Epilogo cap - 6
Narrador:
- Ángela es mi novia – anunció Lisandro durante la acostumbrada cena que solían tener cada semana en alguna de las casas de sus tías o en su propia casa.
- Ya lo sabían Lisandro – comentó Ángela rodando los ojos, a veces su novio podía ser algo lento.
- Pero no oficialmente – se quejó el ahora adolecente – Tia Normani... yo quiero pedirte permiso para salir con Ángela
- ♪ Se quieren y se dan besitooos ♪ - Alejandro, el hijo de Dinah se burlaba de la joven pareja, el aún tenía muchos comportamientos de niño, pues era algo menor que sus primos.
- ¡Cállate Alejandro! – Dinah le aventó un trozo de papa al pre-adolecente para que guardara silencio y no interrumpiera el momento.
- Creo que Ángela no pudo haber escogido mejor, y por supuesto que tienes toda mi aprobación – aceptó Normani ante la sonrisa de Lauren.
La única que no parecía muy contenta era Camila, no le gradaba que su pequeño tuviera novia ¡Apenas tenía 13 años! debería esperar mínimo a los 20 para salir con alguien o mejor aún ¡Nunca salir con nadie!
- Celosa... - murmuró Lauren sobre el oído de su esposa – nadie te lo va quitar, sabes que es un niño consentido que no puede vivir sin ti... además ni se han dado un beso, preocúpate cuando nos pida dinero para condones, ahí si lo habremos perdido – bromeó.
- ¡Ah! – la morena gimió de asombro y desagrado ¡su hijo y condones! Eran dos palabras que no deberían cruzarse jamás.
- Debes dejarlo crecer ¿ok? – finalizó Lauren dejando esta vez un beso sobre los carnosos labios de su mujer.
- ¿Yo también puedo tener novio? – preguntó Michell, la pequeña gemela de Lauren y Camila.
- Cuando tengas 13 años como Lisandro, tal vez – aceptó Lauren a sabiendas de que faltaban algunos años para eso.
- Yo nunca voy a tener novia ¡Iuug! – se quejó Mike, el otro gemelo.
- ¡Nadie va tener novio o novia! ¿ok? – dijo Camila exaltada golpeando la mesa, causando la risa de Normani y Dinah, que sabían perfectamente que no solía controlar muy bien sus celos, menos de cuando alguno de sus hijos se trataba.
- Pero acabo de decir que Ángela es mi novia – se quejó Lisandro.
- ¿Por qué no te llevas a Camila por ahí, Laur? – sugirió Normani esperando que la ojiverde quitara el mal genio que estaba consumiendo a su esposa – nosotras nos quedamos con los pequeños ¿No Dinah?
- Claro que sí, nosotras nos quedamos con los pequeños – aceptó la rubia. Ella y Normani se habían estado llevando mucho mejor desde que la de piel oscura dejó de salir con Val, un par de años atrás, aun no quería cantar victoria, pero una semana atrás había logrado robar un beso de Normani y eso la tenía flotando entre las nubes – ustedes lárguense a tener sexo y solucionar todo – dijo aprovechando que los más pequeños se habían retirado de la mesa para ir al salón de juegos.
- ¿Vamos Camz? – preguntó Lauren a su mujer estirándola para salir a la calle, habían terminado de comer el postre minutos atrás y también le parecía conveniente dejar solas a sus amigas para que tuvieran algo de privacidad, pues estaba al tanto de las cosas que estaban sucediendo últimamente entre ellas - ¿Por qué estas enojada? – preguntó una vez que comenzaron a caminar muy cerca debido al frio y aprovechando la oscuridad de la noche
- El está creciendo muy rápido – se quejó la morena pateando una pequeña piedra.
- Podemos tener otro que lo sustituya – bromeo Lauren abrazando a la morena por la cintura, siempre había estado en sus planes tener más hijos, pero el concebir gemelos cambio el panorama haciendo que pospusieran dichos planes, pero ya parecía el momento indicado para un par más.
- Tonta – dijo Camila dejándose envolver por los brazos de su mujer, escondiendo su rostro en su cuello, aspirando ese aroma a vainilla que caracterizaba a Lauren – sabes que soy muy celosa – comentó en tono bajo, como pidiendo disculpas.
- Créeme que lo sé – aceptó recordando las mil escenas de celos que había sufrido desde que la conoció hace poco más de 15 años, pero le encantaba que fuera así – pero tienes que dejarlo ser libre, no quiero que este sobreprotegido como yo lo fui...
- Lo sé, pero pfff – Camila sabía que solamente estaba siendo presa de un ataque de celos e incluso le daba pena ponerse así a su edad.
