Narra Lisandro:

Escuchamos a Fifth Harmony todo el camino y también algo de reggaetón, bueno, en realidad solo una canción "Hey ma". Cuando menos me di cuenta ya estábamos fuera del trabajo de Camila, busque el dibujo que había hecho de ella y afortunadamente no se había arrugado mucho dentro del bolsillo de mi pantalón.

- ¿Eso es lo que quieres darle? – me preguntó Lauren viendo la hoja de papel.

- ¿Verdad que dibuja muy bonito? – dijo Ángela, ella cree que debo de ser pintor.

- Si, en realidad si... - dijo Lauren bastante seria, observando el dibujo de Camila – es muy bueno Lisandro – me sonrió y creo que es la primera vez que siento mariposas en el estómago por hacer algo bien – vamos adentro – dijo y prácticamente salí corriendo con Ángela tomada de la mano ¡ya quería que conociera a Camila!

Como siempre el guardia me dejo entrar y Lauren nos seguía un poco a lo lejos, tal vez tiene miedo de pelear con Mila, ahora estoy seguro que están enojadas. Decidí contarle a Ángela sobre eso, tal vez ella pueda ayudarme a hacer que se perdonen, después de todo ella logro que nosotros nos reconciliáramos.

- Creo que Lauren y Camila están enojadas... - comencé a decirle bajito a Angie para que Lolo no nos escuchara – nosotros salimos el otro día a comer y ellas estaban muy felices, pero ya no lo están – le explique los motivos que tenía para pensar eso.

- Tengo unas naranjas en la mochila – dijo ella meneando las cejas y era una excelente idea, si yo perdone a Ángela gracias a sus malabares con frutas, ellas también debían perdonarse.

- ¿De qué están hablando? – gritó Lauren desde atrás. Me asuste, creí que nos había descubierto, no conteste y volví a tomar de la mano a mi amiga para correr a ese gran cuarto donde Camila tenía su escritorio de trabajo.

- ¡Lisandro! – escuché la voz de la tía Dinah y después sentí sus brazos envolverme para levantarme y dar vueltas en el cielo, es la segunda vez que me pasa hoy ¡Es mi día de suerte! - ¡hola pequeña! – tía también saludó a Ángela y como también son chicas se quedaron hablando de muchas cosas.

- ¿La señorita Camila? – pregunté al ver que nunca terminarían de hablar, pero entonces unas manos taparon mis ojos. No podía ver nada.

- ¿Quién soy? – sentí un remolino en mi estómago y también mi corazón latió más fuerte, de inmediato me solté para abrazarla, la extrañaba demasiado.

- ¡Camila! – dije apretándola no muy fuerte en un abrazo, puedo lastimarla.

- Mi pequeñito ¿Por qué no habías venido a visitarme? – me dijo dejando besitos en mis mejillas, ella siempre es muy cariñosa, como lo era mi mama.

- Porque tienes mucho trabajo – le dije la razón que me había dado Lauren, y vi como la ojiverde se mordía el labio y miraba hacia otro lado. Me mintió y Camila también lo notó.

- Yo no tengo trabajo cuando tu estas aquí bebé. Nada es más importante que tú – volví a abrazarla.

- Te quiero mucho – le dije.

- Yo también te quiero mucho – respondió, pero parecía algo triste. Seguramente ella también quiere verme más seguido.

- Ella es Ángela – le presenté a mi amiga y encantada la abrazó también, a Camila le gustan mucho los niños.

- Vengan, aquí también esta Alejandrito, vamos a sentarnos – dijo y la tía Dinah me tomo de la mano y a Ángela también...

Lauren y Camila se quedaron hablando por un rato, no alcanzaba a escuchar lo que decían, pero estaban muy enojadas, por un momento me dio miedo como Mila fruncía las cejas, creo que a Lolo también le dio miedo, su cara era de asustada, tal vez es por haber dicho mentiras sobre el trabajo de ella.

- ¿Quieren fruta? – preguntó tía Dinah, yo no contesté, seguía viendo como hablaban a lo lejos, creo que Camila derramó un lagrima, quise levantarme a ver qué pasaba, no me gustaba pensar que Lauren la había hecho llorar. Primero le dice mentiras y ahora la hace llorar.

