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Capítulo 38


Narra Lauren:

- ¡Maldito GPS! – le grité a mi automóvil, tenía cerca de 20 minutos tratando de ubicar la dirección de la casa donde Lisandro vivía con su Padre antes de que lo arrestaran.

Necesitaba algún comprobante identidad del pequeño, y para facilitarle las cosas a Ally le propuse que iría a dar una vuelta por su casa para ver si encontraba algo.

- El GPS no tiene la culpa – me dijo Normani, se había ofrecido a acompañarme ya que el lugar quedaba cerca de J&C y se perfectamente que estaba buscando una excusa para poder visitar a Dinah.

Al parecer las dos somos muy malas tratando dejar el pasado atrás. Para mí los días pasaban a veces despacio, a veces más rápido, pero sin duda Camila estaba siempre en mi cabeza. Por más que tratara no podía simplemente deshacerme de su recuerdo y eso me aquejaba.

Ella me había mandado un par de mensajes hace dos días, diciendo que me extrañaba, que yo era el amor de su vida. Como adolescente me emocioné, pero poco duró esa sensación. Al día siguiente la llamé solo para escuchar que lo había hecho bajo el efecto del alcohol. Culpó a su borrachera de sus palabras y eso me trajo muchos recuerdos del pasado.

A pesar de eso me preocupó el hecho de que estuviera bebiendo, pues según ella hace años no lo hacía. Cuando íbamos en el instituto solía refugiarse en la bebida, anestesiando sus pensamientos de esa manera.

- Yo soy una experta con las direcciones, te aseguro que es el gps el que está fallando – comenté con seguridad. No me gustaba que dudaran de mis habilidades al volante. Normani carcajeó.

Di un par de vueltas más a la cuadra, incluso preguntamos a algunas personas, pero nadie parecía tener información. Pensé que probablemente estábamos muy lejos de la verdadera dirección de la casa donde vivía Lisandro.

Imagine que Camila podría saber más al respecto ¿sería buena idea también pasara a visitarla? Sería una visita con fines benéficos, no para tratar ningún asunto entre ella y yo. O al menos tenía esa excusa. Dentro de mi memoria por hablar con ella, saber cómo estaba, si todo iba bien, pues algo dentro de mí me decía que no era así.

- Tal vez podamos preguntarle a Dinah ¿no crees? – sugirió Mani.

- Disimula las ganas que tienes de verla – le dije entre risas.

- Como si tú no te estuvieras muriendo de las ganas de ver a Camila – Deje de reír, eso fue un golpe bajo - ¿Quién ríe ahora? – se burló.

- No es gracioso – me quejé.

- Si lo es – se burló – Entonces ¿vamos? – dijo con una sonrisa pícara, sabía que le iba a decir que sí. Obviamente quería ver a la morena, eso no lo podía negar.

- Solo para que nos ayude con la dirección – aclaré.

- Como digas – hizo un gesto de no creerme. La verdad ni yo misma me creía.

Configuré nuevamente el GPS, pues realmente no sabía dónde me encontraba, luego de unos 20 minutos quedamos en la entrada de J&C. Mentiría si dijera que me estaba nerviosa. Tenía bien claro que Camila no estaba interesada en verme, o al menos eso aparentaba.

Comencé a preguntarme sí sería buena idea estar aqui, tal vez las cosas resultarían peor de lo que ya estaban. Como siempre estaba aferrándome de más, probablemente forzando un encuentro que la morena no deseaba.

Al llegar a la caseta de seguridad el guardia inmediato me reconoció y sin pedir muchos datos informes nos dejó pasar a Normani y a mí. Me di cuenta que era la primera vez que entraba a la empresa de Camila, era un gran almacén, y detrás de ese gran almacén se podían ver los talleres donde fabrican los zapatos. El lugar estaba algo desordenado, no había cubículos, los escritorios que usaban los trabajadores no tenían un acomodo en especial, solo estaban regados por aquí y por allá. Incluso había algunos niños, probablemente hijos de los empleados.

Justo como el guardia lo indicó, el escritorio de Dinah estaba casi al fondo. La rubia parecía muy concentrada en su trabajo mientras Alejandrito jugaba con algunos cochecitos miniatura. Vi como la sonrisa de Normani se ensancha de tan solo verla, como me gustaría que pudiera estar con ella. Se nota que la quiere mucho.

Mi socia y amiga decidió acercarse por sorpresa, aprovechando que Dinah no estaba prestando atención.

- ¡Hey! – gritó Normani una vez que llegó hasta ella, asustándola y al pequeño Alejandrito también, haciéndolo llorar.

- ¡Oye! – se quejó Dinah con una risa, ignoró completamente el llanto de su hijo. No lo tome a mal, sabía que la rubia era muy despreocupada y probablemente también lo era con el pequeño. Decidí cargarlo para darle un poco de consuelo, el de inmediato me abrazó y se escondió en mi cuello - ¡oye! Ya te he dicho que es muy pequeño para ti... - me amenazó y solamente saque la legua en su dirección. Alejandrito hizo lo mismo.

