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Capítulo 3

Narrador:

Un ajustado vestido negro hacia contraste con su blanca piel, tacones altos del mismo color estilizaban su figura, el cabello alborotado peinado hacia un lado y un maquillaje perfecto hacían lucir a Lauren Jauregui simplemente hermosa. Esa mañana había puesto especial esmero en su arreglo personal, la razón: hoy tenía la primera reunión con Logan Lerman y la futura señora Lerman.

- Tienes que acompañarme – pedía Lauren a Normani.

- No quiero lidiar con eso. No entiendo porque insistió en que tomaras las fotos, y no es simplemente por lo que hizo, debería conocer esa regla: tu ex no debe ser la fotógrafa de tu boda comentaba Normani abrumada por la situación en la que se encontraba la ojiverde, ella la entendía perfectamente – aunque por otro lado puedes hacerla lucir gorda, hacer un mal trabajo y arruinar sus recuerdos – bromeó tratando de animar a su amiga.

- Yo tampoco sé que porque lo hace... pero pienso sacarle provecho a la situación y cobrarme las que me hizo – comentó seriamente Lauren viendo a través del enorme ventanal de su oficina "¿Por qué demonios volviste a mi vida Camila?" pensaba.

- ¿Quieres vengarte? – pregunto curiosa la de piel oscura.

- He estado pensando... Lerman no paro de decir que conocía mi trabajo, incluso le comentó a Camila que yo era la mejor de la ciudad, ella debió saber que se trataba de mí...

- ¿Crees que planee algo?

- No... solo creo que es una perra que le divierte la situación – espetó secamente la ojiverde dando un sorbo a su café, con la mirada perdida en la magnífica vista que disponía su oficina hacia los edificios del centro histórico de la ciudad de San Luis P.

- ¿Y entonces? ¿Qué piensas hacer? – cuestionó Normani.

- Aun no lo sé... Lerman tiene finta de ser un chico aun, puedo aprovechar toda esa admiración que tiene por mí y tratar de seducirlo – comentó esperando la reacción de su amiga.

- Eso podría arruinar su boda ¿Eso es lo que quieres? – dijo tratando de averiguar los pensamientos de la ojiverde.

- Quiero que sufra como lo hice yo... sé que podrás decir que éramos jóvenes y no sabíamos lo que queríamos, pero mírame Mani... cuatro años han pasado desde que me destrozó el corazón y sigo sintiendo los estragos de eso. No fue algo de niñas, sigue afectándome en mi vida adulta. Soy una mujer independiente y exitosa que sigue sin superar a su primer amor – explicó Lauren, sintiendo un nudo formarse en su garganta - ¿Has visto la película "500 dias con Summer"? – su amiga asintió – Bueno, ella es mi Summer...

- ¿Y si intentas recuperarla? ¿Conquistarla? De esa manera no se casa y tú te quedas con ella – propuso Normani.

- Eso lo intenté hace mucho, y si no funcionó en aquel entonces, no lo hará hoy. Además yo no quiero tenerla de vuelta. Es una maldita zorra que no vale la pena...

- Jamás creí que Camila fuera capaz de ser tan cruel... siempre fue engreída y de no muy buen carácter, pero se notaba que te quería – comentaba la de piel oscura recordando la relación tenían en el instituto, cuando formaban parte del mismo grupo de amistades.

- En realidad muchas veces fue una perra conmigo, y todos esos buenos tratos que me daba se fueron a la mierda cuando decidió ser una mentirosa sin escrúpulos que se acostaba conmigo y no sé cuántos más... - dijo la ojiverde con rabia en la voz.

- Lo se Laur y lo siento... de igual manera no te acompañaré a su "reunioncita", parecería una reunión de ex compañeros, una muy incómoda – se excusó.

- Entiendo... – dijo pensativa ¿Crees que estoy mal por querer venganza? – preguntó la ojiverde viendo la hora en el reloj de pared, la pareja no tardaría en llegar.

