Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 62 (Final)

Narrador:

Lauren despertó al día siguiente cerca de medio día, la sonrisa que dibujaba su rostro se había esfumado al darse cuenta de que el otro lado de la cama estaba vacío.

- ¿Camila? – preguntó para asegurarse de que no estuviera dándose una ducha matutina. Nadie respondió. Su pecho sentía un cosquilleo, su corazón latía de manera extraña, estaba teniendo un presentimiento, pero no sabía si era bueno o malo.

Con pereza se levantó de la cama, esperaba encontrar a la morena desayunando con Lisandro, apenas y se colocó una bata para cubrir su cuerpo desnudo bajó de inmediato a la primera planta.

- Buenos días ma' – la saludó el pequeño Lisandro apenas entró a la cocina.

- Buenos días mi amor – se acercó para besar sus mejillas con cariño - ¿Dónde está Camila? – preguntó al darse cuenta que no estaba por ningún lado, el pequeño solo se encogió de hombros y siguió comiendo su cereal.

- Hola mija – su madre la saludó – Camila salió temprano, dijo que quería ver algunas cosas en su antigua casa – le explicó Clara.

- No me comentó nada – dijo extrañada la ojiverde.

- Porque estabas dormida – respondió con obviedad el pequeño, ganando que la ojiverde rodara los ojos, él sonrió ante el gesto – oye ma' ayer la abuela Clara me dijo que me llevarías a comprar un libro – dijo el pequeño con brillo en los ojos.

- Si mija, anoche estaba leyéndole un cuento y tiene segunda parte, quiero que lo lleves a comprarlo, después iremos a comer con mis amigas para que vean a mi hermoso nieto, así que arréglate bien y también a este niño tan guapo – habló clara apretando las mejillas sonrojadas de Lisandro.

- Esta bien... pero primero voy a llamar a Camila – avisó la fotógrafa saliendo en busca de su celular. No le gustaba nada que la morena no le hubiese dicho nada de sus planes.

Un timbre... dos timbres... tres... cuatro... nada. Una nueva llamada: un timbre... dos timbres... tres... cuatro... nada.

Camila no atendía el teléfono y eso solo la preocupaba.

- ¿Qué pasa mija? – preguntó Clara al ver la expresión de la ojiverde.

- Ella no contesta – expresó con tono de preocupación.

- No te preocupes, ella dijo que vendría más tarde y que estaría ocupada con algunos muebles... o algo así – divagó su madre.

- Esta bien... - aceptó no muy confiada, pero más aliviada de saber que Camila había avisado la situación - ¿terminaste de desayunar? Vamos a darte un baño para la comida de la abuelita – dijo con ternura mirando a su madre que había adoptado ese papel a la perfección.

- Y por mi libro – aclaró el pequeño con énfasis.

- Y por tu libro... anda ¡Vamos! – trató de poner entusiasmo a su voz para levantar de la silla al pequeño y dirigirse al cuarto de baño para que tomara una ducha.

Lisandro le había pedido usar su ropa "especial", que consistía en un pequeño pantalón de vestir con corte recto y una camisa hecha a su medida que Camila había encargado con un diseñador, sus zapatos nuevos e incluso había traído consigo un perfume para estar perfecto. En otras circunstancias Lauren hubiera notado que algo andaba raro, pero su mente divagando acerca de lo que estaría haciendo Camila hacía que no prestara demasiada atención.

- ¿Te puedes poner este vestido? – pidió Lisandro antes de que Lauren comenzara a arreglarse.

- ¿No crees que es muy formal? – preguntó divertida al ver la insistencia del pequeño.

- Tenemos que vernos muy bonitos – respondió el pequeño convenciendo así a la ojiverde.

- Esta bien, ve con tu abuela para que te arreglé y yo haré lo mismo – le pidió la fotógrafa a su pequeño mientras comenzaba a secar su cabello con una toalla y después con la secadora mientras observaba contantemente el celular esperando alguna noticia de Camila, casi era medio día y no daba señales, y aunque ya no estaba preocupada del todo por lo que le había dicho su madre, sí que sentía una ansiedad en su interior que no sabía descifrar. Mientras acomodaba su ajustado vestido una notificación sonó anunciándole la llegada de un mensaje, pensando que era su chica no dudó ni un momento en abrirlo.