Pasamos un rato hablando, le pregunte acerca de la dirección de Lisandro. Ella me dijo que nunca habían tenido un hogar estable, y que se la pasaban de casa en casa, o que incluso a veces dormían en las calles. Sentí una rabia increíble, pero eso no la volvería pasar. Yo lo iba a cuidar.

Por la plática que estábamos teniendo, y el buen momento que estamos pasando olvidé por un instante el motivo de la visita. De mi visita. Decidí entonces preguntarle a la rubia por Camila.

- Oye ¿Y Camila? – pregunté "disimuladamente".

- Amh... - ella pareció basilar bastante sobre su respuesta – salió a una comida con un inversionista. Estamos pasando por momentos difíciles, pero afortunadamente hay gente increíble que quiere entrar en nuestro negocio – explicó y por algún motivo sentí que me estaba ocultando algo.

Efectivamente lo hacía.

- ¿Y como esta? – cuestioné tratando de no entrar en detalles, no sabía si la morena le había contado lo que pasó la última vez que nos vimos en ese parque.

- Ella esta... No podré mentir. No está pasando por buenos momentos, ninguna las dos estamos pasándolo bien – dijo refiriéndose ella misma. Supuse que los problemas de la empresa también estarían afectando su economía – han sido tiempos difíciles – explicó.

- Lauren me dijo que bebió hace unos días – intervino Normani. También preocupada por la situación, tratando de averiguar más de lo que yo estaba dispuesta a preguntar.

- Si... - contestó algo decepcionada – no fue fácil para ella enterarse de que tu... - parecía no saber si hablar o no.

- Ya sé que ella estaba intentando adoptar a Lisandro – aclaré en caso de que esa información era la que le estuviera deteniendo.

- Bueno, ella se comunicó con su abogado después de que le dijiste eso. El hombre volvió a revisar el trámite en las oficinas de los servicios sociales, ahí le informaron que no había probado los test necesarios... En pocas palabras le informaron que era casi imposible acceder a una adopción. Ni de Lisandro, ni de otro chico. Eso la lastimó mucho y no ha estado muy bien... Son muchos problemas los que tenemos en este momento... Ella solo está buscando la manera de no derrumbarse, tu sabes que no es fácil para ella detener esa voz en su cabeza que critica cada paso que da y no la deja hacer muchas cosas – explicó dirigiéndose a mí. Claro que lo sabía. La conocía perfectamente.

- Me gustaría poder ayudarla – dije de manera sincera, no me gustaba saber que tuve que ver con mucho de lo que le estaba pasando.

- Ella te necesita Lauren. Sé que puede comportarse como una loca, pero trata de ponerte un poco en su lugar... no es como tú o como yo. Ella tiene más problemas en aceptar las cosas, en procesar la información. Le es muy difícil poder tomar decisiones sin antes meditarlas mucho tiempo...

- En pocas palabras siempre la caga – intervino Normani.

- En pocas palabras... - aceptó Dinah con una sonrisa.

- Ella parece no querer saber nada de mi – le expliqué ignorando las miradas cómplices que se daban, probablemente estaba pasando algo que Mani no me había contado.

- No está segura si estar contigo es lo mejor, por eso no quiere verte, porque sabe que al tenerte cerca "su razonamiento" se va a al carajo – dijo con un brillo en los ojos ¿se identificaba con lo que estaba diciendo? Mire por un segundo a Normani, estaba perdida escuchando hablar a Dinah de amor – ella tiene muchas dudas por lo que pasó. Ya había decidido dejarte, pero luego te pusiste insistente y ella no iba a resistir mucho a eso. Creo que pensó que habías conseguido tu jodida "venganza" – dijo con tono de enojo – y que desistirías de cualquier cosa con ella, pero no fue así. Te comportaste tan linda, comprensible y detallista...

- Nadie puede resistirse a eso – aclaró Normani.

- No, ni yo lo resistiría. Si no te quedas con ella, aquí estoy yo – bromeó la rubia guiñándome un ojo. Quitándole bastante estrés a la conversación, lo cual agradecía – ella te quiere Lauren... solo no está pasando por un buen momento.

- No está pasando por un buen momento igual que cuando me fue infiel – solté sin pensar.

Dinah se quedó pensando y apretó los labios, eso no me gustaba nada.

- Exacto... en ese entonces también estaba pasando un mal momento – dijo tomando su celular, escribiendo algo en el – sé que Camila se equivocó en ese entonces y lo siento...

- No te preocupes Dinah, si algo me ha servido todo esto es en dejar los errores atrás, yo no soy la misma que era y sé que Camila tampoco lo es... eso quedó en el pasado – dije sin saber que me tragaría mis palabras ese mismo día...



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