- Bueno...Creo que la clave está en diferenciar justicia de venganza. La justicia es dar lo que corresponde, al ladrón una condena, al trabajador su salario... y aunque para muchos la venganza puede asemejarse a la justicia, creo que el concepto de venganza es más bien para dar reparación ante una ofensa recibida y persigue un objetivo más de castigo que de sanación. Su relación ya no se puede sanar porque terminó hace mucho tiempo... y si lo que quieres es castigarla yo no tengo ninguna objeción ante eso, se lo merece – puntualizó Normani, dando su aprobación a las intenciones de su amiga – Aunque no creo que el chico deba ser el objetivo, creo que deberías intentar mejor con ella... tienes un poder de seducción increíble, cualquiera podría caer ante ti y lo sabes, no veo porque ella pueda ser la excepción, ya no eres la misma Lauren de antes, no eres la que ella conoció...

- No lo sé... me siento incapaz de tener un gesto amable hacia ella, me parece más fácil Lerman – Lauren intentaba explicar a su amiga, pero el altoparlante del teléfono interrumpió.

- La señorita Cabello ya se encuentra aquí ¿La hago pasar? – se escuchó la voz de Carolina salir del artefacto telefónico.

- Que pasé dentro de 10 minutos... - contestó la pelinegra presionando el botón verde que abría la comunicación con su empleada.

- Yo me voy de aquí – dijo Normani dirigiéndose a la puerta alterna de la oficina. No tenía deseos de toparse con la que fue su amiga en el instituto.

- ¡Huye cobarde! – gritó la ojiverde al ver correr a la de piel oscura.

"Tú puedes con esto, no es nada" se decía Lauren a sí misma buscando su reflejo en el espejo de pared... sin duda se veía hermosa. Un atributo que siempre admiro de sí misma era su verde e intensa mirada, estuvo un rato observándose y dándose frases de motivación para poder enfrentar a su más grande demonio.

- Hare pasar a la señorita Cabello – la voz de la secretaria se escuchó nuevamente.

- Ok – respondió secamente la ojiverde tomando asiento en su escritorio, preguntándose en porque Carolina no había mencionando a Logan Lerman. La respuesta vino rápido cuando la puerta de cerro inmediatamente después de que Camila entrara en la habitación. Sola.

- ¡Buenas tardes Lauren! – saludó la morena con una brillante sonrisa.

Inevitablemente el corazón de Lauren comenzó a martillar en su pecho, su ex-novia se veía hermosa dentro de aquellos vaqueros altos y ajustados, el cabello recogido y sus típicos aretes de perlas la hacían ver muy elegante. Sin duda lucia diferente al estilo urbano que solía utilizar cuando eran pareja.

- Toma asiento... - dijo la ojiverde sin responder el saludo - ¿Y tú prometido? – preguntó secamente, facilitándole un enorme álbum negro a Camila.

- Él tiene mucho trabajo. Creo que por el momento trataras las cosas conmigo – contestó la morena borrando la sonrisa de su rostro por la frialdad de Lauren. En silencio comenzó a ojear el libro descubriendo fotografías de una gran variedad de sesiones, todas con la firma "Jauregui" en la parte inferior.

- Esta bien, no tengo problema con eso... - mintió – Ahí podrás encontrar algunos de los trabajos que he realizado. No propongo que hagamos una copia, simplemente es el primer paso para saber qué tipo de fotografías quieren que realicemos – explicó la pelinegra notando la concentración de Camila al observar las imágenes.

- Son asombrosas "Lolo" – dijo casi en un murmuro la morena, ignorando por completo lo que aquel sobrenombre estaba causando en la ojiverde.

"Maldita, maldita, maldita" decía la pelinegra para sus adentros, molesta por sentir el corazón en la garganta. "Como se atreve a llamarme así". Ambas permanecieron en silencio por un rato, Camila mirando las fotos y Lauren contemplando a Camila.

El sigilo fue interrumpido por la secretaria anunciando que saldría a comer, inmediatamente el estómago de la morena comenzó a rugir al escucharla, haciendo recordar a la ojiverde el apetito que siempre solía tener su ex-novia. Se debatió por un momento si debía hacerla pasar hambre como parte de su venganza, pero eso significaría que ella también se sometería a la falta de alimentos y no estaba dispuesta a sacrificarse por una mentirosa infiel.

- Camila ¿quieres acompañarme a comer? Podemos llevar el álbum y discutir lo que te gustaría. Conozco un lugar cerca y es muy cómodo... – ofreció Lauren sonando más amable de lo que le hubiera gustado.

- Me encantaría... - contestó Camila haciendo volver la sonrisa a su rostro.

"Maldita, mil veces maldita"

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