Bum despertó con los rayos del sol golpeándole el rostro, una extraña sensación de calor envolvía su cuerpo mientras la leve presión de un brazo alrededor de su torso le hacía sentirse protegido. Intentó sentarse pero el agarre en su cintura le impidió hacerlo, tirando del él hacía algo duro y caliente. Se giró finalmente para encontrarse con un joven y apuesto rubio tumbado a su lado, tuvo que parpadear varias veces para que su mente lograra asimilar el hecho de que ese "Alguien" no era otro que Taeyang.

—Espera, su verdadero nombre es Sangwoo ¿Verdad?—Susurró para sí mismo recordando las palabras que el alfa le había gritado en el castillo hacía apenas unas horas atrás.

Una avalancha de memorias le invadió mientras su mente luchaba por asimilar todo lo sucedió en el castillo el día anterior. Recuerdos del alfa acariciándole y luego olfateándole mientras dormía se perdían y confundían entre los gritos y confesiones de este:

—Huye ¿Qué acaso no lo ves? Yo solo quiero herirte, a ti y a los que más quieres. Si no huyes cuanto antes te mataré.

Un escalofrió recorrió el cuerpo del menor haciéndole retorcerse en los brazos que le apresaban, tiró un poco más fuerte para alejarse de su captor luchando y pataleando mientras el deseo de huir se intensificaba dentro de él, solo se detuvo cuando sus ojos notaron la gigantesca herida en el brazo del rubio. Sangre seca se encontraba decorando el borde del profundo corte en el bíceps izquierdo de Sangwoo al tiempo que más del líquido carmesí brotaba de este. El chico se estaba desangrando, de seguir así moriría.

Bum reaccionó de manera rápida tratando de detener el sangrado con parte de su camiseta. Como pudo se soltó de los brazos del mayor— No sin luchar un largo rato— Y asomó su cabeza por la entrada de la cueva. Mojó parte de la camisa con algo de rocío que halló en algunas formaciones rocosas cerca de donde se encontraba, al parecer la noche anterior había llovido— ¿Lluvia en primavera? —Pensó— Que extraño. Regresó con prisa al interior de la cueva y limpió cuidadosamente la herida de Sangwoo para finalmente atar el pedazo de tela alrededor del brazo herido a manera de torniquete.

—Creo que con eso estará mejor— Hablo mientras observaba con ojo crítico su trabajo terminado— Al menos hasta que un profesional le vea, de lo contrario su herida se infectará.

Él sabía una cosa o dos sobre medicina y supervivencia. Había pasado la mitad de su vida metido de cabeza entre libros, por lo que adquirió con el tiempo muchos conocimientos que pensó, jamás necesitaría. Se sentó frente al cuerpo inerte del mayor. La pérdida de sangre había hecho que Sangwoo cállese desmayado en algún momento, pero el omega no podía recordar en cual. Luego de que ambos saliesen del rio entre toses y aspiraciones de aire desesperadas, el alfa había tirado de el para seguir adelante y ante la obvia negativa de Bum a colaborar, el rubio tuvo que recurrir a otros métodos de persuasión: La situación había terminado con el pelinegro siendo arrojado dentro de un saco y cargado mientras perdía el conocimiento.

Taeya... Sangwoo le había secuestrado. Aquel que creyó su pareja destinada le tenía preso contra su voluntad y quien sabe que cosas terribles le había hecho a su padre.

Volvió a echarle un vistazo al alfa, en ese momento Sangwoo se encontraba inconsciente, Bum podría escapar fácilmente de allí si lo deseaba. Miró hacia la entrada de la cueva y analizó sus opciones: Podía escapar y dejar a el alfa en la cueva para que se desangrara. Aunque había perdido la conciencia durante el viaje, Bum estaba seguro de que el alfa no habían logrado avanzar mucho con esa gran herida en su brazo mientras le cargaba en hombros.