Desconocido: Hola :) 11:34 am

Lauren: ¿Quién eres? 11:36 am

Desconocido: Tu conciencia 11:36 am

Lauren: No tengo ánimos de jugar 11:37 am

Desconocido: No estoy jugando 11:37 am

Lauren: Si no quieres que bloquee tu número especifica quien eres 11:38 am

Desconocido: Ya te lo dije... 11:38 am

Lauren: No tengo tiempo, Adiós 11:39 am

Desconocido: ¡Oye! Espera 11:39 am

Desconocido: Soy Camila 11:40 am

Lauren: Camz? De quien este número? 11:41 am

Desconocido: De un amigo, solo quería decirte buenos días mi amor 11:41 am

Lauren: Buenos días bebé 11:42 am

Desconocido: Llegaré un poco tarde, después de comer, espero no te moleste eso 11:42 am

Lauren: Me hubiese gustado que me avisaras que ibas a salir, no fue divertido despertar sin ti 11:43 am

Desconocido: Anoche fue divertido ;) 11:43 am

Lauren: Jaja, si, lo fue 11:44 am

Desconocido: Te tengo que dejar, no olvides que te amo. Eres el amor de mi vida y quiero amarte siempre 11:44 am

Lauren: Yo también te amo... ¿pasa algo amor? 11:45 am

Desconocido: Nada, solo quería decírtelo, te veo más tarde, te amo 11:45 am

Lauren: Yo tambien te amo 11:46 am

Lauren dejó nuevamente su teléfono en la mesita, una sonrisa cubría su rostro, le encantaba cuando Camila se tomaba la molestia de ser romántica para ella, ya que la morena no solía comportarse así siempre. Con más confianza y ánimo arregló su maquillaje y su peinado, quería lucir bien para ella. Para su mujer.

- ¿Estás listo? – preguntó entrando a la sala, Lisandro estaba sentado frente al televisor con cuidado de no arrugar mucho su pantalón y camisa, el pequeño se veía realmente apuesto y su abuela lo había peinado a la perfección.

- ¡Wow! Te ves muy hermosa – dijo el niño en señal de halago.

- Tu también – comentó Lauren sorprendida por lo bien que lucía en esa ropa.

- ¡Vamos por mi libro! – pidió emocionado.

Antes de salir de casa Clara tomo algunas cuantas fotografías de ambos, pues se veían realmente bien, algunas lágrimas escaparon de sus ojos pero la ojiverde no supo la razón, tampoco preguntó el "porque". Tomaron prestada la camioneta de Mike, pues habían viajado en avión, el adorado challenger de Lauren se había quedado en casa.

- ¿Trabajabas en una biblioteca? – preguntó Lisandro una vez que estuvieron en camino a la única librería que la ojiverde conocía en la ciudad, además quería recordar viejos tiempos. Los mensajes que había recibido por la mañana de parte de Camila la habían hecho recordar las épocas en que prácticamente solo se comunicaban por ese medio.

- Si, ahí conocí a Camila, ella siempre se sentaba en la misma mesita y yo la observaba a lo lejos – le explicó Lauren.

- ¿Siempre la quisiste?

- Si – respondió sin duda, siempre la había querido, la morena había hecho a la ojiverde conocer ese sentimiento que jamás abandonó el corazón de Lauren desde ese entonces.

- Yo también la quise desde que la vi – comentó el pequeño.

- Bueno, tenemos eso en común – señaló la mayor.

El resto del camino escucharon música del grupo favorito de Lauren, Fifth Harmony siempre había sido una obsesión para ella desde que era joven, habían pasado varios años desde que las escuchó por primera vez en el programa de "The X Factor" y desde entonces compraba sus discos y trataba de asistir a los conciertos.

- Es aquí... - avisó la ojiverde estacionando la camioneta frente a esa biblioteca que parecía estar igual. Cuantas horas no había pasado contemplando a la chica más popular de la escuela, integrante de las porristas mientras leía libros de ciencia y cultura.

Antes de entrar por la puerta Lisandro se detuvo un momento para revisar que su ropa estuviera bien colocada, por alguna razón quería lucir perfecto.

- Primero las damas... – dijo haciendo un ademan con las manos para que pasara. La ojiverde comenzaba a sentirse nerviosa por las atenciones de Lisandro, además podía percibir un aroma muy conocido, parecía ser el perfume de Camila, pero eso le parecía imposible... apenas entró notó la soledad del local, no había nadie en el mostrador, el mismo en el que ella pasaba sus tardes esperando la visita de la morena - ¿Por qué no revisas las fichas de información? – pidió el pequeño entregando una rosa a Lauren.

- ¿Qué está pasando Lisandro? – preguntó Lauren muy extrañada, definitivamente algo estaba planeando.

- Revisa... - pidió nuevamente el pequeño.