- Si, una manzana – contestó Ángela y antes de que pudiera irme de mi asiento Camila se alejó de Lauren y la dejó hablando sola. Tal vez se lo merece. Mila se acercó a mí y efectivamente sus ojos se veían algo rojos, pero trató de disimularlo, obviamente me di cuenta. Soy experto en lágrimas.

Cuando Lauren también se sentó a mi lado comenzaron a preguntarle nuevamente un montón de cosas a Ángela, yo aún no le pedía ayuda para encontrar una familia para ella. Todas reían, pero poco a poco comenzaron a ponerse serias cuando Angie les contó de como su padre llegaba borracho por las noches y las golpeaba a ella y a su mama. Tía Dinah lloró cuando mi amiga explicó que trabajaba como payasita en un semáforo para poder comer. Yo antes creía que todos los niños tenían que trabajar, pero desde que entre al orfanato me di cuenta de que no era así.

Continuaron hablando durante más rato y yo no entendía porque le hacían tantas preguntas, pero parecía no molestarle a Angie.

- Oye... - me susurró Angela cuando las adultas se fueron y nos dejaron solos – creo que Lauren y Camila son novias.

- ¿Qué? – dije sorprendido.

- Si, como Víctor y Saúl – ellos eran unos voluntarios del orfanato que se daban besos cuando creían que nadie los veía. Ángela y yo siempre los veíamos... A veces los adultos son muy tontos tratando de ocultar las cosas – por eso están enojadas, los novios se enojan mucho, como en la novela de las 12 – Patty, la trabajadora social siempre veía esa novela y tenía razón Eduardo y Fernanda se enojan mucho – tenemos que hacer que se den un beso y así siempre se perdonan – sugirió.

- ¿Y las naranjas? – pregunté recordando los malabares, a mí me parecían mejor idea que un beso ¡Iugh!

- También podemos intentarlo – dos opciones eran mejor que una, estuve de acuerdo.

Nos levantamos y junto con Alejandrito fuimos a buscar a Camila y Lauren que estaban otra vez discutiendo por una tal "Lucy", parece que Lolo tiene dos novias. ¡Muy mal! mi mama me dijo que solo se puede tener una novia y nunca hacerla llorar y Lauren parecía hacer todo mal.

- Ya te dije que me pareció grosero dejarla ir – alcance a escuchar más claro cuando me acercaba a ellas para darle las naranjas a Lolo – no entiendo porque te afecta tanto – le reclamaba a Camila.

- ¡Porque te quiero, carajo! - ¡Wow! Si son novias y Mila dijo una palabrota – pero eres tan idiota que prefieres a esa esquelética desabrida en lugar... - la señorita Camila dejó de hablar cuando vio que yo iba llegando... dijo otra palabrota – Lisandro ¿Qué pasa?

- Vengo a hablar con Lauren – dije haciendo una seña a Lolo para que se agachara y estar a la misma altura – ten... - le entregue 3 naranjas en sus manos – tienes que hacer malabares para que Camila te perdone... - le susurré, pero creo que Camila me escuchó.

- Ella no tiene que perdonarme nada – se quejó Lauren bajito.

- Lolo ¡solo hazlo! – la reprendí, a veces es muy cabezota.

Mila estaba sonriendo y parecía estar esperando los malabares. Es que eso convence a cualquiera. Lauren se levantó y tragó saliva, creo que no sabe cómo hacerlo.

- ¡Solo aviéntalos y tienes que atraparlos! – le gritó Ángela desde lejos, parecía estar muy atenta.

- Si, se escucha muy sencillo – dijo Lauren en tono sarcástico mientras lanzaba las naranjas al aire en varias ocasiones, aunque se le caían al piso, pero al menos hacia reír a Camila, creo que es buen comienzo. Siguió intentándolo a pesar de que no le funcionaba, como dije, a veces es muy terca, pero ser terco no siempre es malo o eso dice Mila, ella también lo es.

- Mejor ríndete – le dijo Camila con una sonrisa, parecía ya no estar enojada.

- Camila ¿Quieres ir a comer con nosotros? – le pregunté... tenía que lograr que se besaran para que se perdonaran. Si Camila se casa con Lauren, entonces podrá ser mi mama, como siempre soñé...