La segunda opción era menos tentadora: Quedarse y ayudar al mayor mientras encontraban ayuda médica para que le curasen. Claro que si optaba por tomar esa decisión corría el riesgo de que el alfa decidiera finalmente matarle para quitarse un peso de encima. Aun así no se atrevía a dejarle allí hasta que muriera <<No quiero que muera>>

¿Qué opción tomar? No le dio tiempo para decidir. El alfa ya había despertado y le miraba fijamente desde donde se encontraba <<Ahora si estoy atrapado>>

— Ya despertaste­— Fue lo único que atinó a salir de su boca— ¿Te encuentras bien?

Trató de sonar amable mientras miraba incomodo a todos lado excepto a los ojos de su captor. Una mirada a esos hermosos y profundos ojos color café y terminaría por perdonarle al rubio frete al cualquier cosa.

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Sangwoo observó de manera curiosa al pelinegro, su mirada viajando entre el rostro de este y el vendaje atado alrededor de su brazo.

— Si— Respondió de manera seca para luego señalar el torniquete en su bíceps— ¿Tú hiciste esto?

El pelinegro asintió levemente aun si mirarle a los ojos.

— Valla que eres tonto ¿Eh? — Soltó una risita burlesca— ¿Qué clase de loco ayuda a su propio secuestrador? ¿Sufres de síndrome Estocolmo o algo así?

Un gigantesco sonrojó invadió las mejillas del menor mientras se encogía un poco y Sangwoo se maldijo internamente por encontrar aquel gesto adorable.

— ¿Por qué...?— Empezó el pelinegro.

— ¿Qué por qué te secuestré? — Le interrumpió el rubio— ¿Es eso lo que quieres preguntar? ¿Acaso no es obvio? ¡Lo hice porque te odio! ¡A ti a toda tu familia!

El pelinegro parecía aún más asustado, su olor a terror y miedo era bastante notable, pero adicional a eso una fragancia de tristeza se filtraba a través de él y... ¡Espera un minuto! ¿Por qué rayos podía captar sus aromas? El rubio se acercó un poco más a Bum y olfateó intentando precisar si la fragancia que estaba sintiendo provenía de este. El omega le miró de forma extraña cuando se acercó directamente a su cuello y olfateo profundo. El olor casi le volvió loco. Se alejó rápidamente con un solo pensamiento alojado en su cabeza: Estoy en un grave problema.

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Ha-Neul se encontraba a punto de enloquecer, había sido vilmente engañado y traicionado por alguien completamente inferior a él. Llegó casi a rastras a su castillo y entró para asegurarse que su heredero se encontraba bien. Había logrado sobrevivir gracias a que en plena batalla aprovechó un descuido y escapó cobardemente junto a algunos de sus soldados, él se encontraba bastante herido, por lo que había enviado a uno de sus mensajeros a llevar el aviso de traición al castillo, solo esperaba que este hubiese llegado a tiempo.

— Mikko ¿Dónde esta Bum? — Gritó apenas entró a su residencia. La escena que vio le dejó helado: Mikko se encontraba inconsciente mientras algunos soldados intentaban ayudarle a entrar en razón. Bum no se hallaba por ninguna parte— ¿Mi hijo? ¿Dónde está?

— Lo sentimos señor, su hijo ha sido...— El joven guardia que habló fue bruscamente interrumpido por un fuerte puñetazo.

— ¡¿Y por qué rayos aún están aquí?! — Gritó el alfa molesto mientras miraba con furia a todos en la sala— ¡Salgan a buscarle ahora!

Sin decir una palabra más se encaminó a su oficina y cerró la puerta tras él.

— ¡Joder! Ese maldito de Sangwoo arruino todos mis planes— Habló para sí mismo dándole un fuerte golpe al escritorio de madera— Me aseguraré de que me las pague todas.

Una sonrisa torcida apareció en su rostro. Ni ese imbécil de Sangwoo ni nadie más podía arruinar sus planes. Nunca.

Por fin después de 84 años mis exámenes terminaron y aquí está la nueva parte de la historia.

Capitulo dedicado a @@only_soreto, Sho tabien te amo bebé