T1, Cap 7
¿Venís?
Capítulo 7 - Había otro como yo.
Escrito por Mioniii.
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Sentado en el baño me limpio las lágrimas, salgo de ahí, no había nadie asi que voy y me limpio la cara. Salgo de la habitación, me dirijo al mapa que mostraba todas las habitaciones y las oficinas, encuentro la oficina del director de habitaciones, por lo que leí si llegabas a tener algún problema con algún compañero, es él al que tienes que recurrir.
Camino hacia su oficina y toco la puerta.
— ¡Pase!
Entro y veo una oficina común y el supuesto jefe de habitaciones.
— ¡Gabriel! te dije que no vinieras más. ¿No entendiste? —dice el señor del escritorio enojado.
— Disculpe señor yo me llamo Manuel y no recuerdo conocerlo desde antes —digo yo confundido.
— ¡Ah, claro! Manuel H... Gonzalez, lo siento, ando ehm... confundido estos días, ¿Que se te ofrece? Toma asiento. —dice nervioso forzando una sonrisa.
Me siento y le digo.
— Quiero solicitar un cambio de habitación.
— Ohh, un cambio de habitación... ¿En la primera semana? ¿Puedo saber el motivo? —dice sonriendo.
— O... Odio a mi compañero, es insoportable y hace un rato tuvimos una pelea, no puedo estar un segundo más con él. —digo nervioso.
Sé que sonaba muy cuático, pero esa no era la completa razón por la que quería cambiarme, también porque al estar ahí podría ser peligroso, gracias a esa entrada.
Entrecierra los ojos por un momento y nota mi nerviosismo.
— Sé que usted sabe que nosotros no podemos hacer eso. —dice sonriendo.
Trago saliva.
<Conchetumare Manuel>
— Po... ¿Por qué? No lo sé.
— ¿Es esa la razón entera? —dice confundido.
— Si... Si. —digo sudando.
Aclara su voz.
— Nosotros no podemos cambiar a los alumnos que se llevan mal solo por eso. Tendría que haber una pelea de golpes o algo grave de por medio para poder solicitarse su cambio.
Entra alguien al cuarto y yo me doy vuelta inconscientemente, era alguien casi idéntico a mi, solo que más grande.
— ¡Gabriel! —dice el señor del escritorio y yo lo miro. — ¡¡Te dije que...!! —me mira a mi. — Disculpa, tengo que hablar con una persona, ya puedes irte —dice nervioso.
Me levanto y miro a el chico que se parecía a mi en la cara, confundido.
— ¡Manuel, por favor! —dice enojado pero no me importó.
— ¿Quien eres? —le digo al chico y el se queda callado.
El señor del escritorio se levanta y me apunta con una pistola pequeña.
— ¡Manuel, SAL!
Miro la pistola, abro mis ojos y salgo corriendo de ahí con mi mano en mi boca. Sigo corriendo hacia mi habitación sin mirar lo que había atrás y toco la puerta. Después de unos momentos el Martin pregunta.
— ¿Qué querés? —dice enojado.
— ¡Ábreme! ¡Ábreme por favor Martin! —digo completamente asustado.
— ¿Me dirás la verdad? —responde a través de la puerta.
— ¡¡Martin por favor!! —grito, los demás salen a ver que pasaba y justo abre la puerta.
Cuando entro lo empujo y cierro la puerta con pestillo.
— ¡Flaco, ¿Me decís lo que pasa?! —pregunta el Martin completamente confundido.
— ¡Saben! ¡Saben que sabemos! ¡Y HABÍA OTRO COMO YO! ¡Había ot... —agarra mis brazos interrumpiéndome.
— Tranquilo, respirá un poco y contame.
Inhalo y exhalo lentamente, luego continúo para decirle todo lo que pasó.
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