- Además siempre me tendrás a mí, yo no tengo novias, bueno tengo una, pero ahora también es mi esposa – susurró la ojiverde estampando a su mujer contra un pequeño árbol en la acera.
- ¿Qué haces? ¡Nos pueden ver! – trató de advertir Camila.
- Si no haces mucho escandalo no... - respondió Lauren subiendo la falda de la morena un poco, las gabardinas que usaban cubrían bien las expuestas piernas.
- Laur... - no alcanzó a poner objeción porque la ojiverde la besó para que guardara silencio – mmm – gimió al sentir un par de dedos juguetear dentro de sus bragas.
- Te amo...
- Yo también te amo mi pequeña ninfómana – respondió Camila sabiendo que esa forma tan atrevida de ser de su esposa había surgido de sus primeros años juntas durante el instituto.
- Hagamos un bebe – sugirió Lauren meciéndose contra el cuerpo de la morena, tratando de sentir sus curvas contra las de ella – aquí mismo...
- No te pongas condón bebé – Camila siguió la broma sintiéndose penetrar por un par de dedos muy suavemente, trataba de no hacer ruido o movimientos bruscos, quien estuviera por ahí pasando u observando tan solo miraba a un par de chicas besándose, nadie más que ellas dos sabían lo que pasaba debajo de esas largas gabardinas.
Al igual que en el pasado seguían amándose, al igual que en el pasado seguían sin poder ser muy discretas o cuidadosas, al igual que en el pasado...
Durante mucho tiempo cada una a su manera quiso olvidar ese "pasado", intentaron alejarse, y aunque por momentos lo lograron, esa parte que ellas no dominaban, esa parte que se dejaba llevar por el amor que se tenían, esa pequeña parte de la cual no tenían control, la que les hacía perder los estribos, la que las hacían estallar en celos, ira o llanto, esa pequeña parte fue la que se encargó de demostrarles que en la vida hay muchas cosas que no tienen sentido, que no parecen correctas, pero muy contrariado que se puede esperar, son las que hacen feliz a una persona.
No tenía sentido que la chica popular, y la "rarita" de la escuela se enamoraran, no tenía sentido que Camila renunciar a la herencia de sus Padres por tratar de hacer ella su propio destino, no tenía sentido que Lauren estudiara fotografía cuando había sido becada para ser una gran médico, no tenía sentido que ese par de mujeres que se habían enamorado durante su adolescencia se reencontrarán a vísperas del matrimonio de una de ellas y volvieran a resucitar todos aquellos sentimientos que un día sintieron.
No tenía sentido adoptar a un niño lleno de dulzura y amor, tampoco tenía sentido tener otro par de gemelos.
Para Dinah, no tenía sentido haber esperado casi diez años para besar libremente al que ahora comprendía era el amor de su vida.
Para Normani no tenía sentido estarse enamorando nuevamente de la chica te hizo daño en reiteradas ocasiones en el temido "pasado".
Para Alejandro no tenía sentido una vida lejos de Dinah, lejos de su hijo... de su familia, no tenía sentido enamorarse de la ex amante de su cuñada.
Para Camila no tenían sentido como una mujer como Lauren había podido enamorarse de ella y soportado mil cosas a su lado, no tenía sentido que hubiese aceptado casarse, o que hubiera decidido tener hijos a su lado, no tenía sentido que cada día la volviera escoger a ella una y otra vez...
Sin embargo, todas esas situaciones sin sentido los habían llevado al lugar actual. Ese temido pasado del que tanto querían huir, que los lastimaba, que lastimaba a otras personas y que tantas veces habían querido borrar era el culpable...
Culpable de donde estaban ahora, donde estaban felices, estables, donde ya no ansiaban un destino, donde disfrutaban del camino y las sorpresas "sin sentido" que se presentaban.
Habían aprendido a vivir a sobrellevar cualquier inconveniente o contratiempo, ya no eran niñas jugando a amar, ahora comprendían el real significado del amor, en sus muchas diferentes versiones, hacia sus hijos, hacia sus amigos, hermanos... pero sobre todo hacia ellas mismas...
- Dejemos los niños a Dinah y Normani y vamos a casa – sugirió Camila bajando su falda después del maravilloso orgasmo que los dedos de Lauren le habían proporcionado – tengo ganas de usar el strap-on – comentó con picardía mordiéndose el labio... - aún tenemos una venganza pendiente... no creas que olvidé lo que hiciste conmigo aquella noche... (la del capítulo 51)
- Yo no... - la ojiverde intentó detener la idea de su esposa.
- Shhhhh... vamos...
- Esta bien...
Fin
Besitos...
En la Qk
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