poquito. Una pena que no esté tu otro amigo.

Cierro la puerta y me dirijo a él.

— ¿Qué chucha queri'? —pregunto enojado y asustado.

— Hablar... Ayer intentaste escapar con tu amigo y no debiste hacer eso. —aclara su voz. — De todos modos... Venía a hablarte de algo importante, bueno, cuando Martin estaba de nuestro lado, nos contó que nuestro querido doctor Luciano te contó sobre la enfermedad que estamos desarrollando...

   Mi cara era susto sólido y podría decir que había perdido la cuenta de cuantas veces ya había tragado saliva.

— Como ya sabes como funciona, supongo, no te tengo que explicar de que se trata y eso... El punto, es que gracias a ti, ya tenemos la cura, gracias a ti... En este momento todos los alumnos la poseen, menos tú, obviamente, no hace su aparición en dentro de un mes una vez puesta en el individuo,  lo que significa que  en unas 2 semanas, Martin empezará a surtir los efectos de ella. —explica con una risa falsa.

— ¿¡QUÉ!? ¡Malditos culia'os! Pero... Pero, ¡No! No pueden hacer esto, pero... ¿Van a dar la cura? —balbuceo preocupado.

— Ohh —se rie — Para los demás alumnos, claro que no... Pero para Martin es algo diferente, el sabe sobre todo esto, y ultimamente no se han estado portando muy bien. —empieza a sonreir malintencionadamente. — Desde ahora les tengo un "trato" como lo quieras llamar, que no podrán rechazar, y no lo digo figurativamente, si no literalmente. Escucha, si ustedes hacen todo lo que digamos y se portan bien, le daremos la cura a Martin...

— ¿A qué te refieres con hacer todo lo que digamos? Y, no sé que hace la enfermedad.—pregunto asustado.

— No tienes idea. — me la explica brevemente y se rie. — Bueno, eso era todo, espero que te haya quedado grabado en tu cabeza y se lo puedas decir a tu amigo por mí... Adiós. Ah, y no te molestes en decirle a tus otros amigos, ya les propusimos lo mismo...

   Se para y sale de la pieza, cerrando la puerta. Yo me quedo pensando en que hacer.