Con incredulidad la fotógrafa se acercó al mueble, buscando aquellos pequeños papeles amarillos que registraban la información de los libros que los lectores llevaban a casa prestados. Apenas observó el primero distinguió su propia letra en ellos, pero con fechas antiguas. Su corazón latía muy rápido, solamente una persona pudo haberlos guardado... los días, los meses, los años eran de fechas incluso anteriores al primer contacto que tuvo con Camila, recordó entonces la confesión que la morena había hecho cuando jóvenes.

"Me gustas desde hace 1 año, 3 meses..." un año tres meses antes de que comenzaran a hablar la morena había estado recolectando las fichas de información que le entregaba la ojiverde, parecía que había guardado cada una de ellas hasta el día hoy.

- Ven... - sintió a Lisandro tomar su mano para dirigirla hacia ese rincón donde Camila siempre leía, de la nada una canción comenzó a sonar, la misma que chica había cantado frente a toda la escuela para ganar su perdón, para convertirse en novias oficiales.

- ¿Qué está pasando? – murmuraba mientras se acercaba con cautela a la mesita, podía ver la silueta de la mujer que amaba sosteniendo un libro, parecía no prestar atención a lo que estaba sucediendo, obviamente actuando de esa manera a propósito - ¿Camz...?

- Hola... - saludó la morena con una sonrisa.

- ¿Qué es todo esto? – preguntó recibiendo un gran ramo de rosas por parte de Lisandro, el pequeño parecía estar sacando flores de todos lados, dejándola encantada.

- Aquí nos conocimos ¿lo olvidas? – preguntó Camila sintiendo que el corazón explotaría en su pecho en cualquier momento.

- Jamás lo olvidaría... - susurró sintiendo las lágrimas invadir sus ojos, si no se equivocaban sus pensamientos estaba a punto de tener uno de los días más hermosos de su vida.

- Te amo... - dijo la morena sosteniendo la temblorosa mano de la ojiverde y sacando aquella pequeña caja azul que contenía el hermoso anillo que había comprado para ella, tomo aire para comenzar a decir esas palabras que tanto había ensayado toda la semana, tratando de hacer el momento perfecto - Mi vida, tengo tantas emociones intensas revoloteando en mi cabeza y en mi corazón, sigo sorprendida porque no eres lo que esperaba – comentó con una sonrisa abriendo el estuche para que Lauren pudiera ver la joya y supiera de una vez por todas sus intenciones – eres mucho más de lo que esperaba – aclaró – cuando llegaste a mi vida te fuiste haciendo un hueco en aquél corazón adolorido... - Camila trataba sonar normal, pero su voz se entrecortaba, las emociones la invadían, tenía a la mujer de su vida frente a ella y jamás la dejaría ir de su lado otra vez – Poco a poco recuperé a tu lado las ganas de amar, de amar incondicionalmente y dejarme querer. Sé que probablemente querías que fuéramos despacio en esta nueva oportunidad que nos dio el destino, pero no hay sosiego ni tranquilidad en este amor... es todo urgencia y pasión, así que no puedo ir más despacio, no puedo esperar tanto – dijo sacando el anillo y colocándolo lentamente en el dedo de la ojiverde, ambas sonriendo, mirándose a los ojos, Lisandro haciendo algunos lindos pucheros por ver a las mujeres que tanto amaba demostrarse amor – Dicen que algo como esto sólo se siente una vez en la vida. Dicen que cuando llega el verdadero amor, se nota. Y todo lo que hemos pasado solo me hace confirmar mis sospechas: te adoro irremediablemente y no voy a luchar contra ello. Así que ahora quiero avanzar en este camino de amor, quiero unir mi vida contigo y la seguridad de la firmeza de nuestro amor, la energía que me dan las risas compartidas, la calma de las confidencias y la vitalidad de nuestros planes e ilusiones me llevan a querer vivir mil cosas contigo, pero ahora solo quiero cumplir especialmente una – tomo una gran respiración antes de la gran pregunta - ¿quieres casarte conmigo?

- Si, si quiero – contestó Lauren lanzándose a los brazos de su chica, de su mujer, del amor de su vida... - ven acá – le pidió a Lisandro que se uniera en ese abrazo, porque ya no eran solamente ellas, ahora ese pequeño aumentaba la unión y el amor que las dominaba.

Y ahí, en ese mismo lugar que empezó todo, en el mismo lugar en el que a través de miradas se enamoraron, ahí mismo se juraron amor una y otra vez, porque lo peor ya había pasado, porque los golpes habían terminado.

Porque Lauren finalmente tenía su cuento de hadas.

Porque Camila tenía la felicidad que tanto había deseado.

Porque ambas habían superado el pasado...




















-----------

Vienen 2 epílogos, pero no hoy.

Gracias por leerme, los quiero a todos

Especialmente a ti <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro